Mi padrino, su hijo y yo parte 10
El jardín de la casa y el regreso del viaje con Tino y mi padrino.
Cuando llegamos a la casa del patrón de mi padrino despertamos a Tino, el cual apenas recobro el conocimiento me vio feliz y bajamos de la camioneta. El lugar era muy grande, en ese momento nos encontrábamos en el estacionamiento donde cabían muchos vehículos, el piso era de grava y en el centro había un camino el cual era de piedra rojiza y a los costados había unos arcos muy elegantes rodeando todo el estacionamiento.
Constantino: niños no se vayan muy lejos, yo aquí mismo voy a trabajar, pueden jugar por aquí o por allá donde esta el jardín, no vayan a entrar a la casa.
Tino y yo asentimos, deje mi mochila en la camioneta de mi padrino y salimos a explorar tomados de las manos, al final de los arcos había otro camino de pasto cortado con piedras apiladas a los costados y al fondo se veía un jardín enorme, con arboles grandes, plantas y flores, tenia bancas, y una fuente al centro muy bonita en color gris con rayas verdes. Nosotros corrimos y jugamos con todo eso, brincábamos, nos acostábamos en el césped, nos escondíamos, nos tirabamos agua de la fuente. El día fue muy divertido y ameno.
De pronto llego mi padrino con mi mochila y una jarra de refresco y vasos.
Padrino: así que aquí han estado todo el día, que bonito es este lugar verdad? no les ha dado hambre?
Y era verdad que si tenia, en ese momento me percate que mi panza sonaba reclamando alimento, estábamos tan divertidos que no sabíamos que ya llevábamos horas jugando. Mi padrino se sentó en el suelo con nosotros y nos paso a cada uno un sándwich y un vaso de refresco, después fruta y frituras. Nosotros comíamos muy animados mientras el nos contaba que el dueño del lugar tenia mucho dinero y que actualmente vivía solo porque sus hijos ya estaban mayores y vivían en otro pais, que el era amante de los carros y que por una coincidencia se habían conocido y que gracias a eso el lo contrataba de vez en cuando y era muy generoso al pagar.
A mi me ponía muy feliz que a mi padrino le pagaran bien y mas feliz que me invitaran a ese día de campo. Mi padrino esta sentado frente a mi con las piernas abiertas, se le notaba el bulto de la verga, la cual había deslechado en la mañana, pero estaba seguro que ya tendría mas para repartir. Yo ya había acabado de comer, entonces me acosté boca abajo en el césped, quedando mi cara frente al bulto de mi padrino, el cual aun seguía comiendo y le saque la verga por un costado del short y me puse a mamar. El se sobresalto y volteo a cada lado cuidando que no nos estuvieran viendo.
Constantino: ay bebe espera jajaja, te quedaste con hambre?
Yo asentí sonriendo mientras le chupaba la cabeza morada de la verga gorda a mi padrino, la cual aun estaba flácida, lo que me gustaba, porque la podía manejar a mi antojo. Voltee a ver a Tino el cual me veía divertido, el aun tenia fruta en la boca y un vaso en la mano. Entonces mi padrino le sirvió mas bebida y se puso a preguntarle que cosa era su favorita de la casa, Tino empezó a decirle todo lo bonito del lugar y tuvieron una conversación mientras terminaban de comer y yo mientras mamaba acostado la verga de mi padrino en el centro.
Mi padrino volteaba de vez en cuando hacia los lados, cuidando que no llegara alguien. Yo solo escuchaba el masticar y sorber de ellos y el sonido de los pájaros al fondo, me sentia muy agusto en esa posición, le llenaba la verga a mi padrino con saliva y luego la sorbia, mi padrino empezó a acariciarme las nalguitas.
Luego sentí unas manitas bajándome el short, era Tino que desde atrás de mi me desnudaba, yo me deje, luego sentí la lengua de Tino recorriendo mi glúteos en circulo, eso me estremeció, levante la vista y vi a mi padrino sonreírme, su cara morena con vello facial me veían mientras yo continuaba chupándole la verga.
Tino metió su lengua en mi culito, y yo brinque soltando un gemido de placer, y luego el empezó a meterme la lengua suave penetrándome con ella. Yo seguía viendo a mi padrino el cual sonreía al verme descolocado, mi verguita se frotaba contra el césped produciéndome placer, entonces yo continúe chupando la verga de mi padrino sin dejar de verlo a los ojos.
