Mi padrastro se convierte en mi verdadero papá – parte 2
Chase continúa su plan para probar a su padrastro por completo, esta vez, con el plan de ver su verga por completo. .
La mañana siguiente Sal estaba ajustando tubos en el baño de mi habitación. Para cuando estaba completamente despierto y alistándome para la escuela, la coladera del baño estaba arreglada.
-Gracias,Sal- murmure con la boca llena de pasta dental.
-No hay de que amigo- dijo ligeramente. Luego con un toque serio -No lo menciones-
Estaba fuera para ir a trabajar poco después. Mamá prácticamente brillaba mientras untaba mantequilla a uno de mis hotcakes de desayuno. Sal lo había hecho muy bien la noche anterior, eso estaba claro, y estaba convencido que mi momento en el baño con el eran la razón. Mastique mi desayuno con un dejo de celos… en parte culpable por lo que había hecho, y en parte hambriento por más.
El hambre ganó al final, por supuesto.
Pero sabía que necesitaba dejarlo en paz por unos días. Sal parecía un poco retraído y sin ganas de repetir, y lo último que quería hacer era presionarlo demasiado. Así que nos ignoramos ligeramente por una semana o algo así… lo suficientemente amistoso para hacer creer que no era la gran cosa, pero lo suficientemente distantes para mantenerlo así. Pronto Sal regreso a su mismo comportamiento de siempre, bromeando y esas cosas.
Deje otra semana pasar antes de ejecutar my segundo plan … operación: erección.
Esa semana me aleje de Sal y mama poco a poco, evitando el tema de la escuela y me empecé a aislar más que lo normal. Cuando mamá me bombardeo con preguntas me puse gruñón y solo contestaba con monosílabos. Fue lo suficiente para convencer a Sal que necesitábamos hablar de hombre a hombre.
Una noche después de la cena me levanté y me fui a mi habitación si decir una palabra, como había sido costumbre durante la operación: ereccion. Estaba por ahí de la página 20 de mi libro cuando un pequeño toque sonó en mi puerta.
-Si?-
-Hey amigo- Sal llamo del otro lado. -Puedo pasar?-
-Es tu casa-
Después de un momento la puerta se abrió y la cabeza de Sal se asomó -Eso es un si?-
No pude evitar sonreír de lado. Su cabello oscuro y sus facciones afiladas, bigote y esa sonrisa tan grande lo hacían un tipo con el que era difícil estar enojado… y no estaba enojado en realidad. Esto es justo lo que había estado esperando. -Pasa pasa-
Entró a mi habitación y cerró la puerta detrás de él. Mamá estaba abajo viendo quien sabe que en la televisión. Estábamos solos y ambos sabíamos eso.
-Podemos hablar campeón?-
Cerré mi libro y lo puse a mi lado. Me senté, evitando su mirada cuidadosamente, y mire de reojo cuando se acercó a la cama, sus manos en los bolsillos de sus pants. -Claro, qué pasó?-
-En realidad, amigo…. He querido hacerte la misma pregunta- Sal se paro cerca de la cama, parecía estar considerando sus opciones. Debo de decir que parecía algo sorprendido de encontrarme sin camisa, usando solo mis calcetines y unos bóxers grises, normalmente uso mucha más ropa en la casa (todo parte del plan). Finalmente se sentó en la orilla de la cama, sentí mi miembro cobrar vida debajo de mis bóxers.
-A que te refieres?- pregunté inocente
-Bueno amigo, no eres exactamente bueno ocultando tus emociones- dijo con las cejas juntas. -Las dejas al desnudo , amigo, lo que es bueno!- golpeó mi pierna con sus nudillos juguetonamente. Mi miembro emergió; si lo notó, eso no lo detuvo. -La cosa es… tu mamá y yo podemos notar que algo no está bien, y…estoy seguro que tiene que ver con la escuela y… no pareces querer hablar con ella de eso, así que … estoy deseando .. ya sabes..-
Lo mire a los ojos por primera vez desde que entro a mi habitación. Sus ojos marrones brillaron, una gran sonrisa debajo de su bigote, su expresión expectante…casi vulnerable. Me sentí mal por el tipo. De verdad quería ser un papá, y era bueno en ello también. Quería ayudarme , quería que lo necesitara. Y lo hacía… solo no en la manera que el esperaba.
