Mi primera experiencia con un hombre ha sido una de las mejores
Hola, me llamo Luis, un hombre bisexual del norte de México, y les quiero contar esta increíble experiencia que tuve cuando tenía 18 años y que además de buena me ayudó a confirmar mi bisexualidad..
Hace ya unos años tenía yo 18 años recién cumplidos, me encontraba cursando mi último semestre de preparatoria. Ya había tenido bastante experiencia con mujeres, después de haber perdido mi virginidad a los 15 años, una novia y varias cogidas con amigas, pero siempre sentí que me faltaba probar algo, no que no me gustaran las mujeres pero al mismo tiempo sentía atracción por los hombres algo que ya tenía en mi cabeza desde hace un tiempo.
Ya hacía unos meses le había contado esto a mis dos mejores amigos, que son Esteban y Daniela, aunque buscamos la manera de conseguir a alguien de nuestra edad en ese entonces ellos me dieron la idea de usar una aplicación de citas muy conocida, sin embargo porque en ese tiempo era menor de edad no quería problemas con gente que fuera mayor de edad por lo que lo descarte en ese entonces, pero después de cumplir los 18 me alentaron a hacerlo y me decidí a buscar a alguien.
Recuerdo como era mi perfil, una foto de mi cuerpo sin mi cara donde se veía como era, delgado y marcado, moreno claro y peludo, 1.72m de altura, y decía que buscaba alguien discreto para experimentar. Sabía perfectamente lo que estaba buscando, un hombre bien parecido de preferencia más grande que yo, que no fuera de ambiente ya que quería que fuera lo mas discreto posible, ya que si no me gustaba no se supiera, tenía esa inseguridad que se llegara a saber.
En ese entonces tenía otras inseguridades, principalmente mi altura, ya que pensaba que para ser activo tenía que estar más alto que el pasivo, que equivocado estaba. Me gustaba la atención que recibí en la aplica y aunque tenía mensaje de muchos perfiles nadie me convencía por completo hasta que una tarde recibí un mensaje de un perfil sin foto.
Desde el inicio lo sentí diferente a los otros, no fue tan directo e incluso se presentó con su nombre, René, al ver su perfil me sorprendió lo que decía, también era bisexual, 1.86 m de altura, aunque no tenia foto decía que tenia buen cuerpo y que era guapo además que buscaba algo discreto. Recuerdo que la conversación al inicio fue casual pero iba bien, buscábamos lo mismo, recuerdo que cuando toque el tema que era más chaparro que él para ser activo solo dijo “No te preocupes en la cama nos acomodamos”. Me mando dos fotos de su cuerpo, de cuerpo completo con solo unos bóxers cortos ajustados, la primera era de frente, donde se veía su cuerpo de gimnasio, brazos, pecho y hombros grandes, abdomen plano y muslos grandes, bulto se veía promedio, la segunda foto era de atrás, se veía una gran espalda y un culo grande de gimnasio. Yo le mande otras mías y le gustó mucho mi cuerpo, yo no podía creer que le gustará a alguien con tan buen cuerpo, pensé a lo mejor esta feo.
Ambos queríamos vernos el rostro pero por no mandar foto por la aplicación decidimos vernos por videollamada en una aplicación muy conocida color azul, yo me encontraba en mi cuarto sin camiseta, el en ese momento se encontraba en su trabajo, pero nadie lo podía escuchar lo que decía. Cuando pusimos la videollamada tremenda sorpresa que me lleve al ver a un hombre, masculino y muy guapo, blanco, de cabello oscuro, facciones faciales bien definidas, una camisa de botones que le quedaba ajustada de los brazos, se veía fenomenal. Él no paró de decirme que yo estaba muy guapo y la verdad aunque en ese tiempo no me consideraba la guapo la verdad es que siempre lo he sido.
En eso salió el tema que era muy velludo, me dijo que le gustaba mucho eso de mí, a los 18 años ya tenía vello en todo el cuerpo y una barba completa, aunque me rasuraba porque en la prepa no me dejaban. Yo le contesté, “A mí me gusta que no tengas vello”, por lo que había visto en sus fotos. “Sí soy prácticamente lampiño y el poco vello que me salé me lo quito”. Yo le conté que lo único que me rasuraba era la barba y los vellos del pubis me los rebajaba nada más. “Puedo ver” contestó.
