MI PAPÁ DECIA NO METAS EL CHILE DONDE SACAS LA PAPA PERO….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EROFANTASIES.
Siempre he estado a gusto con mi trabajo y he tratado de nunca mezclar el placer con los negocios pero esta historia se me escapo de las manos y fue más allá de lo que pude controlar.
Siempre que llega un cliente nuevo a la empresa, se tiene que contratar personal para atenderlo y ese fue el caso. Por lo que tuve que entrevistar a varias personas para cubrir algunos puestos. Todo iba como de costumbre; hasta que llego a la entrevista un muchacho súper varonil con una mirada penetrante, ojos chispeantes y ceja poblada, cuerpo fuerte y marcado, que cuando sonreía debo confesar que ejercía cierto encanto que cautivaba. Cubría el perfil del puesto, pero aunque no lo hubiera hecho de seguro no hubiera dudado en contratarlo. Aunque no fue asignado directamente a mi área, si tenía que estar en contacto con él porque su área nos reportaba. Para fortuna mía, lo tenía que ver cada día y conforme lo fui observando más a detalle, más cualidades le encontraba. Era musculoso y se mantenía en forma, le gustaba vestir ropa ajustada para lucir mejor sus atributos, marcando sus pectorales, piernas y sobretodo su gran paquete de la entrepierna. Por la entrevista me enteré que era casado como un hijo pequeño y que gustaba mucho del futbol y las pesas en el gym.
Por las mañanas me traía un reporte de actividades del departamento del día anterior y yo disfrutaba mucho cruzar unas palabras con él simplemente observarlo de arriba abajo, desnudándolo con la mirada. Siempre entraba con ese aire de seguridad y aplomo de macho fuerte como si tuviera todo bajo su control. Por lo que poco a poco ese momento se convirtió en el más excitante del día. Entraba el con su ropa ajustada y su mirada expresiva, con ese caminar tan sexy que provocaba en mí que dejara de hacer lo que estaba haciendo para no poder dejar de observarlo. Al llegar al escritorio se pegaba a la orilla y justo su paquete quedaba encima de la cubierta, dejándolo reposar ahí frente a mí y marcándolo aún más. Eso me excitaba mucho y no podía apartar mi mirada de su bulto y el roce que hacía con el escritorio, resultaba muy sensual. Tanto me llamaba la atención y me dejaba con la boca abierta y babeando que creo que se dio cuenta y empezó a hacerlo a propósito y cada vez más marcado y más atrevido, como para picarme e ir aumentando mi deseo por él, siento que porque alagaba su vanidad. Para fortuna mía no compartía la oficina con nadie y no se daban cuenta de lo que estaba sucediendo.
Un buen día llego el cambio de camisetas de uniforme, y por supuesto decidí yo darle personalmente las suyas , no sin antes poner dos cámaras de video ocultas para filmarlo sin que se percatara de ello y luego en la intimidad, hacerme unas buenas pajas con esa filmación. Así que prepare el set prendí los equipos y lo mande llamar. Al llegar lo hice pasar cerrar la puerta tratando de ser lo más normal posible. Le pedí que se sentara en las silla, justo donde sabía que estaría en ángulo para filmarlo, me senté detrás del escritorio para observarlo bien y sin más preámbulo le di el juego de nuevas camisetas y le dije que por favor se las midiera para checar que le quedaban, el sin apenarse en lo más mínimo, lomo con sus dos manos la orilla de la camisola que llevaba y se la quitó.
Al desnudar su torso, por fin pude ver perfectamente su pecho firme y marcado, así como su abdomen plano que eran justo como yo tantas veces los había imaginado. Se puso la nueva camiseta del uniforme que a propósito le di de talla chica para que se ajustara a su cuerpo y con su sonrisa un tanto provocadora y sínica me dijo:” Como me luce?, Usted que cree que se me ve bien o en verdad está demasiado apretada y deja ver mucho de mí y no me dejaría trabajar bien en el almacén”. Yo solo le respondí: “Más bien es como tú te sientas cómodo Miguel, si quieres te las cambió “y él solo respondió: “No así esta perfecta, creo que así me van a voltear a ver más.“
Lo tenía todo filmado y el lucía esplendorosamente por lo que me hice varias jaladas a su salud patrocinadas por esas imágenes pero ese día decidí que no me iba a aguantar más y que iba a tener que ser mío para que se responsabilizara por esa descarada seducción que me hacía, no importando que fuera mi empleado.
