Mí peculiar familia temp 1 capitulo 4 (PARTE 1)
Historia de una familia incestuosa entre hombres .
¿QUÉ LES ESTÁ PARECIENDO ESTA HISTORIA? HÁGANMELO SABER EN COMENTARIOS!
AVISO: ESTE CAPITULO, Y TODOS LOS QUE SIGUEN CUENTAN CON ESCENAS SEXUALES A MEDIDA QUE VAYAN LEYENDO, ESPERO QUE LES GUSTE Y APRECIO A LOS LECTORES QUE VOTAN PARA QUE YO SIGA ESCRIBIENDO.
ANTES DE COMENZAR: PERDÓN POR ESTAS DESAPARECIDO VARIOS DÍAS, VERÉ SI PUEDO SER MÁS ACTIVO COMO LOS PRIMEROS DIAS EN LA PÁGINA. Y TAMBIÉN ANTES DE COMENZAR, OLVIDENSE DEL FINAL DEL ANTERIOR CAPÍTULO, ESTE CAPÍTULO COMIENZA 3 DÍAS DESPUÉS DE ESOS SUCESOS.
¡COMENCEMOS!
Ya es sábado, solo un día para domingo, son alrededor de las 2 de la tarde, una tarde donde papá y mamá decidieron llevarnos a un camping muy hermoso de varias hectáreas por una tarde y una noche, donde según ellos nos divertíamos demasiado.
Lo malo es que ese mismo día mamá y papá pelearon, la mayoría de veces se arreglan al rato, pero esta vez fue distinto. Mamá agarró su auto por la mañana y se fue, quizás a lo de su mamá, quien sabe.
Entonces éramos solo nosotros tres, papá, Emanuel y yo. Pero como sabía que era una noche, llamé a Leo y le pregunté si quería venir conmigo. Él aceptó, y al rato ya estaba en casa. Salimos alrededor de las 3 de la tarde, nos subimos a la camioneta, que era una de esas que tenían tres filas de asientos, y obviamente elegimos el último asiento, por su algo interesante pasaba, ¿No?
El asiento del piloto y del copiloto estaba dividido con una pared con una pequeña ventanilla polarizada, «para más privacidad». Así que estábamos «aislados» de papá y de Emanuel.
El viaje duraba al menos una hora y media, teníamos tiempo para divertirnos, y aparte, teníamos una pequeña pantalla donde podíamos ver lo que quisiéramos.
—¿Qué te parece la camioneta? Espaciosa, ¿No? —Pregunté a Leo con una sincera sonrisa en mí rostro.
—Si, demasiado espaciosa. Se pueden hacer muchas cosas acá, que podríamos hacerla nosotros, ¿Que decís? —Respondió él con un tono de voz pícaro.
—Ajá, muchas cosas… —Dije recostándome sobre la puerta. A todo esto yo tenía un pantalón largo gris, que como todos los chicos saben, te marca la verga muy fácilmente, y así fue. Tenía la verga bien dura y marcada, insinuándole a Leo que haga algo con ella.
Cerré mís ojos por un rato, hasta que sentí la mano de leo en mi pantalón, me comenzó a tocar la verga despacio, la apretaba, la recorría… Yo estaba durísimo, mi verga palpitaba muy fuerte, y me quité el pantalón. Yo tenía un boxer apretado color blanco, mi verga estaba bien marcada y tenía la puntita mojada por el pre-semen que me había salido.
—No doy más Leo, necesito que me la chupes de una vez… —dije mientras me tocaba lentamente.
Leo se acostó sobre mí poniendo su cabeza en mí boxer, comenzó a lamer sobre la tela y a tocarme las piernas, subió y me dió un beso, yo quedé rojo, porque no fue un beso normal, sino uno muy apasionado.
Bajó nuevamente y me quitó el boxer, me agarró la verga y me comenzó a masturbar lentamente mientras con la otra mano me acariciaba las piernas. Se acercó a mí verga y se metió la punta en la boca, y comenzó a hacer movimientos con la lengua que me daban escalofríos. Le agarré de los pelos y clavé mí verga entera en su garganta, su nariz tocó mí pubis recién rasurado y cerró los ojos. Aún con mí mano en su cabeza, comencé a follarle la garganta fuertemente moviendo mis caderas y apretando su cabeza aún más sobre mí verga. El auto se movía, era obvio por mis fuertes movimientos.
Por otro lado, papá y Ema estaban hablando tranquilamente, los movimientos se podían sentir pero nunca imaginaron que yo estaría follando la garganta de mí amigo en pleno viaje, pero la curiosidad en mí hermano llegó muy lejos, abrió un poco la pequeña ventana y alcanzó a ver mí cara con los ojos cerrados, pero no lo que pasaba un poco más abajo, solo vio que Leo estaba sin pantalones, el boxer un poco metido en su culo que hacía que se le marcara mucho. A Emanuel se le paró la verga al verlo, sabía que estábamos haciendo algo más que estár acostados, y debía sacarse aún más la curiosidad.
Papá siguió manejando como si nada, sin imaginar que atrás estábamos follando. Unos minutos después estacionamos en una gasolinera, para comprar algo de comida e ir al baño. Leo y yo nos cambiamos rápidamente, aún teníamos la verga dura porque no alcanzamos a corrernos, así que corrimos al baño, hicimos nuestras necesidades y salimos. Papá ya estaba en la camioneta junto a Ema, solo faltabamos nosotros. Emanuel esta vez se había sentado en la parte de atrás junto a nosotros, y confundidos subimos al auto para seguír el viaje.
Veinticinco minutos después, ya habíamos llegado al camping, el resto del viaje fue incómodo y silencioso, ninguno emitió una palabra, lo único que pensaba era sacarme las ganas de correrme en la cara de leo al llegar a la cabaña, ya que no habíamos terminado de hacerlo. Al llegar al estacionamiento, salimos de la camioneta, agarramos nuestro equipaje y corrimos a la cabaña. Esta era de madera oscura, tenía un lindo comedor, un baño moderno y tres habitaciones, la primera tenía una cama de dos plazas, y las otras dos solo una cama de una sola plaza. Leo y yo elegimos la cama de una plaza y habitación juntos, aunque sabíamos que casi no entraríamos en la cama, teníamos la privacidad de hacer lo que quisiéramos.
Por fin habíamos llegado, yo estaba tan emocionado de estar ahí, quería disfrutar cada momento con Leo, y quien sabe si Papá y Emanuel se unen a la diversión…
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