De nuevo sentí culpa y hambre en partes igual. Y de nuevo, el hambre gano al final.
-Creo que algo está mal conmigo- solté
Sal levanto una ceja. -Que? A Que te refieres?-
Me di la vuelta en la cama y abracé a mi almohada, tapando mi ereccion convenientemente. -Es solo…no, no importa-
-Chase, vamos- Sal insistió. Esperó un segundo, luego puso su mano en mi brazo. -Amiguito, nada está mal contigo. Que , alguien te está molestando?-
-No- murmuré, no convencido.
El dudó antes de preguntar, en un tono indeciso. -Es… por qué … por tu.. por que eres Uh ..-
Nunca habíamos hablado acerca de mi siendo gay. De hecho, no había salido del closet. Pero me imaginé que era algo que se notaba, quizá no en la escuela pero si en la casa. Había escuchado a mi mamá y Sal hablar acerca de que no tenía novia, mi estricta higiene y atención a mi apariencia, mi entusiasmo por la natación incluso si no nadaba , etc. Sabia que Sal me apoyaría cuando le dijera. Pero mientras tanto, tenía un retorcido placer por verlo retorcerse, esperando que yo le ahorrara el problema y admitiera mi homosexualidad así el no sería el primero en decirlo.
Finalmente no tuve compasión. -Es por mi…no, es muy vergonzoso-
-Chase…amigo… puedes hablar conmigo de esto, estamos? No voy a avergonzarte y no voy a pensar menos de ti sea cualquier cosa que me digas. Y tampoco tu mamá..-
-No!- grite, mis ojos con miedo. -No quiero hablar con mamá de esto. Es … es cosa de hombres-
Se relajó en la cama un poco, su mano levantó mi brazo y lo puso en su regazo. Sentí que estaba complacido que el era el único que podría ayudarme (todo parte del plan).
-Bueno, amigo. Soy tu hombre- Cuanta razón tenia. -Qué esta pasando?-
Tome una bocanada de aire y mire al chirriante ventilador. – Es solo.. es solo que, en la escuela..-
-Si?-
Evite su mirada consternada, mirando en cambio a sus peludos antebrazos que descansaban en sus piernas… los vellos negros en sus abultados bíceps debajo de su playera blanca.
-En la escuela?- me animo a seguir.
Regrese a ello. -En la escuela, yo…yo miré a mi al rededor…ya sabes, específicamente en educación física, y …-
-Y?-
-Y… soy diferente. Que los demás. Y…creo qué hay algo mal conmigo- mire hacia otro lado en vergüenza.
-Amigo. Hey. Vamos amigo ? Mírame. Vamos-Sal puso un dedo bajo mi barbilla y suavemente guió mi cara en su dirección. Mi mirada cayó en sus cálidos ojos cafés mientras se inclino para hacer más claro su punto.
-No hay nada mal contigo. Me oyes?-
-Si, pero..-
-Sin peros. No me importa que estén diciendo, lo que se..-
-No, es solo que noté que soy diferente-
Se acercó de nuevo y sus dedos se apartaron de mi barbilla. -Como así? Porque amigo, he visto casi todo lo que tienes y no es nada distinto de cualquier chico de tu edad-
Mi miembro brincó ante el recuerdo de Sal y yo en el baño, viéndonos completamente desnudos por primera vez. -bueno- dudé, mis dedos jugando con la orilla de la almohada que estaba encima de mi duro pene. -Es solo…en las regaderas…Soy el único que…bueno que no es como tú-
-Como yo?-
-Ya sabes…- hice una mueca y apunte a su regazo. -Ahí abajo?-
Sal se acomodo, consiente de la manera en que estaba sentado. -Ahí abajo… como… las partes masculinas?-
-Si- dejé la incomodidad y lo mire abiertamente, aún pretendiendo estar juntando mis palabras. -Como…la de todos..um, verga- Me sonroje muy a mi pesar. -Esta bien decir eso?-
Sal se aclaró la garganta. -Uh, si. Si claro-
-Bueno…sus…vergas…son como la tuya. Ya sabes, con el uh… el uh..-
-..prepucio?- Sal carraspeo, su boca seca de repente.
