Mi primera experiencia

Hola, me llamo David, peruano y vengo a contarles mi primera experiencia homosexual.

Todo ésto comenzó a mitades de año.

Soy bajito, como 1.60 o un poco más, tez trigueña y en un principio me atraían las mujeres pero de poco a poco de tanta paja que me daba, comenzé a interesarme en las pollas, más específicamente en mamar una. En busca de saciar mi interés busqué videos de pollas y sobre hombres mamando una.

Conforme pasó los días mi interés crecía más y mi morbo me invadió tanto que publiqué mi número en una página para reunirme con un hombre.

Así, me mandaron mensajes algunos y en mi morbo les pedía fotos de sus pollas para ver si eran de mi agrado (Me interesan pollas con el prepucio y UE estén limpias y depiladas), con eso escogí al que me parecía que la tenía mejor.

Conversamos, me dijo su nombre, Daniel y que tenía 29 y que si quería tener una llamada, a lo cual le rechaze ya que tenía miedo que mis padres o mis hermanas me escucharán, entonces simplemente chateamos y nos mandábamos fotos y videos.

Aquello duró unos 8 días a lo cual el me pidió reunirnos, yo me quedé mirando la pantalla, ya que no sabía qué responder, si decir que si o no y bloquearlo y así le diría fin a ésta experiencia. Pero el pensar lo que pasaría mi morbo creció de golpe y le escribí que sí.

Así, acordamos reunirnos un sábado en un centro comercial en la mañana, yo llegué un poco temprano y estaba nervioso y de hecho ya me estaba arrepintiendo y quería ir mejor a casa, estuve pensando eso hasta que una mano tocó mi hombro y volteo nervioso y veo un joven moreno, de estatura media que me miró y me preguntó si era David, a lo que inconscientemente asentí.

Después caminamos y conversábamos como si fuéramos amigos, cuando de la nada me dice: «¿Quieres ir al baño?» con una mirada «extraña», a lo que entendí y dije sí. Conforme íbamos me preguntó si me gustaba recibir, ante eso asentí un poco nervioso.

Llegamos y, genial, no había ni un alma. Rápidamente me jala a uno de esos baños y me sienta en el baño, quedando mi cara directo a su entrepierna, lo veo bajarse los pantalones y saca su polla que ya estaba un poco parada y me dice: «Adelante, sirvete».

Nervioso lo sujeto con mi mano derecha y al tacto estaba caliente y con más confianza empeze a bajarle el prepucio y vi una cabeza rosada, exitado le empecé a hacer una paja, mientras el jadeaba comenze a jugar con el con el prepucio metiendo mi dedo adentro.

Luego de luego de estar un rato así me sujeto en la cabeza y me acercó su polla diciéndome que es hora de que lo menta dentro de mi boca. Y así fue cómo a pesar de estar nervioso por mi exitacion me acerqué a ella y así, lentamente le di lamidas por el tronco, luego por la cabeza y ahí fue que pude saborear el líquido preseminal, era salado, pero me gustó y segui dando lamidas hasta que lo metí la cabeza en mi boca y así empecé a bajar hasta tener la mitad de su pene en mi boca, exitado metí mi mano debajo de pantalón y empecé a masturbame mientras le daba una mamada a un hombre.

El solo pensar en eso me éxito más y me tragaba su pene como si fuera la comida más deliciosa, así seguimos hasta que sentí que sujetaba mi cabeza hacia delante permitiendo introducir por completo su pene a mi garganta y así eyaculo dentro y a su vez también eyacule. El líquido caliente tenía un sabor saldado pero rico.

El me miró y me dijo «lo hiciste bien, perrita». Me volví a exitar más cuando me dijo perrita y le pregunté si quería continuar o hasta aquí» a lo que me contestó que hasta ahí, que estuvo genial.

Un poco decepcionado le dije está bien, me enjuague las manos y la boca y nos separamos. Una vez en casa pensé en lo que sucedió y me exité más y me fui a mi cuarto a masturbame.

Luego de ello Daniel no volvió a escribirme y cuando quise tomar la iniciativa descubrí que me había bloqueado, me sentí un poco vacío pero pasó rápido. Después de ello ya no volví a hacer algo similar pero si suelo tener conversaciones calientes con hombres, nada más de eso. Aunque si me emociona el querer intentar hacerlo otra vez.