Mi Primer Campamento Escolar Parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alan10.
Por un momento sentí que perdía el sentido y que no veía nada, me sentía algo mareado y débil, cuando pude recobrar la visión ya había dejado de chupar el pene a Bryan y me sentía algo asustado por lo que había sentido.
-Tranquilo, ¿estás bien? –Me decía Bryan mientras le escurría algo de mi semen de su boca-.
¿Nunca habías sacado lechita verdad?
-No, ¿Que paso?, -me sentía algo incómodo ya que creía que había orinado en su boca.
-Me acabas de dar tu lechita y me gustó mucho.
Cuando jugamos y nos masturbamos sacamos lechita de nuestras cositas, sabe rico ¿Quieres probar un poco de tu lechita?
Bryan se acercó nuevamente a mi mientras yo estaba cubriendo mi cuerpo con mis brazos ya que me sentía algo apenado y gentilmente me dio otro beso compartiendo los restos de semen que le quedaban en los labios, nuevamente mi pene se puso erecto al sentir esa excitación que había sentido momentos atrás, probar el semen fue algo muy rico ya que sabía dulce y era espeso aunque sentía que lo poco que había probado no era suficiente y quería más.
-Bryan, ¿a ti también te sale lechita? –Le pregunte.
-Si jeje también me sale.
-¿Me dejarías probarla?
-¿Te gusto verdad? –Me lo dijo con una cara bastante excitada-.
Ya casi me sale, pero no te la tomes toda, quiero que me des un poco como yo a ti.
Me recosté sobre la cama y él se sentó en mi pecho, tenía su pene muy cerca de mi cara y se masturbaba bastante rápido, en un abrir y cerrar de ojos se encontraba eyaculando sobre mi cara y boca mientras gemía de placer, su semen era bastante caliente y tenía un sabor ligeramente salado, se recostó sobre mi cuerpo y empezó a chupar el semen que había caído lejos de mi boca para luego besarme más rico que antes, compartíamos el semen mientras tratábamos de sumergir nuestras lenguas en la boca del otro buscando más de aquella delicia.
Nuestros cuerpos mojados de sudor permanecían juntos e inmóviles, nuestro ritmo cardiaco era acelerado pero al pasar los segundo volvía a la normalidad, estábamos exhaustos y ya no podíamos más así que nos abrazamos nuevamente hasta que me quede dormido en sus brazos, esa noche dormimos juntos y desnudos aunque el calor era demasiado lo que hacía que nuestros cuerpos se mojaran cada vez más, pero a pesar de eso era delicioso sentir el calor del otro al igual que su respiración y sentir el sudor del otro escurriendo por el cuerpo.
Ya era el día siguiente y nos despertó que tocaban a nuestra puerta, era uno de los maestros algo enojado diciendo que abriéramos la puerta, al escucharlo Bryan se paró a gran velocidad poniéndose sus calzones y abrió la puerta mientras yo me tapaba con la cobija de la cama, el profesor nos regañó por quedarnos dormidos mientras nuestros compañeros ya se habían bañado y se encontraban desayunando en el comedor, nos pidió que nos bañáramos para después desayunar y como castigo lavaríamos los platos antes de ir a nadar, acto seguido salió de la habitación.
Al salir el profesor nos miramos y reímos por lo cerca que estuvo de descubrirnos desnudos y abrazados, comenzamos a preparar nuestras cosas para ir a los baños pero antes de eso nos abrazamos fuertemente sintiendo nuestras pancitas y penes tocándose entre sí, no decíamos mucho porque todo lo que pensábamos lo entendíamos como si leyéramos nuestras mentes y al momento de voltearme Bryan me dio una pequeña nalgada cosa que me hizo sonrojar y reír.
Al llegar a los baños dejamos las cosas en una banca y nos pusimos debajo de una regadera, el agua caliente corría por nuestros cuerpos y solo queríamos estar abrazados, comenzamos a enjabonarnos el uno al otro realizándonos caricias cosa que me agradaba mucho al sentir la suavidad de la piel y jugar con la espuma para luego volvernos a besar.
Estuvimos así unos minutos en un momento muy excitante que reflejaba nuestros penes nuevamente parados tanto que no nos percatamos que entro un joven de unos 17 años que había decidido quedarse viendo lo que hacíamos mientras sobaba su pene por encima de la ropa.
Bryan y yo seguíamos apasionados con nuestro juego apretábamos nuestras nalgas del otro y el me las abría fuertemente buscando mi anito logrando que me prendiera más y gimiera de placer.
Nuestro observador ya había metido su mano dentro de su pantalón para liberar su enorme verga y masturbarse con la escena que presenciaba, Bryan me puso dándole la espalda poniendo mis manos en la pared y pidiendo que abriera mis piernas, sabía que le gustaba jugar tocando mi culo y metiendo algún dedo, eso me encantaba aunque en esta ocasión con su pene erecto buscaba mi anito mientras sus manos las ocupaba para apretar mi pecho y estómago.
