Mi nueva funda

Así decía mi primo de rancho a sus amigos, está es mi nueva funda jajaja.
Después de tantos relatos y tantas cosas que han pasado, tome la decisión de contar mi historia.

Me llamo Diego soy de Sinaloa, tengo actualmente 28 años, soy divorciado con casa sola para mí y toda mi calentura con el tiempo conocerán todo lo que e hecho sexualmente hablando, soy bisexual y de mente DEMASIADA abiera.

toda mi vida de niño la pasé de casa en casa, cambiando constantemente de domicilio, por trabajo de mis papás.

Cuando tenía 6 años mis padres se separaron, muchos pensaran que es lo peor que pudo pasar, pero fue la puerta abierta a muchas acciones.

Al estar mis padres separados, eran vacaciones separadas, semana santa con mi papá, el día de las madres con mi mamá, día del padre con mi papá y así cada vacaciones era con uno por separado.

Tenía 10 años cuando mire mi primer pene, mi madre siempre en vacaciones de verano le gustaba ir al rancho de la familia, en ese rancho andamos libres todos los primos y primas, podíamos ir y venir a la plazuela, rio, tienda, andar en bicicleta, bueno en fin éramos libres.

Al estar con tanta libertad demasiadas cosas sucedieron que marcaron mi infancia para bonitos recuerdos.

Unas vacaciones me tocó ser el primero de los primos en llegar al rancho, sali como de costumbre a pasear en bicicleta y a la plazuela, estando en la plazuela me encontré el típico amigo que siempre está en tu casa y va a todos lados con la familia a un que no es de la familia, el era mayor tenía 16 años y siempre nos cuido y nos trató muy bien a todos los primos, platicamos y convivimos como siempre y me preguntó por todos los demás primos a lo cual respondí que todavía no llegaban los demás, en ese entonces no había celulares como los de hoy en día, ni mucho menos hablar de televisiones planas, pero si existía la PLAY STATION 2, la cuál compraron entre todas mis tías para todos los sobrinos y no estar molestando, me dijo que si podía ir a dormir a la casa ya que en casa de mi abuela, había cuartos designados para cada quien, era una casa muy grande, había cinco cuartos para dormir, un cuarto era para puras tías y mi abuela, otro cuarto era para las niñas, otro cuarto era para niños, otro cuarto para hombres los tíos y primos ya mayores de 18 19 20 años y quedaba un cuarto para visitas.

Nos fuimos juntos caminando y platicando, llegamos a casa y mi amigo saludo a todas, mi tía era la típica tia que no se casa y vive en casa de mi abuela, mi abuela, mi mamá y mi hermana, cenamos y cuando llegó la hora de dormir mi abuela le pregunto a mi primo, si iba a dormir en casa o se iría para su casa, lo cual dijo que iría a su casa avisar que dormiría con nosotros para poder jugar conmigo al play.

Luego de 15 minutos fue y vino con una mochila, entramos al cuarto y prendemos la televisión y a empezar a conectar cables y controles, cabe recalcar que en ese entonces yo tenía 10 años y el 16 años pero en los ranchos es normal que haya ese tipo de amistades y relaciones ya que como les mencioné los miraban como de la familia, cuando estaba conectando todo llegó por atrás y me pegó una nalgada y me dice «Dieguito que nalgon estás».

Nunca me habían tocado de esa manera ni mucho menos el, no había ese tipo de llevadera entre el y yo, sinceramente les miento si digo que no me gustó pero fue algo que en su momento me dejó en shock, solo atiné a contestar «HEEEYYY  jajajaja déjate de cosas aquí están todos», creo que pensó que le di permiso a seguir con esas acciones pero la verdad es que no era mi intención.

Pasaron las horas y seguimos jugando normal, cuando entro mi mamá, y nos dijo que bajemos el volumen del televisor y no gritemos por qué se iban a dormir, que me pusiera pijama, fuera a lavar dientes y siguieramos jugando pero sin gritar, a lo cual accedimos sin problemas.

Fuimos a lavar los dientes juntos, cuando estábamos en el baño me decía «Dieguito ahorita vamos apostar y si pierdes tienes que pagar» yo todo inocente decía que si.

Para poder escupir la espuma de la pasta yo me tenía que inclinar para escupir y cuando eso pasaba el se acercaba por atrás y me rozaba su pene entre mis nalgas y yo solo me reía y le decía «dejate de cosas» pero debo de confesar que escupí más de lo normal jajajaja.

Terminamos y nos fuimos al cuarto entramos y me quite la ropa normal como todo el tiempo lo hacía delante de mis primos, mi cuerpo en ese entonces era como el de cualquier niño, con la diferencia que tenía el culo o trasero como le digas un poco grande como de alguien más grande ya que practicaba béisbol desde el divorcio de mis padres

Me quite la mayoría de mi ropa y solo me quedé en truza, de niño solo usaba ese tipo de ropa interior, de repente sentí una sensación extraña nada  malo, cuando volteo hacia atrás y miro a mi primo mirándome fijamente y tocandose el bulto, y le digo que si que traía y me dice «nada», soltando una risa pícara, me pongo un shorts y una playera de tirantes para dormir cómodo, y el me dice que no trae pijama que solo dormirá en boxer que si no me molesta y le digo que me da igual.