-Si- dije entusiasmadamente. Dios, amo escucharlo decir esa palabra. -Ellos tienen, Uh, prepucio, y .. y ya sabes, yo no …y…-
Sal suspiro. Su discurso motivador había tomado un curso inesperado y yo estaba amando cada segundo de ello. -Amigo, cuando se trata de… de vergas…- un escalofrío me recorrió al escucharlo decir esa palabra..la mía brincó en mis bóxers. -Cada chico es distinto, de verdad. Y las vergas que son, um …circuncidadas, como .. como la tuya, no son uh…diferentes, de verdad, que las vergas como… como la mía-
-Pero eso no es cierto!- exclamé. -Mi amigo Geoff dice que don totalmente diferentes y dice que la suya es mejor y se estaba burlando de mi diciendo que ni siquiera me puedo masturbar bien y-
Sal me interrumpió con una risa. -Ja! Ahora amigo, se que eso no es verdad! He visto tu bote de basura y tú ropa sucia, y puedo decir con seguridad que te puedes masturbar muy bien-
Sacudí mi cabeza, derrotado pero secretamente amando el hecho que Sal había visto mis pañuelos manchados de semen. -Es solo… no lo entiendo- continue. -Y nadie me habla de estas cosas y…y- me prepare con mis mejores armas. -Yo nunca he tenido un papá para hablar de esto-
Observe cómo mis palabras afectaban a Sal. Vi el momento en el que sus hombros se hundieron en decepción, seguido de un enderezamiento de determinación. El quería ser ese hombre. Esto era territorio de “papá verdadero” y el quería entrar. Así que hice más presión. -Y…y me siento muy avergonzado de siquiera preguntarlo, pero…-
-Pero qué amigo?-
-Puedo ver la tuya?- solté.
Sal parpadeó, estupefacto. -Uh…-
-Es solo que si viera una y no solo en las duchas por dos segundos quizá vería que no son diferentes, ya sabes, o apreciar lo que tengo en vez de desconocerlo y solo pensé que, no importa es estupido , debes odiarme-
-No, no, no- Sal me aseguro con una risa tensa. -Honestamente amigo, es natural que te de curiosidad… supongo , acerca de esto, es solo… no estoy seguro que puedas aprender, de mi .. de mi..-
-Tienes razón- dije rápidamente, girándome. -Fue estupido, estoy tan avergonzado nunca debí preguntarte eso. Lo siento, jamás lo volveré a hacer-
Sal suspiro pesadamente. Nos quedamos así por un largo momento en silencio, sin mirarnos el uno al otro. Sentí su peso dejar la cama. Hubo un ruido de ropa a mi lado, un tosido y entonces.
-Aquí esta-
Cerré mis ojos e inhalé profundamente. Bingo.
-Hecha un vistazo, amigo-
Gire despacio para encontrarme que los pantalones de Sal estaban enrollados en sus tobillos. Su camisa blanca se aferraba a su abdomen justo encima de sus vellos negros, densos y sin cortar. Anidada en su vello pubico estaba esa hermosa verga, más gruesa de lo que recordaba. Esta vez sus bolas se encontraban cerca de su cuerpo, colgando solo por debajo de su prepucio arrugado. Me maravillé con la telaraña de venas debajo de la delgada piel.
-Muy normal, amigo- dijo fingiendo indiferencia. -Y te digo, es justo como..-
Quite la almohada de mi entrepierna para revelar mi ereccion. Los ojos de Sal fueron a ella naturalmente, como si el obsceno bulto y mancha de mis bóxers fuera difícil de ignorar.
-…la tuya- termino en un susurro. Me removí, pateando mis piernas a la orilla de la cama. Ahora estaba sentado mirando a Sal, mis rodillas unos centímetros lejos de sus piernas desnudas. Estudié su miembro, inclinando mi cabeza a la derecha, luego a la izquierda, consiente de que me veía. Muy lentamente me acerqué a él, mi boca salivando.
-Okay amigo, viste suficiente?-
Sal se agachó para agarrar sus pantalones cuando de repente dije. -Puedo verla dura?-
Se congeló. -Uh…no estoy seguro.. que eso sea Uh-
-Se que es algo raro de preguntar pero…- Mire hacia el con una expresión suplicante. -Geoff dijo que la mía no funciona bien porque… ya sabes…no se para bien-
El conflicto de Sal era evidente en su cara, queriendo ayudar sabiendo que cruzaría una línea. Su mirada se apartó de mi hacia la puerta de la habitación, cejas fruncidas con preocupación. -No creo que pueda…Uh, amiguito eso está algo..-
Pero la verga de sal hablaba por el. Se había hinchado, alzándose unos centímetros y separándose de sus ya bolas que bajaron. Me animo a hacer mi segundo movimiento, que no era parte del plan.
