Mi novio de 8
El cuerpo del hombre es lo más bello que hay Gabo, es perfecto, la forma, el olor, la textura, todo el cuerpo masculino es perfecto y es lo mejor que hay y debes cuidarlo, quererlo y disfrutarlo, lo que nosotros tenemos entre las piernas….
Siempre me han gustado los niños, y a los niños les gusto yo, nos reímos, jugamos, los entiendo y confían en mí, estudié en la escuela Normal para docente en educación física, me gusta el ejercicio y me he desenvuelto bien en ello, por lo que esta carrera se me ha hecho ideal.
He ganado varios concursos en diferentes ramas, pero mi preferida ha sido lucha grecorromana, la testosterona en juego y el combate cuerpo a cuerpo siempre fue mi máxime.
Cuando me titulé y comencé a laborar, tenía unos 24 años, entré en una escuela del centro de mi ciudad, un mundo de niños a los cuales cuidar y cultivar, al ser el profe de deportes era querido por la mayoría, solo algunos cuantos, los que no eran tan buenos en el ejercicio, eran los que me evitaban la vista.
Ente ellos estaba el pequeño Gabo, era un niño de 8 años pequeño, delgado y delicado, por su complexión era ágil y tenía buena coordinación, pero gracias al bullying de sus compañeros por su tamaño era muy inseguro, desde que lo ví me encantó, una carita de ángel y daba esa sensación de necesitar cuidado, quise hacerme su amigo, pero me tenía miedo, me veía muy grande y gritón, pero solo así lograba aplacar a los niños que se salían de control.
Ya que estaba inmerso en el mundo de la lucha, formé un pequeño grupo con algunos niños de la escuela, eran talentosos y les gustaba, les enseña a las técnicas y aprendieron bien, cuando se hacían demostraciones Gabo estaba muy atento, y se nota que se le llamaba la atención, así que comencé a acercarme a él par hacerme su amigo e invitarlo a entrar, sería una buena oportunidad para darle seguridad y conocer sus capacidades.
Poco a poco en las clases le daba protagonismo, no le gustaba, pero empezaba a esforzarse más, por los recreos, cuando lo veía solo me acercaba a él y charlaba, era muy inteligente, me evitaba la vista, pero me gustaba ver sus lindos ojitos y su sonrisa cuando lo hacía reír.
Pasaban los días y lo veía más desenvuelto conmigo, me platicaba de su familia, que no e ponían mucha atención y pasaba las tardes solo, así que le hice la propuesta, que entre a mi equipo de greco, yo lo entrenaría en privado para ponerlo al corriente y posteriormente entregaría a practicar con los otros niños.
No supo que decir, pero lo deje pensar. A siguiente recreo le volví a insistir, se veía interesado, pero dudoso, así que procedí a adelantarme y esperar en a salida la llegada de su mamá para ver qué opinaba.
Ya con su mamá ella estuvo muy interesada, solo que había un problema, no tenía tiempo de llevarlo, tenía muchos pendientes, así que no podía agregarse más, ví la cara del pequeño Gabo un poco triste, a pesar de no haber externado su gusto, sabía que quería, por lo cual m ofrecí a llevármelo después de clases, entrenarlo y dejarlo en su casa más tarde.
La mamá dudó, pero al ver la expresión de gusto del nene, aceptó… Comenzaríamos la semana próxima.
Algo en mí se emocionaba, ya quería que fuera lunes para estar con él, pensaba en todo lo que le enseñaría, lo que le daría de comer, fui a la plaza y le compré un pequeño uniforme de Lycra para que se sintiera cómodo, todo el fin de semana pensaba en él, ese niño me tenía embobado.
El lunes me levanté temprano, me bañé, aliste un poco mi departamento y descubrí mi pequeño gimnasio particular, un día antes había limpiado el espejo y los aparatos, quería que todo estuviera reluciente a su llegada, era como si invitara a su primera cita y esperaba que fuera lo mejor, me perfumé, me alisté, salí a la primaria.
