Mi precoz comienzo
Nunca me imaginé que había otra forma de gozar..
Hola amigos, nuevamente les traigo una nueva aventura que tuvo mi amigo/a y me dió el permiso para compartirlo con ustedes.
Bueno les hago saber que les contaré la historia como si yo fuera el protagonista.
* Soy de un pueblo rural de Colombia, hijo único de campesinos y por cosas del destino perdi mi inocencia a muy temprana edad a manos de un doctor del lugar, que por estar lejos de la cuidad, mis padres me llevaron a que me cure de una infección estomacal y ahí comenzó mi aventura que ya lo conté con el título: «una medicina para niños», si desean lo pueden buscar en mi perfil.
Desde la última vez que el doctor me hizo suya y también su hijo, ya no tuve la ocasión de volverlo a ver ya que no había excusa para ir a su casa y por más que deseaba tener ésa dicha no se me presentaba la ocasión.
Pasaban los días, las semanas y los meses y cada vez más extrañaba sentirme poseída, y con los recuerdos vivía noches de ricas masturbaciones tocandome y bulnerando me ansioso anito con objetos que podía meterme, y con los ojos cerrados pensaba que era la vrg del doctor o de su hijo.
Ya estaba perdiendo la esperanza de tener otra aventura con el doctor, y menos con su hijo ya que mis padres nunca me dejaban solo y me llevaban a todas partes ya sea con mi padre o con mi madre. El hecho es que me resignaba, y ni modo de pensar tener sexo real, así que trataba de olvidar y retomar mi vida de un verdadero hombrecito.
Hasta mis recuerdos poco a poco se me iban y más bien parecían haber sido un sueño lo que viví.
Hasta que!!….. Un día mí padre llegó de la ciudad después de haber ido a comprar sacos para el maíz y el trigo y nos dió una tremenda noticia que me cayó como un balde de agua fría., Él nos contó que en la ciudad encontró por casualidad a su hijo del doctor y le contó que su padre había enfermado de cirrosis, y que por ésa razón se mudarian a la capital para su tratamiento, y que venderían las tierras de su padre, pero por dos días no sabían quien podía hacerse cargo del rancho de su padre ya que tenía algunas reses aún, y sus dos perros.
Siguió contando que él hijo sabiendo que mi padre era de confianza le pidió que por unos días fuera a cuidar el rancho y darles de comer a los pocos animales que quedaban y a sus dos perros, que muy pronto venderían todo. También nos contó mi padre que por afecto y comprensión acepto hacerse cargo del rancho, y dirigiéndose a mi me dijo que necesitaba de mi ayuda para darles de comer a los perros, ya me conocían y a los pocos animales que quedaban.
La noticia me dejó casi paralizado y con una sensación de angustia y pena ya que por el doctor descubrí mi atracción a su hombría y a su sexo., también fue el primero que me quitó mí inocencia y me hizo descubrir que mí anito al ser acariciado o vulnerado me producía un exquisito placer inexplicable que yo nunca me imaginé tener y sentir.
Por ello a pesar de me poca edad me quedó gustando ser vista y deseada como si fuera una verdadera mujercita, dispuesta a gozar y a complacer.
Mi padre me dijo que al otro día por la mañana me llevaría al rancho del doctor para ayudarle.
Al otro día muy temprano nos dirigimos a la propiedad del doctor, y cuando llegamos mi padre me preguntó si yo podía quedarme solo y derles de comer a los dos perros por mientras y si podía darles también de comer algunos animales, ya que él tenía que ir a la ciudad para cobrar a unos deudores y que muy pronto termine, vendría por mí y hacer lo que le pidieron como favor. Yo no tuve ningún problema de quedarme solo y hacer lo que podía, además quería estar solo y así recordar momentos inolvidables que pasé ahí., así que le dije que valla tranquilo, que yo podría hacer algunas cosas mientras él volviera. Cuando se marchó entre a la casona y a los primeros que me topé fueron a los dos enormes labradores (los perros, el negro y el marrón), tuve un poco de miedo de no ser reconocido ya que pasó mucho tiempo que no los veía, les decía que era yo, el que vino varias veces y les dió de comer.
Fue increíble como me recordaban ya que movían sus colas y se paraban tratando de lamer mi cara, pero como eran muy grandes para mi tamaño me hicieron caer y ahí aprovecharon en lamerme por todas partes y yo con esfuerzo trataba de pararme haciéndoles cariño en sus lomos y cabezas. Estuve un buen rato jugando con ellos y sin querer me percaté que ellos se comenzaron a excitar ya que pude ver que de sus fundas de sus penes, aparecían unas puntas rojizas, así que me asusté y como puede me escape de ellos ya que uno de ellos trato de tumbarme nuevamente. Aún no cabía en mi cabeza la razón de porque se comportaban así conmigo, y sin encontrar alguna razón solo lo tomé como un inofensivo juego, pero igual no se porque tenía un poco de miedo y pudor. Luego pasé a la cocina y con mucha pena noté que todo ya estaba embalado y ordenando para su traslado y también un poco polveado, dando a entender que ya lo habían hecho en varios días.
