Mi mejor amigo, mi mejor amante (el inicio)
Ya habia escrito antes este relato, es de mi primera vez, pero ahora no lo encuentro, por lo que va de nuevo y quizá con algun otro recuerdo.
Cuando vivía en la capital, mientras estudiaba en la facultad, era habitual que mi mejor amigo (Hector) y yo, salieramos con el grupo a tomar y a divertirnos, nos la pasabamos muy bien.
Hector es un tipo de aproximadamente 1.70, guapo, delgado, muy bien ejercitado, con unos biceps enormes, esta marcado del abdomen y de piernas fuertes. Es casado, igual que yo
Una ocasión, quiza en el cuarto o tercer año de la carrera, Hector hizo una fiesta en una casa que tenia su papá, fue mucha gente, tomamos desde temprano y hasta el día siguiente. En esa ocasión, tomé muchísimo, tequila y cerveza en exageración, así hasta que solo recuerdo que me llevaron cargando un par de amigos a un sillón y me dejaron tumbado en el. Ya a pocas horas de amanecer, creo, me desperté en el sillón, con la luz apagada y cierto bullicio a lo lejos. Todo estaba bien, de no ser por que me di cuenta que en la entrada de mis labios, estaba un pene en erección, rozando mis labios, un gran glande quería entrar en mi boca. Eso me despertó. Era Héctor. Nunca antes había hecho nada similar. Eramos muy amigos solamente.
Al darme cuenta de la situación, me alejé y le pregunté qué estaba haciendo, a lo que me respondió: «chúpamela!». Me volví a negar. Mi argumento fue: yo no le hago a eso… El insistía y me seguía acercando su pene a la boca, pero me quité, mientras el insistía, sólo lo detuvo que llegaran unas amigas enfiestadas, pero en pijama a sentarse junto a nosotros. Recuerdo que platicamos un poco y me volví a dormir, para despertar no se cuánto tiempo después, con mis amigas a un lado, dormidas, yo sin pantalón, pero en boxers y Héctor sentado al otro lado mío, con mis piernas sobre el, lo que le daba algo de acceso hacia mi ano a través de la pierna del boxer. Estaba tratando de dedearme, su dedo jugaba en la entrada de mi anito, sin meterlo. me volví a negar. Le pregunté por qué estaba yo sin pantalones, a lo que me contestó que las chicas me lo habían quitado porque estaba mojado. Dejó de insistir en tratar de dedearme, amaneció y limpiamos algo la casa y nos fuimos cada quien a sus hogares.
Ese día, al llegar a mi casa, recordé lo sucedido y me encontré imaginando su pene en mis, el glande enorme y el olor que tenía. Tuve una erección y pensando en eso, me masturbé mientras me bañaba. Yo algunas veces, cuando me masturbo, me meto uno o dos dedos, el palo del isntrumento para destapar baños o alguna vez un desodorante de rol-on, por lo que mi anito ya estaba acostumbrado a tener algo dentro de él, pero nunca había imaginado o fantaseado como tal en tener relaciones con un hombre. Héctor fue el primer hombre con el que tuve una fantasía así. Pasaron los meses, seguimos saliendo a tomar y divertirnos, pero solo eso. No habíamos tocado el tema ni una sola vez hasta que una ocasión, me invitó a su departamento, tenía algunos meses que no nos veíamos, así que platicamos mucho, tomamos cerveza y escuchamos música. Sacó una botella de mezcal que le habían regalado y nos sirvió un caballito a cada quien. Lo tomamos de golpe y sentimos lo quemante de la bebida en la garganta. Después de eso, me emborraché un poco más. Se levantó por más cerveza y le grité como broma: ya saca el porno!!