Tuvieron que pasar como unas 5 semanas para que la oportunidad se presentara, ya que Miguel se apareció en mi oficina solicitando un préstamo de dinero superior a lo que marcan las políticas de la Empresa para unas cuestiones personales de su familia y ahí comprendí él porque del coqueteo y las sonrisas sexies. Él quería algo de mí pero yo también quería algo de él y no iba a dejarlo que se saliera con la suya tan fácilmente con un par de calentones y nada más. Así que le pedí que me trajera el formato escrito para que yo analizara si se lo autorizaba. Y por la tarde lo trajo sin falta pero ya tenía preparado cuidadosamente lo que le iba decir y conforme al plan lo hice, le dije:”
Estas consciente que esto normalmente no se autoriza y no será fácil hacerlo?, “ Miguel me contesto : “si lo sé pero confiaba que Usted me ayudara porque me interesa mucho” Y de plano me lance a decirle: “Pues mucho va depender de lo que estés dispuesto hacer para merecerlo” y continúe: “ Hasta ahora lo has hecho bien pero deberás portarte mejor conmigo… en el trabajo para que yo lo considere” “ Te ha quedado claro “ y el solo respondió: “creo que sí”
Transcurrió toda una semana sin que yo supiera de él y al parecer se estaba ocultando de mí porque siempre surgía cualquier pretexto para mandar a alguien más para entregarme el reporte meno que a él. Empezaba a pensar que lo había meditado bien y que se había arrepentido de su juego y claro estaba en su derecho. Pero gusto cuando yo iba a olvidarlo todo, llego una mañana muy temprano con la camiseta del uniforme y un jean blanco muy apretado que la verdad se le veía muy bien, y me dijo: “Ahora si Lic. (Así me decía), estuve algo ocupado pero estoy a su disposición para lo que guste”, me dio el reporte y como de costumbre se puso en la esquina del escritorio de siempre, como yo creí haber entendido el mensaje pero no estaba seguro decidí ponerlo a prueba, así que esta vez me hice el desentendido como que estaba ocupado con la computadora y no quite la mano de esa esquina para ver qué pasaba, con suerte se dejaba tocar esta vez. Sentí como se acercaba tímidamente y tocaba mi mano con su bulto y por primera vez sentí su calor. No se inmuto y pego más su paquete en el escritorio. Eso me puso a mil. Moví un poco mis dedos para sentirlo mejor pero eso no duro mucho porque después para sorpresa mía me pidió permiso para entrar al baño de la oficina, ya que eso nunca lo hacía, accedí sin problema; pero note que no cerró la puerta y la dejo entre abierta.
Por lo que no pude dejar de espiarlo y note como se bajaba el pantalón de espalda hacia mí para poder orinar y note como quedaba en ropa interior unos bóxer ajustados color azul rey, mostrado sus glúteos paraditos, duros y bien trabajados, por lo que no pude dejar de observarlo aunque sea un breve momento, pero tratando de ser discreto, me regrese a sentar al escritorio cuando vi que terminaba, antes de que se volteara y lo notara, aunque debo confesar que yo ya estaba muy excitado. Al verlo salir, note que tenía la bragueta completamente abierta, dejando ver su espectacular bulto y su ropa interior de un color azul intenso al fondo, como si se le hubiera olvidado cerrarla.
Más claro ni el agua, me daba la oportunidad que yo quería y no la iba a dejar pasar, fui acercando mi mano poco a poco hasta donde se encontraba en el escritorio. Tenía el zipper todo abierto y había colocado sus dos manos en los bolsillos del su pantalón lo que provocaba que la bragueta se abriera aún más en la parte frontal, cerca de mi y a mi alcance. Ya nada me importo y me moví lentamente y lo empecé a tocar discretamente primero, comencé por introducir uno de mis dedos por la apertura del zipper y sentí su ropa interior y el calor de su miembro y eso provoco que hiciera movimientos toscos que el noto e hizo que bajara su mirada, notando mis movimientos e intenciones claramente. Ya todo estaba dicho, así que sin molestarse, permitió que lo siguiera tocando sin decir nada. Yo tome ese acto como una aceptación de su parte a seguir y procedí a tocar su paquete con toda mi mano y a sacar su verga con todo y su ropa interior por la apertura del pantalón. Como me gustaba lo que estaba viendo y había muchas veces que me lo había imaginado. Se la acaricie delicadamente, subí su camiseta para acariciar su abdomen y procedí a desabrochar por fin su pantalón. Acaricie su verga varias veces hasta que sentí que empezó a ponerse rígida. Toque sus pechos y el permanecía inmóvil dejando que le hiciera lo que me venía en gana.