Sentí como una atracción de ir al consultorio y cuando estuve ahí, vi también que todo estaba ambalado en cajas, aún así me vino a la mente y recordé todo lo que pasó ya que ahí se inició mi precoz prohibida aventura con el doctor. Estar ahí y recordar no pude evitar excitarme un poco, pero al ver en unos desechos que había varias botellas vacías de alcohol me entró una angustia de saber que no superó la muerte de su esposa, y su recuerdo lo llevo a beber demasiado y en consecuencia adquirir esa enfermedad que ahora sufría, sería tanto su amor por ella que ni siquiera yo le pude hacer olvidarla a pesar que tuvimos exquisitos momentos de pasión y sexo. Un poco deprimido mejor decidí ir a su habitación, dónde sabía que ahí recordaría mejor lo que viví, y cuando estuve ahí ví con nostalgia que todo estaba también embalado, pero el hecho de estar ahí realmente recordé como una película todo lo que me hicieron, primero él doctor en varias ocasiones, y en el último encuentro él y su hijo me dieron duro, que por un momento creí que me matarían metiendo sus dos enormes vrgs a la vez, dando lugar a una brutal doble penetración, que termine bien destrozada, pero a pesar de sufrir mucho inexplicablemente fuí feliz de gozar un inigualable exquisito placer.
Cuando estaba como en trance bien excitado y recordando, me comencé a desvestir y acariciar todo mi cuerpito y ensalibando un dedo me comencé a dar placer hundiendo todo mi dedito hasta el tope y con mis ojos cerrados pensaba como me hicieron gozar a punta de vergazos y quedar lleno de mucha esperma por dentro de mis entrañas, por mi boquita y todo mi cuerpito.
En lo mejor qué estaba, gozando y gimiendo!… Escuché los ladridos de los perros que anunciaban que alguien llegaba, saliendo de mi placentero trance, como un rayo me vestí, y como pude me arregle para no despertar sospechas de que me estuve masturbando.
Salí rápido de la habitación y fuí a la entrada a ver quién vino.
Pensaba que era mi padre que por alguna razón se devolvió, pero al salir!… grande fue mi sorpresa, ya que no era mi padre, sinó que era el hijo del doctor que llegaba en su vehículo junto con un camión donde venían cuatro personas. Yo me quedé atónito y paralizado sin saber que hacer, mientras que él al verme también se sorprendió y no pudo evitar reflejar su alegría al verme, pero de pronto comenzó a mirar a todas partes buscando a mi padre, pero al ver que no estaba se me acercó y me preguntó por mi padre., yo reponiendome de la sorpresa luego de un breve silencio le dije que solo yo estaba ahí que mí padre se pasó a la ciudad para hacer unas diligencias que en cuanto termine vendría, y que yo por mientras ayudaría a dar de comer a los animales y a los perros.
Pude notar que su rostro cambio de aspecto y se dibujó en un rostro de malicia y picardía al escuchar mis palabras y con disimulo me ordenó que vaya a la granja a dar de comer a los animales y que ahí lo espere, ya que él debería instruir a los hombres que vinieron en el camión para subir todas las cosas que estaban embalado en la casa y llevarlos., pero antes me dijo que encierre a los perros para que no muerdan a los hombres.
Sumisamente con mi carita de tierna gatita le miré a los ojos y le dí a entender que estaba feliz de verlo y le hice caso y me fuí a encerrar a los perros donde aproveché a darles comida y agua, y luego me dirigí a los corrales que estaba muy apartado de la casona.
Claramente notaba que mi corazón se me quería salir de lo excitado que me sentía y mis piernas me temblaban de emoción y solo quería que él me haga suya nuevamente y así tenerlo por última vez, aunque sea a él ya que al doctor no podía tenerlo, sabía que sería como una despedida ya que se mudarian a la capital.
Ya en los corrales de la granja me senté en unos fardos de forraje a esperarlo, pasaron unos minutos y ya me sentía impaciente por sentir su presencia, pero él se demoraba y sin más remedio me puse a dar de comer a las vacas pensando en que a lo mejor no pasaría nada por las presencias de los hombres, y que era mejor no arriesgar ser descubiertos.
Creo que pasó como una hora o más y mí corazón se aceleró al sentir que el camión arrancó su marcha y después de un buen rato se alejaba de la propiedad, y más aún cuando siento que alguien se acercaba a los establos de la granja, y…… por fin él apareció y como un loco corrió hacia mí y me abrazó elevándome por los aires para tenerme a la altura de él y me comenzó a besar desenfrenadamente que yo ansiosamente correspondi frenéticamente también., sólo él me hablaba diciéndome sin dejarme de besar y acariciar todo mi cuerpito que ya ardía: » ummmm mi amor, no sabes cuánto te e extrañado, ummmm té soñaba muchas veces haciéndote el amor y me despertaba desesperado humedecido y que tenía que engañar a mi esposa que era ella con quién soñaba, uffff por fin té tengo acá, para mi solito, ummmm terminé dándome cuenta que tú me hiciste gozar como jamás nadie lo hizo, ni si quiera mi esposa lo hizo, contigo todo es placer no hay restricciones, tú te entregas sin límites y eso me hace querer estar siempre contigo, sé que mi padre también lo sabe y por eso se sintió atraído por ti, el sexo contigo es totalmente exquisito porque tienes un cuerpito divino y uffff tú culito por dios !… nos vuelves locos «.