Tino aumentaba el ritmo de su lengua y con sus manos separaban mis nalguitas, su lengua penetraba rápidamente mi culito y se escuchaba el ruido de la saliva chocando con su cara, yo sentia que mi vista se nublaba, estaba muy caliente, mi verguita se frotaba rápidamente en el césped, mi cuerpo se tenso y sin dejar de ver la cara de mi padrino y teniendo la verga en mi boquita me convulsione soltando un gemido, mi padrino empezó a acariciarme la espalda y el contacto de su mano con mi piel me hicieron retorcerme aun mas, yo estaba teniendo el mejor orgasmo que a mis casi 5 años había tenido, mi culito aun invadido pulsaba con la lengua de Tino, gruñí y caí rendido en el césped.
Constantino: que rico bebe, así se hace, descansa.
Entonces, cerré los ojos y dormite. No supe cuanto tiempo dormí.
Constantino: ya voy Don Carmelo! -grito mi tío y me despertó.
Me senté en el césped, aun estaba desnudo de la cintura para abajo, mi padrino estaba hincado en el suelo poniéndose el short, la verga la tenia muy dura y trataba de escondérsela en el short, lo cual se veía imposible, se levanto y se fue con la jarra y los vasos cubriéndose la entrepierna.
Voltee buscando a Tino y ahí estaba, no lo había visto pues estaba bajo mi padrino, el estaba boca abajo en el césped y no llevaba ropa de la cintura para abajo.
Yo: quién era?
Tino: el patrón de mi papa, lo andaba buscando.
Yo: me dormí, ustedes que hacían?
Tino: papi me la estaba metiendo, pero nos interrumpieron.
Yo: como? su vergota? en tu culito? imposible!
Tino: si, duele pero luego ya no mucho y te sientes lleno muy rico.
El me conto como lo hacia su papa, primero chupándole el culito, luego metiéndole dedos y al final la verga, me conto que tenían muchos años jugando así, desde que el era muy chico y que a el le gustaba mucho. Luego me pare y me acerque a Tino, el seguía boca abajo y observe su culito, acerque mi cara y si lo vi muy abierto, lo toque con un dedo y luego con dos, el culito se sentia mojado y suave, acerque mi cara y metí la lengua.
Tino: ah que rico, tu lengua se siente muy suave.
Entonces me puse a lamer como Tino lo había hecho conmigo, empecé a penetrarlo con la lengua y el gemía.
De repente escuchamos pasos y rápidamente nos levantamos.
Guardia: que están haciendo niños? – mientras nos veía de arriba a abajo, nosotros no usábamos nada de la cintura para abajo. El era un señor mayor, moreno de cara arrugada y cuerpo ancho, usaba un jeans azul, botas de trabajo y camisa arremangada color café a cuadros, en la mano llevaba una pequeña pala y rastrillo.
Tino: jugábamos, pero nos dio calor. -dijo Tino nervioso.
Guardia: y a que jugaban? – viéndome a mi a los ojos.
Yo: mm a las luchitas.
Guardia: y su papa?
Tino: fue con don Carmelo.
Guardia: si, hace rato lo andaba buscando, estaba con ustedes? – viéndonos las verguitas.
Tino: si, aquí estaba hace rato, estábamos comiendo juntos.
Guardia: comiendo? mm ya veo. – y siguió avanzando, paso junto a nosotros, no sabíamos que esperar, pero el siguió hasta unos rosales al fondo y se hinco, poniéndose a escarbar la tierra.
Tino y yo nos vimos un rato sin saber que hacer, entonces sonreímos y nos apuramos a ponernos la ropa. Luego nos sentamos en la fuente, la cual estaba cerca del guardia y nos empezamos a rociar agua y a bromear. Después nos pusimos a jugar a esconder y buscar. Toco mi turno y me fui a esconder cerca de los rosales, y el guardia continuaba trabajando con las flores, nosotros ya estábamos en confianza con el alrededor así que no vi nada de malo esconderme en un arbusto cerca de el.
Yo estaba agachado tras unos arbustos, Tino grito que venia a encontrarme y yo me encontraba muy divertido, Tino fue a buscar al otro lado del jardín y yo seguía muy quieto. Entonces don Gustavo el guardia se levanto y camino hacia donde estaba y paro a unos centímetros, yo me encontraba casi al nivel del suelo muy agachado. El bajo el cierre del pantalón y saco su verga, yo la tenia muy cerca de mi, era morena, larga, con una cabeza gorda y el resto delgada, se corrió el prepucio y salió una cabeza babeante color rosa y de ella un chorro el cual fue a dar a un arbusto al fondo, el hizo un gruñido de alivio.
