MI PAPÁ Y MIS TÍOS: EL ALCOHÓLICO Y EL IMPOTENTE
Cada vez que mi tío, el hermano de papá, se emborrachaba mi tía lo echaba de su casa y terminaba durmiendo en mi cama, yo un adolescente que lo único que deseaba era tener un macho dentro.
Mi papá tiene dos hermanos, uno mayor sobre los 60 años Carlo, vive sólo cerca de mi casa y es muy cariñoso conmigo y el otro hermano Bastián es menor que papá tiene alrededor de 30 años. Mi tío Bastián desde hace un tiempo que no controla el trago, no toma todos los días, pero cuando lo hace es demasiado, mi tía no soporta que mi tío se emborrache así es que cada vez que lo hace lo echa de casa y el pobre tío Bastián llega a nuestra casa. Al comienzo papá lo hacía dormir en un sillón en el living, pero era bastante denigrante para mi tío Bastián, un día mamá y papá hablaron conmigo para que mi tío durmiera conmigo, en un comienzo no me gustó la idea, pero éramos sólo mi hermana Erica y yo, así que terminé cediendo, sólo esperaba que nunca se diera la posibilidad de que tío Bastián se emborrachara de nuevo. Me equivoqué porque un fin de semana fue a casa y con papá y mi otro tío Carlo compraron cervezas y vino y pusieron música, mamá se fue a dormir y Erica se fue a casa de una compañera de colegio. Me encerré en mi dormitorio hasta que entró papá con mi tío que casi no se podía mantener en pie, le quitó la ropa y lo metió a la cama. Yo estoy en esa etapa de la adolescencia en que lo único que pienso es sexo, lo único que quiero es tener sexo, antes pensaba mucho en mujeres incluso en mi hermana, pero desde hace un tiempo a esta parte pienso mucho en cómo sería tener una relación sexual con un hombre. Mi tío estaba ahí al lado mío, sin camisa peludo con las piernas gruesas pues había hecho mucho deporte en su vida, no era feo aunque olía a vino. Esa primera noche no pasó nada, lo único que hice fue levantarme a medianoche a masturbarme al baño.
Pasó un tiempo y mi tío Carlo y yo fuimos a hacer deporte como siempre, luego nos fuimos a casa, ahí estaba papá y mi tío Bastián nuevamente comenzaron a beber, mi tío Carlo me ofreció vino, a mi papá pareció no molestarle, tomé un vaso y mi tío Carlo me abrazó y me hizo sentarme en sus rodillas, yo andaba en pantalón corto, mi tío me hacía cosquillas y ponía sus manos en mis piernas, me pellizcaba, nos reíamos todos. Luego me fui a mi dormitorio, al rato llegó mi tío Bastián medio borracho, lo ayudé a desvestirse y lo metí en la cama, luego entró mi tío Carlo para despedirse porque se marchaba a su casa, me abrazó y como siempre me besó en las mejillas y luego me dio pequeños mordiscos en el cuello mientras sus manos volvían a tocar mis piernas, yo lo tenía abrazado y él me decía que me quería mucho, sentí como sus manos subían por mis piernas, su boca me besaba muy cerca de la boca, en eso entró papá y le dijo que había llegado el taxi, después de darme un largo beso en mis mejillas se fue. Yo quedé muy excitado, mi tío Carlo siempre era cariñoso conmigo, pero en esta ocasión lo sentí más que una muestra de cariño, apagué la luz, estaba caliente y mi tío Bastián dormía a mi lado sólo con un calzoncillo, lo sentí respirar, estaba profundamente dormido, le toqué disimuladamente un brazo no hubo respuesta alguna, luego mi mano fue a su pecho y nada, así comencé a acariciarlo cada vez más desfachatadamente, estaba muy caliente me saqué el pene y empecé a pasárselo por una pierna, mientras mis manos acariciaban su pecho peludo, sin pudor alguno acerqué mi boca a su pecho y le chupé las tetillas, me pajeaba restregando mi verga contra el muslo peludo de mi tío, así fue como me corrí abundantemente sobre su pierna.