En un abrir y cerrar de ojos ambos estábamos desnudos y yo como una poseída me apropie rotundamente de su vrg que comenzó a tomar su exagerado tamaño y grosor, y que decir de sus dos enormes testículos ummmm como que estuvo sin ser evacuados por mucho tiempo y eso me hacía comportarme como una depravada, degenarada e Insaciable pervertida, sedienta de vrg. Así que como si fuera acabarse el mundo y como una hambrienta ternerita le comencé mamar, a chupar, a lamer toda, desde la punta de su enorme cabeza hasta los extremos de sus testículos pajeandolo frenéticamente con mis manitos., mientras él se retorcía de placer, sus manos me acariciaba mis pechitos, mi espaldita, hasta que por fin llegó a mis nalgitas y comenzó a amasarlas con suavidad y luego con fuerza, para después hacerme delirar y gemir bruscamente al sentir sus enormes dedos acariciar mi palpitante anito.
Derrepente solté un agónicos e intenso gemido al sentir que hundió un dedo hasta lo más profundo, y moverlo a su antojo muy dentro. Era tan exquisito lo que sentía que comencé a gemir de tanto placer, que sin dejar de chupar su vrg, con dificultad decía: » ummmm haaaaaaa que ricooooo así… gluc gluc gluc así… que ricooooo gluc gluc gluc así así así haaaaaaa que ricooooo gluc gluc gluc ummmm por dios…. que ricooooo».
Mi excitación era tanto que ya no aguanté más, que solté su vrg y forceje salir de como me tenía y yo solita le di la espalda y me puse de perrita apollada en los fardos de forrajes, voltie mi carita para verle a los ojos y……
Ummmm por dios…. Solté un gritó desgarrador y profundo al sentir como con una mano me tomo de mi caderita y con la otra tomó su vrg y comenzó a hundirlo, ensanchado mi anito a ya no mas poder, y centímetro en centímetro lo hundía hasta que desapareció toda su monstruosidad de vrg en mis entrañas.
Temblando todo mi cuerpito y viendo oscuro sentía como me comenzó a follar duro y muy profundo que en cada embestida me hacía saltar las pupilas de mis ojitos y abrir mi boquita y quedar mudo por un instante., él con una cara de depravado tomandome con fuerza de mis caderitas para no perder la postura de perrita me decía: » ummmm que ricooooo culito tienes bbita, ummmm que ricooooo me apretas la vrg, no sabés cuanto soñé con ésto, ummmm te gusta verdad putita?, amas ser una perrita cierto?, tu culito es exquisito, ummmm como me lo aguantas toda, tú culito me trae loco, ummmm que ricooooo».
Nuestros gemidos se hacían cada vez más fuertes y competían con los latigazos de sus testículos en mis nalgitas y mi estado de extremo placer alcanzaba el nivel más alto que deliraba y rogaba sollozando más más y más.
Luego de un buen rato de perrita, me saco su vrg y me puso encima de un fardo boca arriba, poniendo mi culito al filo y tomó mis piernas y las puso en sus hombros y así me la clavó nuevamente hasta lo más profundo y ambos nos mirábamos los ojos y los gestos de placer que poníamos, eso nos hacía gozar como dos poseídos. Luego de ver y sentir que él ponía la cara de querer vaciarse, le pedía por favor que me deje montarlo, así que se detuvo, me dejó y se acostó encima de los fardos de forrajes y yo me paré frente a él con mis piernitas a cada costado de su pelvis y sin dejarlo de mirar a los ojos me agaché, puse una mano en su vientre y con la otra tomé su vrg y lo alinie con mi entradita y con movimientos pélvicos lentamente me bajaba saboreando su tremenda cabeza y luego cada centímetro de su grueso y venoso tronco, hasta que desapareció por completo en mis cálidas profundidades y ahí me quedé por un instante sintiendo su profundidad y sentir como me ansanchaba todo mi anito y mis entrañas. Así bien clavada me comencé a mover hacia adelante y atrás y en forma de círculos y poco a poco aceleraba los movimientos y retorciendo mi cabezita le decía: «ummmm que ricooooo mi amor, tú vrg es toda mia y ahora quiero que me des toda tú lechita, quiero recordar este momento, ummmm como me hubiera gustado que esté tú papá también y me hagan suya al mismo tiempo, uffff es una pena que no esté, ummmm pero tú me lo darás todo ummmm quiero sentirte muy profundo, por favor no se vallan ummmm ahora que voy hacer sin uds?, los amo».
Quería que ése momento perdure para siempre y como una desquiciada comencé a cabalgar y cabalgar sin importar lu duro y profundo que me llegaba su vrg, el pequeño dolor lo hacía más exquisito y sin darme cuenta gritaba y rebotaba con fuerza encima de su vrg que después sentí que él me tomo con fuerza de mi cintura y me apretaba hacia su vrg y comenzó a bramar de placer, a la vez que movía su cabeza para todos lados y me anunciaba que me inundaba mis entrañas diciendo : » hooooooo por Dios que ricooooo, ummmm no aganto mas, tú culito me apreta tan rico que me vaceo uffff haaaaaaa que ricooooo «.