-Como se siente?-
Antes que pudiera responder, mi mano se abalanzó por su cuenta propia y se envolvió al rededor de la gruesa verga de Sal. El se estremeció al sentir mis dedos cerrarse al rededor de su piel sensible, apretando el venoso miembro suavemente en mi caliente palma.
Mi propia verga soltó una gota de precum mientras mi respiración se atoró en mi garganta. Santa mierda…estaba tocando la verga de mi padrastro.
Sal trago pesadamente y dijo. -Chase eso es..Uh –
-Whoa!- dije muy distraído. -De verdad se siente como la mía. Solo que..-
El miembro de Sal brinco en mi palma, extendiéndose y engrosándose más. Sus testiculos se movieron en su saco mientras respiraba profundo. Continué mirando su creciente verga, mi cara acercándose lentamente a ella. -Se siente muy similar pero esta piel es-
Continué hablando, fascinado con la vista que tenía. Mientras la verga de Sal pulsaba con vida, su capa de prepucio se acortó, y retrocedió dejando al descubierto su glande. La piel retrocedía con cada latido del imponente miembro, revelando una cabeza de color rosa oscuro babosa con precum. Abrí mis dedos y su mástil de levanto en toda su gloria, dando saltitos cerca de mi cara, como si me invitara. Inhale profundamente y pude experimentar en olor masculino por completo de Sal por primera vez: ese olor a huevos, tierroso, el fuerte aroma a testosterona que perneaba su viril entrepierna. Mis ojos parpadearon intoxicados por su aroma natural.
En su máxima dureza, el miembro de Sal eran unos impresionantes y gruesos 20 centímetros. Su prepucio estaba jalado hacia la mitad de su cabeza, con la abertura soltando pegajoso precum de a montones.
-Bueno- Sal dijo pesadamente entre respiraciones. -Ahí esta amigo-
Me dejo mirar por otros pocos segundos antes de moverse para atrás, como si hiciera lugar para poder agarrar sus pantalones. Mi mano se alzó de nuevo, esta vez agarrando su verga con firmeza y deslizándose hacia sus vellos pubico. Sal gruñó involuntariamente mientras su prepucio se retrajo por completo y se enrolló detrás de la cabeza. Cambie mi dirección y masturbe hacia afuera y miré fascinado como la piel regresaba sobre su cabeza.
Sal se estremeció, un retumbe en su voz. -Chase, quizá deberías, Uh ..-
-Wow!- interrumpí, no queriendo que termine. -Eso esta muy cool, como lo hace?!- lo masturbe de arriba a abajo de nuevo, estudiando el camino de su prepucio. -Geoff tenía razón, esto es diferente!- mi pulgar apretó su punta expuesta y alzó un hilo de precum pegajoso. Había un sonido pegajoso y mojado con mis movimientos.
-Chase, amigo, de verdad no creo que-
-Gracias por mostrarme esto Sal- dice con devoción. Me escurrí de la cama y me puse de rodillas. Sal de removió hacia atrás, no tan lejos ya que su miembro aún estaba en mi mano. Incremente la velocidad de mi masturbacion, el sonido mojado subió de volumen. -Creo que ya lo entiendo-
Sus palabras salían entre suspiros mientras yo daba todo de mi manualmente. -Yo …no… no debe…-
Aparte mis ojos de su chorreante verga y lo mire a los ojos. Sal me miraba, una mezcla de confusión, horror y excitación en su rostro. Sus ojos estaban entrecerrados, su quijada relajada, bigote y barba perlados de sudor. Mantenía sus brazos al lado de su cuerpo, no me detenía, no alentándome, sus dedos se flexionaban incontrolablemente mientras yo masturbaba su verga de padrastro. -De verdad aprecio mucho que me dejes hacer esto- susurre.
-Chase..-
Froto, froto, froto.
-….amigo…-
Una expulsión de precum cubrió mis dedos.
Chapoteo, chapoteo, chapoteo.