Acercándose a mi oído y con su respiración algo agitada me susurro:
– ¿Me dejarías metértela Alan?
-¡Sí! –Afirme sin entender lo que me había pedido, pero confiaba en él.
Ya estaba a unos segundos de penetrarme pero se detuvo cuando nos percatamos del joven que se masturbaba y disfrutaba lo que hacíamos.
Nos quedamos los tres en silencio viéndonos entres si pero a ninguno se nos bajaba la erección que teníamos, finalmente ese chico dio un paso hacia delante pidiéndonos perdón por estar viendo lo que hacíamos pero que le excito mucho ver a dos niños tan lindos de esa forma, nos dijo que se llamaba Carlos y trabaja ahí ayudándole a su papá que era el dueño del lugar, también dijo que era gay y que no le diría a nadie porque sabía por lo que pasábamos, por ultimo nos dijo que ya debía irse ya que tenía cosas que hacer y si necesitábamos algo o estábamos en problemas fuéramos con él y nos ayudaría.
Después de que se fuera ya no pudimos continuar así que nos apresuramos a bañarnos ya había pasado algo de tiempo y nos fuimos a la habitación a vestirnos, nos pusimos traje de baño unos shorts con playera para después nadar.
Nos dirigimos al comedor a desayunar y cumplimos nuestro castigo, caminamos un rato por las áreas verdes esperando poder meternos al agua.
Ese día transcurrió muy tranquilo estuvimos nadando aunque aprovechábamos cualquier ocasión para tocar nuestros cuerpos jugando luchitas, después fuimos llamados a comer y nos pidieron que nos vistiéramos ya que harían un pequeño torneo de fútbol, en todo momento trataba de evitar a mis compañeros de clase en especial a Miguel y a su grupo.
Cuando nos fuimos a vestir Bryan me pidió que siguiera usando sus calzones porque le gustaba mi olor y quería tener algo de mí así que los seguí usando además que era excitante usar calzones que no eran míos.
En el torneo se hicieron equipos de 7 y estuvimos jugando hasta que fueron las 5:00 de la tarde, los partidos eran muy intensos literalmente empapamos la camiseta y también en mi caso yo había mojado los calzones de mi compañero.
Como aún quedaba mucho tiempo antes de la cena a los profesores se les ocurrió que siguieran las competencias, nos dijeron que jugaríamos a tendederos de ropa pero nadie sabía que era eso.
Los profesores nos dijeron que el juego consistía en que nos formáramos con los mismos equipos de futbol y al momento de sonar el silbato de inicio un integrante de cada equipo debía correr en línea recta hasta cierta altura, quitarse una prenda de ropa y colocarla sobre el suelo, después debía regresar y pasar el relevo, el niño con el relevo debía correr nuevamente hasta donde estaba la prenda para quitarse el también una y alinearla, luego regresar y dar el relevo.
En unos momentos se había olvidado hacer la parte de correr y ya todos se estaban quitando la ropa e intentaban hacer el tendedero más largo ya que ese ganaría, todos quitaban las agujetas de los tenis para lograr una mayor distancia hasta que todos estábamos en calzones, aun así no era suficiente, todos queríamos ganar así que algunos comenzaron a quitarse los calzones y los añadían a la fila, la competencia se había vuelto intensa y los mismos compañeros de equipo exigían que todos pusieran la poca ropa que les quedaba, a mí ya no me importaba que me vieran desnudo ya había superado esa sensación de vergüenza y al final del juego todos estábamos desnudos, aún recuerdo a varios compañeros escondiéndose detrás de unos arbustos para que no los vieran en ese estado (Ahora que recuerdo ese juego pienso que los profesores querían vernos desnudos).
Terminando otras competencias nos fuimos a cenar, todo era silencio y los profesores habían cumplido el objetivo de dejarnos demasiado cansados para que fuéramos a dormir.
Ya en nuestra habitación ahora yo cerré la puerta con el cerrojo y me recosté al lado de Bryan que estaba exhausto, nos dolía nuestro cuerpo de tanta actividad pero aun así teníamos energía para continuar nuestros juegos.
Sin decirle una sola palabra comencé a besarlo y Bryan correspondía de la misma forma, ahora yo estaba recostado sobre el con una pierna a cada lado suyo y frotaba mis nalgas en su pene.
-Te quiero mucho Bryan, me gustas mucho, nunca había sentido algo así por alguien.
-También te quiero mucho, me gustaste desde la primera vez que te vi –Me decía sin aliento y con su respiración muy agitada.
-Aun quiero hacer lo de la mañana –Le susurre ahora yo al oído.
