Mi papá se cogió a su mamá… Él me folló a mí
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Les recuerdo mi descripción física: Soy un hombre varonil, aunque pequeño de estatura, con tez morena clara, ojos grandes y marrones y cabello rizado de color negro.
Yo, aunque nunca me he sentido atraído por ninguna, siempre he tenido mucha suerte con las mujeres, creo que es algo que heredé de mi padre.
Mi papá siempre ha sido un mujeriego empedernido, por lo regular sus "deslices" eran muy discretos, hasta que se involucró con "La Lupe", una prostituta sin mucha clase, que tiempo después mi papá me confesó que la ilusionó diciéndole que dejaría a mi mamá por ella, solo porque "La Lupe" le daba las mejores mamadas de verga (según él).
Resulta que un día, mi mamá salió junto con mi papá de la ciudad a cuidar a mi abuela que se había puesto un poco grave, yo estaba solo en casa cuando unos golpes muy fuertes en el portón de la casa me sorprendieron, seguido de insultos y mentadas de madre, era la voz de una mujer.
Tuve que salir y me encontré a una señora ya de 40 años, con panza "chelera" y aspecto muy naco.
Estaba aferrada a pasar a mi casa, yo no se lo permití, amenazándola con llamar a la policia se retiró.
Al poco rato, volvieron a llamar a la puerta, esta vez de una manera más cortés.
Al abrirla, me topé con un hombre como de 25 años, muy alto (alrededor de 1,90m), muy moreno, delgado, pero con unos brazos musculosos.
Vestía una camisa blanca sin mangas y unos jeans bastante desgastados.
Lo primero que pude notar era ese olor a -lo que aquí en esta zona de México- se conoce como "CHEMO" (Resistol 5000).
D: ¿Sí?
N: ¿Dónde está mi jefa? Me dijo que venía para acá.
D: Creo que te equivocaste, amigo.
N: Nel, me dijo que vendría a casa del puto que la engañó.
D: ¡Ah! Así que tu mamá es la vieja esa loca que me vino a gritonear.
N: ¿Qué hijo de tu puta madre?
D: Es que no mames, ¿por qué hace esos numerazos?
N: ¿Y tú quién verga eres, pinche chamaco enano?
D: Yo soy el hijo de Pedro.
N: Pues dile a tu jefe que ya se lo cargó la verga en cuanto lo vea.
La verdad eso me asustó mucho, pues Nikko (que hasta ese momento yo no sabía que así se llamaba) se veía como el clase de chacal delincuente, ese aspecto me excitó mucho y por esto, aunado a lo que había dicho, decidí tratar de calmarlo.
Estaba solo en casa, sabía que si hacía que él entrara, me iba a exponer demasiado, pero estaba ya muy excitado y decidí hacerlo.
D: Hey.
¡tranquilo! Creo que esos son problemas de ellos, ¿no? No nos deberíamos meter.
(Estirando la mano) Mucho gusto, soy David, David Hernandez.
N: Yo soy Nicolas, pero todos me dicen Nikko.
D: Bien Nikko, estoy solo en casa y está comenzando a llover, ¿no quieres entrar en lo que pasa la tormenta?
N: ¿Estás solo?
D: Sí.
Entra.
Mi corazón latía al mil por hora, pues era la primera vez que metía a un desconocido a mi casa, pero es que aunque Nikko no era nada guapo, era bastante sexy.
N: Tu casa está bien chingona.
D: Gracias.
Oye, ni llueve bien y nada más alborota el calor.
¿Quieres una cerveza?
N: Simón carnal.
No mames atiendes bien chingón.
¿Te molesta si me doy unos toques? -mientras sacaba la marihuana- ¿quieres, wee?
D: No, no me molesta y sí, antes fumaba, pero en mi trabajo aplican antidopping seguido.
Gracias.
Oye, sí hace un chingo de calor, me voy a quitar la camisa.
N: Simón wee, esta es tu casa, además estamos entre machines.
Nada más que si fumo esta puta madre, me pongo caliente jajajaja.
¿No tendrás unas amiguitas por ahí que nos vengan a hacer compañía, wee?
D: Nel, ahí si te fallo.
N: ¡No mames! ¿Y eso? Todos necesitamos al menos a una putita que siempre esté ahí para ordeñarnos, wee.
Como él ya estaba fumando y yo lo que deseaba era su verga en mi culo, me aventé con la verdad.
D: ¡Es que la verdad SOY GAY!
N: No mames, si ni pareces puto, pero no hay pedo.
D: Gracias carnal.
Y sí, concuerdo contigo, TODOS deberían tener un culito, una putita.
Y si ya no la hay, pues aunque sea un putito.
Bien dice el viejo y conocido refrán: "Siendo ollo, aunque sea de pollo"
N: Nel, nel, nel.
A mí me encantan las viejas, yo a los putos como tú, los respeto pero no me los cojo.
D: No, yo lo sé, te entiendo.
A mi jefe también le encantan las viejas y como buen macho tiene a su putita que, en este caso, es tu jefa.
N: No vuelvas a insultar a mi jefa o te parto tu puta madre.
D: (Ya comenzando a hablar y a actuar más femenino) ¿Insultar? Pero quien está insultándola.