El chorro era potente, sentia la brisa de la orina en la cara y me llegaba el olor a verga sudada, el cual me parecía una delicia, estuve a punto de levantarme y metérmela en la boca pero no lo hice, el acabo y se sacudió un buen rato, la guardo y fue de regreso a su lugar, de rato llego Tino y seguimos jugando.
El resto de la tarde jugamos a correr y atraparnos, luego mi padrino nos grito y salimos en su búsqueda, era hora de irnos, en el estacionamiento estaba mi padrino despidiéndose de un señor mayor, alto, blanco, delgado aunque de espalda ancha, se veía que hacia ejercicio, tenia los brazos grandes los cuales se notaban en su camisa polo azul, usaba su jeans azul oscuro y zapato tenis café, se veía muy elegante aun casual, cuando lo vi a los ojos eran de color azul claro.
Constantino: mira el es mi hijo Tino y mi ahijado Ramon, aquí estuvieron acompañándome todo el día.
Don Carmelo sonrió y nos saludo a cada uno.
Don Carmelo: ah, ustedes eran los que tenían entretenido a Constantino jaja
Tino: si, es que estábamos comiendo.
Don Carmelo: comiendo? ok ok me parece bien, y se divirtieron aquí en mi casa?
Tino y yo: Siii, mucho.
Don Carmelo: me alegro, bueno pues los espero pronto, para que vengan a jugar también conmigo.- guiñándonos un ojo.
Nos subimos a la camioneta de mi padrino y Don Carmelo nos dio a Tino y a mi una barra de chocolate, la cual nos sorprendió y agradecimos mucho. A mi padrino le dio unos billetes y luego de mas despedidas y agradecimientos salimos de aquella enorme casa.
En el camino mi padrino nos pregunto como nos había ido, y le contamos lo del guardia que nos había visto sin ropa, pero que no había pasado nada malo, yo omití lo de la orina. El nos conto riendo lo difícil que fue esconderse la verga tiesa, nosotros reímos. Luego yo le pregunte si era verdad que se la estaba metiendo a Tino en el jardín.
Constantino: si bebe, a Tino le gusta mucho, verdad hijo?
Tino: Si papi, y eso que no me diste leche porque te andaban buscando.
Constantino: ya se bebe y en la casa esta tu mama, ni modo será esperar a mañana.
Yo escuchaba atento la platica, aun no podía creer que la vergota de mi padrino cupiera en el culito de Tino.
Tino: pero papi ahorita estoy listo, ya no me dolía.
Mi padrino volteo a verlo sonriendo y paso su mano derecha bajo el trasero de Tino, el cual estaba junto a el, yo me encontraba del lado de la ventana. Luego hizo un movimiento metiéndole la mano bajo el short a Tino y el gimió.
Constantino: si bebe sigues bien dilatado jaja
Yo seguía mudo viendo lo que pasaba, Tino se bajo el short y dejo ver que su papa tenia dos dedos dentro de el, el medio y el índice, yo veía asombrado, Tino se retorcía, mientras mi padrino seguía conduciendo la camioneta, era ya casi de noche, el sol apenas daba claridad. Los dedos de mi padrino entraban y salían despacio y volvían a entrar, no entraban todos obviamente pero si buena parte. Voltee a ver mi padrino y el me sonreía, Tino gemía fuerte.
Tino: ah ah papi metemela.
Constantino: como ves Ramon? se la meto? quieres ver como se la meto a mi hijito?
Yo asentí, veía la cara de placer y ruego de Tino, a los dedos saliendo del culito y a mi padrino mordiéndose el labio viéndome a los ojos.
Constantino: espera que pase la caseta Tino.
Llegamos a la caseta, ya sin luz de día, mi padrino no saco los dedos, paro la camioneta y con la mano izquierda le dio un billete al cobrador, espero su cambio y dijo gracias muy efusivamente. Tino se mordía el labio y como pudo no hizo sonido.
La camioneta avanzo unos minutos y paro en una calle solitaria, mi padrino se quito el short, saco los dedos de Tino y lo subió a su regazo, su verga estaba enorme, babeando, saco la verga entre las piernas de Tino dando la ilusión que era la vergota de mi amiguito, nos reímos al verlo.
Constantino: Ramon bebe mámamela, para que este lista para el culito de Tino, ponle mucha saliva.