Empeze a jugar y el a quitarse la playera, lo mire de reojo y no era una persona atlética pero debo decir que si delgado y con un camino de bello saliendo de su pubis a su ombligo lo cual llamo mucho mi atención pero no dije nada, seguí jugando normalmente y el se empezó a quitar el pantalón, se le veía un bulto gigante gordo y largo, me quedé con impactado, pero seguí jugando sin decir nada, el solo atino a sentarse y seguir jugando.

Pasadas las 12 de la noche, ya que nadie salía de sus cuartos y que los ruidos eran muy pocos, se levantó y fue a la puerta y puso una silla en la entrada, no bloqueando pero si estorbando la entrada de manera que si alguien abría la puerta movería la silla haciendo ruido, regresa a mi lado y se queda parado con su enorme bulto enfrente de mi y me dice «ahora sí vamos a jugar de apuesta te animas?» Con una sonrisa solo moví mi cabeza atinando diciendo que si, me dice «Dieguito así juego con tus primos pero nadie dice nada para que no nos regañen quieres jugar?» Ahora le contesto con voz diciendo que «si».

Comienza a platicar como jugar y a qué,» Vamos a jugar un partido de FIFA y el que pierda cumple un reto dicho por el otro, cualquier reto de todos modos nadie va saber» cuando termina de decir eso le digo «cualquiera??» Sin contestar nada pone inicio y empezamos a jugar, creo que quería ver qué tan ingenuo era o que tan caliente por qué le gane 4 a 0, muerto de la risa, le digo «de haber sabido que eras tan malo te apuesto dinero, «ahora quiero que vayas a la cosina y me traigas un vaso con agua» me mira y solo se tapa la cara y suelta la risa, pienso qué se dió cuenta que no había maldad en mi persona y me dice «tantas cosas que puedes pedir y solo pides un vaso de agua, cuando yo gane te voy a pedir cosas diferentes y quiero que lo hagas» solo se fue y vino con el vaso y me lo dió, volvimos a empezar a jugar y me volvió a dejar ganar pero está vez fue 3 a 2 y me dice «tienes libertad de elegir CUALQUIER COSA yo lo voy hacer sin decir nada» y solo atiné a reírme y decir «quítate el boxer a ver si es cierto jajaja» debo de confesar que si quería ver, pero no esa noche, no ese día y no con el simplemente lo dije de broma para ver qué reacción tenía ya que era un amigo de toda la vida en la familia y no quería nada de eso con el, además en ese entonces no sabía si era gay o hetero o nada de eso, solo había mirado los libros de la escuela de anatomía y nada más, cuando de repente se para voltea a la puerta y se baja el boxer, me quedé mirando sus bellos hasta llegar al tronco de su pene gordo semi erecto lleno de venas y con un líquido pre-seminal y me rei y le dije «hey era broma no mames subetelo» pero por dentro solo quería ir a tocar mirar, probar, se lo subió y me dijo «tu me retas yo solo cumplo lo que me pediste» se sentó y volvimos a iniciar otro juego, ahora el me gano 2 a 0 y me dice «ahora sí, sigo yo, te reto a que te quites el shorts que traes puesto» solo lo mire y como para mí era normal me levanté y me quite el shorts quedando en truza enfrente de el y solo le dije «ya, pon el que sigue» me miró y se rió y empezó el siguiente juego, yo estaba en truza y sentía su mirada, cada que tenía oportunidad me tocaba las piernas, tipo juego brusco pero sentía como me apretaba mis muslo o ponía su mano en mi nalga.

Terminamos el juego y me gano 3 a 0 y me dice con mirada pícara «Te reto a que te quites la truza y camines enfrente de mi» la verdad me sentí muy raro pero quería más así que no me importo, solo lo mire y le dije «puras jotadas pero yo cumplo y si perdí nimodo» me quite la truza y me miro fijamente el pene, un pene no chico no grande típico de cualquier niño de 10 años me di la vuelta para caminar una vibra que nunca había sentido por todo mi cuerpo, y camine de regreso y me senté a jugar y me dice «ya te puedes poner la truza si quieres» y solo lo ignore y me senté a jugar me sentía bien estando desnudo, empezamos a jugar y se dejó ganar y me dice ahora sigues tu en mandar.

«Ve enciende la luz y quítate el boxer y te quedas así igual que yo jajaja»

Solo se levantó encendió la luz del cuarto y enfrente de mi se quitó el boxer lentamente y su pene empezó a palpitar poco a poco se fue estirando hasta llegar a estar erecto por completo, solo lo miraba y el movía su pene para arriba y para abajo, cuando puso una mano en su pene y empezó a jalar su cuero, poco a poco lentamente y solo miraba con la boca abierta mientras el continúo masturbándose lento, empezó aumentar el ritmo hasta llegar al punto de terminar en mi cara, saliendo un líquido pegajoso blanco y solo me quedé quieto, con la leche en mi cara mi cachete, parte de mi boca y pecho.

Cuando terminó sin decir nada, fue por una playera y me limpio, me beso en la frente y me dice «Dieguito si no dices nada te puedo enseñar más cosas que te pueden gustar, te gusto ver mi pene y mi leche en tu cara?» Estaba hirviendo por dentro pero no entendía nada de lo que había pasado solo sabía que quería ver más y conocer más, «claro que no diré nada, si me enseñas más cosas».

Fue el comienzo de tanta perversidad con mis primos, amigos, tíos, y señores del rancho a mis 11 años de edad.

Cosa que les aseguro que contaré más adelante