Pasé toda la mañana pensando en él, ese día no me tocaba su grupo, no puse atención a las clases, solo les puse realzar ejercicios, mi mente estaba atrapada con Gabo, llegó el recreo y corrí hasta el lugar en donde sé que Gabo desayuna, demoró un poco pero llegó con un sonrisa, estaba muy alegra y conversaba, me dijo que había hecho un poco de ejercicio en casa para aguantar en el entrenamiento, ví su hermosa cara de emoción, en ese momento solo lo tomé de la espalda y lo froté junto a mí, sentía algo muy especial por este niño.
Terminó el descanso y seguí con las actividades. Al final de la jornada mi corazón latía muy rápido, pasé a registrar mi salida, la secretaria me habló, pero no supe qué me dijo, solo pensaba en Gabo, salí y ví en la entrada de los estacionamientos, era hermoso verlo parado, un nene de 8 años tan bello, indefenso, delicado, su sonrisa, su carita de ángel, necesitaba un hombre que lo procurara y protegiera, y sería ese hombre que le diera todo lo que necesita.
Lo ví y le dije:
Yo: Muy bien Gabo, listo?
Gabo: Si profe, estoy listo!
Escuchar esa seguridad en su voz me encantó, lo lleve a mi auto, lo senté en el lugar del copiloto, le abroché el cinturón y arrancamos, los llevé a mi edificio de departamentos, subimos el elevador al piso 6, entramos y cerré la puerta, corrió a la ventana y se asomó, le gustaba la vista, me acerqué a él y me agaché tras él, encerrándolo entre mis piernas, con mi pecho en su espalda y mi cabeza junto a la suyo, olí su aroma puro y me recargué sobre él, acarició mi pierna y frotó su cara contra la mía y reaccionó
G- profe me pica su barba!!
Y- En serio? Así te saldrá a ti cuando crezcas.
Lo gire y quedamos frente a frente, tomó con sus dos manos mi cara repasando mi barba.
G- me gusta su barba profe.
Y- Te la regalo, cuanto quieras puedes jugar con ella.
Siguió acariciándome, sentí mariposas en el estómago y una presión en el pantalón, pero debía seguir con el día, había que comer. Calenté la pasta y los dedos de atún que había preparado y nos sentamos a comer, conversamos y reímos, a mi pequeña cita le encantó. Terminando la comida le dije:
Y- ¡Gabo te tengo una sorpresa!
– saqué su nuevo uniforme-
Y- ¡te compré este uniforme para cuando entrenemos lucha!
– Sus ojo brillaron y su carita se iluminó, su sonrisa era la más pura corrió hacia mi y me abrazó y me dió un rico beso en la mejilla
G- ¡Gracias profe!
Era tan hermoso, quería comerlo a besos.
Y- Vamos, pruébatelo, quiero ver si te queda o hay que cambiar.
G- ¡Sí! Pero no sé cómo se pone.
Y- Ven, te ayudo.
Lo acerqué a mi, yo me senté en el taburete y el frente a mí, retiré su chaleco escolar, se quedó en camisa blanca, la que fui desabotonando uno a uno, se quedó en camisa de resaque, no me daba cuenta, pero mi erección se hacía cada vez más grande, esa felicidad de tener a este hermoso niño conmigo y que un nene tan tímido se abra para mí, supe que era el indicado.
Retiré su camisa blanca y saqué su playerita, ví su blanco cuerpo desnudo, pasé mis manos por su pecho y el de dejaba, sus pequeños pezoncitos rosa eran unos mini botones, el se dejaba hacer todo, supe que estaba feliz.
Continué con su pantalón, desabroché el cinturón, el botón y el cierre, no sin antes descalzarlo, sus pequeños pies hermosos contrastaban con mi gran cuerpo. Deslicé su pantalón azul escolar al piso y él se apoyó en mi para sacárselo junto con sus calcetines. Mi hermoso niño quedó con un pequeño boxer de súper man, que guardaba su pequeña virilidad, lo ví y sujeté su trucita por los costados.
