Mi papá me ofrece a mi primo
Ya que les gustó como me la pasé con mi papá, decidí relatarles una de esos encuentros, pero este fue curioso pro varios motivos, y está vez incluía a otro miembro de la familia .
Cabe mencionar que después de aquella vez, cada que podía le sacaba la leche.
Pero cuando empecé la universidad, tenía 18 años, la escuela comenzó a ocuparme más tiempo, por lo que nuestros encuentros disminuyeron.
Un día normal de escuela duraba de las 3 de la tarde, hasta las 8 de la noche.
Un día como cualquiera me disponía a ir a la escuela, pero al final del primer módulo hubo un apagón en la universidad, por lo que nos retiraron antes. Yo ese día estaba súper caliente, que en seguida quería llegar a casa y sorprender a mi papá arrodillandome para comerme su verga.
El transcurso a casa se me hizo eterna, y con una tremenda erección deseando que fuera más rápido.
Al llegar a casa, para mi sorpresa, estaba cerrada con candado. No le tomé importancia, pues estaba mi papá para abrir. Después de llamarle y que no saliera, no me quedó de otra más que brincar al techo para entrar por la parte de atrás.
Antes de entrar noté que la luz de adentro estaba encendida y había música, pero no escuchaba más ruidos, creí que se había dormido y por eso no oyó cuando llegué pero al entrar, el sorprendido fui yo.
Ahí estaba mi papá completamente desnud, sentado en un sofá, gimiendo y disfrutando de la garganta de otro muchacho.
Al percatarse que había llegado se asustó un poco, pero después de ver que era yo, solo me lanzó una mirada de machote, lo cual siempre me prende.
El otro muchacho se asustó al momento que yo entré,y al voltear me doy cuenta que aquel muchacho que estaba comiéndose la verga de mi papá era mi primo
Su nombre es Jesús, en ese momento tenía 25 años, y si bien ya habíamos tenido algunas interacciones, nunca nada como aquello.
Empezó a tratar de explicar lo que estaba pasando, pero yo con el shock solo pude encerrarme en el baño. No estaba celoso, ni enojado, sino más bien excitado. Y después de que mi primo comenzó a golpear la puerta preguntando si estaba bien, decidí salir con mi boxer nada más, dónde el prominente bulto encerraba mi verga caliente.
El no sabía cómo reaccionar, no sabía que decir o hacer, entonces tome su mano para llevarla directo en mi pene, y al comenzar a sentirlo, solo pude ver como ya deseaba sacarla de ahí para metersela a la boca.
Fue entonces que le dije “no hay nada que explicar, primo. La familia está para las buenas y las malas”. Y con eso regresamos al cuarto, dónde mi papá esperaba en el mismo sofá y con las piernas abiertas, dejando ver su verga morena y gorda en todo su esplendor.
“Ya se habían tardado, creí que ya no querían” dijo mi papá, a lo que respondí “sabes que yo siempre quiero, papi” y me arrodillé para complacer a mi progenitor. Mi papá comenzó a gemir con la mamada que le proporcionaba. “Que rico, hijo. Siempre sabes cómo consentir a tu papi” mientras me tomaba la cabeza para cogerme la garganta a su gusto. Yo me limitaba a comerme tremendo trozo. Mi primo observaba sorprendido y un poco temeroso, así que lo llamé y le dije “si quieres te invito” y se arrodilló a lado de mi, cuando le planté un beso y mientras dirigía nuestros labios a la vergota de mi papá.
La adrenalina y el morbo que me causa de solo acordarme. Hasta se me pone dura de inmediato.
“Que rico, mis niños, disfrutenla, comansela toda. Así, que rico, compartan” genial mientras mi primo y yo se la chupabamos.
Así estuvimos disfrutando de aquel pollón, hasta que mi papá me dijo “quiero que veas algo, pero primero tienes que comerle el culo a tu primo, y él al oírlo, en seguida se sacó la ropa que le quedaba y se puso en 4, dejándome ese culo a mi merced.
A pesar de ser más grande que yo, era mucho más bajo, como 1.60, delgado y con un culo paradito y blanquito. Ya antes habías tenido chats calientes y mandado fotos, pero el tenerlo en ese momento me dejó con la verga tan dura que solo buscaba dónde reventar.
Empecé con la lengua, al rededor de ese agujerito rosado, apenas di la primera lamida, empezó a gemir y pedir más. Mi lengua iba haciéndole masajes, alternando primero en círculos y después presionando. Miraba como empezaba a dilatarse mientras mi papá le decía que le dejé la verga bien mojada, y supe lo que vería.
Mientras más lo trataban como puta, más verga pedía. Y después de comerle el culo hasta dilatarlo, solo le dijo “ven, sobrino, juguemos como la primera vez a tus 15”. Esas palabras me dieron morbo de pensar que desde ese entonces tenían encuentros sin yo saber.
Nunca olvidaré nunca esa imagen. Mi papá con esa verga morena y gorda, de unos 16 cm, sentado a full erecto, y mi primo montándose, y ensartandose solito. Primero empezaba por la cabeza, le costó un poco porque la cabeza del pene de mi padre es más grande que el tronco, y por más que le estaba costando, estaba decidido a ser penetrado por mi papá.
Yo solo miraba el rostro de los dos extasiados por lo que hacían, entonces decidí acercar mi pene a la boca de mi papá. No lo pensó dos veces cuando ya sentí su lengua moviendose en mi verga. Ya sabía que mi primo era gay, pero no que era una puta, pues ya andaba con toda la verga dentro de él mientras subía y bajaba al mismo tiempo que se tragaba toda mi verga sin parar un segundo.
Mí papá comenzó a embestirlo de una manera bestial, empezaba a acelerar el mete y saca hasta que solo dijo “ahí te va tu premio, putita” seguido de un estallido de semen dentro de mi primo con los frutos de placer de fondo. Se la iba sacando y mi primo estaba con una sonrisa coqueta de haber complacido a un macho.
Mi papá me volteo a ver y me dijo “ya te lo dejé abierto y lubricado, enseñale a tu primo que también te eduque para ser un macho” y mi primo encantado solo puso su culo para que lo usara.
Ahí lo tenía frente a mí verga, estaba de un tono rojizo por la fricción del acto, y estaba húmedo, mientras que su ano estaba súper abierto a diferencia de antes, pero cuando ví que la leche de mi papá le escurría de ahí, no dude en metersela de un solo empujón, mi primo solo gimió muy fuerte y solo ocasionó que empezara a cogermelo más fuerte, y siempre veía como la disfruta la perrita.
“Uf, primo, de haber sabido que eras toda una puta, con gusto te daba verga” y mi primo me respondió “no importa, ahora soy tu puta las veces que quieras, hazme tu depósito de leche” y cada penetración se podía sentir la leche de mi papá escurriendo, eso me prendió al full,y no pude más, le dije “pues toma tu leche, primo” y sentí como salía cada chorro inundando su culo, y al sacarle el pene, pude ver como se le escurría toda la leche batida. El volvió a tener esa mirada picara, como niño que hace una travesuras y dijo “que rico es tener la leche de mi tío y mi primo, favoritos, espero que se repita pronto” terminando la frase me percaté que el había eyaculado sin siquiera tocarse.
Nos quedamos un rato más hasta que nuestras vergas recargaron y le volvimos a dar leche.
Si bien tuvimos algunos encuentros más, el mejor fue cuando dijo que quería que le llevemos más amigos. La horchata que se llevó en el culo era impresionante pero será otra historia.
Siempre que me acuerdo de esta historia, la verga me vuelve a quedar durísima. Así que me la voy a jalar hasta tirar toda mi leche.
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