Mi primer trio 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya les haba dicho que Román nos dejaba ir a su casa las veces que quisiéramos y, como nosotros con Fernandito queríamos siempre , nos aprovechamos descaradamente de su invitación.
Después de aprendernos la rutina de su mama y el horario de clases de su Universidad y los espacios en que no teníamos que estudiar para nuestros colegios, nos dejábamos caer dos o tres veces a la semana por su casa y el gentilmente nos facilitaba su pieza para que nos reventáramos culeando.
Román permanecía absorto en sus estudios y no nos prestaba mucha atención.
A lo mas se asomaba a la puerta cuando los gemidos de uno de nosotros eran muy fuertes.
Alli se sonreía socarronamente y movía la cabeza, tal vez hasta recordando sus inicios en el sexo ( que mas adelante nos contaría con lujo de detalles ( y practica de los mismos)
Una de esas tardes en que llegamos con todas las intenciones de intentar matarnos culeando con Fernandito, Román nos abrió la puerta y nos acompañó hasta su habitación y mientras nosotros nos desnudábamos ya desde la puerta tirando la ropa por donde cayera, El entro al baño y echo a correr la ducha.
Con Fernandito nos miramos con complicidad y lascivia ya que sabíamos que si Román tomaba una ducha, era por que participaría con nosotros en un trio.
Cuando Román salió del baño constatamos con alegría que estaríamos los tres en la cama ya que el venía hacia nosotros solo con una toalla amarrada a su cintura y su cuerpo y pelo mojados.
Terminó de secarse delante de nosotros.
Le vimos la verga casi parada a full , lo que nos hizo temblar de calentura.
Subió a la cama gateando por los pies y se acostó de espaldas entre medio de nosotros.
Nos abrazo de a uno y nos dio sendos besos con lengua apasionados pero a la vez muy tiernos.
Nos acostamos aferrados a el uno por cada lado y comenzamos a acariciar su cuerpo mientras el a su vez jugaba con nuestras cabelleras y nos pasaba los dedos por los labios, con lo que consiguió que alcanzáramos ambos una de esas erecciones dolorosas.
Acto seguido nos fue metiendo uno de sus pulgares dentro de la boca y nos dijo que se lo succionáramos alternadamente como si fuese un "pete" yo creo para poder comprobar que tan bien éramos mamando verga.
Al parecer ambos, Fernandito y yo pasamos ese examen pero no obstante eso nos dijo, putitos veo que no se ducharon.
Tienen dos minutos para bañarse y volver a la cama.
Sobre todo lávense bien la "conchita" la "tulita" y los pies.
Volamos a la ducha, nos enjabonamos y enjuagamos muy bien las "presitas" que Román nos indicó y regresamos a la cama a medio secar, acostándonos uno a cada lado riendo y haciendo como que tiritábamos de frio.
Román agarro las manos que teníamos al aire y las puso sobre su verga.
Al mismo tiempo que nos besaba, nos decía "jueguen con ella".
Yo me dedique a su tronco y Fernandito a sus testículos, acariciándolo y pajeándolo como mejor nos parecía.
Comenzó a darnos instrucciones.
A mi que la aprietara más y a Fernandito que fuese mas suave.
En un momento usando su índice, enjugó una gruesa gota de precum que escapaba por su uretra y haciendo un ademán como que se la echaría a la boca, prefirió ofrecérmela a mi.
La chupe gustoso puesto que era un fluido que yo sabia saborear desde los 10 años.
Ya fuese el mio o el de los amantes que tuve y que ya goteaban.
Chupé su dedo con fruición degustando su semen y allí fue imposible para el evitar que yo me prendiese a su verga como garrapata.
Comencé a mamar como demente tratando se meterme lo que mas podía dentro de la boca.
Una vez que me salí, se la ofrecí a Fernandito quien solo tenía la experiencia de felarme a mi pero trató de estar a la altura y abriendo su boca se metió lo que mas pudo antes de hacer una arcada.
No por asco sino por que el pene de Román había llegado hasta el fondo de su infantil garganta.
Alli vi la cara de Román.
Era un poema al placer a la lujuria y no era para menos.
Su pene estaba siendo succionado alternadamente por dos putitos de 13 y 10 años quienes en su afán por disfrutar al máximo, lo estaban llevando al paroxismo.
Continuamos un buen rato mamándolo alternadamente y como es lógico le llegó el momento del máximo placer.
Lo sentí tensarse mientras le mamaba y disfrutaba de la suavidad de su glande.
Le sentí crecer y no obstante que una de mis fantasías era recibir una acabada de macho adulto en la boca, me retiré para permitir que Fernandito también lo saboreara, no obstante que, cuando yo acababa en su boca, no era lo que mas le gustaba.
Román nos apartó a ambos para que disfrutáramos de la visión de una acabada de macho mientras el se agarraba la base de la verga y mientras suspiraba y gemía, comenzó a eyacular profusamente. 1.2.3.6.8.
Su leche saltaba sobre su pecho, sobre mi espalda, en uno de los hombros de Fernandito y los dos últimos, escurrían por entre sus dedos y se derramaban sobre sus recortados vellos pubianos.
Una vez que hubo dejado de respirar hondo, abrió los ojos y agachándose sobre el hombro de Fernandito, sorbió todo el semen que le había arrojado.
