Mi papá Santiago
Santiago se queda sin esposa pero ya tiene un excelente remplazo: su pequeño hijo….
Todo empezó cuando yo tenía 7 años. Mi papá tenía 32 él mide 1.75 de estatura, es de piel trigueña y cabello rubio, ojos dominantes, cejas tupidas y pestañas rizadas, con hermosas pecas doradas, cuerpo musculoso pero lo que más llamaba mi atención era ese bulto generoso que dibujaba muy bien la forma de su verga en la entrepierna del pantalón. No sé debido a qué me daba cuenta de esa cualidad pero me exitaba ver el exagerado bulto en el pantalón, pants o bermuda de mi padre, al grado que mi anito daba pujos como queriendo tragarse eso que guardaba el pantalón de mi padre. Era tanta mi fijación en ese atributo que no me daba cuenta lo evidente de mis miradas hasta que un día me encontré con la mirada inquisitiva de mi papá. Sin embargo no me dijo nada. De algún modo yo sabía que eso que yo hacía no era correcto sin embargo mi padre se estaba convirtiendo en el objeto de mis deseos. Es tan guapo, tan varonil y tan sexy que su sola presencia hacia que mi penecito se erectara y mi culito de pusiera caliente y palpitante.
Cierto día mi padre regresaba de un viaje de trabajo y al entrar en casa enfundado en un pants gris la forma de su verga era en exceso evidente. Presa de la euforia y la calentura que provocaba el regreso y la presencia de mi padre me lancé sin pensar al encuentro de mi deseo. Fue maravilloso sentir el cálido, largo y gordo falo en mi carita así como sus gordos y firmes huevos, aspirar su delicioso aroma. Hundí mi carita en su entrepierna y talle por toda mi cara su delicioso paquete llegando incluso a besarlo. La verga de mi padre dió un respingo y empezó a crecer desmesuradamente. Mi papá me saco de mi éxtasis al separarme bruscamente de él y decirme que qué es lo que me pasaba, que acaso estaba loco. Me sentí tan mal y tan herido que con mis ojitos chorreando lágrimas corrí a mi habitación y me encerré ahí. Mi papá no vino a buscarme, mi mamá (que para entonces estaba muy enferma) me llamó para que fuera a cenar. Mi hermoso padre me miraba con desprecio pero no dijo nada.
Días después mi mamá murió y yo estaba muy triste, mucho más porque mi padre seguía distante conmigo pero cierto día a la noche, antes de irnos a dormir Papá me tomó entre sus brazos, me abrazó con fuerza y me sentó en su entrepierna. No dijo nada sólo acomodo su paquete enmedio de mis nalguitas. Así me tuvo unos minutos y ya mi tristeza se había esfumado. Su verga creció entre mis glúteos, estaba caliente y palpitante. Sentí la barba incipiente de mi padre y su aliento me acarició la orejita.
-Así está a gusto mi putito? Te gusta sentir mi verga en medio de tus nalguitas de puta?-
Con esas palabras mi corazón empezó a latir a mil y mi anito daba pujos, quería tragarse la verga de mi padre. No pude responder sólo moví mi cabecita asintiendo.
–estas seguro de que eso es lo que quieres? Quieres complacer a mi verga? ( Yo asentí una y otra vez) no tienes idea de lo que te vas a tragar por el culo y el hocico, tu madre apenas podía complacerme. Si dices que sí ya no podrás echarte para atrás aunque chilles!!- pero eso era lo que yo más deseaba, deseaba tocar y ver al fin la verga de mi padre.
-Sí siiii papii!! Quiero complacerte!! (aunque no comprendía del todo el significado de la palabra) aa aunque chillé!!-
Entonces mi Padre me levantó, me colocó entre sus piernas y deslizando hacia sus pies el pants que tenía puesto dejo al descubierto una verga enorme, hermosa, ligeramente más oscura que el resto de su piel. Su glande perfectamente delineado, con el prepucio descorrido, sus venas gruesas y la base más ancha y gorda, en verdad era una obra de arte esa poderosa herramienta de mi Padre.
-Dale puto, primero chupala como si fuera una paleta y luego intenta tragarleta, seguro que no pasarás de la cabeza pero intenta!!-
Yo estaba extasiado con el aroma del esperma de Santiago, era embriagador, claro que haría todo lo posible por tragarme aquella verga. Empecé dándole besitos a todo lo largo y ancho para luego darle lamidas a sus enormes y rasurados huevos. Mi Papá gemía mientras me acariciaba la cabeza. Abrí todo lo que pude mi boquita y mi garganta y tragué todo lo que pude del chilote de mi Padre. Para mi sorpresa había devorado casi la mitad de ese hermoso tolete.