Yo- ¡eres mi pequeño Superman!
Antes de bajarlo ví su carita algo cambiada.
Y- ¿Qué pasó súper Gabo?
G- Es que yo no tengo el cuerpo con el de usted, tiene los brazos grandes y yo no.
Y- ¿Te gustan mis brazos?
G- Sí
– tencé los músculos de mis brazos.
Y- tócalo.
G- ¡Está muy duro!
Me quité la playera y quedé solo en shorts. Su carita se iluminó.
G- ¡Woooow! Profe, está muy peludo.
Hundió sus manos en mis pectorales y acarició mi abdomen, jugó con mis pelos hasta llegar a mis axilas húmedas.
G- Profe está mojado de ahí jiji.
Y- Sí, es que hice mucho ejercicio.
Alcé mi brazo exponiendo mi axila peluda y aspiré su aroma, Gabo se rió.
G- ¿A qué huele?
Y- A ver, dime tú
Tomé su cara y lo dirigí Ami axila, sentí su nariz rozar mis vellos, aspiró fuerte.
Y- ¿Huele feo?
G- No, me gusta, huele a usted.
Regresó su carita volviendo a aspirar. Ver ese niño semidesnudo entre mis pelos era lo más bello que había visto. Se regresó a su posición y me miró con los ojos tristes de nuevo.
G- Profe, quiero tener un cuerpo como el suyo.
Y- Y lo tendrás bebé, te prometo que te entrenaré para que lo tengas, aunque no creo que sea igual al mío.
G- ¿Por qué?
Y- porque tú lo tendrás mejor, eres el niño más hermoso y guapo de todos.
G- No es cierto, profe.
Y- Claro que sí lo eres, y siempre estaré contigo.
Tomé su cara y le planté un largo beso en sus labios, metí mi lengua en su boca inexperta, sentí su aliento y sus nervios, única había recibido la lengua de un adulto, y era mi deber enseñarle.
Y- Gabo, te quiero mucho.
G- y yo a usted profe.
Y- Gabo quiero que seamos algo más, quiero ser tu novio, siempre te cuidaré y te enseñaré todo.
Dudó un poco, pero sonrió
G- ¡Sí profe, sí quiero ser su novio!
Y- pero no me digas de usted, háblame de tú, dime Danny.
G- Muy bien… Danny.
G- Oye… Danny… No se vale.
Y- ¿Qué no se vale mi amor?
G- Yo estoy en calzones y tu no.
Y- Eso se puede arreglar.
Tomé mi short y lo desabroché, encogí más piernas sin levantarme del sofá y lo deslicé, mis muslos peludos y gruesos quedaron expuestos, tiré la prenda y subí las piernas al sillón aun con calcetines, Gabo se subió igual, era un momento bello, mi niño conocía el cuerpo de un hombre adulto, lo veía, lo sentía y lo olía, Gabo tomó mis pies y retiró uno de mis calcetines, yo jugué y le puse el pie en la cara, el rió y lo comenzó a acariciar y a tocar, se quedó quieto y pase mi dedo pulgar por su boca, luego lo subí a su nariz, aspiró fuertemente, y comenzó a besar mi pie, puse mi otro pie en su cara mientras lo olía, mi verga cada vez estaba más tiesa, yo estaba solo con un suspensorio, con los pies olorosos en su cara y el era feliz besándolos.
Abrí las piernas y él se incorporó, lo traje a mi pecho y lo besé, pasé mis grandes manos por su pequeño cuerpo lo acariciaba, lo besaba, su delicada piel se impregnaba de mi olor a macho sudado, comencé a transportar y él cada vez estaba más húmedo, lo levanté en brazos y caminé a mi gimnasio, sobre el tapete de entrenamiento frente a los espejos. Ahí él notó que mi ropa interior estaba descubierta de atrás.
G- Danny tienes roto tu calzón, jiji.