Puse la cámara de atrás del teléfono y me baje un poco el short que traía para que se me viera un poco el pubis pero no mostré más, lo quite y puse mi cara de nuevo, después el dice “Ya se que no hemos tocado el tema pero se te ve buen bulto, como la tienes”, “Y si mejor te la enseño?”, “No te podré enseñar nada yo estoy en la oficina”, “No importa, quiero que veas”, antes de cambiar la cámara me toque la verga por encima del bóxer, para tenerla bien dura al momento de poner la cámara, sabía que se le gustaría.
“QUE VERGÓN”, fue lo primero que salió de su boca, se quedo viendo un momento, entre asombro y deseo, “Chaparro pero vergón, cuánto te mide eso”, “20 centímetros” le conteste, “Pero se ve muy gruesa, cuánto mide de circunferencia”, “La verdad no se pero lo podemos averiguar”, salí de mi cuarto y busque por toda mi casa una cinta métrica hasta que la encontré, me regresé a la videollamada, puse de nuevo mi verga dura y le medí la circunferencia, “Alcanzas a ver?, son 17.5 centímetros”. René no paraba de hablar de mi verga, lo cual me subía el ego bastante, siempre había recibido cumplidos y halagos de mi pito por mujeres pero nada como esto.
El se tenía que ir de su trabajo pero decidimos pasar nuestros número para hablar mensaje. El día siguiente nos estuvimos mandando mensajes durante el día, supe que era versátil pero conmigo solo quería ser pasivo. Todo iba bien hasta que me comentó que tenía novia y que incluso vivían juntos. Le dije que no me gustaría ser el tercero en una relación pero el me insistía que su novia sabía todo y que el tenía permiso de ella de hacer esto, yo en ese momento no conocía que existen muchas parejas que realizan eso y aunque no le creí por completo decidí seguir con esto.
“La próxima semana mi novia se irá un día por trabajo a una ciudad cercana y tengo su permiso de meter a alguien”, aunque no me encantaba la idea de estar con alguien con pareja mis amigos me incitaron a hacerlo, además que me ganaba mucho lo caliente y lo bueno que se veía por lo que acepte. Los próximos días seguimos hablando casualmente pero conforme se acercaba el día íbamos planeando el encuentro, al mismo tiempo lo cuestionaba un poco como, “No te molesta que tenga 18”, “No te molesta que este mas chaparro que tú”. Pero el solo me contestaba que la edad no importaba mientras fuera mayor de edad y que le encantaba mi cuerpo y sobre todo no paraba de decir que quería mi verga. “Nunca he estado con un pito como el tuyo pero vemos como entra”.
Hablamos de nuestra vida sexual pasada, me contó como había tenido encuentros con otros hombres, siendo activo, pasivo o versátil, que su novia sabía todo y que incluso a veces hacían tríos con otros hombres bisexuales, yo no le creía por lo que nunca sugerí hacer un trío con ellos, le conté de las morras con las que cogí, incluso de una vez que hice un trío con dos mujeres, al parecer le gustaba escuchar mis experiencias a mi corta edad. Le conté que varias veces había intentado anal con mujeres y que nunca pude y que tenía miedo que pasara lo mismo. Me volvió a decir “Yo nunca he estado con una verga como la tuya pero de que entra entra o hacemos que entre”
Conforme se acercaba el día planeábamos como nos encontraríamos. Siempre me ha gustado hacer ejercicio y deporte, como no estaba estaba en ninguno en ese momento solía ir a correr a una unidad deportiva cerca de mi casa, quedamos que el me recogería ahí para que mis padres no sospecharan nada ya el insistía que pasara por mí porque no quería darme su dirección y yo tampoco por lo que era una buena opción para ambos. Incluso si se alargaba todo les podía decir a mis papás que Esteban pasaría por mí y que iríamos a su casa ya que era común que hiciéramos eso. Todo se acomodó perfectamente.
El día del encuentro temprano me manda una foto de unos condones xl y un lubricante con el mensaje “Ya esta todo listo para que me rompas el culo”. Más tarde mientras estaba en la escuela le dije que el único inconveniente era que no me podía bañar justo antes de vernos, mis padres verían raro que me bañara antes de ir a correr y el solo contesto “Que rico te da de oler la verga paseada de todo el día”, se me hizo muy rico que le gustará con mi olor natural. El me comentó que iría al gimnasio en el tiempo que le dan en el trabajo, se bañaría ahí pero tenía que regresar al trabajo y que antes de pasar por mí se haría el lavado rectal en el baño del trabajo para asegurar que todo este limpio.