-Uuhhmm, así chingá, mmmm así puto, tragatela!! Mmmmm!!- y yo con más ahínco me atascaba con su vergota. – Yo quería un hijo macho rompeculos como yo. Cuando te descubrí mirándome la verga en el pantalón fue muy grande mi decepción pero ya pensándolo bien no iba a desaprovechar la oportunidad de usarte putito!!- decía Santiago mientras me obligaba a tragarme toda su vergota por la boquita. -Uuhhmm siiiiii, así!! Tragatela toda puto!! Tanto que la miraste y la oliste. Ahora será toda para ti. Esooo, traaagaalaaa toodaaa!!- y así lo hice. Me ahogaba, lloraba, daba arcadas, se me salían los mocos de la naricita pero me tragué toda esa vergota mientras mi Papá me acariciaba el anito sobre mi pijama. -No mames, eres bien puto, te la tragaste toda!! Hora vamos a ver si también te la tragas toda por el culo!!-
Estaba más que feliz, al fin iba a tener en mi culito lo que tanto soñaba tener. Mi Papá Santiago me cargó, me puso a cuatro patas sobre el sofá y me bajo a la altura de las piernitas el pijama. Lo siguiente que sentí me hizo gemir de placer. Mi Padre me lamía y chupaba mi anito
-mmmm que rico culito tienes bebé!! Mmmm, glup, glup!! Está tan hermoso, tan chiquito!! Pero mi vergota lo va a dejar bien abierto. Mmmm, bebé!! Recuerda que prometiste que te ibas a aguantar si te dolía ok!!-
Pero no me dio tiempo responder, un dolor tan agudo como el de un cuchillo clavándome me hizo gritar. Como pude me safe del dominio de mi Papá Santiago y me arrastré de cola por el suelo, llorando, tratando de que se me pasara el dolor. Papá me alcanzó, me obligó a ponerme a cuatro patas en el suelo
-te dije que ibas a chillar pero me estuviste calentando y ya ves, no te la aguantas pendejo puto!! Ahora aunque aulles te la vas a tener que tragar por el culo también!!- y así empinado me la clavó sin pausa.
Yo gritaba, pataleaba y aullaba como dijo mi Padre pero no pude hacer nada. Cuando sentí sus huevotes pegados a mi Pirineo también sentí cómo sus dedos acariciaban mis pezoncitos (eso me encantaba, me relajó un poquito) y mi Padre me decía al oído -esto querías no, puto? Querías que te hiciera mi puta? Mmmm!! Pues quiero que sepas que me haces muy feliz, desde hace tiempo que quería hacerte mío, (cambié los gritos por gemidos ya empezaba a disfrutar y a dejar de llorar. Mi sueño se había realizado) eres un niño muy hermoso, tus nalgas de puta me exitaban un chingo cabrón. Y mírate ahora, bien empalado por mi verga, ah para culo tragón que tienes!! Mmmm aaahhsiiiii puuutaa!!- y Santiago me daba duro, sacaba hasta la mitad de su chilote para luego enterrarmelo haciendo palanca entre mis nalguitas.
-aaaaayyy, paaapiii!! Siiiiii, aaaaay, aaagghh duueelee paaapiii!!-
Pero mi Padre seguía limándome el culo, jaló mi carita hacia la suya y me besó, enterrandome en la garganta su lengua. Luego me separaba y me escupía a la boca para que me tragara sus escupidas.
-que puta eres!! Mmmmm ahora eres mi puta pinche niño maricón!! Toma la verga puto!! Atascate de verga!! Aaagghh!!-
Todo lo que podía hacer era disfrutar y parar más mis nalgas para que Santiago me enterrara todo su enorme pollón. Así ensartado como estaba mi Padre me cargó y me llevó a la cama en la que dormía con mi madre, se acostó en la cama y ahora miraba su hermoso rostro crispado por el placer, recibía sus besos, sentía su cuerpo musculoso y peludo, apoyaba mi carita en su pecho
-Aca quería tenerte, hacerte mi mujer!! (Apenas podía creer que mi Padre tan macho como era iba a esperar eso de mí pero sí, que felicidad!!) Ahora ya nadie podrá impedir que te use como quiera y se me de la gana. Te amo bebé!! Te amo, amo tu culo!! Vas a hacer todo lo que yo te pida? Vas a ser ni niño complaciente y puto? Hummm!!- lancé un gemido muy fuerte pues con su última frase me enterró con fuerza su reatota.
-aaaaayyy, siiiiii paaapiiiii, siiiiii!!!-
Santiago me besó con pasión al tiempo que aceleraba sus embestidas
– quieres que te llene de leche el culo? Quieres sentir como te aviento mis mecos? Quieres que te preñe putoooo??-
mis gemidos tan constantes debido a la manera en que me penetraba me impedían responder pero lo besé lo besé con toda la pasión, devoción y amor de que era capaz
– venga putoooo, ahí tienes la leche, mmmmm, aaagghh, piiincheee puutooooo!!- y fue entonces que sentí toda esa leche caliente bañando mis intestinos para luego salir a borbotones de mi desvirgado agujero. Mi Padre me besó y me abrazó después nos quedamos dormidos, fue el momento más pleno de mi breve vida.
La historia no es mía, me la mandó un buen amigo y me pidió publicarla, al igual que las siguientes 4 partes, que iré subiendo en la semana junto con la continuación del relato de Juliancita, esperenlos…
Que rico! El que busca encuentra…
Delicioso, nada mas rico que te coja tu padre
Caliente y morboso incesto👍 vamos por mas
Que delicioso relato, súper morboso