Y- Jajaja no está roto, así es, es para hacer ejercicio, sostiene los glúteos y los webitos jeje
Me gire y me agaché en dónde estaba en sentado, poniendo mi culo peludo frente a su carita de niño, inmediatamente sentí como sus manos tocaban mis nalgas, dirigí mis manos sobre las mías y las abrí para que tuviera todo el panorama.
G- Woow estás muy peludo… Y creo que estás sudado.
Y- Sí amorz hoy hice mucho ejercicio. ¿Huelo mal?
Gabo aspiró nuevamente, pero ahora el aroma de mi culo, aproveché para moverme hacia atrás y chocar mi ano con su nariz, el se rió, pero no sé separó, seguía oliendo mi ano.
Y- Puedes darme besitos por ahí también mi amor.
Dije eso y sentí esa tímida boca de niño besando mi culo sudado y peludo. Estaba a punto de expulsar litros de esperma, pero mi novio de 8 años aún tenía mucho que aprender.
Me giré y lo besé en los labios.
Y- Tu boca sabe a mi culito jejeje
Se puso rojo de vergüenza.
Y- No te preocupes amor, ahora me toca a mí.
Tomé su calzoncito y lo deslicé por sus hermosas piernitas, dejando a ver un pequeño penecito que ya se encontraba durito, y un par de webitos lampiños y hermosos.
Y- Pero qué belleza de hombrecito.
Gabo se tapo su cara.
Y- Es el pene y los webitos más bellos qu he visto.
Lo acosté en el suelo y levanté sus piernas para dejar su ano a la vista.
Y- Y este diminuto culito las limpio y sin un pelito se ve riquísimo… Tendré que probar.
Gabo solo se reía y se cubría su cara. Me acerqué a su entrepierna y bese con ternura sus genitales lamí sus huevos y metí su aparato en mi boca, era tan pequeño que todo me cabía, baje a su ano y lo besé, comenzó a moverse por la sensación y empezó a gemir.
Me acerqué a su cara y lo besé,
Y- Así sabe tu culito.
Intercambiamos sabores y olores, obvio el mío era muy fuerte, pero a él le encantaba.
G- Danny, te toca quitarte tu calzón.
Y- oh cierto… Deber quitármelo tú.
Me hinqué y coloqué mi entrepierna a la altura de su cara, él temblando de nervios tomó el elástico y lo deslizó hacía abajo, lo que vio lo dejo atónito. Un bosque de pelo púbico se dejó ver y una verga oscura y fuerza saltó erecta, salpicando precum, golpeando su carita de bebé acompañada de dos grandes testículos grandes peludos que colgaban como dos grandes mangos.
Por instinto él aspiró.
G- Huele rico Danny.
Y- ¿A qué huele amor?
G- Huele raro, pero bien, y un poco a pipí, jiji.
Y- Así huelen los hombres amor, así te olerá a ti cuando tengas pelos y empieces a babear nectar como yo.
G- Ya quiero que sea así de grande y peludo y oloroso.
Y- Ya casi amor, ya que seas grande, yo mismo te ayudaré a tener tu primera eyaculación.
G- ¿Qué es eyaculación?
Y- Ahora te ensaño amor. Este es mi pene, cuando era niño era muy pequeño, cómo el tuyo, pero ahora ha crecido, es grueso y oscuro, nuestros webos (acaricié los suyos) producen nectar que sale cuando se nos pode duro el pene y hay que frotarlo para sacarlo, a ti aún no te sale, pero llegará el día en que sea tu primer eyaculación.
Y- El cuerpo del hombre es lo más bello que hay Gabo, es perfecto, la forma, el olor, la textura, todo el cuerpo masculino es perfecto y es lo mejor que hay y debes cuidarlo, quererlo y disfrutarlo, lo que nosotros tenemos entre las piernas nos hace mejores, las niñas no lo tienen, les falta, pero a nosotros no da mucha importancia, y todo lo que salga de nuestro cuerpo, en especial de nuestra verga debe ser honrado, el olor, el sabor, todo.