Tu mamá es una mujer de la calle.
¿Sabes? Mi papá se la ha de haber cogido un montón de veces.
En ese momento Nikko estaba muy enojado y se me lanzó a los golpes.
Yo solo lo esquivé, él quedó tendido en el sillón más grande.
Yo aproveché para tomarlo por la verga y decirle con mi voz de perrita sedienta de semen: "Mira, mi papá hizo a tu mamá su puta, ¿por qué tú no haces a su hijo la tuya?
N: No, no mames, yo no le hago a eso.
A ti lo que te hace falta es una buena vergiza.
D: No, lo que me hace falta es tu verga.
(Le comencé a desabotonar el pantalón) Aaaaaay por Dioooos.
Está bien grandota.
Pude tocar un falo grueso y largo, carnoso que comenzaba a erectarse.
D: ¡Aaaaanda! ¿Qué mejor venganza que tú conviertas al único hijo del amante de tu mamá en tu puta? Me tienes suplicando por verga, así como la zorra de tu madre le ha de suplicar a mi papá.
En cuanto le dije esto, es como si hubiera activado algo en él.
Me bajó de la forma más patán posible hacia su vergota.
N: ¡Maldita perra! Chúpala, chúpala, te ordeno que la chupes.
Sus deseos fueron órdenes para mí, le olía horrible, a semen rezagado, pero no me importó.
Esa verga como de 18cm, morena, intensamente morena, con unos huevos duros y peludos valía la pena.
Comencé a chuparla como una perra desesperada.
D: Aaaaaay qué rico pitote.
N: Te dije que te hacía falta una buena vergiza.
En cuanto terminó de decir eso, con su enorme pene erecto me comenzó a golpear el rostro.
N: Así se tratan perras como tú.
D: Aaaaaaay así como mi papá se folla a la perra de tu mamá.
N: ¿Sabes qué? Ya me hartaste maldita puta.
Ahora sí te voy a desmadrar todo el culo.
Con su fuerza de hombre, me jaloneó y me obligó a ponerme en cuatro.
Yo me sentía en la gloria aún sin su vergota adentro de mi culito.
Pues me estaba tratando como una vil puta y él estaba actuando como un HERMOSO MACHO.
N: ¡Ahora sí vas a saber lo que es bueno!
Tuve que fingir un poco, como si no me estuviera encantando todo lo que estaba pasando.
-No, no, no, no por favor.
–
Y de repente, sentí toda su verga adentro, así sin más, sin previo aviso.
Fue un ardor brutal, como si me quemara las entrañas, me la había metido sin nada de lubricación.
N: ¡Aaaaaaaaaay putita! Qué delicioso culito tienes, está bien apretadito.
Yo solo atinaba a gemir, aunque una lágrima rodaba en mi mejilla.
N: Pa su puta madre.
Este si es un buen culo, eres toda una puta.
D: Más puta tu madre.
N: ¿Qué dijiste? Con mi mamá nadie se mete.
D: (Gimiendo) ¿Con nadie? Con todos.
Todos se meten con ella porque es una puta.
N: Y tú vas a ser más puta aún.
-Él me tomó por los cabellos, me comenzó a morder la espalda de una manera que hasta lastimaba, pero sobre todo comenzó a bombearme más el culo, de una forma brutal, casi siniestra-
D: ¡Aaaaaaaay! ¡Aaaaaaaay! Qué rico coges.
N: ¿Qué eres, eh? Contéstame.
D: ¡Una puta!
N: Aaaaah.
Una puta.
¿Y quién es tu macho?
D: ¡Tú!
N: ¿De quién es este culo?
D: ¡Tuyo!
N: ¿Eres más puta que mi mamá?
D: Sí, sí, sí mi amor.
Mucho más puta.
N: Aaaaaaaay.
Me vengo.
Me vengo.
Maldita puta desgraciada.
Y así fue como sentí esa verga gruesa explotar adentro de mi culo, mientras mi macho gemía de placer, y me golpeaba el trasero con sus manotas grandes y fuertes.
Sacó su verga de repente, en la cabeza de su verga había heces y sangre.
Se acercó hacia mi cara y me dijo: "Una puta siempre deja limpia la verga que le metieron".
Me obligó a limpiarsela con mi boca.
D: Aaaaaaay me duele, me duele un chingo.
N: Esto es para que nunca ofendas a mi jefa.
Ya te hice mi pinche puta.
Y la neta sí me gustó tu culito, me voy a dar mis vueltas más seguido.
Dijo esto, mientras salía de la casa robándose el Blue Ray que había en la sala.
Dejándome ahí, tirada en la sala de mi casa, toda adolorida y sangrando del culo: Ya me había hecho SU PUTA, ya había vengado a su madre.
Su madre fue la puta de mi papá.
Yo fui la puta de él, de Nikko, del hijo de la puta de mi papá.
De esto ya ha pasado tiempo, no he vuelto a saber de él, alguna vez escuché mencionar a mi papá decir que habían asesinado a "La Lupe" y que sus hijos se habían ido a Sinaloa, de donde ella era originaria.
Espero les haya gustado mi relato.
Comenten para que después les cuente más anécdotas sexuales.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!