Era verano, hacía mucho calor me puse una camiseta de tirantes, shorts, unos bóxers pegados como René me había pedido, él traía su ropa de oficina, mucho mejor para mí porque se me hace que se veía muy sexy así. Mi padre me llevó a la unidad deportiva, ni se imaginaba que su hijo le iba a romper el culo a un extraño las próximas horas. Tuve que caminar hasta la otra entrada de la unidad donde quedamos de vernos, sude algo solo de caminar en el calor, le mande el mensaje a René diciéndoselo y contesto. “Ya casi llego, que rico pensar en tu verga sudada”. Yo estaba entre emocionado, nervioso y caliente. Pensar en él me ponía a mil por hora, pero mientras lo esperaba trate de relajarme para que no se me pusiera dura.
Finalmente llega en una camioneta lujosa, me subo al carro y nos saludamos de mano y me fascina lo que veo. Un hombre en una camiseta de botones pegada como la de la videollamada, se le marcaban sus grandes brazos, traía también un pantalón de vestir, cinto y zapatos. Con unos lentes de sol de marca que se le veían muy bien. Platicamos un poco durante el camino, ambos estábamos nerviosos. No tardamos en llegar a su departamento, en cuanto se cierra la cochera que era privada nos besamos en el carro. Un buen primer beso, apasionado, muy rico. “¿Estas nervioso?”, dice algo agitado por el beso, “Sí”, le contesto. “Será tu primera vez con un hombre y mi primera vez con un vergón”, después toma su mochila y se baja del carro, yo hago lo mismo y me lleva a la puerta, una vez entro a su casa veo fotos con su novia, estaban comprometidos, me siento mal de pensar que tal vez le he este mintiendo y ella no sepa nada, pero en este punto ya estaba tan caliente que no lo iba a dejar pasar.
“Déjame preparar el cuarto, por mientras abre unas cervezas para los dos del refrigerador”, voy a la cocina, abro las cervezas y regreso a la sala, estaba ahí sentado admirando lo bonito de su departamento, después de unos minutos regresa a la sala. “Pensé que saldrías del cuarto desnudo”, le dije, “Hay que beber un poco para relajarnos” eran como las 5 pm, en eso le mando mensaje a mis papá diciéndole que iría a la casa de Estaban después de “correr”, rápido le cuento a Esteban todo y le mando mi ubicación. Después de eso dejo mi teléfono en la mesa y nos quedamos hablando un rato. No había duda de la química entre nosotros, nada de amor solo como amigos y esa plática me ayudó a relajarme además de las cervezas. Ya después de cada quien echarse tres cervezas en como 20 minutos, algo borrachos ambos, me dice “la cerveza sirve para aligerar el ambiente y mi culo” me rió y después de eso me da otro beso, pero esta vez más intenso.
Nos besamos lo que sentí una eternidad en el sillón, le besaba el cuello, luego el a mí era un frenesí de lengüetazos, ya aquí estaba con la verga bien dura pero cuando me estaba besando el cuello me agarró el brazo y lo levanta, primero ve mi axila peluda y sudada con esa misma cara de deseo de la videollamada, acerca su cara, la huele inmensamente y la lamió toda, era la primera vez que alguien me hacia eso y me encanto, después me lamió la otra axila mientras yo soltaba un ligeros gemidos. Acercó su boca a mi oreja, y con su voz grave me dice “Vamos al cuarto que ya no aguanto más”. Se paró y yo lo seguí hasta su cuarto donde continuamos besándonos de pie. Él me quito mi camiseta y yo le desabroche los botones de su camisa, algo apresurado, parecía eterno lo que tarde en desabrocharlo. Una vez que pude y se la quitó dejo al descubierto su gran pecho y abdomen lampiños. En cuanto se puso quitar la camiseta le devolví el favor y le chupe sus axilas, me gustaba sus olor a macho y su forma masculina de gemir.
Mientras le lamia las axilas el se echo hacia atrás y se sentó en la orilla de la cama, lo seguí sin despegar mi cara de su axila sin vellos, mientras escucho como se desabrocha el cinto y se quita los zapatos al mismo tiempo que yo, en cuanto termino me bajo el short junto con el bóxer y mi verga dura sale rebotando, René se detiene un momento a verla, mientras me siento a su lado a la orilla de la cama para seguir besándonos, siento sus manos grandes por mi pecho, sintiendo mis vellos. Su mano baja lentamente hasta llegar a mi verga, mientras nos besamos me masturba. “Se siente más gruesa en mi mano de lo que pensé”. Yo sigo sentado y el baja lentamente, besando y lamiendo todo, mi cuello, mi axila, mis pezones, mi abdomen. Le da una buena olida a mi pubis y entrepierna, huele mi verga. “Esto si es una buena verga” y se la mete a la boca.
