Mi primer y único putito de 10
Este es el relato de mi primera y única vez que me comí un putito, casi por 6 meses fue mi mujercita, nunca más hasta ahora volví a encontrar algo así, y si, si espero encontrar otra vez, a alguien así..
Este es el relato de mi primera y única vez que me comí un putito, casi por 6 meses fue mi mujercita, nunca más hasta ahora volví a encontrar algo así, y si, si espero encontrar otra vez, a alguien así.
Tengo 35 años, esta historia me paso a los 30, cuando por motivos de trabajo, llegue a un pueblo donde estaría todo el año. Mi empleo no es importante.
Solo destacar que era un pueblo medianamente pequeño, alejado a unas 9 horas de la ciudad, donde no existía mayor ley ni control entre sus habitantes.
Alquile una pequeña habitación, el lugar era en medio de cerros y arboles propios del lugar, las casas no eran aglomeradas, eran un poco distantes entre sí, reinaba la privacidad, la tranquilidad. Los fines de semana no faltaban las fiestas, las cuales no eran de mi agrado, por tratarse de fiestas con otras costumbres distintas a las mías.
Paso unos meses, y priorice la comodidad de mi cuarto, lleve una pantalla grande de 64”, un cable satelital, y toda la comodidad en mi pequeña habitación.
Conocí a unos hermanos huérfanos, que Vivian bajo el pobre y despreocupado cargo de los tíos, la mayor de 17, la segunda de 15, la tercera de 13 y el ultimo varón de 10, ellos eran mis vecinos.
Yo necesitaba alguien que me lave la ropa y mantenga ordenado mi pequeña habitación, fue por la me contacte con la mayor de la familia, ella acepto rápidamente, y efectivamente, hacia bien su trabajo. Pero quedo impresionada con mi pantalla, yo los invite a ver películas en las noches, para lo cual venían los 4 hermanos, ya mi estancia no era solitaria, la compañía se tornó agradable.
Poco a poco las reuniones se iban haciendo mejores, había piqueos y confianzas, yo por supuesto tenia entre ceja y ceja a la mayor, la cual gozaba de cierta REPUTAcion, pero al estar los cuatro poco podían ser mis avances, empezaron los toqueteos, los roces, ella se prestaba para dejarme calentón. Poco a poco la de 15 también también se prestaba para los jueguitos. Tapados con las cobijas, mis manos tocaban tetitas, puchitas, hasta mi dedo les metí. Pero no pasaban de allí, yo no era tonto, sabia que estas purísimas, no querían llegar a más.
Cierta noche, no llegaron las invitadas a compartir las películas, yo me sentí solo, y estaba dispuesto a un trabajo manual, cuando de pronto a una hora avanzada de la noche eso de las 10, tocan la puerta, al abrir, me percato que es Oliver, el pequeño de 10. – Mis hermanas se fueron a una fiesta, me dijo.
Yo le interrogue y averigüe que las tres no volverían hasta el día siguiente, cada uno se iría con su respectivo amante de turno. Me sentí frustrado y hasta engañado, un poco molesto, ¿¿- Y que haces aquí?? Le pregunte ofuscado.
-Mejor te vas.
-Tengo miedo estar solo, me dice, quiero ver una película y después me voy.
Puso carita triste con ojos de gatito de shrek, me doblego y acepte, busco el canal de dibujos animados y se puso a ver sentado en la cama, yo también me recosté en la cama, con un short, suelto, sin boxer y un polo ligero, no me interesaba mucho la película, revisaba mi celular, y me quede dormido.
Mi sueño se volvió placentero, soñaba que una nena me agarraba el pene y me quería hacer un oral, poco a poco, el sueño se hacía más placentero, empecé a despertar, y mi sorpresa fue mayúsculo, vi a Oliver, que tenía sus dos manos en mi pene, y con afán estaba que lo metía en su boca, en realidad, no sabia si era un sueño, una pesadilla o mi imaginación. Desperté totalmente y efectivamente, Oliver me estaba dando una mamada, reaccioné bruscamente y aparte a Oliver, asustado, QUE HACES?? Le reclamé. Oliver se asustó, – No te gusta?? Me pregunto con su vocecita tierna.
-Eso esta mal Oliver, me puedes meter en muchos problemas.
-Pero yo no cuento a nadie, me dijo con su carita de inocente.
-Ya lo hiciste antes? Le pregunte.
– Si, me dijo
-A quién??
– uno de los enamorados de mi hermana me enseño, y también me hizo el amor.
Yo no podía creerlo, lo decía en todo orgulloso.
-Y tu hermana sabe??
-NOOOOO, me dijo tajantemente, -eso no se cuenta a nadie. Me dijo muy seguro de sí mismo.
– A quien mas se lo hiciste? Le pregunte muy curioso-
– A mi tío, que viene de la capital, me dijo – también me hizo el amor.
Yo no podía creerlo, era un putito en potencia. Me percate y tenia el pene afuera como un fierro, el se dio cuenta y se acerco lentamente, el morbo y el deseo se apoderaron de mí, lo deje hacer, – Nunca le diré a nadie, me dijo. Me cogió el pene con ambas manos, se lo metió a la boca, hasta la mitad, y torpemente pero delicioso, me lo hacía, se sentía delicioso, era una situación muy excitante, y los meses en abstinencia, también tuvo mucho que ver.
