Mi padrino, su hijo y yo 1
Mi padrino (vecino) se une a nuestro juego de nenes.
Mi nombre es Ramon, soy del norte de México, en ese momento aun no entraba al jardín de niños, no tenia ni 5 años cuando paso todo.
Yo siempre fui un niño muy despierto. Tenia un amiguito que vivía a dos casas que le decíamos Tino, tenia mi edad y siempre íbamos juntos a todos lados. El como yo era un niño moreno, con ojos grandes y cachetón, un niño bonito.
El era hijo único, aunque su mama, enfermera de profesión estaba embarazada. Su papa, llamado Constantino era un hombre de complexión delgada, talla 34, moreno, barba cerrada y muy masculino.
Mi historia comienza cuando Tino me enseña a «jugar», siendo el juego el de bajarnos los shorts con calzones hasta los tobillos, escondidos y chuparnos los penecitos por turnos.
A mi me gusto mucho el juego, el era el líder de nuestra dupla, y decía cuando jugar y donde, ambos sabíamos que era algo que debíamos hacerlo a escondidas, yo tenia un cuarto propio, ya que solo tenia una hermana, entonces de repente en medio de nuestro juego de Godzilla vs He-man el me proponía jugar a las chupadas, y yo feliz accedía, yo corría a ver donde estaba mi mama y si no estaba cerca o estaba ocupada el juego comenzaba, ambos nos escondíamos en mi closet y nos bajamos el shorts y calzón y nos la chupábamos por turnos, era una chupada rápida, a veces nos abrazamos rozando nuestras verguitas mientras reíamos, a mi me gustaba mucho esos juegos.
Con el tiempo, lo hacíamos mas seguido, a veces en mi casa, a veces en la suya, o incluso en un rincón de la cuadra que encontrábamos. Siempre escondidos.
Un día, yo fui a su casa, me gustaba mucho ir porque a su familia le iba mejor que a la mía, su mama siendo enfermera y su papa dedicándose a la mecánica, la cual ejercía en su domicilio, por lo cual tenia mejor cereal y galletas que en mi casa.
A Tino, lo cuidaba su papa, ya que su mama estaba fuera por periodos largos por su trabajo. Su papa era muy agradable, siempre tenia un saludo para todos y tenia mucho carisma y porte.
Un día, jugando con carritos en casa de Tino, me propone jugar a las chupadas, y yo accedo encantado. Entonces nos escondimos en el cuarto de el y en una esquina nos bajamos el shorts y calzones y empezamos a chupárnosla por turnos. A mi me encantaba el juego, luego nos besábamos y rosábamos las verguitas.
Pero de un momento a otro se abre la puerta, don Constantino nos estaba buscando y al no encontrarnos rápidamente nos busco por toda la casa, encontrándonos en el cuarto de TIno, chupándonos las verguitas, de la cintura para abajo desnudos.
Nuestro instinto fue rápidamente subirnos los shorts y salir del cuarto, yo estaba ruborizado en ese momento y hasta un poco mareado.
Don Constantino nos pregunto que a que jugábamos y para ese momento ya nos encontrábamos en la sala, don Constantino sentado en un sillón individual y nos tenia a cada extremo, uno en cada descansa brazos, y mientras nos acariciaba el abdomen nos preguntaba que a que jugábamos.
Yo solo sonreía diciendo que «a nada» mientras el bajaba sus brazos hasta nuestra entrepierna, volviendo con la pregunta que «a que jugábamos».
Y así, hasta que metió la mano en el interior de nuestros shorts, diciéndonos que el no le diría a nadie y que el también quería jugar.
Yo me sentía embriagado por toda la situación, solo reía y me dejaba acariciar, mientras las caricias se hacían cada vez mas intensas.
En un momento don Constantino se saco la verga por la manga del shorts deportivo holgado que usaba. Yo me quede impactado pues nunca había visto una verga adulta. Era morena, con prepucio, con la cabeza morada y muy gruesa. El cuarto olía a su verga.
Y de repente el nos tomo las manitas y las llevo a su verga. Nos explico el ritmo y manera de tocársela y jugar con ella y nos pregunto si queríamos probarla.
Yo me sentía con en un sueño, fuera de mi, solo me deje guiar cuando el tomo mi cabeza y la acerco a su verga. El nos explico con lamerla, jalarla, chuparla y todo lo que se debía haber con ella.
No se cuanto tiempo paso, yo creo que no mucho, pero el nos indico que abriéramos la boca y sacáramos la lengua y el se vino en nuestras bocas, tiro mucha leche, yo no sabia que era eso, solo veía maravillado su cara al terminar. Cuando acabo, nos ordeno chupar y tragar. Yo no sabia que había pasado pero lo hice, el sabor no me desagrado.
Don Constantino nos pidió que no dijéramos nada, así como el no diría nada del juego que nos había descubierto hacer a Tino y a mi. El se paro y fue a seguir su trabajo con un cambio de aceite. Yo estaba sacado de onda de que había pasado. Tino solo sonrió, lo cual me calmo y me dejo claro que no era la primera vez que el hacia eso con su papa, ni la ultima….
CONTINUARA…
Hola Rojito me encanto y calento muchisimo tu relato,espero pronto la continuacion.
Qué rico. Suena delicioso tener la oportunidad de iniciarse así, acompañado de una familia dónde ya practican ese tipo de cosas.
Excelente historia Rojito, me encanta la manera como narras, se siente muy real!
Es que lo es jajaja, cambio un poco los hechos, en los próximos relatos ya incluiré mas fantasía, saludos.
Muy rico y excitante tu relato amigo 🤤🤤💦💦, leeré la 2da parte
He empezado a leer tus relatos y me gusta como describes todo, las erección, haces sentir lo rico que es que te toquen el pene y te lo chupen
Empezando
uff me estas haciendo recordar cuando jugaba con un amiguito asi, y se que algunas cosas son reales por como expresas lo que sentiste.Me gusta