Regresó del cuarto con varios dvd’s, puso uno y lo empezamos a ver en el sillón de su sala. Me excitaba el video, soy fanatico del sexo anal y era precisamente de eso. Héctor se empezó a quitar la ropa y me dijo, «desnúdate we, para estar más cómodos, al cabo estamos en confianza». No se por qué, sin chistar, le obedecí. Nos sentamos desnudos en el sillón y seguimos viendo el video, mientras me masturbaba, el tomó mi mano y me hizo empezar a masturbarlo, mientras el hizo lo propio conmigo. Al tomar su pene duro, lo miré fijamente, mide entre 15 y 16cm, delgado pero muy firme y un enorme glande que hace que parezca un champiñón. Algo sucedió en ese momento. Lo masturbé unos minutos, sin perder de vista ese falo en mi mano. El empezó a gemir y dejó de tocarme; el fantasma de aquella noche con su pene en mis labios volvió, todas las fantasías que tuve con él se hicieron presentes. me levanté del sillón sin soltar su pene, solo alcancé a decir: «me vale!!»
Me hinqué frente a su pene, entre sus piernas y me lo llevé a la boca sin dudarlo, se la empecé a chupar desesperadamente y como imaginaba que sentiría rico. Confieso que parecía experto, empezó a gemir, yo parecía que me había comido mil vergas antes de él. De pronto Hector me interrumpió: «Qué onda? qué haces?». se la chupé otro poco, lo solté y empecé a mastrubarlo mientras le confesaba las ganas que tenía de hacerlo desde la ocasión de la fiesta y que me había arrepentido por no haberlo hecho aquella ocasión, además que tenía unas ganas enormes de… (me interrumpió) «de que te coja? quieres que te la meta?»
Volví a mamársela y solo asentí con la cabeza. Seguí mi desenfreno y se la estuve chupando, probando su glande que se estaba volviendo una especie de adicción.
De pronto me ordenó: ponte en el sillón, quieres que te la meta?, te la voy a meter!!
Como su esclavo, le obedecí, me levanté, me hinqué en el sillón y me recargué en el respaldo, le ofrecí mis nalgas y mientras lo hacía mi respiración se agitaba, estaba ansioso, estaba muy deseoso, estaba desesperado por sentirlo en mí. De pronto, colocó su glande en mi entrada y me ensartó hasta el fondo!! Estoy seguro que mi excitación era enorme, pues no me dolió en absoluto, sentí sus manos en mi cintura con las que me atraía hacia su pelvis. Me dió dos embestidas más y se quitó, molesto aparentemente:
H: a quién más le has dado las nalgas?
yo: a nadie, es la primera vez que me la meten (seguía recargado en el sillón y con mis nalgas levantadas hacia el, solo voltee a verlo)
H: entró bien fácil, no me costó trabajo!! (aun notaba cierta molestia en su voz)
Yo: pues así me tienes, mis culo es solo tuyo!!
Se agitó ante mi respuesta, me agarró las nalgas riquísimo, me dio una nalgada y me la volvió a meter sin problemas, con más fuerza y con mayor intensidad. Estaba disfrutando muchísimo su mete y saca, me cortaba la respiración, me estaba haciendo gemir. La experiencia más intensa que nunca había vivido.
En un momento, paró y sacó su tranca de mí, riquísimo cuando salió su glande de mi culito… me dijo: ojalá pudieras verte, parece que está bostezando tu ano!! dicho esto, me volvió a ensartar hasta el fondo. Cambiamos un poco, se sentó en el sillón y me indicó que me sentara en su pene, de frente. Le dije: «pero si me vengo, te voy a ensuciar.» Me contestó: «me limpias con la lengua». Sin dudarlo, me senté en su pene, nunca había estado ene sa posición por supuesto, pero se fue hasta el fondo, me acercó la cara con sus manos y me dió un beso en la boca para después empezar a guiarme de arriba abajo, era riquísimo, mi culito ya empezaba a producir cierto moco por lo que se lubricaba muy rico. Le pedí que me dejara voltearme, me quité, me hinqué para darle una mamada, estaba probando mis adentros, lo que me excitó muchísimo más. Le dí la espalda, separé mis nalgas con ambas manos y me senté en su champiñón… hasta el fondo, empecé a moverme de arriba hacia abajo, estaba excitadisimo, estaba disfrutando como nunca!! MI ano se amoldó a su tronco y ya solo se resbalaba. Delicioso.