Comienza a mamármela como nadie había hecho hasta entonces, creo que el hecho de que tuviera una boca grande le ayudaba bastante, aun así batallaba para metérsela toda trataba llegar hasta abajo pero no podía, me gustaba ver como se atragantaba. Mientras me la chupaba por fin se quitó el resto de su ropa. Me sobaba los huevos mientras me la chupaba. “A parte de vergón huevudo, pareces toro cabrón” dijo después de atragantarse con mi pito. Mientras me masturbaba me chupo cada uno de mis huevos. Se los sacó de la boca y dijo “Estos huevos huelen a macho, se mi macho”, ahí lo entendí, no importaba lo alto, musculoso o masculino, Rene quería ser mi puta, cambie totalmente mi forma de llevar esta cogida y me hice el macho que René quería. “Soy tu macho y harás lo que diga”
Antes de que René pudiera decir una palabra lo agarre del cabello y le empuje mi verga por la boca hasta su garganta, no necesitaba fuerza, sentía como se dejaba llevar por lo que quisiera hacerle. Con mis manos agarré su cabeza y rápidamente subía y bajaba su cabeza y le baje su cabeza con todas mis fuerzas, sentía como topaba con su garganta, casi llegando hasta la base. Le saque la verga para que tomara aire y repetí lo mismo varias veces. No se cansaba así que me paré con el hincado, agarre su cabeza con mis dos manos y le cogí la boca embistiéndole la garganta. Cuando le sacaba la verga, le pegaba en la cara con ella. Él solo abría la boca refiriéndose que quería más verga. Aunque había intentado hacerlo con mis parejas previas no aguantaban mucho tiempo y pese a que René le costaba él estaba dispuesto a hacer todo para complacerme.
“Acuéstate boca arriba con la cabeza a la orilla de la cama”, muy obediente lo hizo y dejo caer su cabeza con la boca bien abierta, sabía lo que quería. Así le metí toda la verga en la boca y la garganta, así pudo comérsela toda y le cogí la boca desde ahí, sentía como mis huevos chocaban con su cara, le saque la verga, le escupí en la boca y volví a meterla en su boca hasta que me canse. Cambiamos y se puso boca arriba con la cabeza hacia la cabecera. Nos besamos un poco más antes de bajar y devolverle el favor, le chupe la verga, era mi primera vez, unos 16 cm, pude metérmela toda a la boca, todo bien rasurado como se lo había pedido pero no tardo mucho para que le levantara las piernas y le chupara el culo. Veía como le encantaba por como gemía. Era mi puta, de ese no había duda, lo tenía a mi merced y él lo sabía y me encantaba.
“Ponte en 4” le dije, sin dudarlo cambio de posición, podía ver así no solo su culo pero su gran espalda y piernas, me prendía solo con verlo. Seguí chupándole el culo buen rato, sentía como lentamente ese culo apretado se iba aflojando lentamente para lo que veía. “Pásame el lubricante” le ordene. Le puse mucho en el culo y le metí un dedo que entro muy fácil después de esa chupada, con dos dedos entraron sin problema, tres algo apretado pero si entraban, él solo gemía y se quejaba un poco pero se quedaba quieto en cuatro. Cuando sentí que entraba fácil me acosté y le dije “mámamela una vez más un diéntate en tu macho”. Me agarró la verga y me la mamó de nuevo, no tarde en tomar el control y agarrarle la cabeza para meterle mi verga a su boca como le gustaba. Mientras lo hacía vi que en el buró estaban los condones. Le quite la cabeza y me lo puse. Ya sabía lo que seguía porque sin decir nada se levanto y se hincó para meterse mi verga lentamente.
Cuando mi verga entro soltó un grito entre dolor y placer, bajó hasta que solo la tercera parte de mi verga estaba dentro, subía y bajaba lentamente. Mientras yo solo veía como gemía de placer. Sentía como cada vez entraba más y más lentamente, cuando llegó a la mitad paró y se quedo ahí. “Que rico estas cabrón”, dijo con respiración agitaba. “¿Te gusta?” Le dije ya bien caliente. “Me encanta mi nuevo macho peludo”, respondió mientras con los manos tocaba mi pecho. Siguió subiendo y bajando lentamente y haciendo su cuerpo hacia enfrente y atrás. “Nunca había sentido el culo tan lleno”. Eventualmente casi toda mi verga ya estaba en su culo, podía ver como le costaba pero no me importó y al final subí mi cadera para que entrará lo último, soltó un gemido fuerte y cuando baje la cadera el no se despegó de mí. “Por fin la tengo toda adentro”.