Papá me preguntó si estaba muy molesto que mi tío Bastián se quedara a dormir en mi cama cada tanto, le dije que ya no me importaba, que me acostumbraba a la presencia de mi tío en mi cama. La verdad era que esperaba ansioso porque que se pusieran a tomar en casa. Así como en otra oportunidad en que se pusieron a beber mis dos tíos y papá, mi querido tío Carlo se puso cariñoso conmigo y yo no lo rechacé, nuevamente se fue a despedir de mi a mi habitación, mientras mi tío Bastián dormía a mi lado, el tío Carlo me tenía abrazado a él, sus manos recorrían mis piernas, su boca mordía mi cuello y luego me decía al oído que yo era un delicioso machito, que me quería mucho, sentí que su boca se pegaba a mis tetillas, ya no había duda alguna de que aquello no era una simple muestra de cariño, yo gemía y apretaba su cabeza contra mi pecho. Mi tío Carlo empezó a masturbarme, mis gemidos aumentaron, estaba sentado en la cama y mi tío Carlo con una mano masajeaba mis nalgas mientras con la otra me pajeaba, al costado nuestro mi otro tío dormía, estaba por correrme cuando entró papá, estoy seguro que se dio cuenta que supo lo que pasaba, pero no dijo nada. Mi tío se fue y me dejó caliente en demasía, así que al instante apagué la luz y comencé a acariciar a mi otro tío, fui más allá que la vez anteriormente, chupé los pezones, besé la boca con olor a vino, bajé hasta su verga y me la comí, apenas la metí en mi boca me corrí abundantemente.
Un día papá me llamó y me preguntó si pasaba algo raro entre mi tío Carlo y yo, lo negué diciendo que era cariño solamente, papá me dijo que si pasaba algo que tuviera mucho cuidado para que nadie supiera lo que pasaba, luego me dio un abrazo y me dijo que entendía el cariño entre hombres.
Después de la conversación con papá fui, por la tarde, a casa de mi tío Carlo, fui con short hacía calor. Mi tío estaba mirando tv, me senté a su lado y de inmediato él me abrazó besándome en la mejilla, sus manos de inmediato comenzaron a tocarme las piernas, sus dedos entraron por mi pantalón y comenzaron a jugar con mis nalgas buscando mi agujero, me sentí tan caliente, abrí mis piernas, mi tío sin dejar de besar mi cara y mordisquearme el cuello me bajó el pantalón, quedé sentado en sus piernas con camiseta y desnudo hacia abajo. Mi tío ensalivó sus dedos y mi agujero y trató de meterlos en mi agujero, en primera instancia me dolió, pero poco a poco me fui relajando hasta que un dedo primero y luego dos estuvieron dentro mío, fue delicioso sentir como mi tío Carlo me penetraba con sus dedos, con su otra mano me pajeaba. Sentí que no podía más y me corrí en su mano con sus dedos metidos profundamente en mi culo, estuvimos así durante un rato, luego él sacó sus dedos, me dijo que se quería quedar con mis calzoncillos así que regresé a casa sólo con el short puesto, papá estaba en la cocina me preguntó donde estaba y le dije que había ido donde el tío Carlo, él se sonrío pícaro y me preguntó si nos habíamos dado mucho cariño de hombres.
Esa noche yo mismo fui a comprar vino y cervezas, mi madre se había ido a un cumpleaños con mi hermana, yo acepté un trago y me acomodé sobre las piernas de mi tío Carlo, ahí delante de mi otro tío y mi papá el tío Carlo me metía mano, papá se daba cuenta y se reía, el tío Bastián tomaba y hacía bromas. Mi tío Carlo ya me tenía muy caliente, vi que papá se puso de pie y se acercó a nosotros, mi tío Carlo bajó el cierre de su pantalón, mis ojos se abrieron, no podía creer, nunca me había dado cuenta lo que mi papá tenía entre las piernas, su verga era hermosa, gruesa, dura, lubricada, sin dejar pasar un segundo la metí en mi boca, mi tío Bastián no dejó pasar lo que veía y también se unió a nosotros, pero no apuntó su pene a mi boca sino que alzó un poco mi cuerpo de modo que mi culo quedó justo a la altura de su verga, mi tío Carlo ya me tenía dilatado con sus dedos, así que fue fácil que entrara, lo sentí tan rico, gemí, mi tío Carlo me decía al oído, disfruta, gózalo todo como un machito… Mi tío Bastián me penetraba con fuerza, su verga estaba toda dentro mío, por su parte la verga de papá a penas me cabía en la boca, no di más y me corrí, pero ellos siguieron hasta que mi boca se inundó de leche de papá y mi culo de leche de mi tío. El tío Carlos nunca se corría, él decía que no se le paraba, pero que le bastaba con verme disfrutar, gozar con la verga de los machos.
Que ricooo me puso muy caliente
que bueno, lo más rico es hacerlo con hombres. Pronto escribiré otro relato, espero lo leas y te pajees mucho