Los chorros de cálida esperma se hacían sentir en mis profundidades y sin más ya no poder me desvanci de agotamiento por sentir tanto placer que me tumbé hacia su pecho y nos quedamos saciando de agrado y placer.
Fue extremadamente exquisito lo que sentimos que por un buen momento nos quedamos descansando., mi deseo era que me volviera a coger nuevamente, así que al sentir su vrg salirse de lo muerta que quedó, trepe por su encima y llegué a su altura y comencé a besarlo y con lágrimas le rogaba e imploraba que no me dejen, que no se vallan y lo besaba como loco.
Él intentaba calmarme con besos profundos a la vez que me decía: » lo siento mi amor, no quiciera que se termine, pero la salud de mi padre está de por medio, a lo mejor quién sabe que algún día nos volvamos a ver y a mi padre también le gustará, pero ahora no podemos hacer nada «.
No podía creer que ya no los iba a tener y sin pensar me voltie y comencé a mamar su vrg que aún se mantenía flácida y goteando, y con desesperación lo hacía para darle vida, porque quería que me vuelva a follar y cuando ya estaba consiguiendo mi objetivo sonó un ruido que venia de su ropa que estaba tirado, y por más que me resistía a que no haga caso, él me separó con fuerza y me dijo que debería contestar su celular, que podía ser importante.
Con mucha desilusión me quedé viéndolo ir a contestar y cuando lo hizo se notó el cambio de su semblante y se alejó para hablar. Yo aún me mantenía con una excitación que me quemaba y tenía mucha ansiedad que volviera y me haga suya nuevamente, así que me mantuve ahí esperándolo. Mi corazón y todo mi ser se derrumbó al regresar él y me dijo que fue su esposa que debería ir a recoger a su hijo del colegio y que él debió regresar juntos con los del camión, y por estar conmigo se quedó, me dijo también que mañana entregaría la propiedad al nuevo dueño ya que también los vendió los animales que quedaban, y pidiéndome perdón se vistió y con un profundo beso se despidió de mi, dejándome ahí llorando y con las ganas de seguir siendo follada.
Aún ahí en el establo escuché su vehículo alejarse y secandome las lágrimas me acosté en los fardos de forrajes aún desnudo con mi culito bien abierto y chorreando semen, semen que trataba mantener en mi interior y descansar un poco para que se me quite la calentura que aún tenía. Ahí echado miraba al techo recordando lo vivido, de pronto recién me di cuenta que las vacas fueron testigos de la tremenda follada que me dieron, y no se porque eso me excitó más de lo que ya estaba., pero al volver a la realidad, me resigné a quedarme con los recuerdos, y quizás por lo intenso que fue el sexo que tuvimos me quedé dormido.
No se por cuánto tiempo dormí pero algo me hizo reaccionar rápidamente y levantarme asustado, ya que sentía halgo húmedo que me lamía mi culito, y grande fue mi sorpresa al ver uno de los perros(el negro), que atraído por mis flujos que caía de mi anito abierto, tuvo la osadía de usmear mi rajita y que por estar muy abierta aún, su enorme lengua llegó a introducirse., nunca me imaginé que eso pasaría y por más que mi sensatez y moralidad me decía que no estaba bien y rechace lo que el perro estaba haciendo!…, no se porque me quedé sin hacer nada y deje que siga con su osadía., por ratos me sentía sucia y con vergüenza, pero también sentía que nacía un incomprensible gustito que poco a poco se apoderaba de todo mi ser y comencé a gemir porque ya lo estaba disfrutando., su lengua era prodigiosa y me hacía retorcer de placer, y eso me hizo acomodarme para facilitarle sus ricas lamidas. Fue ahí que me percaté que de su funda de su inchada vrg, aparecía una punta rojiza. Y… todo lo vivido en momentos anteriores se me borró por completo, y un nuevo sentido nacía en mi, y se abrió paso inmediatamente, apoderándose totalmente de mi mente, mi cuerpo y mi deseo, que inexplicablemente me hacía disfrutar, y estar atrapada sin escapatoria.
Como una sonámbula comencé a acariciar al osado canino y hacer un esfuerzo para llegar con mi mano asta su vrg y…… hooooooo por Dios, lo sentía bien dura y caliente y comencé a masturbarlo, que de inmediato palpe una punta resbalosa que salía de su funda y crecía y crecía que mi mano no podía abarcar su tamaño y grosor.
Lo sentía que era descomunal, con inchadas venas, y que de su punta emanaba un líquido viscoso. Tuve la curiosidad de querer verlo con mis propios ojos, y con esfuerzo hice de lado su hocico, sacándole de en medio de mis nalgitas, impidiendo lo que estaba haciendo con su lengua.
Me paré y me agaché para ver su tremenda vrg y…. hooo no podía creer lo que veían mis ojitos, qué me quedé con la boca abierta del espanto, ya que su vrg realmente era enorme, casi del mismo tamaño de las vrgs que conocí y probé. Hasta ese momento creía que todo era inofensivo y no percibí mí error de levantarme, ya que el perro se movía toscamente y no se dejaba acariciar su vrg, vrg que ya me tenía embobada.
