Mi mejor amigo, mi mejor amante 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una vez más, estábamos platicando entre los tres, cantando y diciendo tontería y media y ya tomados, pero no tanto.
Era Aproximadamente la media noche, mi amigo que venía de visita, se levanto por una cerveza (no diré su nombre, no tiene caso ya que no viene que ver aquí).
En ese momento Héctor venia de la cocina con una cerveza y su mezcal de la otra ocasión, me dio un vaso de mezcal acercándose a mi oído y me dijo en voz baja: vamos a terminar lo de la otra vez?
Sonreí deseoso, aquella vez por su malacopa, lo había echado a perder, pero teníamos que recuperar ese tiempo perdido.
No tenía idea de cómo nos íbamos a deshacer de mí otro amigo, pero Héctor aprovechó que se había acabado la,cerveza y lo soluciono con un simple: nos vamos a dormir que estoy cansado, tú Fulanito, te duermes aquí en el sillón (el mismo donde había sentido su pene durísimo dentro de mí por primera vez).
A mí me empujó a su cuarto y me dijo que yo dormiría con el.
Ni pensé si nos habíamos visto sospechosos, si había sido muy obvio.
Nada, estaba ansioso por tener nuevamente ese pene en mi otra vez.
Entramos al cuarto, cerró la puerta, nos acercamos a la cama y puse mis brazos sobre su cuello, como si lo fuera besar (No soy gay, no me gustan los hombres, solo me encanta el pene de el), pero en lugar de eso, le susurré quizá no en voz baja: Hoy soy tu puta, hazme lo que quieras.
Me tomó de la cintura y me ordenó que se la mamara.
Me hinque y me empece a desnudar hincado mientras saboreaba su glande de champiñón.
Lo masturbe, se la mamaba mientras recorría el cuerpo duro de su pene con mis labios rodeándolo.
Le baje completamente el pantalón y empece a lamer sus testiculos rasurados.
Su pene es tan adictivo, me transforma de una manera inimaginable.
Él seguía parado dejando que yo le diera placer, me puse de pie, le di la espalda pero solo para ofrecerle mis nalgas y poner su dura verga entre mis nalgas,y mientras hacía esto, volteaba mi cabeza hacia él como buscando su boca pero creo que lo dije en voz muy alta: ya quiero que me la metas! Ya quiero que me hagas tuya! Soy tu putita, ya penetrame!
Me dijo: baja la voz! A lo que respondí: no me importa! Metérmela!
Me empujó a la cama y me recargo en el colchón, obviamente, nunca deje de ofrecerle las nalgas, eran de el totalmente.
Ya en esa posición voltee a verlo esperando su arremetida y vi que se untaba crema en su falo cabezon, me excite tanto viendo eso que pare aún más mis nalgas deseosas de atrapar su verga.
Me tomó de la cintura, acomodo su pene en mi hoyuelo y lme penetro durísimo, en esta ocasión me dolió mucho, grite pero de inmediato me tapo la boca y aunque quise quitarme de el, me agarro con un brazo de la cintura y no me dejó quitar, empezando a bombearme mientras yo seguía con la boca tapada por su otra mano.
El dolor pasó rápidamente dando lugar a la delicia de su mete y saca.
Les juro que siento que mi culo se humedece con su pene mientras me tiene ensartado, poco a poco me soltó la boca y de la cintura y me acomode en cuatro sobre el colchón sin que él me la hubiera sacado.
Una vez más m sentía en la gloria siendo de el.
Alternaba estar de perrito con hincar y mamarsela y probar mis interiores de su pene.
Lo senté en el borde del colchón, le di la espalda y empece a darme de sentones, sentir mis nalgas rebotando en sus piernas era un aditivo a mi excitacion.
Le pedí que se acostara y me subí en el, separe mis nalgas,acomode su pene y seguí con mis sentones, mitras mis manos separaban mis nalgas.
Siempre que estoy arriba, lo hago lento para sentir su falo desde la base hasta que casi sale de mi, pero su champiñón se queda en el agujero, y nuevamente bajo para que se pierda entre mis nalgas hasta la base.
Me quite de el, le di una buena mamada y volví a ponerme encima de él para separar mis nalgas y ensartarme en el.
Mi culito ya está amoldado a la forma de su pene.
Una vez más cambie de lado y quedamos de frente.
Seguí montándolo hasta que no pude más, le dije: voy a venirme y sentí como su pene se espasmo en mi año.
Se vino junto conmigo.
Me baje de el, le di una mamada y nos acostamos, nos abrazamos y él se durmió, pero yo me sentía muy caliente.
Pasaron quizá quince minutos y el ya tenía una ereccion otra vez, acostados de lado, la cerque mis cachetes y le rogaba que me la metiera, se despertó, se acercó a mí, levante una pierna y me la empezó a meter de lado.
Sobra decirlo, es delicioso sentir como mis nalgas se aplastan atrapando más su pene.
Me bombeaba y me bombeaba, hasta que me jaló y yo quede sobre de él, dándole la espalda, pero me acomode abriendo las piernas levantando un poco mi pelvis y mis brazos los apoye en el Colchón, por lo,que mi pelvis quedo levantada y le di espacio a él para que se moviera, cosa que empezó a hacer intensamente.
Su pelvis chocando con la mía, su pené resbalando dentro de mi.
Riquísimo.
M quite y me puse de perrito, me encanta que me sodomice así.
Una vez más se volvió a venir en mi, pero esta vez dándome embestidas bien duro, sentía todo su oene en mi.
Me sacaba el aire de tan fuerte que me la metía, pero era riquísimo.
Me vine otra vez y el una vez más.
Nos dormimos hasta la mañana, me dijo: chupamela, me quiero venir en tu boca otra vez y quiero que te lo tragues.
Se la volví a mamar hasta que tuvo un orgasmo el.
Se cambio, porque tenía qu ir a trabajar.
Me vestí y salí.
Recordé a mi otro amigo, nos fuimos juntos.
No me dijo nada.
Tengo dudas de que sepa algo, incluso sospecho que Héctor le haya dicho algo.
Confieso que ahora mi fantasía es que entre Héctor u mi amigo, me hagan suya.
Ojalá pueda contarles que lo logre.
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