Mi padre, su novio y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Cuando mi papá me dijo que era bisexual me sacó mucho de onda pero se me hizo hipócrita juzgarlo ya que él me había aceptado cuando le dije que era gay.
Me costó un poco de trabajo aceptar que se separara de mi madre y que empezara a salir con hombres y aunque nunca perdimos contacto tampoco quise involucrarme demasiado.
Una vez mi padre me invitó a ir de fin de semana con él y su novio a unas cabañas en la montaña.
Me pareció una buena oportunidad para acercarme de nuevo a mi padre y de paso ver si podría llevarme bien con su nueva pareja.
Ellos me insistieron en que invitara a alguien pero lamentablemente no encontré a ningún amigo que pudiera acompañarme con tan poco tiempo de anticipación.
Llegaron por mí y yo bajé con una maleta, mi padre me ayudó a guardarla en el automóvil y noté que se había arreglado para salir, tenía el cabello recién cortado, la barba canosa muy bien arreglada a la moda y se veía muy guapo, como todo un señor moderno.
En el asiendo del conductor iba su novio, aunque ya lo había visto un par de veces nunca me había fijado realmente en él, tal vez un poco por la situación extraña y otro poco por los celos que tenía como hijo.
Desde el principio del viaje, el camino fue algo incómodo ya que no dejé de notar que el novio de mi padre era un mulato muy guapo y simpático, unos diez años más grande que yo y con un físico impresionante.
Llevaba un pantalón de mezclilla muy ajustado y yo no podía dejar de verle el tremendo bulto que se le marcaba y obviamente no quería imaginarme a mi padre chupando ese pito o siendo atravesado por semejante animal.
Además, Pedro, como se llama el muchacho era muy amable conmigo y yo no sabía si estaba coqueteando o simplemente quería caerme bien y yo estaba mal interpretando las cosas.
La plática fue un poco incómoda ya que yo tenía algunos años sin una relación seria y ellos parecían muy interesados en mi vida privada, por otro lado, yo trataba de evitar que ellos me hablaran de su vida juntos para no seguir echando a volar mi imaginación con lo que hacían en privado.
En un momento del viaje me quedé dormido y me desperté soñando que yo era mi papá y que me metía a la boca el tremendo animalón de Pedro y que me estaba asfixiando con el tamaño de su verga, así que me desperté tosiendo, justo a tiempo para que se detuviera el auto y llegáramos a la cabaña.
Adentro de la cabaña había un jacuzzi techado y lo pusieron a funcionar con agua caliente, mientras se llenaba, aprovechamos para bajar las cosas de la despensa que habíamos llevado para estar encerrados el fin de semana.
Definitivamente llevábamos más alcohol que comida porque ellos esperaban que fuéramos cuatro personas y no tres.
Aprovechamos para repartir las habitaciones y me instalé en una.
Mi padre tocó a mi puerta y desde el otro lado me dijo que cuando estuviera listo, ellos iban a estar en el jacuzzi y me uniera a ellos.
Me puse mi traje de baño, tomé una toalla y salí para alcanzarlos.
Cuando llegué, Pedro ya estaba metido y su cuerpo eran tan musculoso como lo había imaginado, tenía una trusa rosa que resaltaba mucho con su color de piel morena.
Yo intentaba mirarlo a la cara y que no se me fueran los ojos hacia su pecho, su abdomen o su entrepierna.
A penas estaba yo acomodándome cuando llegó mi padre con una botella de whisky, unos bazos y unas cosas para botanear.
Hasta ese momento no había caído en cuenta que mi papá había estado haciendo ejercicio y también tenía un cuerpo muy bonito para un hombre de cuarenta y tantos años.
Se me hizo muy extraño que mi papá también tuviera un traje de baño tipo trusa de flores, sin duda se había puesto muy a la moda ahora en su etapa bisexual.
Estábamos los tres ya en el jacuzzi y había un silencio incómodo porque nadie se animaba a platicar y tampoco era muy cómodo quedarnos viendo fijamente, Pedro no era muy disimulado checando mi cuerpo con la mirada y me incomodó que hiciera eso en frente de mi padre.
Por otra parte, mi papá era más discreto pero también lo caché un par de veces mirándome la entrepierna a través del agua y otras veces mirando a su novio, por un momento me imaginé que estaba comparando o tal vez tratando de imaginar quién de los tres era más dotado.
yo hubiera adivinado sin mucha dificultad que Pedro tenía el bulto más grande, aunque entre mi padre y yo sería difícil saberlo.