Le pedí que se recostara en la salita de espera de la oficina porque en ese mismo momento lo iba hacer mío. Siguió mi instrucciones de manera obediente, le quite los pantalones y continúe acariciando su miembro que ya había tomado un tamaño considerable. Saque su verga por una pierna de su ropa interior y fue en ese momento en que por primera vez se la estaba apretando directamente con mis propias manos; mientras él me observaba con detenimiento. Le baje su ropa interior que ya me estorbaba y sin pensarlo dos veces, le puse saliva y lo empecé a masturbar, mientras lo hacía, tocaba su pecho y sus pezones. Cuando sentí que la tenía bien dura a su máximo, la introduje a mi boca para mamársela con fuerza. Lo he de haber hecho muy bien, porque su cara decía que lo estaba disfrutando y hasta me puso la mano en la cabeza para dirigir el ritmo que llevaba al mamársela. Sin yo darme cuenta, las cosas se habían volteado. Un trabajador mío tenía a su jefe de frente a él de rodillas dispuesto a darle todo el placer que él le permitiera. Yo por mi parte, lo tenía completamente desnudo frente a mí; tome sus nalgas y las empujaba hacia mi persona para comerme toda la verga, sin dejar ni poquito. Entre más fuerte lo hacía, el gemía y respondía con caras de gozo; eso me impulsaba más a seguir adelante. Lo toque todo lo que pude y disfrute ver como gozaba.
Suavemente me volteo y me inclino sobre el escritorio, y me dijo susurrándome: “Eso es lo que quieres pues te lo voy a dar “fue ahí donde me bajo el pantalón y el calzón y me abrió un poco mis nalgas y apareció ante sus ojos mi agujero, le escupió su saliva y me empezó a masajear con su dedo, se sentía tan bien que empecé a gemir. Después me empezó a meter un dedo a lo que, la verdad, no le hice mucho caso, sentí un pinchazo de dolor cuando mi ano comenzó a ceder el paso al dedo, pero cuando empezó con el segundo, sentía la molestia de algo abriéndose paso dentro de mí. El solo me dijo “Lic. Ya verá cómo va a quedar bien abierto” y cuando creyó que era suficiente, me puso más saliva en el culo y su verga y empezó a juguetear con mi ano sintiendo su punta rozar la entrada. Forzaba mi entrada al máximo, pero logro entrar la cabeza, y cuando entro por completo, me dolió bastante. Pero la emoción me duro poco ya que con un fuerte movimiento, me incrusto su miembro hasta que no pudo entrar más, como si quisiera castigarme por obligarlo a hacer eso. Me tomó de las caderas y prosiguió con el saca y mete. Me dolía pero me contuve las lágrimas porque eso era un signo de debilidad frente a mi trabajador.
En cada embestida que me hacía sentía dolor pero era muy extraño porque a la vez, sentía un gran placer algo como eléctrico. Al principio, Yo gemía de dolor pero cuando me empecé a acostumbrar y empecé a disfrutarlo. Solo me decía: “Lic. que rico esta su culito todo apretado” Al decir esas palabras, sin salirse de mí, me empezó a bombear y me la metía toda de golpe, yo sólo pude tirar un grito ahogado, mientras él seguía trabajando mi culo yo comencé a masajear mi verga. De pronto el ritmo de las embestidas que me daba, hizo que me viniera logre disparar más leche que nunca, jamás antes había sentido algo así. Y casi 30 segundos después, me dijo que él se vendría y sentí como hizo su descarga dentro de mí. Su tibio semen escurriendo por mi culo se sentía extraño, pero me sentí satisfecho. Ese momento lo había esperado tanto que quedo grabado en mi memoria como la mejor de mis fantasías
y aunque estos encuentros se han repetido en otras ocasiones, esa primera vez fue la que más me marco, el obtuvo su préstamo que nunca pago con dinero y a mí me quedaron esas horas extras de trabajo que tanto disfrute !!!!
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