Le quite su playera y luego el short que traía puesto y al momento de tocar los calzones que llevaba pude ver que aún estaban mojados de la actividad realizada, intente quitárselos pero el de un movimiento ya se encontraba quitándome las mismas prendas que yo hace unos segundos.
Al tocar el calzón mojado que yo también traía dio un suspiro de excitación como nunca había escuchado, así en calzones estuvimos acariciándonos, besándonos y jugando con nuestras lenguas, me gustaba chuparla y jugar con la mía tocando sus dientes, mordiendo levemente el labio superior mientras él hacía lo mismo con el mío, seguimos así compartiendo nuestra saliva por unos minutos.
Bryan me coloco boca arriba para chupar mis pezones sentándose encima de mí nuevamente pero ahora sobre mi pene que ya quería salir del calzón y había formado una pequeña carpa, yo gemía cada vez que succionaba y los mordía suavemente.
Me consumían las ganas de tocarlo así que no aguante más para meter mis manos dentro de su calzón y acariciar ese rico pene que tenía, él contestaba de la misma forma acariciando mi pene y para estar más cómodos nos quitamos esos calzones mojados, la excitación era tan grande que cuando Bryan dejo ese rico calzón me lo lleve a la nariz para aspirar su aroma y el solo sonreía haciendo lo mismo con la mía.
Dejando a un lado la prenda sentados uno frente al otro nos masturbamos el uno al otro y con su otra mano aprovechaba para tocar mis nalgas buscando mi ano y meter un dedo dentro de él, yo sentía curiosidad de meter también mi dedo en su culo y aunque estaba nervioso fueron más los deseos y la excitación que sentía, me levante quedando de rodillas frente de él y el hizo la misma acción tome esas pequeñas nalgas redonditas y también me puse a buscar su agujero, no hacía falta el aceite de la noche pasada, estábamos siendo lubricados por el sudor producido del intenso calor que se había formado en esa pequeña habitación, comencé a meter mi dedo sin darme cuenta que lo introducía muy rápido y la cara de Bryan mostraba dolor y placer.
Ambos estábamos de rodillas frente a frente abrazados y con nuestros dedos en el culo del otro.
– ¿Me dejarías metértela Alan? –Me dijo nuevamente a lo que yo asentí.
Al momento de decirlo busco su botellita de aceite pidiéndome que me recostara boca arriba y coloco mis piernas abiertas ligeramente levantadas, el unto aceite en mi culito virgen y en su pene que estaba increíblemente duro, y coloco su pene en la entrada de mi ano.
-Respira lento –Me dijo mientras empezaba hacer presión en la entrada de mi ano-.
No te lastimare.
-Ouu -Solté un pequeño quejido mientras apretaba los diente al momento de sentir entrar su pene en mi culo.
-Ya entro casi todo –La unión de su mano izquierda y mi mano derecha se había realizado.
-Ouch, me duele mucho –Dije al momento de que termino de entrar su pene y sentí su pelvis chocar con mis nalgas.
Me dolía mucho y ya quería que lo sacara, hacia algo de fuerza con mi culito para apartarlo de mí mientras unas pequeñas lágrimas de dolor escurrieran por mi mejilla.
Al notarlo Bryan se inclinó hacia mí y me besaba diciéndome que el dolor pasaría y que me gustaría mucho, estuvo así por unos momentos y tenía razón el dolor iba desapareciendo.
Cuando deje de apretar su mano entendió que el dolor había pasado así que sacó un poco su pene y lo volvió a introducir fuertemente, nuevamente sentí mucho dolor pero el quejido que producía era silenciado por los labios de mi penetrador.
Siguió haciendo ese mismo movimiento hasta que los quejidos que producía se habían transformado en gemidos y mi pene nuevamente esta erecto hasta su límite, no duro mucho tiempo cogiéndome hasta que termino dentro de mi culo, sentí algo muy caliente dentro de mi culo, sensación que me hizo correrme sin tocarme.
Sin sacar su pene de mí, con sus dedos tomo mi leche untándola en su boca y en la mía para después recostándose sobre mí, estábamos los dos exhaustos y sentía como su pene se encogía dentro de mi culo, Bryan se incorporó un poco sacando su pene de mi interior mientras yo aprovechaba para sentir con mi mano el estado de mi culo que estaba algo abierto y escurría algo de él, podía meter con facilidad uno de mis dedos, apagamos las luces y nos recostamos en la misma cama, una última vez dimos una probada a nuestros labios para quedarnos dormidos del cansancio.
/////Nota: Espero sus comentarios constructivos ya que es mi primera historia y tengo pensado escribir muchas obras.
Acepto todo tipo de comentarios desde redacción hasta lo que me hace falta, ya sean detalles o si soy muy repetitivo con algunas palabras.
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