Mi papa me convierte en su puta
Hasta que cumpli los 13, mi papa se fijo en mi como una mujercita.
Ahora yo soy un hombre maduro varonil.
Pero
Ahora yo soy un hombre maduro varonil.
Pero desde chico me gustaba vestirme de nenita, de minifalda, medias y eso.
Tenia un cuerpo totalmente femenino, un pene muy pequeño, aunque al principio era muy delgado, pero siempre tuve una cara muy linda de nena, además mi corte de cabello era de una autentica chica.
Por esa razón mi papa me dejaba vestirme de nena, pero solo los fines de semana, trataba de apoyarme en todo, pero igual tenia algunos prejuicios arraigados, herencia de familia.
Cuando cumplí los 13, seguía siendo un niño, pero yo ya tenía una tremenda figura femenina, ya no tan delgada, piernas muy bonitas, torneadas, unas nalgas muy sexis, muy paraditas, unas bubis redonditas y muy lindas…y un pequeño penecito, el cual era muy fácil de disimular.
En la calle y en la escuela, difícilmente podía pasar desapercibida, me veía super sexi y super linda, causaba admiración tanto en hombres como mujeres y eso me daba cierta seguridad.
Una tarde, me arregle muy sexi para ir al antro con mis amigas, mi papa no estaba en casa, así que no me vio salir vestida así. La verdad, me veía muy cachonda, muy atractiva.
De regreso a casa, me dieron como las dos de la mañana, mi papa había estado tomado con unos amigos, pero ya se encontraba solo, un poco ebrio y además mirando porno en la tele. Se encontraba casi desnudo, solo con el bóxer, y se frotaba el pene de vez en vez, excitado por los videos cachondos.
Cuando me oyó entrar, se levantó y al mirarme, se quedó helado, paralizado por la sorpresa, claro que sabia que era yo, pero él nunca me había visto así, tan linda, tan femenina, tan sexi, tan cachonda.
Y más por los efectos del alcohol y lo cachondo que ya estaba, pues me veía todavía más antojable.
Apenas pudo darme las buenas noches y me marche a mi habitación.
Yo ya estaba muy cansada, medio mareada por el alcohol que había tomado y, sobre todo, muerta de sueño, así que sin desvestirme me tumbe sobre la cama dispuesta a dormir.
Al poco, mi papa entro a mi habitación, pensando que ya dormía. Se recostó junto a mí y acariciándome las piernas me decía lo linda que ya me había puesto y cosas así. El ya estaba completamente excitado por el alcohol y el porno y por la impresión de verme tan linda.
Luego me empezó a acariciar las nalgas y seguía diciendo cosas.
Luego ya me decía vulgaridades y entonces si me empecé a molestar y más que nada a preocupar, así que me voltee hacia él y quede boca arriba, le dije que ya se fuera a dormir.
El se me quedo mirando extasiado, contemplándome incrédulo, y sin más, sin decir palabra, me planto un tremendo beso en plena boca y me empezó a acariciar las bubis, y el sexo, ósea, mi pequeño pene.
Eso ya me empezó a excitar, y lo deje hacer.
Me empezó a desnudar sin dejar de besarme en la boca, y me manoseaba toda.
Yo extendí la mano y le empecé a frotar el pene. Primero se sorprendió, pero enseguida, se quito el bóxer para que le frotara el pene desnudo.
El también me froto mi penecito, no aguantando más, me recosté sobre su vientre y le empecé a chupar el miembro.
Note como le crecía y se le ponía duro, muy duro. Me empezó a meter los dedos por detrás haciéndome suspirar y gemir de placer.
Al poco, me desnudo por completo, me sentó sobre de el y me clavo la verga por detrás, yo solo exhalé un gemido de placer y me empecé a mover muy rico.
Al poco, cambio la posición, me puso en cuatro, se acomodó detrás de mí y nuevamente me clavo toda la verga en el culo, entonces se empezó a mover desesperado, dándome de nalgadas y gritando incoherencias.
Así me tuvo un buen rato hasta que me hizo eyacular, el por su parte, se aferro a mis caderas y enterrándome la verga hasta dentro, moviéndose cada vez más rápido, se terminó dentro de mí en tremendos chorros, llenándome toda de leche.
Así me tuvo ensartada hasta que nos quedamos dormidos.
Al otro día, cuando desperté, ya se había ido. Yo creo que se encontraba avergonzado y no quería verme la cara.
Llego en la noche y sin hablarme se metió a su habitación y se acostó dispuesto a dormir.
Yo espere lo suficiente. Luego me levanté y me dirigí a su habitación, sin hacer ruido, me le metí en la cama, el se encontraba desnudo así que le empecé a frotar el pene con delicadeza.
Al poco note que ya se le estaba parando, así que le acaricie los huevos y le seguí frotando, cuando ya sentí que la tenia bien parada y dura, me le metí entre las piernas y le di una tremenda chupada de verga hasta que se vino en mi boca. Me levanté y me dirigí hacia mi habitación saboreándome la leche que me había echado.
A partir de ese momento, me empezó a hacer suya todos los días.
Muy rica experiencia.