Se quedo un momento parado, su verga estaba bien parada, parecía que estaba a punto de explotar mientras le salía líquido seminal. De nuevo se movía arriba y abajo, al frente y atrás, esta vez con mucha más movilidad, su culo ya estaba abierto, ya era mía. Aunque los dos estábamos disfrutando esa posición ambos sabíamos que aquí el que mandaba era yo. Así mismo como estábamos lo cogí, el se quedo quieto mientras yo hacía el movimiento, primero lento, pero su culo ya no oponía ninguna resistencia así que le di lo mas fuerte que pude. Todo se movía, no se que sonaba más si la cama o nuestros gemidos. Cada embestida que le daba sentía como apretaba un poco el culo pero después se relajó por completo, ahí supe que era el momento de darle como más me gusta, “Ponte en cuatro otra vez”.
Cuando se saco mi verga soltó un gemido, se puso en 4 y con ese culo ya dilatado solo le puse más lubricante y se la deja ir toda, el sexo rudo es algo que siempre me ha gustado. A un lado teníamos un espejo y me gustaba verlo en 4 mientras me lo cogía duro. “Quiero que agarres mi teléfono y grabes como me entra toda”. Tome un video mientras me lo cogía de perrito. Le entraba toda sin problema, deje el teléfono y lo embestí con todas mis fuerzas, le agarré del cabello con una mano y con la otra le daba nalgadas, hasta que le quedaron rojas. René gritaba pero nunca me pidió que se la sacara. Su gemidos se hacían cada vez más intensos, hasta que sin tocarse se vino. Paré un segundo y el se acostó me quede un segundo así con el condón puesto y la verga dura todavía. “Tu macho no se ha venido todavía.
Aún no se recuperaba por completo pero se volteó me quito el condón y se puso a mamarme la verga. Cuando menos me di cuenta René ya tenía la verga dura otra vez. “Quieres más verga”, solo asintió con cabeza con mi verga en su boca. “Ponte boca arriba”, le ordené nuevamente. Me hinqué y le levanté las piernas a mis hombros y se la metí de nuevo, esta vez con un ritmo rápido pero más constante. Aumentando la velocidad hasta que estaba dandole lo más fuerte que pude, aún después de tanto cogerlo no se acostumbraba por completo y le dolió, lo podía ver en su cara, pero el estaba dispuesto a complacerme. Mientras le daba lo masturbaba al ritmo de mis embestidas, de nuevo sus gemidos se hicieron más pronunciados junto con los míos, yo ya sentía que me venía y él también. Cuando estaba apunto de venirme se la saqué, me saque el condón como pude, el se siguió masturbando rápidamente. Solté un gemido junto con una enorme ráfaga de leche, que le llego hasta el cuello, el poco después se volvió a venir en su abdomen.
Con mis dedos agarre la leche de ambos de su abdomen y se los metí en la boca. Lo volví hacer hasta que ya no tenía casi leche sobre él. Le pedí que me limpiara la verga y se comió cualquier resto que tenía. Ambos nos tiramos en la cama cansados un rato. “Vamos a bañarnos” dijo Rene. Fuimos a la regadera y nos pusimos a platicar mientras nos bañábamos como dos amigos en duchas del gimnasio, le propuse otro round pero me dijo que ya no me la aguantaba otra vez. Nos quedamos desnudos un rato en su casa, bebimos más cerveza y mientras platicábamos me salió el tema de su novia, le dije que no le creía por completo pero estaba bien porque la pasamos muy bien. “Ella sabe todo, de hecho ya le estoy contando todo por mensaje”, “No te creo” le contesté”, “Te acuerdas del video que tomaste, se lo mandé”
Me enseñó su teléfono y me quede atónito, todo era cierto, incluso me dejo ver la conversación de ese día donde le contaba todo.
- “Que bueno por ustedes”
- “Así de bien como me cogiste coges con mujeres”
- “Mejor creo yo”
- “Qué te parece tener un trio con nosotros, nos puedes coger a los dos o los dos a ella, le encantaría tu verga y tu forma de coger”
Claro que acepte pero esa es otro historia de como a mis 18 años empece haciendo tríos con diferentes parejas. En lo que consta de ese día, René me llevo a la casa de Esteban donde estaban él y Daniela esperando a que les contará todo. Después mi mamá paso por mí sin que nadie más supiera.
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