Pronto empecé a guiar sus movimientos con mis manos, cuidado con tus dientes le dije, me sentí atraído a su culito, acerque mis manos hacia el, lo jale un poco hacia mí, y metí mi mano buscando su hoyito, el putito hizo un movimiento rápido, y se saco el pantaloncillo que traía, con todo y ropa interior, era una invitación para que me lo cogiera, y que yo no desprecie.
Ensalivé un dedo y se lo metí, el no se inmuto y seguía con su felación, yo empecé a acariciar ese culito moreno firme y blando mi dedo medio incrustado a tope, lo metía y sacaba, e putito empezó a moverse.
No podía resistir más, lo jale hacia mí, le puse de costado y le pregunte, te puedo meter la verga.
-SIIIIIIIII, me dijo.
No espere más, lubrique bien mi pene ensalive su anito, coloque la cabeza y se lo metí, el emitió un quejido – despaciooooo. …..
Lo tuve allí unos segundos y poco a poco empecé el mete y saca, era único excepcional, muy placentero, primera vez probando un culito de 10 y por si fuese podo de un putito, el ajuste era extremo, mi pene entraba hasta la mitad, quería metérselo a tope, pero veía que le costaba resistir.
– Lo tienes muy grande, me decía. (En realidad era más grueso que grande).
El placer era supremo, no dure ni tres minutos y me vine con desesperación, lo cogí fuerte de las caderas y se la enterré todita, para descargar todo adentro, fueron 4 o 5 chorros potentes de néctar, podía ver el esfuerzo del putito para no gritar, pero no me importaba, yo estaba en el clímax de mi orgasmo.
Cuando termine la corrida, el me miro y me dijo, quiero ir al baño, rápidamente lo lleve al baño, por ser altas horas de la noche, no había nadie afuera, fuimos, el descargo en el wáter todo el producto lácteo con sus heces, cuando me di cuenta yo también tenía algo de heces en el pene, me lave y le lave el culito a Oliver.
Volvimos a la habitación, y ya sabiéndonos que estaba limpio, decidí que esta noche seria de full sexo con mi putito.
Lo abrace, y el me dio un beso, un beso que primero me dio como, asco, pero al ver su habilidad y su sabor, el beso se volvió frenético y sabroso. Mis manos amasaban sus pequeñas nalguitas, el me cogía el pene jalándomelo, le puse en cuatro en la cama, y le empecé hacer un oral, desesperadamente, él dijo – nadie me hizo eso, se siente rico. Lo cual provoco, que me esforzara para que acuerde de eso toda su vida, hacia círculos con mi lengua, succionaba, y trataba de meter mi lengüa a su dilatado esfínter, el no tardo en tener su primer orgasmo, se cogió fuertemente de la cama, ahogo sus gemidos, – QUE RICOOOOOOOO, exclamo.
Yo estaba otra vez a full, no lo deje descansar y allí mismo en cuatro con el pecho abajo, me acomodé y se lo inserte hasta la mitad, y empecé a bombear, el empezó a moverse de una manera rica como queriendo más, no me hice de rogar, se la enterré toda y empezó un bombeo salvaje, el choque de nuestra pelvis sonaba exageradamente, ya el parecía, un pequeño muñeco de trapo, en mis manos, cuando sentí que quería terminar, se lo saque, y le dije ven siéntate encima mío, me fui a una silla, me senté, él no sabía qué hacer.
Le guie encima mío, – ¿¿no sabes cabalgar?? Le pregunte. El me lo negó con la cabeza.
Lo cogí y o senté encima mío, ensartándoselo todo, puse mis brazos por debajo de sus rodillas y le guie hacer unos deliciosos sentones, el comprendido inmediatamente, y se esmeraba, sobre todo en el bajar, se cogió de mi cuello y trataba de que le entrara lo más profundo.
Ya era todo un profesional el putito, yo le decía- te gusta putito? – siii
Le enseñe – dime si papito, si mi macho, si mi amor.
El me decía, Si mi macho, me gusta, mételo más.
Yo estaba desenfrenado, le llevé al borde del a cama, le puse piernas al hombro y se lo metía a tope, el gritaba de placer y me pedía más. Tenia un culo muy aguantador y apretadito, le cogí del pequeño, pene y se lo empecé a jalar, y bombear a la vez, el estaba que no podía del placer, y tuvo un orgasmo brutal, hasta eyaculo, yo por mi parte metí mi segunda descarga en lo profundo de sus intestinos, fue intenso esa cogida.
La tercera descarga, ya poca cantidad, fue en su boquita, el no desperdicio, nada. Y a las 6 de la mañana cogimos otra vez, y se fue muy contento prometiéndome volver a ver en la noche, yo me sentí exhausto, por suerte era ya día domingo y pude descansar a placer.
Tuve que ingeniármelo, para volver con mi putita, ya no dejaba venir a las hermanas, y en las noches el putito se escabullía en mi habitación, hicimos, de todo lo posible imaginado, juguetes, lencería, todas las poses que puedan existir, le chupaba su penecito, me tragaba su descarga, pronto logro la garganta profunda, estuve seis meses así, hasta que me tuve que regresar, con la promesa de volver, pero , no se pudo lograr, hoy mi putito tiene 15, nos comunicamos ocasionalmente y esta latente un recuentro, pero el siempre me dice, tu serás siempre mi único macho que hizo sentir mujer.
Qué rica experiencia. Definitivamente debe ser una maravilla encontrarte un putito así.
como sigue
Como sigue?
Excelente relato… Como sigue?
Uuufff…. Que delicia de relato… Necesito mas 🔥😋
Como sigue??
Ufff… Que rico relato, me fascina como escribes💦