Mi pasado antes de mis nenes dormidos
Este relato es más biográfico y más real, pero también adornado con fantasía. Felices pajas….
Como todas las cosas en la vida, todo tiene una primera vez. La mía, lo siento, no la recuerdo. Era un bebé, según mi padre. Debió ser un espectáculo sorprender a su padre, mi abuelo, desnudo, con un bebe en su regazo, montado a caballito mientras mi abuelo restregaba su polla por todo mi culo y mi espalda. Mi padre volvía de trabajar muy tarde, a las diez u once de la noche, y nos dejaba a mi hermano y a mi con el abuelo en casa.
Por lo visto esa tarde regresó del trabajo antes y al entrar le sorprendió ver la tele apagada, él me contó que mi hermano a esa hora estaba en casa de los vecinos, con sus amiguitos y yo solía ver dibujos, así que entró a mi cuarto pensando que estaba echando la siesta y nos encontró desnudos. Mi abuelo por lo visto se quedó congelado, sin saber que hacer y yo solo me retorcía de risa por sus cosquillas.
– ¡Pero que coño haces, papá!
– Hijo…. yo… yo… – balbuceaba mi abuelo
Mi padre me arrancó de sus manos y estuvieron un rato sin hablarse
– ¿Porqué papá… yo … como…? – decía mi padre y mi abuelo, al desenterrar la cara de entre las manos le miró con una media sonrisa libidinosa
– ¿Porqué?- se levantó y, acariciando la entrepierna de mi padre abrió la bragueta
– ¡Papá!
A lo que mi abuelo le ordenó que se callara, mi abuelo era alto y fuerte, imponía respeto y disciplina. Mi padre siempre le había tenido miedo, por lo que se calló cuando mi abuelo le sacó su polla por la bragueta del pantalón.
– Contéstame tu… – dijo- ¿Porqué estás cachondo?
Ahí mi padre dijo que empezó a sentirse culpable, culpabilidad que desapareció por lo visto cuando mi abuelo me tomó de entre sus manos y empezó a frotar mis nalgas con el glande descubierto de mi padre.
– Dios… que suave- gimió mi padre
El abuelo me acostó en la cama de mi hermano y llevó a mi padre que se comportaba como un títere a los pies de la cama. Me acostó bocabajo con un cojin bajo mi barriguita de un año y medio y puso a mi padre tras de mi. Con su propia mano, el abuelo froto la polla de donde salí por mi virginal culito, frotándolo entre mis nalgas y, apretando mis nalgas, le obligó a follarse el canal apretado entre ellas, punteando mi ano cada vez que entraba y salía. Unoas cinco bombeadas más tarde mi padre derramó su semilla en mi espalda.
El abuelo lo recogió con la cuchara sopera que tenía en la mesita de noche y lo llevó a mi biberón. La polla de mi padre volvió a la vida sin haberse aflojado y mi abuelo lo miró sonriente. Era la segunda carga que llevaba el biberón y mi abuelo , mirando cómo mi padre ya seguía el solo restregándose, llevó su polla a mi boca, que la babeó sin poder meterla dentro. La restregó en mi pelo, en mi nariz, en mi cara y finalmente , pajeándose mientras le babeaba las pelotas, echó su leche en el biberón.
Mi padre, que no había dejado de pajearse, se lo arrebató de las manos y sr corrió en él, jadeando y echándose atrás para no caerse sobre mi. El abuelo añadió la fórmula que ya tenía en otro biberón y lo mezcló todo para que merendara. Al cogerme en brazos con cara bonachona nadie pensaría que mi abuelo me estaba alimentando con su semen y el de mi padre, de no ser por el leve hecho de que estaban desnudos y con la polla aún goteando fluidos.
Esos fueron mis inicios con mi abuelo. Tardaron poco en llenarme con su semen directo de la polla, a los dos años ya les babeaba bien y me sentaba en sus huevos pidiendo “bibi” cuando veíamos pelis desnudos.
Mi hermano también fue iniciado desde pequeño por el abuelo, pero tenía tres años cuando empezó a jugar con él,cosa que contaré en otra ocasión, lo que implicó que cuando mi abuelo me dejaba, mi padre seguía y en la noche mi hermano me ponía a chupar su pitito de 7 años hasta que sentía cosquillas, por la mañana era al contrario, él me chupaba a mí.
Así fue mi vida hasta los cuatro años según mi hermano y mi padre me han contado; cuando mi abuelo murió de un infarto. El hombre tenía 59 años y lo eché mucho de menos, porque era muy cariñoso (aparte de bestia sexual) y aún recuerdo sus manos, su polla y el sabor de su leche.
Mi hermano se quedaba conmigo por las tardes después del cole y mientras hacíamos la casa y los deberes no podíamos jugar, pero después, mientras veíamos los dibujos, me encantaba chupar su pollita, tan parecida a la de papá pero en pequeña.
El carácter de mi hermano cambió a los 8 años, estaba obsesionado con mi culo, me enseñó a mamarle el culo y las pelotas antes del pito y aunque le costaba porque me daba asco, lo hacía porque mi hermano es muy persuasivo.
Después, si le quedaban fuerzas, me lo hacía el a mí.
