Mi primer relato.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kensun.
Como a muchos otros, todos tenemos una forma en como empezamos, algunos por curiosidad, algunos porque ya lo sentían y otros porque si querer nos orillaron a probar.
Ante de continuar me presento, mi nombre es Eduardo, desde hace mucho tiempo soy seguidor de esta página, soy un poco robusto, aunque durante toda mi infancia y adolescencia siempre fui muy atlético, mido 1.72, soy de tez clara, cabello negro, etc.
Como bien lo dije todo empezó en mi infancia, la cual siempre fue muy dura, mi padre falleció cuando yo apenas era un bebe por así llamarlo, ya que el dejo de existir cuando yo apenas tenía un año de edad.
Nunca me pude llevar bien con mi madre, ya que ella solo se concentraba o le daba prioridad a su pareja, y pues yo me la pasaba mejor con mi abuela y tías.
Soy originario del Estado de Veracruz, y pues muchas familias de allá, tienen la costumbre que el 1 de Mayo de año (Día del Trabajo en México), nos íbamos a algún rio cercano o cuando se podía a alguno lejano para conocer.
Era muy divertido, porque todos convivíamos, asábamos carne para comer por las tardes y luego regresar a nuestras casas para descansar.
Ese día me pasó algo diferente, estaba solo con mis primas mientras ellas chapoteaban, yo trataba de nadar a contra corriente, en ese lapso siento como alguien toca mi pierna a la altura de mi pompa (nalga, culo, etc.), al salir del agua veo a un tipo robusto, de avanzada edad, yo creo que debía de tener en ese entonces como unos 50 años. Como yo continuaba en el agua el metió su mano hasta tocar mi pequeño bulto, lo cual me causo impresión, quería decirles a mi familia en ese momento pero no vi a nadie cerca, por lo cual me dio mucho miedo y me aleje del tipo.
Lo que yo no había notado es que el tipo estaba siguiendo con la mirada (lo intuí después), ya que en un momento en el que me dieron ganas de ir al baño, busque uno cerca, los cuales los ponen de forma austera como los baños portátiles, pero dentro de estos baños hay regaderas, los inodoros y mingitorios. Entre a los mingitorios, y segundos después veo al mismo tipo que me toco, me quede paralizado al verlo otra vez, para mí era alto, gordo, bigotón, y apenas una mata de pelo en el pecho, con palabras cuscas e insinuantes me hacía platica, para saber con quién iba, y yo como todo niño respondía a todas su preguntas.
En eso se paró junto a mí y saco su verga, algo morcillona, pero era grande y gruesa a mi parecer, empieza a orinar y no le pude quitar la vista de encima, termina de orinar, se sacude y con una malicia me decía… ¿Te gusta lo que ves?… yo no podía hablar en ese momento, ni articular palabra, tenía miedo. Me tomo la mano y me decía… tócala no voy a decir nada… creo que en ese momento sentí tranquilidad y me anime a tocarla, la verdad es que me gusto lo suave y caliente que se sentía. Mientras más lo tocaba más grande y gorda de ponía, a lo que el tipo solo suspiraba y decía… así lo haces muy bien… el tipo empezó a lubricar más, y cada que se la jalaba un poco más mis manos se embarraban con su precum.
El tipo ya caliente me pregunto si me gustaban las paletas, a lo que mi inocencia le dije que si, a lo cual respondió… esto es igual que una paleta, la puedes chupar, pasar la lengua, lo único que no puedes es morder, porque si no la vas a lastimar ¿Por qué no la pruebas?… lo dude, pero el empujo mi cabeza hacia él, abrí la boca y me la metió de una, poco a poco me decía como hacerlo, el tipo bufaba y exhalaba muy fuerte, con sus manos en mi cabeza llevaba el ritmo, era tanta su calentura que de una estampo su pelvis en mi boca y verga llego hasta mi garganta, sentí como 6 o 7 disparos iban directo a mi esófago, y que eran algo calientes.
Los restos de su semen se quedaron en mi lengua, me la saco de poco en poco, hasta que salió flácida con un poco de resto de semen, el tipo solo suspiro y me dijo… que rica boquita tienes chiquito, ya tenía rato que no me venía así… con un dedo se limpió los restos y me los echo a la boca y labios, yo no sabía q es lo que me había tragado pero era muy espeso, un poco dulce, y nada desagradable. Una vez limpio se salió sin decir nada y yo me salí unos segundos después.
Mi familia aún continuaba en el agua y otros platicando y no se dieron cuenta de mi ausencia. Esta historia a nadie se la he contado, es totalmente verídica y son unas de mis pocas aventuras que tuve en mi infancia. Actualmente tengo 27 años, me considero bisexual ya que a pesar de mis aventuras, he estado con chavas y aunque continuo soltero, trato de darle riendas sueltas a mis impulsos.
Espero les haya gustado… seguiré contando de mi más adelante.
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