Mi papa me viste de niña y me entrega a sus amigos
Desde chico me veía muy lindo asi que se les ocurrió vestirme de niña y así empezo todo.
En aquella época, mi papa acostumbraba reunirse con sus amigos los sábados para irse a tomar a alguna cantina donde había putas. Pero en tiempos de pandemia, tuvieron que reunirse ahora en casa. Yo les llevaba botanitas y cerveza y cosas así.
A veces alcanzaba a escuchar a los señores decirle que yo ya estaba muy guapa y sexi a pesar de mi corta edad. El les decía que yo era niño no niña, pero ellos les replicaban pues que aun asi yo me veía muy sexi. Tenía yo una melenita corta con un flequito y sí que parecía una nenita.
Mi papa se esponjaba como pavorreal y les afirmaba que sí, que en verdad parecía yo una nenita muy linda y cachonda. Ellos afirmaban y decían que me veía muy guapa y cosas así.
Así eran los comentarios entre mi papa y sus amigos, llego el momento en que ya estaban algo tomados y mi papa les mostro fotos mías que me había tomado con su cel cuando yo dormía.
Yo eso no lo sabía, pero el muy cabrán, aprovechaba que dormía y me desnudaba y me tomaba fotos, y, la verdad, me veía bien linda encueradita.
Los señores se empezaron a calentar y se manoseaban la verga mirando mis fotos y diciendo una serie de barbaridades acerca de mí. Si, está bien lindo tu hijo, deberías vestirla de nenita y así que nos traiga las botanas. Todos soltaron las carcajadas y respondían que sí, que era muy buena idea.
Así que, a partir de entonces, mi papa me vestía con ropita de niña que fue a comprar quien sabe dónde. Me ponía una blusita, una faldita muy corta y una tanguita que se me miraban las nalguitas.
Así les atendía a esos viejos borrachos. Claro está que, apenas me acercaba a ellos, me acariciaban las piernas y las nalgas diciendo, oye, pero que linda se ve la putita esta y se echaban las carcajadas y cosas así.
Después, agarraron la costumbre de sentarme en sus piernas y ponerme el bulto entre las nalgas y hacían que me moviera para frotarse y así entre todos se turnaban.
Mi papa, en lugar de molestarse, se mostraba orgulloso de mi y en una ocasión, ya en su peda, les mostro algunas fotos donde yo dormido, él me tomaba fotos donde se veía que me ponía su verga bien parada en la boca.
Eso fue un tremendo detonante, los viejos ya no se aguantaron, se sacaron la verga y le decían a mi papa que me llamara y se las chupara. Mi papa también ya estaba bien caliente también y le valió madre y me llamo.
Al entrar a la sala donde estaban ellos, cual sería mi sorpresa al ver que todos los viejos ya la traían de fuera y se la manoseaban.
Ven hija, me decía mi papa, a mis amigos y a mí nos gustaría que vinieras a jugar con nosotros. Yo, inocente, sin saber a qué se referían, me acerque y ellos me la dieron a acariciar.
Ya la tenían bien dura y parada y, la verdad, yo sentía muy rico lo caliente de esos enormes pedazos de carne bien calientes y palpitando en mis manos. Esa sensación en verdad me gusto, me gustó mucho, se sentía bien rico, así que se las estuve acariciando a mi gusto un buen rato.
Al rato, uno de ellos me la acerco a la boca pidiéndome que se la chupara, yo no entendía bien a que se refería, entonces mi papa, me hizo abrir la boca y prácticamente el me metió la enorme verga de ese viejo en la boca y me dijo que la chupara con cuidado para no morderla.
Yo se la empecé a chupar notando como ese pervertido se estremecía y se retorcía de placer, yo me sentí muy contenta al ver que al hombre ese le gustaba como se lo hacía, así que, orgullosa de mi labor, le eché más ganas para darle gusto.
Luego, mi papa y los otros viejos me pidieron que se lo hiciera a ellos también, al ver como el primero disfrutaba de lo lindo. Así que, se las estuve chupando bien rico a los pervertidos.
Si sentirla en mis manos fue delicioso, sentirlas dentro de mi boca, fue maravilloso ufff. Así que me prendí a ellas como becerrita y les di una buena chupada de verga a todos ellos, hasta que se vinieron dentro de mi boca llenándomela toda de su leche caliente y tirándome algunos chorros en la cara y en las tetitas.
Todos quedaron asombrados y más que satisfechos de la magnífica labor que yo había hecho con ellos y quedaron que de ese día en adelante, se las tendría que chupar a todos.
Así pasaron muchos días en que mi papa los llevaba a casa y entre todos me la daban a chupar y a mí como que me empezó a gustar y ya me la tragaba todita. Para los que no lo sepan, por lo menos a mí, me encanta tragarme la leche de los viejos. Fue ahí que empecé a agarrarle el gusto a los señores mayores, es decir a su verga.
Al paso del tiempo, ya me quitaban la blusita y me manoseaban las tetitas, a veces me las chupaban también entre todos y finalmente me tiraban la leche, tantito en la boca y tantito en las tetitas, no sé por qué, pero eso les calentaba y les encantaba a los viejos pervertidos.
Tiempo después, ya me encueraban toditita y en lo que le mamaba la verga a uno, los otros me agarraban las nalgas y me lamian el culo y luego cambiaban posiciones. A mí ya de plano me empezaba a gustar el jueguito ese. Sentir su lengua rasposa en mi hoyito, hacían que me retorciera de placer y se las chupaba con más gusto.
Como que ya los viejos esos ya me estaban pervirtiendo. Yo sentía como que me estaba volviendo adicto a esos juegos y, la verdad, me encantaba. Esperaba ansioso los fines de semana en que los amigos de papa nos iban a visitar.
Meses después de la primera vez, ya se la había chupado a un montón de señores, ya que los viejos amigos de mi papa habían corrido la voz de lo putita y dispuesta que yo era, además de lo rico que lo hacía.
En una ocasión, mi papa me dijo que sus amigos ya querían coger conmigo. Así que él me dijo que él quería ser el primero, antes de entregarme a sus amigos. Así que me estuvo preparando y capacitando hasta que, un buen día, finalmente logro por fin meterme todita su enorme verga.
Para mi sorpresa, esa primera vez, mi penecito se puso de lo más caliente y parado y me puse una venida tremenda, eran mis primeros orgasmos y la verdad los disfrute como loca. Mi papa me cogía súper rico y me calentaba lo máximo. Cuando el considero que yo ya estaba listo, me entrego a sus amigos para que ellos también me disfrutaran.
Llego el momento que ya me habían metido la verga la mayoría de sus viejos amigos y yo, inesperadamente y, para mi sorpresa, aquello me gustaba demasiado. En ese entonces nunca había cogido con ningún chico, puros viejos pervertidos, para mi fortuna, la mayoría tenían unos buenos vergones y me hacían disfrutar de lo más rico, no sé cómo, pero esos viejos lograban hacerme venir tremendo, y eso, a mí me encantaba.
Aparte de encantarme como me cogían esos viejos, claramente me di cuenta de que ya me había vuelto adicto a la verga. Así que, cuando entre a Prepa, me dejaba coger por todos mis maestros, cosa que tanto a mi como a ellos nos encantaba, a mí, demasiado.
Muy buena historia, pero le falta más detalle. Seguro sería mucho más caliente
Si todo fuese verdad en esta historia, haber sido preparado para ser putita de todos es una fantasía que pudiera ser realidad. Me calentó mucho este relato y me sentí dentro de esa criatura que follaba a lo grande.