Y entonces normalmente llegaba papá, nosotros estábamos dormidos pero a veces, cuando podía esperarle despierto, recuerdo cómo se tumbaba con mi hermano en su cama. Al rato los movimientos y los quejidos de mi hermano me despejaron las dudas.
La primera vez que los grititos de mi hermano me despertaron me giré para ver cómo las sábanas se movían extrañamente para mí. Me levanté de mi cama, pues dormíamos en el mismo cuarto aún y levanté las sábanas. Mi padre me miró y, sonriendo, cogió mi mano para que subiera a la cama. Empujó el cuerpo de mi hermano, que se puso tieso de golpe y me besó mientras me abrazaba contra los dos. Sentí el calor, recuerdo que hacía un año que el abuelo se había muerto y ese calor, el olor a hombre y los gemidos de papá y Alfredo me hicieron recordarle. Abracé a mi papá y le besé como el abuelo me había enseñado, lamiendo la lengua, chupándola, lamiendo los labios y besando las rasposas mejillas.
Mi hermano lloraba quedamente, le pedía a papá que no se moviera y mi papá llevó mi cabeza a la pollita de mi hermano. Me quedé impactado cuando vi los enormes huevos de mi padre golpear el culo redondo y gordito de mi hermano. Su polla, de 19 cm, estaba enterrada en el ano estirado de Alfredo. Yo recuerdo que, después de que Alfredo tuviera los calambres en su picha, papá soltó una carcajada y me quitó de abajo para echarse sobre él y darle toda su polla apretándose contra él y soltando un gruñido de satisfacción. Se quedaron quietos, jadeando los dos y yo me abracé a ambos y me quedé dormido, sin entender mucho lo que había pasado.
El carácter de papá también cambió, se volvió aún más cariñoso, cuando tenía descanso, Alfredo y yo nos quedábamos a dormir en su cama y normalmente el primero que se despertaba comenzaba por donde quería, era una especie de bufet libre de pasiones, porque para mí era muy divertido chupar la polla de mi padre cuando estaba flácida, porque me cabía cómodamente en la boca. A los seis años aún no me salía tan bien como a Alfredo. Cuando mi padre se despertaba, normalmente con una sonrisa, elegía. Normalmente me dejaba chuparle acariciándome la cabeza y empezaba a chupar el ano, los huevitos y la polla de Alfredo. A Veces me dejaba chuparle los huevos mientras Alfredo subía y bajaba por su gruesa polla; yo dejaba la lengua fuera y les lamía a ambos, papá era muy suave las primeras veces, enseñaba con paciencia como montarlo; los besitos, los cariños, eran como amantes adolescentes.
Los celos me hicieron meterme los dedos en el culito e imitarles, mi padre, mientras empotraba a Alfredo, moviendo las caderas, moliendo en el culito apretando las bolas hasta el fondo de su culito, me miraba meterme los dedos; me guiñó un ojo y, apretándose de nuevo, miró su gorda polla salir del culito, entró un poco y salió para volver a enterrarse, poniendo los ojos en blanco. Un sollozo salió de la boca de Alfredo y, mientras se apretaba más, haciendo que el pelo de Alfredo se agitara del golpe de caderas, humedeció un dedo en el bote de lubricante y apoyándose en una mano, salió de Alfredo completamente. Me quité las manos del culo, pensando que me iba a hacer lo mismo a mi y lo miré a los ojos. Él puso la polla en la entrada de Alfredo de nuevo y lo besó, haciendo que mirara mientras apoyó su dedo en la entrada de mi culo. Apretó al mismo tiempo polla y dedo, sintiendo en sus extremidades los apretados anos de sus hijos de 9 y 6 años.
Metió la lengua en la boca de Alfredo, para evitar que gritara, pero mi boca quedó abierta de par en par, sentí su dedo con lubricante entrar de golpe hasta el nudillo. Su dedo enorme era tan largo como la polla de Alfredo pero más grueso, me hizo boquear y mi padre alteró sus besos entre ambos y me atrajo al lado de Alfredo, empezó a moverse y tocó mi próstata. Alfredo sonreía mientras empujaba hacia mi padre, enterró la cara en el colchón y mi padre me puso sobre su espalda mientras lo follaba, me cogió de las caderas y empujó con fuerza entre mis piernas mientras follaba a mi hermano debajo de mí; mis piernas volaban a los lados de las caderas de papá; me besaba y gritó en mi oreja cuando se corrió en el interior de Alfredo. La sacó y se tumbó a nuestro lado, riendo y jadeando de placer.
Alfredo me quitó de encima y comenzó a limpiar la polla de papá con la boca. Papá le acarició la cabeza y me miró.
– Tu serás el siguiente, Tomás… mi niño… mis niños… – dijo cogiéndonos por la cintura y besándonos alternativamente. Esa fue la confirmación de que me iba a follar y, junto al miedo, noté la mano de Alfredo acariciar mi culo. Su mirada de cariño me calmó.
Bueno, siento si este relato es más largo pero son parte de mis recuerdos y las charlas que he tenido con papá y Alfredo. Un saludo a mis amigos, especialmente a J D y un beso a todos mis amigos pervs.
me encantaria ser tu amigo XD
Me ha encantado, como sigue?
Muy bueno, espero mas de ti, tus sobrinos👍
Me gustó mucho, espero la de los sobrinos
Uffff vas excelente, sigue contando tus inicios…