Para no continuar con el momento incómodo, salí del jacuzzi a poner música, así al menos no estaríamos en silencio.
Mi cuerpo reaccionó de una forma extraña y al estar fuer del agua empecé a tener una erección.
Yo no quería volver a meterme al jacuzzy con ellos pero tampoco quería pasar un momento penoso, así que me volví a meter al jacuzzi con ellos y para olvidar rápidamente el asunto me puse a beber whisky.
Mi papá rompió la tensión y se puso a sacar viejos recuerdos de cuándo me enseñó a jugar beisbol y todos reímos mucho.
Pedro comentó que él también había sido jugador de beisbol por muchos años y que podríamos hacer algo juntos.
Yo por fin me estaba relajando y no era el único, mi papá y Pedro se pusieron un poco más íntimos, mi padre puso su mano sobre la rodilla de Pedro y yo podía ver todo a través del agua, ya que los tres estábamos en el jacuzzi.
A su vez Pedro también ponía su mano sobre la rodilla de mi padre pero él movía mucho las manos para hablar así que no puse tanta atención.
En algún momento de la plática mi papá puso su mano muy cerca de la entrepierna de Pedro y lo tomó por sorpresa, a tal grado que Pedro brincó al sentir que lo rozaba.
Yo seguía platicando como si nada, pero ver su reacción me hizo empezar a voltear a ver su entrepierna, yo pensé que lo estaba haciendo de forma discreta pero ya estaba algo bebido y la verdad no estoy seguro.
Con el movimiento del agua no estaba seguro pero me dio la impresión de que Pedro estaba teniendo una erección y eso me hizo estar todavía más al pendiente.
Mi papá salió por un momento del jacuzzi y regresó con una baraja y nos dijo que deberíamos jugar y los castigos serían shots de tequila.
No había otra cosa mejor que hacer y yo sabía que todo el fin de semana iba a ser más o menos igual, así que acepté.
Al principio traté de poner atención a las reglas del juego pero perdía tan seguido que en menos de tres rondas ya no entendía nada de lo que estaba haciendo y solamente tiraba cartas y seguía perdiendo.
bueno los tres estábamos tomando mucho alcohol pero sin duda yo más que todos.
De pronto se me ocurrió decirles que podríamos aceptar preguntas indiscretas en lugar de los shots de whisky y ellos aceptaron.
Como yo seguía perdiendo, tuve que responder preguntas de Pedro y de mi padre que entre tanto alcohol ya no me importó responder, por ejemplo, les conté que mi primera vez había sido en mi cama dentro de la casa en una fiesta de mi papá con uno de mis primos, también les dije que había tenido sexo en los baños de la universidad más de una vez, que entre más grandes eran los pitos más me gustaban, que prefería los pitos con circuncisón.
Llegó un momento en que me sentí realmente cómodo y estábamos platicando de todo como si fuéramos amigos de siempre.
De igual manera me enteré de que mi padre empezó a chupar pitos desde que tenía 9 años y que su primera vez había sido con uno de mis tíos.
que después se dio cuenta de que le gustaban también las mujeres y que prefirió divorciarse cuando ya no se llevaba bien con mamá y no quiso tener otra relación con mujeres así que prefirió tener una relación con hombres.
Mi padre y Pedro se conocieron por internet y fue amor a primera vista o mas bien a primer acostón porque tuvieron sexo desde la primera vez.
La verdad ya me estaba excitando un poco con la idea de mi padre y Pedro en el sexo.
En algún momento de la tarde Pedro se puso juguetón y quiso que hiciéramos castigos.
Empezaron con él y mi padre lamiéndose sal y tomando tequila en diferentes partes del cuerpo, entonces me tocó a mí ser castigado y tuve que lamer sal y tomar tequila en el ombligo de Pedro, debo confesar que pensé que podría ser incómodo por la situación con mi padre, pero al contrario mi papá parecía muy animado con los castigos y me alentó a chupar a su novio.
así que lo hice con normalidad.
Fue un poco más extraño cuando le tocó a mi padre lamer la sal y tomar el tequila de mi ombligo pero lo hizo con mucha naturalidad, aunque debo confesar que sentir su lengua y sus labios sobre mi abdomen me dio una sensación extraña y mi verga reaccionó de forma inmediata poniéndose bien dura.