Y lo hice, me acerque a ellos, y me metí la verga de mi padrino en la boca y mame, puse todo mi empeño, su verga se sentia muy gorda. Tino tomo mi cabeza dirigiendo la mamada, su verguita estaba sobre la de su papa, diminuta en comparación con la vergota de mi padrino, le di una chupada rápida a la verguita de Tino y el rio, luego volví a la de Constantino.
Constantino: ya esta bien así, ahí te va mijo, aguanta, ya sabes que luego deja de doler.
Tino asintió, yo seguía agachado viendo todo en primer plano, mi padrino levanto a Tino y agarrándose la verga firme se la fue metiendo en el culito, el cual se fue abriendo ante semejante pedazo de carne.
Tino: ay papi me duele.
Constantino: aguante mijo, ahorita la pedias a gritos, aguante.
Tino empezó a puntearse, se levantaba y mi padrino tomándolo de la cintura lo bajaba, así varios intentos y luego mi padrino lo bajo mas y tomándolo de la pancita lo obligo a quedarse así.
Constantino: quédate así mientras te acostumbras, deja avanzo que ya llevamos mucho aquí detenidos.
La camioneta avanzo, no la había apagado, solo estábamos parados temporalmente, y despacio empezó a conducir en la avenida con Tino sobre el clavado ensu verga. Padre e hijo unidos.
Yo veía todo desde donde estaba, luego me levante y vi una nueva perspectiva, parecía que un padre solamente estaba jugando a enseñarle a manejar a su hijo sentado en sus piernas, lo cual en esos días no era raro y difícilmente mal visto, pero la diferencia es que ambos estaban desnudos de la cintura para abajo y que el papa se estaba cogiendo a su hijo mientras manejaba.
Avanzamos, las calles estaban poco concurridas en esa área, Tino empezó a moverse y mi padrino lo imito, era casi imperceptible, pero estaban cogiendo, suave, Tino gemía despacio, el movimiento cada vez era mas rápido, mi padrino le besaba la nuca, le decía que era su niño especial, que lo quería mucho, que hacia a su papa muy feliz.
Tino empezó a gemir mas fuerte, ahora el era quien llevaba el ritmo, mi padrino usaba sus dos manos para conducir, una en el volante y otra en los cambio o donde hiciera falta.
Llegamos a una parte con mas trafico, pero Tino no paraba, ya brincaba sobre la verga de su papa, parecía poseído. Los carros alrededor cada vez estaban mas cerca. Mi padrino subió los vidrios y volumen del radio.
Tino: papi papi ah ah
Constantino: si bebe ya estoy a punto, ya viene la lechita.
Yo abrí los ojos sorprendido, la verga de mi padrino estaba dentro de Tino, casi la mita se perdía en el, se veía gorda, sudada, sus huevos empezaron a subir, la camioneta tenia un ritmo constante, no había donde detenerse, ambos gimieron fuerte.
Tino: papiiiiiiiii
Constantino: ah ah bebito mi amor ahí viene yaaaaa ahhhh la lechita de tu papi.
Ambos se retorcieron, mi padrino soltó el volante por un momento, para tomar a Tino de la pancita bajándolo, luego recupero el sentido y agarro fuerte el volante, pues la camioneta se estaba llendo lado. Sus respiraciones agitadas iban volviendo a la normalidad, Tino se recosto la espalda contra el pecho de su papa sobre su papa, y así se fueron varios minutos, aun con la verga de Constantino en el culito de Tino.
Veía la cara de Tino, se le cerraban los ojos, mi padrino le saco la verga, la cual salió babeando, paso a Tino lo paso a mi lado y ambos se vistieron, el me sonrió, sus ojos también se veían cansados. Afortunadamente ya estábamos llegando, reconocí la calle donde vivíamos. Mi padrino estaciono la camioneta fuera de su casa, se veía luz dentro de ella, ya había llegado su mama.
Bajamos, y me despedí, vi que Tino caminaba diferente, renqueando, tome mi mochila, mi chocolate y corrí a mi casa, mi papa me esperaba fuera, lo abrace, no se porque, rara vez lo hacia, el paso una mano tras mi espalda, me separe viendolo a los ojos y sonrei, luego entre a la casa.
Telegram: Rojito03
Relatos como este hacen que mi cipote se encabrite, se atiese de forma extraordinaria. Continúa de esta guisa. Un saludo.
Uff como siempre, una delicia leer tu relato.
Estoy deseando que tu padrino te pruebe a ti también
como sigue?