Él Intentaba seguir lamiendo mí culito, y no me dejaba alcanzar su vrg, así que, para que se calme le permiti seguir lamiera mi culito y mi palpitante anito. Fue un error ya que después de unos languatazos se paró con sus dos patas traseras y con sus patas delanteras me empujó por mi espalda y quedé tumbado, y fatalmente en cuatro patas., digo fatalmente por nunca estuvo en mis planes lo que hizo. Dió un salto por encima mío y me tomo de mi cintura muy fuerte que me hizo doler sus garras y comenzó a querer follarme como si fuera su hembra. Eso me sacó por un momento de mi excitación y me entró miedo, por lo salvaje que estaba siendo y lo fuerte que me tenía., pero como él perro era muy grande para mí, sentía que su vrg pasaba por encima de mi espaldita, aveces se agachaba tanto qué recién ahí sentía unos fuertes puntazos de su vrg en mis nalgitas y luego volvía a sobre pasarse por encima de mi espaldita., sus movimientos eran rudos y torpes que al no conseguir penetrarme me dejaba y nuevamente hacia el intento sin conseguir nada. Con mucho temor y miedo a lo que pretendía, con esfuerzo me paré y quice salir de ahí y dar por terminado tal inapropiada aventura que por primera vez experimentaba, pero lo extraño y raro que no comprendía, era que aún sintiendo miedo y temor no dejaba de sentirme excitado.
El perro no se daba por vencido y al notar mis intenciones de escapar, me comenzó a gruñir desafiantemente y a forzar tumbarme al suelo nuevamente, eso me dió mucho miedo de ser mordido, así que opté por no dar más resistencia creyendo que por ser mas pequeño, él no podría culminar su cometido, luego se cansaría y me dejaría en paz, vestirme e irme de ahí, (ingenuamente creía).
Cuando viendo que yo ya no me resistía, bruscamente me tiró al suelo y como loco intentaba poseerme como su hembra, pero mi tamaño no le ayudaba y por más intentos no lograba nada, solo aveces me montaba por cualquier parte, que en una vez me monto por el revés, osea por mi cabeza, y fue ahí que puede tener su vrg muy serca de mi carita y boquita, que si me agachaba su vrg pasaba por mi nuca, pero no sé que me dió, que por inercia levanté mi cabeza y pude recibir los puntazos en mi carita. Tener su traviesa vrg muy serca me excitó tanto que yo mismo dirigía mi boquita abierta en busca de su vrg y…… ummmm pude embocarme parte de su vrg
que con embestidas torpes de su parte me folló por unos segundos mí boquita.
No niego que al comienzo me era repulsivo ésa vrg venosa, pero al tenerlo en mi boquita su sabor no me desagradó, no tenía el aroma de una vrg de hombre, pero su sabor, su contextura, su dureza y grosor me gustó y mucho, que mi miedo se esfumó y comencé a desear por un instante ser la hembra que él quería ser suya. Pero su salvajismo de fiera incontrolable, me hacía nuevamente tener miedo, a pesar, que de verdad estaba muy excitada.
Fue fugaz la postura que tuvo por delante, que me dejó con mi boquita abierta y mojada, y que yo con gusto me lamía mi labios saboreando el sabor que me dejó su vrg y sus flujos lechosos, y me sentí hervir de excitación, pero aún con un poco de temor.
Sus intentos eran muchos y nada que podía tomarme como la perrita que él quería, y por ratos me lamía mi culito y luego como loco me montaba sin éxito, y eso le hacía desesperarse y ponerse más intimidante que gruñia de cólera, pero no se cansaba y volvía a intentar, como queriéndome decir que de él nadie se le escapa. Yo creía que su cansancio le haría desistir de su propósito y me dejaría.
Pero……… fue que en un intento más, logró posesionarse en mi encima y me tomo muy fuerte de mi cinturita con sus patas delanteras hundiendo sus garras en mi piel que me hizo doler, luego trataba de penetrarme, pero su vrg se le iba por encima de mi espaldita, y seguía y seguía porfiado., mientras yo aguantaba con dolor sus garras y todo su peso en mi pequeña espaldita!…. sentía su corazón latir muy fuerte, y ví su cabeza sobrepasar la mía por un costado de mi nuquita, sintiendo también su fuerte respiración, tenía su boca bien abierta y su enorme lengua jadeaba frenéticamente denotando su cansancio y angustia de no poder poseerme.
Sin dejar de porfiar penetrarme, arqueó su cuello y me comenzó a languetiar mi carita y mi boquita, yo apesar de lo incómoda que estaba me gustó mucho lo que hizo y como agrado saqué mi lengüita para corresponder sus toscas lamidas.
Su ímpetu de poseerme me ponía cada vez más deseosa de ser su hembra, pero no dejaba de tener miedo ya que todo era violento y salvaje, además de ser nuevo para mi y desconocido.
Era evidente su atracción hacia mí, que mi anito lo trastornaba y le ponía muy arrecho, y por eso no desistia.
Al tenerme fuertemente bien tomada con sus patas y garras, como un macho dominante me enseñó que nada es imposible, porque sentí que me levantó de mi cinturita, quedando colgada en el aire, y me alineó mi culito con su vrg y así por fin sentio mí calidez y dulzura de mi palpitante anito!!!!!.. y…….. hooooooo por Dios… pude sentir que me atravesó mi esfínter de una sola estocada y su vrg fue a parar muy profundo de mis entrañas haciéndome soltar un grito desgarrador por sentir un punzante dolor que me dió miedo de sufrir mucho daño, ya que su puntazo fue duro y salvaje.