Como todos seguíamos en traje de baño fue imposible ocultar mi erección y por un momento pensé que todos iban a ser discretos pero no! Pedro dijo en voz alta, "se nota que te ha gustado" señalando al bulto en mi entrepierna, mi padre y yo nos pusimos rojos y los tres reímos como locos.
Me sentía liberado al ver que teníamos una conexión tan íntima y que no había prejuicios.
Seguimos con los juegos y le tuve que confesar a mi padre que a veces me masturbaba sobre su cama viendo porno en el celular y mi padre me confesó que él se había masturbado en el baño y se limpió con la ropa sucia y resulta que era mi playera que también estaba llena de semen.
y yo le dije que a veces me masturbaba antes de bañarme y me embarraba todo con la ropa sucia pero nunca pensé que lo pudieran descubrir.
Por su parte Pedro también nos confesó que empezó su vida sexual muy joven con su entrenador de beisbol y que siempre le gustaron los hombres mayores que estaban en buena condición física y por eso se había enamorado de mi padre.
Por un momento mi padre se puso serio y me dijo que mi madre lo culpaba a él de que yo fuera gay y que por eso nos había dejado, porque pensaba que de alguna forma él me había heredado el gusto por los hombres.
entonces papá rompió en llanto y yo no tuve más que abrazarlo tiernamente y consolarlo.
Lo miré fijamente a los ojos y le dije que yo estaba orgulloso de él y de mí y que no habría nada que me hiciera cambiar de opinión.
Mi padre me besó tiernamente en la mejilla y yo por corresponderlo lo besé suavemente en los labios como un reflejo, él a su vez volvió a besarme en los labios y nos abrazamos un poco más apasionadamente, era extraño pero yo estaba muy cómodo y me gustaba la sensación, así que abrí un poco la boca y el beso de volvió un beso de verdad.
Mi padre y yo empezamos a besarnos, era como acariciarnos los labios uno con otro, de pronto sentí su lengua dentro de mi boca, rozando mi lenga y mis dientes y mi mente se volvió loca.
Yo le correspondí el beso apasionadamente y todo mi cuerpo reaccionó, mi verga se puso durísima y empezó a sacar lubricante, mientras sentía como rozaba lentamente el cuerpo de mi padre con mi bulto.
Se nos olvidó por completo donde estábamos y solamente nos concentramos en el beso, era una sensación abrumadora sentir su lengua dentro de mi boca, era como si me estuviera haciendo el amor y yo lo estuviera dejando violar mi interior, incluso disfrutándolo y entregándome.
Pedro se acercó lentamente hacia nosotros y fue poniendo sus labios junto a los nuestros, fue un poco extraño pero empezamos a besarnos entre los tres y podía sentir las lenguas de Pedro y de mi padre rozando una con la otra y con la mía.
Solo tenía que voltear un poco hacia la izquierda y estaba besando a mi padre o voltear un poco hacia la derecha y besar a Pedro.
Pedro se puso de pié y sacó su enorme verga que estaba semidura, mi padre y yo seguíamos besándonos y Pedro solamente aprovechó para poner su verga entre nuestros labios y de forma natural empezamos a chuparla y a lamerla mientras nos besábamos, su verga era tan gruesa que penas alcanzábamos a chuparla cada quien de su lado.
Para este momento yo ya no pensaba más en ellos como mi padre y su novio, ya habíamos pasado hace mucho esa barrera, ahora solamente éramos como tres animales en celo buscando placer.
Mi padre y yo nos besábamos pasionadamente y su lengua tibia recorría el interior de mi boca mientras sus labios apretaban a los míos.
Yo estaba con los ojos cerrados simplemente dejando que él hiciera lo que quisiera conmigo, totalmente rendido al placer.
Mi padre me abrazó y me fui recostando hasta terminar acostado en el suelo, papá empezó a jalarme el traje de baño y yo lo ayudé para quitármelo, mi verga dura saltó de un golpe fuera de la ropa, entonces mi padre tomó mis piernas se las puso en los hombros, mi culo se abrió automáticamente y estaba deseoso de sentir su verga.
Mi padre aprovechó este movimiento para quitarse también el traje de baño y justo cuando pensé que iba a penetrarme se contuvo, lo único que hizo fue seguirme besando con las piernas al hombro mientras nuestros pitos se rozaban uno con el otro.
La sensación era abrumadora, una vez más me dio un ataque de nervios y tomé su pene y el mío juntos con las dos manos y empecé a masturbarlos como si fueran uno solo.