G- también la pipí y la popo? Jeje.
Y- también la pipí y la popo Gabo, todo lo que salga de un hombre se debe respetar y es saludable.
G- ¿Entonces es bueno comer pipí?
Y- Sí mi amor, solo si sale de un pene, ¿Tienes sed?
G- Sí
Y- Abre tu boquita mi amor.
Tomé mi verga peluda y la coloqué en su boca virgen, con mi mano derecha sostenía mi pene y con la izquierda su cabeza mientras comenzaba a liberar una gran cantidad de meados amarillos sobre su boca, el pequeño Gabo bebía todo lo que podía.
Y- Es tu agua sagrada mi amor bebe todo, no dejes que se riegue.
El nene quedó mojado en mis meados.
Y- ¿Te gustó amor?
G- Si, es raro
Y- Ya te acostumbrarás, me encargaré de eso. Ahora debemos entrenar amor, pero antes de eso te daré nectar para que tengas más fuerza, el semen de hombre ayuda a mejorar el rendimiento y a la masa muscular, para obtenerlo deber frotar mi verga, recuerda que la verga es el órgano superior y debe ser consentido y debes honrarlo.
Lo acosté en el tapete y coloqué mi entrepierna frente a su cara comencé masturbarme, golpeaba mi verga olorosa frente a su carita, lo manejaba de rastros de meos, esmegma y precum. Giré para colocarme en una posición tipo 69, abrí sus piernas y escupí en sus partes, Conesa humedad de mi gargajo comencé a lubricar su ano, era tan cerrado y pequeño que me costó que mi dedo grueso y áspero lo dilatara, en ese momento empecé a escuchar sus gemidos, estaba gozando, mi novio gozaba, mi niño sentiste rico y yo le daba placer, lo acomodé y comencé a chuparle el culo, mientras el gritaba.
G- Pro… Profe… Me voy…. Me voy… ¡Me voy a orinar profe!
Y- Orina amor, orina, tu orina es sagrada.
El nene gritó y orinó, disparó sobre mi un choro de amarilla meada mientras gritaba, lo que me hizo eyacular y dejar toda su cara llena de semen blanco.
Quedamos sudados tirados, mi pene quedó flácido sobre su cara y mi cara sobre sus piernas.
Me levanté y me senté abras de su cabeza, estaba muy cansado él, comencé a jugar con mi pene flácido y húmedo sobre su carita y lo haci reír, pasé mi lengua por su cara con mi leche y le dí un beso blanco haciendo que tragara todo mi esperma.
Lo levanté y lo besé de nuevo.
Y- te amo Gabo. Siempre serás mi hombre y te enseñaré a amar a un hombre.
Lo besé y desnudos comenzamos el entrenamiento, fue corto porque demoramos muchos conociéndonos. Lo amo y le enseñaré a amar y dar placer a un hombre, él sabe que la verga es lo mejor y que debe honrar la verga de todos lo hombres, es lo que nos da el poder superior, un hombre es un ser completo y el placer masculino es lo más importante.
Danny J.
Muy buen relato, espero escribas más
wow, super excitante el relato!!!! casi quedo seco jaja, espero mas de sus «entrenamientos» privados
Muy buen relato. Quienes como yo, comenzamos desde muy chiquitos (a mí me penetró Carlos a los 8 años), nos encanta saber que no somos los únicos. Besos a tod@s.
Que buen relato!!! Me encantó! Uno de los mejores que leí. Me dejó seco. Sobre todo la parte donde lo orinas. Espero con ansias el próximo.
Me encantó este relato, hacia ya un buen tiempo que no leia un relato donde se le diera protagonismo a orinar. Fue delicioso leerlo. Espero con ansias el siguiente.
Rico
me hubiera gustado me desvirgara un hombre así y probar su lechita
Que genial estuvo, y la manera en que le dijiste lo maravilloso que es ser hombre , lo mejor