Él al sentir mi calidez interior, y que, por fin atinó penetrarme, como loco me comenzó a follar, con una rapidez que parecía quererme partir en dos. Mis nalgitas sentían los duros golpes de su pelvis peludo y de sus testículos, pue a él no le importaba mi postura de quedar colgada, apoyada a duras penas de mis manos, y a pesar que ya me tenía bien clavada, seguía moviéndose muy rápido empujando con dureza su vrg con estocadas cortas, a la vez que con sus patas delanteras que me tenía de mi cinturita, me empujaba fuertemente hacia su vrg, como queriéndome decir: «ahora eres mi perra y de mi no te escaparas hasta que té empreñe». Sentía que su vrg comenzó a crecer y engrosar salvajemente en mi interior, y que me ensanchaba abruptamente mi anito y todo por dentro, a la vez también veía sus babas que goteaba de su boca, y su semblante de angustia y frustración, cambio a la de un macho dominante y feliz por conseguir lo que tanto le costó.
Su vrg alcanzaba su máxima profundidad en mis entrañas y ni aún así seguía empujando más y más, provocándome un pequeño dolor, y como consuelo me volvió a lamer mi carita y boquita. Me sentía totalmente dominada, como si de verdad fuera su hembra, y eso me hizo sentir un inmenso placer, que de inmediato comencé a gemir, y a gozar de la tremenda vrg que lo tenía en mis profundidades.
Sus acelerados movimientos y presión dejaron de ser bruscos e intensos, que después se quedó quieto con toda su vrg en mí interior, y yo sentía que su vrg había crecido y engrosado tanto que me apretaba por dentro de mi anito.
Fue ahí que comencé a sentir sus fuertes jadeos y sus latidos de las venas de su tremenda vrg anunciando su descarga que de inmediato comenzó a inundarme mis entrañas con su cálida y abundante semen.
De pronto sus patas delanteras me soltaron de mi cinturita y quedó parado por mi encima., yo creía que al soltarme mi cintura, su vrg se saldría de mi anito y yo caería al suelo, pero no fue así porque quedé aún colgada de su vrg y eso me sorprendió y no sabía porque.
Pero también sentía que mi anito soportaba algo que comenzó a crecer descomunalmente por dentro y eso al comienzo me daba un poco de temor porque no paraba de crecer, pero después de un momento, eso lo que me apretaba por dentro me comenzó a dar tanto gusto y luego extremo placer que nublaba mi vista y me los ponía en blanco, y a gemir como una desquiciada.
Esto era insuperable, exageradamente exquisito y mucho más de todo.
Mi extremo placer no me hizo darme cuenta que su vrg seguía creciendo en grosor, que me ensanchaba tanto que me presiónaba mis paredes anales, qué me producía un pequeño dolor que rápido se fusionó con mi exquisito gusto y se convirtió en algo mucho más exquisito.
Gozaba tanto que no me importó seguir colgada solamente de su vrg, y por delante por mis manitos, mientras mi macho canino seguía enseminandome mis entrañas.
Todo lo rico que sentía y gozaba fue interrumpido cuando apareció el otro perro marrón y al ver que su amigo me tenía bien ensartada se acercó a usmear y a querer también montarme, eso hizo que el perro negro que me tenía bien ensartada le gruñera de enojado, y querer defender su dominación que tenía conmigo, el perro marrón también quiso pelear por mi y fue así que el perro negro paso una pierna por detrás de mi espaldita para repelar el ataque del perro marrón. Fue ahí que me di cuenta que estaba atorada a la vrg de perro negro y quedé literalmente colgada culo con culo del perro negro y eso me hizo llorar de miedo ya que no se salía la vrg de mi anito, y por mi ignorancia no sabía porque, ni cómo los perros se aparean.
Por lo tanto me asusté tanto que pensaba que nunca me despegaria y todo mi placer se esfumó y rogaba a Dios y a todos los santos que no se peleen ya que yo sufriría y moriría.
Él perro negro que me tenía ensalada se abalanzó al otro perro marrón y defendió su supremacía, pues lo hizo retroceder al perro marrón e irse a un costado, como si fuera a esperar su turno, pero para ello fuí arrastrada por unos metros y eso me hizo doler mucho mi anito que por inercia apretaba para frenar sus arrastres. Ya un poco más calmado el perro negro, aún teníendome bien ensartada se arqueó y comenzó a lamer la unión de su vrg con mi anito y eso me devolvió un poco mi calentura, que secandome las lágrimas pude calmarme y aguantar tan salvaje follada. Pasaba los minutos y la desesperación se apoderaba de mi, que por ratos me arrepentía de estar ahí y dejarme follar, no me imaginaba que eso pasaría, pero al no poder hacer nada me quedé quieta y nuevamente me vino mi calentura ya que al estar ensartada me sentí realmente una perra y eso me hizo gozar de un inexplicable placer muy exquisito.