Nos fuimos a su cama, en donde me puso en cuatro y volvieron sus embestidas. Mi locura volvió y le pedí una tanga. «en el cajón de mi esposa hay, agarra una» Dejé que me diera un par de metidas de verga más y fui a buscar la tanga. Me puse una de hilo dental y regresé con él. me puse en cuatro nuevamente, pero se la empecé a mamar nuevamente, solo me detuve para pedirle que me dedeara. me hice la tanga de lado, volví a mamarsela y el empezó a jugar con mis nalgas… era riquísimo. me metió un dedo pero en ese momento, me lo sacó, me atrapó la cabeza y me hundió el pene hasta el fondo… se vino en mi garganta y me obligó a tragarme su leche.
Se fu al baño y me quedé en la cama excitado. Cuando regresó le pedi se acostara. Me puse sobre el, poniéndole mis nalgas en la cara, le dije que quería su lengua en mi. Se la empecé a mamar ya que la tenía durisima aun. El solo gemía, le rogué por que me lamiera el orto, en eso el me separó las nalgas y acercó su rostro a mi culito, el sentir el aire de sus respiración en el me hizo que me viniera… mi primer orgasmo con un hombre y fue delicioso. Me levanté y fui al baño, me quité la tanga que se había llenado de mi semen. El llegó al baño y se metió a bañar. Me metí con el a la regadera. Era increíble, aun la tenía durisima, por lo que me hinqué y se la volvi a chupar. me levante, se enjabonó el pene y yo me recargué en la pared dandole la espalda y ofreciendome… me olvió a ensartar y así estuvo unos minutos hasta que nos fuimos a su cama.
Me recosté en la cama y abrí las piernas, el se acercó y se las puse en los hombros. Me volvió a embestir… me sentía su mujer mientras me la metía así… me puso de lado y me metió su verga rica de lado mientras mis nalgas hacian un sanduich con su verga. Finalmente me volvió a colocar de perrito, me ensartó y me empezó a coger durísimo, más que antes, y la velocidad aumentó también. Sus embestidas eran intensas, mis nalgas no paraban de temblar con cada choque con su pelvis hasta que se vino… me llenó el recto de leche… era mucha, cuando se salió, empezó a escurrir entre mis nalgas por lo que fui a sentarme al baño y que saliera… era su puta totalmente.
Nos acostamos a dormir, pero a el se le volvió a parar… es una bestia insaciable… esabamos de cucharita, ya que me obligóa acostarme así… me encantaba ser su esclava. Se acercó, con su falo duro y lo puso entre mis nalgas, yo me separé una nalga y levanté la pierna… me la empezó a meter así. Mi ano ni gestos hacía, ningún dolor… estaba hecho para él ya. Me acercó a el y giramos, quedando el boca arriba y yo sobre el dandole la espalda. Solo me acomodé de tal forma que me podía penetrar desde abajo y yo dejaba mi pelvis flotando, era delicioso, ya que así si pene se acariciaba entre mis nalgas que caían sin resistencia y el manejaba la intensidad que quería. Nuevamente cambiamos de posicion y lo monté, me puse sobre el frente a frente y yo dirigía la velocidad y la profundidad, que dicho sea de paso, siempre era profunda. En esa posición, me acequé y lo besé. Seguí mi movimiento de arriba abajo y sentí su espasmo… me volvió a llenar de leche y al mismo tiempo, terminé yo… lo limpié con mi boca y nos dormimos.
Por la mañana, antes de irnos, me pidió que se la chupara… lo empecé a hacer mentras el masajeaba mis nalgas y me metía un dedo… se vino sin avisarme y volví a tragarme su semen…
Esa fue mi primera experiencia con Hector y con un hombre. Me encantó… Ahora soy adicto a tener un falo en mi. A veces compro consoladores e imagino que es el de él…
Si alguien está interesado… dejen mensaje, vivo en Torreón, Coah
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