Mi pequeño vecino era una putita

Nunca imaginé que al mudarme a unos departamentos nuevos, me fuera a recibir un vecinito hermoso ya usado y siendo una completa putita.
Mi nombre es Roberto, soy un hombre de 34 años, alto 1.89, me puedo considerar un hombre guapo, de barba cerrada, soy velludo, de brazos grandes y piernas grandes, soy nalgon y un pecho fuerte y lleno de vellos. Suelo ir al gym, por lo que tengo muy buen cuerpo. Recién me acababa de mudar a unos departamentos y vivía yo solo.
En los primeros días que llegue a vivir ahí no conocía a nadie y no salía, debido a que por la pandemia trabajaba desde casa y los vecinos eran muy tranquilos.

Un día que regresaba de hacer unas compras, en mi puerta estaba un peque de unos 8-9 años, sentado y jugando con un Nintendo. Le pregunté que donde vivía y me contó que vivía en el piso de arriba pero que se aburría mucho estando en su casa ya que su mamá trabajaba y se quedaba solo casi todo el día ya que no estaba asistiendo a sus clases presenciales. No le tome importancia y me despedí.

Días después volví a verlo y pude inervar que tenía un culito muy grande y redondito y por una razón empezó a ponérmela dura, no había sentido algo así, comencé a platicar con el cada que me lo encontraba hasta que un día lo invité a pasar a mi casa, El Niño entro y me dijo que mi casa era muy bonita, le ofrecí un jugo y lo aceptó. Observe su boquita tan linda y su carita tan angelical y me puso muy caliente pensar en lo que podía hacerle.
– Usted es muy guapo, se parece a un novio que tenia mi mamá- me dijo y eso me sirprendio

– crees que soy guapo? – le pregunté muy serio

-muchísimo – me dijo – y eres muy alto y fuerte

Su voz tan preciosa me excitaba más. Le dije que tenía que pasar al baño y fui a orinar y cuando voltee a la puerta lo vi observándome

– Te gusta? – le pregunté

– Me gusta tu verga, se parece a la del novio de mi mamá- que me dijera eso me prendió bastante

– Ven y tócala si quieres- en cuanto le dije eso El Niño entro al baño y comenzó a masturbarme, me sorprendió bastante que supiera como hacerlo, supe que ya tenía experiencia este pequeño Niño ya era una putita

– Me darías leche? – me dijo con sus ojitos brillando

– Claro que si – le dije y lo tome de la mano y me lo lleve a mi cuarto, comencé a desnudarme completo y veía sus ojos fijos y brillando hacia mi, cuando estuve totalmente desnudo lo tome de los brazos y lo empece a desnudar mientras lo besaba y lamía todo su cuerpecito, me sentía muy caliente y lo besé en la boca metiéndole mi lengua muy profundo en su garganta, el recibía mi beso y también movía su lengua, le chupe los pezones, el estómago, su pequeña verga, sus piernas y sus nalguitas tan deliciosas, el niño gemia de placer

-Chúpamela puta – le dije y le escupí en la boca, jale su cabello y su cabeza hasta mi verga dura de 22 cm , el niño empezó a chupármela y parecía un experto en chuparla, recorría con su lengüita y sus labios toda mi verga, estuvimos así como por 10 minutos hasta que lo jale del cabello, volví a escupirle en la cara y lo volví a besar muy puercamente, el niño recibía todo lo que le hacía sin decir nada, solo gemía, se veía que le gustaba.
– Eres una putita verdad?
– Si papi soy tu putita
– Quieres que te rompa tu culito bebé?
– Si señor metámela toda

Lo gire y lo puse en 4 y comencé a chuparle el culo a ese niñito de 8-9 años tan delicioso, olía tan rico y sabia tan rico, comencé a meterle los dedos de uno por uno y el bebé solo gemía, ya cuando tenia 4 dedos adentro le puse la verga en la entrada de su culo y empece a empujar

– Me duele

– Aguanta que se ve que eres bien puta

Empuje con fuerza y en un movimiento se la metí completa, sentí los pelos de mi verga chocar con sus nalguitas blancas y el niño dio un grito fuerte, le tapé la boca y comencé a bombearlo con mucha fuerza, el peque quería quitarse pero mi fuerza era mayor y lo tenía sometido, en mi mano que tapaba su boca sentía unas lágrimas caer y eso me calentaba más y le daba con más fuerza, poco a poco su culito fue cediendo y entraba hasta adentro con más fuerza, sus lloridos ya eran gemidos de placer

Se la saqué y le dije que se sentara en mi verga, el peque se subió en mi y se sentó y se la metí hasta adentro, lo abracé y empece a bombearlo muy duro

– Te gusta putita

– Me encanta señor

– Vas a ser mi puta desde hoy y quiero que vengas a mi casa diario para darte verga chiquita

– si señor, quiero que me la meta siempre

Lo volví a voltear en 4 y volví a metérsela, estuvimos unos 30 minutos cogiendo de esa forma, mi pecho velludo sudaba y mi sudor caía en su espaldita, me encantaba esa imagen de ver a un niñito siendo cogido por mi así de duro y la putita aguantara

– Te voy a llenar las tripas de leche

– si papi dame leche en mi culito

Le di más duro, se la sacaba completa y se la metía con fuerza hasta que empece a sentir mi orgasmo, el orgasmo más rico de mi vida, y empece a vaciarme adentro de el, fueron varios chorros de semen ya que tenía días que no me la jalaba, se la saqué poco a poco y salió la leche de su culito mezclado con algo de sangre, no pude aguantar y tome mi celular y empece a grabar ese culito

– Empuja la leche – le dije y empezó a sacarla del culo, la tome con la mano y la embarré en mi verga y se la di en la boca, el niño me chupo la verga y se tomó la leche, la dejo limpia mientras lo grababa, deje mi celular a un lado y me acoste junto a él, el peque se acostó en mi pecho y empezó a jugar con mis vellos

– Ya te habían cogido como te cogi? – le pregunté

– si – me dijo con su dulce voz – varios novios de mi mamá

Eso me excito mucho y empece a imaginarme que podía invitar a algunos amigos a que se lo cogieran conmigo. Nos quedamos dormidos por una hora, al despertar le dije que se bañara para que se me fuera limpio a su casa. Me despedí de él con otro beso muy puerco, le di una nalgada y le dije que viniera mañaa y que este era nuestro secreto. El peque se despidió y se fue a su casa.

Espero les haya gustado este relato, esperen las siguiente parte…