Había pasado por lo menos unos ocho o diez minutos, y por fin sentía que el grosor de su vrg estaba sediendo, y con la ayuda de las lamidas de mi poseedor hacía aflojar mas su grosor, y…. con un fuerte tirón puedo sacar su vrg, a la vez sonó también un fuerte «ploc», como si hubieran destapado un champagne, fue para el normal lo que hizo, pero para mí fue doloroso, que me hizo gritar, que además de rasgarme me ensanchó demasiado mi anito para que pueda salir su vrg. Cuando caí al suelo noté que mi anito quedó demasiado abierto y comenzó a caer una cascada de líquido lechoso y cuando voltie a ver a mi macho!……. hooooooo por Dios…. lo que había estado dentro de mi anito, casi me desmayo de la impresión, por la tremenda vrg que se arrastraba del vientre del perro negro., una descomunal vrg roja con inchadas venas moradas a punto de reventar, y lo que más me impresionó fue la tremenda bola que tenía en la base de su vrg, hooooooo por Dios! era enorme y gruesa como un puño!.., no podía creer que toda esa vrg incluida la bola había estado dentro de mi anito, si así como salió era enorme, como habría sido cuando estuvo dentro de mi pobre anito?, seguro que era mucho más grande la bola, para no poder despegarme y quedar colgada.
Nunca me imaginé que un animal como el perro !.. tenga una vrg de ésas dimensiones, qué sin exagerar era del tamaño de la vrg del hijo del doctor, 25 a 27 cn más o menos, pero lo que le hacía colosal, aterradora e insuperable, era su bola, que con eso los superaba por lejos a cualquier vrg., la bola creció tanto en mi interior que quede bien abotonada por dentro!.. wuaooooo… no podía salir de mi asombro y creerlo!… en verdad como pude aguantar semejante tranca por dios!….. uffff realmente quedé impactado, pero poco a poco me calmaba, y me dí cuenta que ésa bola al apretar mi anito fue la que me hizo gozar de exquisito placer, la que me hizo sentirme una verdadera perra, muy dichosa, muy satisfecha y feliz, ummmm quedé rendida viendo cómo mi reciente macho se lamía su vrg que de poco a poco perdía tamaño y grosor, y su bola desaparecía y por último se guardó en su funda. Estaba muy embobada por lo que mi culito disfrutó que ni me di cuenta que el otro perro marrón se había acercado y me estaba lamiendo mí culito que aún derramaba mucha esperma canina.
Cuando lo sentí me asusté por la sorpresa, pero entendí que el pedía su turno y querer tomarme como su perra también, pero la verdad que ya no daba más, había quedado tan agotada y adolorida que desfalleceria si me dejaba follar por el perro marrón.
Me comencé a sentir que era casi obligada a la fuerza a ser la perra de esos dos animales dominantes, a pesar de sentirme agotada y adolorida a punto de desfallecer, una parte de mi querida sentirme una vez más una perra.
Pero de verdad ya no daba más, todo fue muy intenso y muy salvaje para mí, que por ser mi primera vez aguanté mucho.
Pero sabía también que con la fiereza y la arrechura de un animal no se sabe que puede pasar, ya que el perro marrón comenzó a gruñirme y a forcejear con su hocico mi culito y meter su lengua en mi anito que aún estaba muy abierta y goteando semen., sus lamidas hicieron qué me miedo, mi agotamiento y mi dolor pasen a segundo plano ya que comencé a gemir de exquisito placer. Luego con sus patas me obligaba toscamente a ponerme en posición de perrita, tuve que hacerle caso ya que me podía morder, además a pesar de todo me comencé a sentir nuevamente excitada y caliente., también pensaba que no era justo, leal y correcto negarle su derecho de gozar también de su perra, así que sacando fuerzas no se de dónde, e impulsada por mi arrechura, me puse en posición de perrita.
Pero esta vez me apoye en un fardo de forraje para no dificultarle su eminente penetración., ya con la experiencia anterior supe que hacer y estar consciente lo que me esperaba., así que solo me entregué a gozar nuevamente de otra exquisita vrg canina.
Al contrario de mi primer macho canino, el perro marrón era más tranquilo y parecía que sabía lo que hacía y no tuvo ninguna dificultad en montarme, me abrazó duro de mi cinturita con sus patas delanteras, y comenzó sus intentos de penetrarme, inmediatamente sentía sus puntas en mis nalgitas y en dos oportunidades casi atinó penetrarme, yo al propósito me movía para negarle atinar en mi hoyito, lo hacía para que se desespere y se ponga más ansioso y cuando lo haga se violento y salvaje, como lo hizo mi primer macho. Pero al parecer fue un error hacer lo que hice, ya que cuando ya estaba desesperado, quise dejar que me folle, pero él se volvió muy torpe y nunca pudo atinar en mi palpitante anito. Me sentí mal por lo que hice, así que tuve que pasar una mano por debajo de pelvis y con esfuerzo tomé su vrg y lo guíe a mi entradita donde él al sentir mi calidez de mi hoyito!… me la metió de un solo empujón hasta el fondo de mis entrañas, y……. ummmm haaaaaaa que ricooooo continuó velozmente sus embestidas cortas y profundas y presionandome con sus patas de mi cintura, ahora sí sentí como traspaso mi esfínter su bola que apenas crecía y es cuando me tuvo bien clavada comenzó a crecer toda su vrg y también su bola que ya estaba alojada en mi interior para así quedar bien abotonada. Ya sabiendo lo que me pasaría comencé a disfrutar de cada centímetro que crecía en mí interior y como perra en celo comencé a gemir de tan exquisito placer inigualable que solo un macho canino lo puede hacer., ummmm que ricooooo sentía como me inundaba mis entrañas en cada latido de sus venas y….. hooooooo por Dios ya sentía como su bola tomaba su máximo tamaño y grosor presionando mi esfínter por dentro y quedar bien ensartada anudada o abotonada , cualquier adjetivo era real y mis gemidos pasaron a otro nivel ya que lloraba chillaba gritaba imploraba deliraba de extremo y exquisito placer. Esta vez lo disfruté más que con mi primer macho canino sin desmerecer lo que hizo, lo disfruté porque yo ya estaba consciente de lo que me pasaría, pero gracias al perro negro descubrí lo que realmente es ser un macho dominante y yo ser una verdadera hembra para ellos.