-…amigo?…-
-Gracias por ser tan cool Sal-
Chapoteo, apretón , froto
-Estoy tan feliz de que seas mi papá-
Lo mire a los ojos. Un choque pasó por el. Sus ojos de entrecerraron y luego se abrieron de golpe. Miro hacia mi mano, ahora bombeando su dura verga furiosamente. De la nada parecía en shock, asqueado, como si estuviera viendo lo que sucedía por primera vez. Inhalo duramente.
-Amigo…Me vas a hacer correrme?-
Nunca voy a olvidar como sonó, mas como una pregunta que un hecho. Parecía muy confundido por todo esto. Y luego gruño y tiro su cabeza hacia atrás.
Cuando regrese mi atención a la verga de sal descubrí que había crecido, se hinchó unos centímetros más de dura carne de hombre lista para escupir. Su gordos huevos se movieron violentamente y se apretaron. En mi último apretón su cabeza se alzó dura y su entrada se abrió grande. El cuerpo entero de Sal se movió con fuerza. Dejo salir un gruñido potente que vibró en los más profundo de su pecho. Mire en extasis mientras un grueso chorro de blanco semen salía disparado de su verga, uno, dos, tres tallazos de un solo golpe. Salpicó mi cara, sorpresivamente caliente y con una fuerza impresionante. El primer chorro se arqueó y me llenó la frente, el segundo pinto mi nariz, el tercero de esparció por mi mejilla derecha justo debajo de mi ojo.
Continué masturbando y fui recompensado con un chillido de parte de sal y otros chorros de semen. Mi jadeo de sorpresa fue interrumpido por la fuente de leche que salió, cayendo en un largo chorro que se esparció desde mi labio inferior a mi pezon izquierdo. Sal se quejo mientras un chorro final salió de el, esta vez salpicando mi ojo izquierdo.
Respiramos juntos, los dos sorprendidos y agotados. La humedad de mis bóxers me dijeron que había eyaculado si tocarme de nuevo. Mi ojo izquierdo comenzó a arder, parpadeé hacia mi pecho y mi mano derecha, Ambos cubiertos en chorros de espeso semen blanco. Lentamente mire a Sal, mientras el hacía lo mismo en mi dirección. Parecía como si hubiera visto un ángel, ojos vidriosos, quijada desencajada, totalmente relajado.
Y luego fue consiente de mi estado, su hijastro, pintado de blanco con su esperma caliente, sonriéndole con un ojo, el otro lleno de su semen. Mire su cara ir de relajado a desconcertado en horror.
Así que sabiendo que podía ser mi última oportunidad me incliné y jalé su aún dura y pegajosa verga hacia mi hambrienta boca. Los últimos restos de su venida salieron de el un lento y largo chorro. Lo toque con mi lengua, y luego gire mi lengua en toda su cabeza, lengüeteé su frenillo, y cerré mis labios sobre su abertura chorreante. Con un sorbo, chupe las ultimas gotas de leche directamente de su verga y tragué con una sonrisa.
Sal retrocedió, se puso sus pantalones con hostilidad, y camino fuera de la habitación sin decir una palabra.
Me quede ahí hincado por un minuto saboreando su sabor, duro, salado, agrio, con un toque dulce al final. Me paré con cuidado de no tirar ninguna gota, y me miré en el espejo de cuerpo completo.
Ahí está yo, un flaco rubio adolescente con los bóxers mojados y cubierto del espeso semen de mi propio padrastro. Sabía que debía sentirme avergonzado pero todo lo que podía hacer era reír, porque nunca había estado tan excitado u orgulloso de mi en toda mi corta vida.
Tome fotos de la corrida, de todos los ángulos y las guarde. Luego me acosté en mi cama y lentamente junté todo el semen de Sal y lo que pude juntar de mi propia venida para mezclarlas y chuparlas de mis dedos con emoción.
Esa noche me fui a dormir sin saber que me depararía mañana. Me odiaría Sal? Le diría a mamá? Quisiera más? Pero no pude dejar de sonreír, mi estomago caliente y lleno del potente semen de mi padrastro.
Y mi siguiente plan ya se estaba formando.
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Gracias por el apoyo y leer mis historias.
Muchas gracias a todos por sus mensajes y por tantas fotos tan ricas que me mandan, eso me motiva mucho. Nada mejor que saber qué les pone tanto como a mi cuando lo escribo. @chicx13 en Telegram.
Peachy.
Espero la próxima parte
Espectacular!!!
Cada día más rico.
Que sigue? Me quedé jadeando