Era increíble lo parecido que son nuestros pitos, era obvio que éramos padre e hijo pero podrían ver dos fotos y pensar que eran el mismo, excepto porque él estaba totalmente rasurado y yo tenía el vello recortado.
Aunque yo estaba con las piernas el los hombros de mi padre y el culo abierto, su pene y el mío estaban tocándose entre mis manos.
Entonces sentí unas manos grandes y masculinas que me abrían las nalgas y poco después una lengua que se metía por mi ano, era Pedro que no quería quedarse fuera de la acción y se había antojado de mi culo expuesto.
Yo estaba en el éxtasis, mi cuerpo era puro instinto sexual y mi culo se relajaba y contraía totalmente dominado por la lengua experta de Pedro.
Tenía muchos años que no me excitaba tanto, yo creo que desde que era adolescentes y tuve mis primeros encuentros sexuales.
Para este momento era imposible pensar.
Pedro se colocó por detrás de mi padre y empezó a darme de vergazos en mi culo, literalmente su herramienta era tan pesada y grande que podía golpearme el culo y como yo estaba muy sensible eso me excitaba más y me preparaba para la penetración.
Yo ya tenía el culo bien dispuesto para la acción, cuando Pedro se acerca con un frasco de lubricando y empieza a untarme en el culo y darme dedo.
Yo no podía resistir gemir un poco cada vez que me metía el dedo hasta el fondo, la forma en que poseía mi culo me hacía sentir indefenso ante su seducción.
Entre Pedro y mi padre se habían apoderado completamente de mi voluntad.
Entonces Pedro colocó la cabeza de su pito en la puerta de mi culo, y aunque yo ya estaba muy excitado, tuvo que empujar con fuerza para penetrarme.
Yo nunca había tenido un pito tan gordo adentro y debo confesar que me costó mucho trabajo relajarme y dejarme penetrar, pero estaba tan caliente que nada me iba a detener.
Todas las sensaciones nuevas me hacían recordar en las primeras veces que hice todo aquello, las sensaciones, las miradas, los nervios, la excitación, todo era nuevo otra vez.
Con un poco de esfuerzo y mucho lubricante logré tragarme toda la verga de Pedro y si pensé que me iba a costar trabajo dejarlo entrar, no tenía idea del trabajo que me iba a costar que me cogiera.
Empezó a moverse y perdí por completo el control de mi cuerpo, empecé a gritar y a retorcerme de placer y de dolor, era una mezcla que nunca había sentido antes.
Por una parte sentía que me estaba partiendo literalmente en dos pero al mismo tiempo estaba en el máximo placer mientras me abría totalmente por dentro y chocaba con mi próstata.
Mi padre también se excitó al verme totalmente entregado y me puso su verga en la boca, yo la tragué como loco, la chupe como pude y traté de no morderlo o hacer algo raro con el poco control que me quedaba del cuerpo.
Yo estaba temblando de la excitación, mis piernas se sacudían, mi interior estaba extasiado.
Me tragaba la verga de mi padre hasta el fondo y por un momento pensé que de ahí había salido la leche que me dio vida y solamente me daban ganas de sacarle todo el semen y tragármelo.
Tanta estimulación fue demasiado para mi cuerpo, yo sentía que me estaba viniendo y que no dejaba de eyacular, pero no salía nada de mi pito, no había semen ni estaba eyaculando en realidad.
Creo que la verga de Pedro era tan grande que me obstruía por dentro y eso me estaba ocasionando que no pudiera terminar y tanto mi culo como mi verga empezaron a doler.
Finalmente Pedro se salió de mi culo y se paró junto a mi padre, ambos empezaron a besarse mientras yo chupaba sus vergas.
El primero en venirse fue Pedro que escurrió espesos chorros de semen y yo me encargué de que me cayeran en la cara y en la boca, quedé todo embarrado y algunas gotas se escurrieron entre mis dedos y en mi pecho, el sabor de su leche era fuerte y el olor me encantó.
Poco después mi papá dijo que se iba a venir y yo me metí su verga hasta el fondo de la garganta, él me tomó la cabeza con sus manos y me llenó la boca y la garganta con su rica leche, yo disfruté cada chorro caliente y su sabor llenándome por dentro, no le dejé ni una gota y todavía se la chupé para dejarla bien limpia.
Yo seguía caliente y tenía ganas de venirme pero mi cuerpo estaba totalmente usado y cansado, mi corazón seguía latiendo rápido y yo temblaba pero no veía la hora de que mi verga, mi culo, mis bolas y todo mi interior dejaran de doler.