Con la diferencia de mi primer macho yo no quede colgada porque estaba apoyada en un fardo de forraje, una vez que ya estaba bien abotonada el perro me soltó de mi cintura por comodidad de el, y del mío ya que descanse de su peso, él se mantuvo encima mío y así me dió mucho placer sintiendo los chorros de esperma que depositaba en mis entrañas. Después de unos diez minutos y terminar de inseminar mis entrañas, pude notar que su bola perdía tamaño y grosor ya que no me apretaba mi anito, él tiró muy fuerte su vrg y me la saco dando también un fuerte ploc y nuevamente me quedé embobada al ver su vrg, uffff nada que envidiar a mi primer macho, también era descomunal y su bola hooooooo por Dios también enorme como un puño, así que ahora así que me desplome rendido votando de mi anito abierto y maltratado mucha más esperma canina, pero ahora si con rasgos de kakita. Todo fue repentino ése día, pero muy intenso y muy muy placentero y por vez primera realmente no extrañé las vrgs del doctor ni de su hijo, eso no quiere decir que no los desee, pero lo que sí, a ver tenido las vrgs de mis dos machos caninos, me cambió mis preferencias, ya que me hicieron gozar como nadie. Mis dos amantes me hicieron feliz y como dos amigos no volvieron a pelear por mi, como sabiendo que ya les pertenecía a que me podían tomar cuando ellos quieran. Los dos se encargaron de limpiarme con sus lenguas y….. hooooooo por Dios, me había olvidado que mi padre vendría y con miedo a que me encuentre desnuda y bien follada, con rapidez me fuí al baño de la casona y me bañé y me vestí y con mi carita feliz esperé a mi padre. Mis dos machos descansaban a mi lado y también se les notaba muy contentos, y estaban atentos a todos mis movimientos, como estar cuidando a su hembra. Como sí la suerte estaría de mi lado, al poco rato escucho que mi padre llegaba y que con disimulo aparenté que nada pasó, solo le conté que vino el hijo del doctor a llevar todas las cosas de la casona, también le conté que el hijo del doctor me dijo que mañana entregarían la propiedad al nuevo dueño, con todos los animales que quedaban ya que los compró también. Luego juntos le dimos de comer a los animales que me faltaron dar, y luego nos fuimos a la casa, sin antes de despedirme formalmente de mis dos enormes labradores, ahora ellos me daban pena porque ingenuamente creían que me volverían a tener, pues yo sabía que nunca más los volvería a ver.
Al día siguiente por la mañana mi padre fue solo a la propiedad ya que yo producto del agotamiento por las tremendas cojidas que tuve, me quedé dormido, y cuando desperté no pude evitar mi enojo ya que quería aunque sea despedirme del hijo del doctor y especialmente de mi dos amantes secretos, ya que creía que el hijo del doctor los llevaría. Cuando por la tarde regreso mi padre grande fue mi sorpresa ya que él traía a los dos labradores (el negro y el marrón) y me dijo que el hijo del doctor me los regalaba por órdenes de su padre ya que los perros ya me conocían, y por haber sido un buen amigo, una buena compañía en ocasiones, y sobre todo un buen niño respetuoso y obediente.
Tuve un poco de vergüenza ajena delante de mi padre al escuchar lo que dijo, ya que la realidad era totalmente distinta, la que era, es, y será mí secreto., no supe si pude disimular bien mi vergüenza., lo que sí era verdad y real, era mi alegría al ver a mis dos amantes secretos en mi casa y sabía que ellos al verme también se alegraron, y como dos inofensivos animalitos se regocijaban haciéndome cariño, que tuve que frenarlos para que sus juegos de cariño no tuvieran malicia e intenciones prohibidas. Ellos y yo solamente sabíamos la verdadera realidad y lo que pasaría a partir de ése día.
Espero les haya gustado este relato que me compartió mi amigo y que lo hice con mucho gusto y con bastante intensidad, como si fuera yo el protagonista. Espero sus comentarios buenos ó malos y disculpen mis errores ortográficos, estoy aprendiendo. Asta otra oportunidad. Bay.
Estos relatos ya aburren
gran realto como sigue
Rico relato 👍❤️😘