Otro tanto hizo en mi espalda.
Comió toda su acabada limpiándola con la lengua y mientras me miraba a los ojos con picardía, me ofreció a beber el semen que escurría por sus dedos.
Lo bebí y me deleite en el con avidez mientras miraba a los ojos a Fernandito como invitándolo a que el hiciese lo mismo.
Era tan erótica la visión que Fernandito no tuvo el menor escrúpulo esta vez en saborear los restos de semen que quedaba, dejando los dedos de Roman totalmente limpios.
Este a su vez, con el canto de la mano recogió los chorros que habían caído sobre su pecho y los echo a su boca.
Me agarró por la nuca atrayéndome hacia el y me beso en los labios traspasándome su semen con su lengua mientras me recorria con ella toda mi cavidad bucal.
Que placer, su saliva y semen dentro de mi.
Al separarse de mis labios me dijo: "ese es un beso Romano".
Dale uno a Fernandito a ver que tal le sabe.
Agarre de la carita a mi noviecito y acercándome a el con la boca medio llena de moco, se lo traspasé en un profundo beso.
Al separarnos noté que aun nos unía un delgado hilo de fluido, semen y saliva, el que recogido esta vez por la lengua de Román, al mismo tiempo que nos decía : "ven ya aprendieron algo nuevo ".
En ese momento se percató que ambos, Fernandito y yo exhibíamos erecciones a full ya que nos habíamos dedicado solo a otorgarle placer a él y aún nos restaba acabar a nosotros.
Tomo a Fernandito y lo acomodo en 4 en la cama, procediendo a chupar su anito para dilatarlo a sola lengua.
Mordía, succionaba, lamía, metía lengua y volvía a chupar al mismo tiempo que separaba sus nalgas con ambas manos para evitar que se cerrase.
Fue impresionante ver como el cerrado asterisco rosado de Fernandito se abría poco a poco, dejando ver hacia su rojo interior.
Yo un par de veces lo había lamido pero, nunca con tanta maestría y eficiencia.
Después de eso me agarró por la cintura y atrayéndome hacia el se metió toda mi verga y bolitas dentro de su boca.
Me ensalivo bien y acomodándome con su mano metió mi enhiesta y juvenil verga dentro de la ardiente cavidad de Fernandito, quien la recibió con un aaaaaahhhhhhhh de placer.
Me aferré a sus infantiles y pálidas caderitas y le comencé a bombear con una especie de furia.
Esta demás decir que acabé a la cuarta o quinta bombeada.
Habían sido muchas y muy intensas la emociones eróticas de esa tarde, como para dilatar mi eyaculada.
Nunca hasta ese momento había sentido una acabada igual.
Fue algo que nació desde el fondo de mi pene, salió hacia mi espalda, reventó en mi cabeza y terminó en todo mi cuerpo convulsionándome como un epiléptico.
Al salirme desde adentro de Fernandito, noté como su anito se abría y cerraba en espasmos de placer.
El sin saberlo ni proponérselo había tenido su primera acabada anal y, en cada contracción mi semen escurría afuera goteando hacia la cama y, otro poco recorriendo sus piernitas.
En vista de tan hermosa visión, Roman se metió entre sus piernas y antes de que se bloquease su anito, volvió a trabajarlo con la lengua, chupando , sorbeteando y degustando mi semen y mientras lo hacía, emitía eróticos sonidos de placer.
Fernandito gritaba de placer y aporreaba las almohadas con sus puños mientras movía su cabecita a lado y lado gozando pero sin lograr entender los que le había pasado y yo, muriéndome de envidia, disfrutaba de una imagen que ni siquiera aparecía en las revistas porno de las cuales nos instruíamos.
Una vez que Fernandito se hubo volteado para descansar de su intensa acabada anal, Román me volvió a agarrar por el cuello , dándome otro beso romano y me traspasó el semen que aun permanecía en su lengua.
Nos acostamos los 3 en la cama abrazándonos el uno al otro y mientras nos dábamos tiernos besitos, contestábamos las preguntas de Román.
? Les gusto ? .
? sabían que se podía hacer eso?.
? es rico el semen?.
etc.
Nosotros contestábamos con los ojitos entrecerrados, disfrutando de la reciente experiencia.
Después de un rato nos dijo.
ya mis putitos.
vístanse y váyanse que tengo que estudiar aun.
Les prometo que para el próximo trio los hare gozar aun mas.
Ustedes decidirán quien se come mi verga o bien pueden ser los dos pero antes, les enseñare lo placentero y necesario que resulta un buen enema ( ?¿ ) para disfrutar de nuestros cuerpos sin sorpresas desagradables.
Nos vestimos con calma para no llegar tan desarreglados a nuestras casas, nos besamos a guisa de despedida dentro de la casa de Román y nos fuimos caminando hasta la esquina, donde nos dividimos y " calabaza.
calabaza"
Esa noche me dormí con la pichulita a full, pensando en que se sentiría tener la verga de Román entera enterrada dentro mio o bien, como sería la visión de ver la estrecha ( ya no tanto ) cuevita de Fernandito empalada a el.
Esta demás decir que me dormí con una sonrisa y.
a media noche desperté entero mojado.
Ja Ja Ja.
Besos a todos(as)
Dolmance.
2016
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