Todos tuvimos que tomar un minuto para recuperar el aliento.
Mi padre se acostó en el piso, mientras Pedro y yo nos metimos a la ducha.
Cabe mencionar que las paredes de la regadera eran de cristal y desde dentro teníamos contacto visual con mi papá que estaba afuera.
Pedro empezó a enjabonarse y yo solamente podía ver como la espuma y el agua resbalaban por su cuerpo perfecto, musculoso de piel morena.
Él también se excitó al verme, se puso contra la pared y empezó a enjabonarse las nalgas y a dedearse solo.
Yo voltee a ver a mi padre y él me hizo una señal con la cabeza y la mano, como dándome permiso para seguir.
Entonces me acerqué por atrás de Pedro y empecé a rozar mi verga entre sus nalgas, no pude resistir, mi verga empezó a ponerse dura entre sus redondas y firmes nalgas y de estar rozando de pronto se atoró en la entrada de su culito.
Pedro relajó su culo y se hizo para atrás, haciendo que mi verga entrara rápidamente hasta el fondo.
Aproveché para empezar a moverme, ver su espalda y sus nalgas era todo un espectáculo, nunca me había cogido a alguien que tuviera un trasero tan perfecto.
Además el mulato me apretaba la verga con su culo como si me estuviera ordeñando.
Del otro lado del cristal podía ver a mi padre mirándonos mientras se pajeaba, ver a mi padre era casi tan delicioso como ver a Pedro.
Empecé a mover más y más rápido pero la verdad es que Pedro tenía el control total de la situación, él se estaba matando solo y me estaba cogiendo con el culo.
En eso empezó a moverse más despacio y empezó a venirse, yo sentí su culo contrayéndose y apretando mi verga con cada chorro de leche que salía de su verga.
Me salí despacio y me enjuagué, yo seguía caliente y esta vez no me había venido.
Salí de la ducha y mi padre seguía masturbándose en el suelo, yo sabía exactamente qué hacer, me senté sobre su verga y de un solo movimiento me la fui metiendo despacio hasta el fondo.
Papá me veía un poco con sorpresa y con mucho excitación, nunca lo había visto con una mirada tan intensa mientras me penetraba.
Empecé a moverme despacio, mi culo seguía completamente abierto desde la cogida que me metió Pedro, así que el palo de papá encontró muy buen espacio para tamaño.
Empecé a moverme más rápido y papá también comenzó a mover su cadera, cada vez que yo caía hacia abajo me ensartaba tan profundo que sentía como choques eléctricos en mi próstata y subiendo por mi espalda hasta mi cabeza.
Empecé a decir cosas como "papi cógeme", "papá dame más duro" pero mi padre se levantó y me tapó la boca con su boca, y después empezó a besarme de nuevo.
Tardamos un poco y yo tenía que acomodarme de otra forma, sin dejar que mi padre sacara su verga de mi culo, nos fuimos dando vuelta hasta que yo quedé acostado boca abajo en el piso y mi padre encima de mí, tomándome fuerte por los hombros y dándome con fuerza hasta el fondo.
Yo fui abriendo las piernas y parando las nalgas hasta que poco a poco nos fuimos poniendo de a perrito.
Para acomodarme mejor, papá me tomó por la cintura y empezó a clavarme con todo, me agarraba las nalgas y me nalgueaba.
Yo estaba otra vez al máximo de placer, lo bueno es que ahora mi verga si estaba dura como roca y a punto de estallar.
De pronto empecé a venirme y primero salieron chorros con una fuerza impresionante, hasta los huevos me dolieron y mientras mi padre seguía cogiéndome, me seguía sacando la leche que escurría ya casi sin fuerza fuera de mi pito.
En un momento mi padre sacó su verga de mi culo y empezó a bañarme las nalgas y el culo con su leche.
Después de eso volvimos a besarnos tiernamente y yo tuve que volver a ducharme.
Así fue el primer día que cogí con mi padre, con su novio y el resto del fin de semana fue más o menos parecido, nos íbamos guiando por el deseo y nos hacíamos y dejábamos hacer de todo con forme se iba dando la situación.
Después de eso me volví amante de mi padre y él seguía su relación formal con Pedro.
La belleza y la verga de Pedro fueron tan irresistibles que también volví a tener encuentros sexuales con él por separado y con mi padre en trío.
Ahora mi fantasía es que vayamos los tres a una orgía o que yo consiga un novio y también se una a nuestras fiestas sexuales.
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