Mi primera mamada con el hermano de mi amigo
Esto me pasó con él hermano de un amigo de la infancia, fue tan repentino que no supe identificar si me gustó o me asusto..
Esto me pasó cuando tenía 10 años de edad, me describo, a esa edad yo era muy delgado, moreno, pelo negro y con un trasero muy bien formado a pesar de ser tan delgado.
Uno de mis amigos de la infancia, Omar, que vivía a solo dos casas de dónde yo vivo me invitó a jugar el PlayStation en su casa, habíamos acordado la hora, que era inmediatamente después de la escuela.
Llegué a mi casa de la escuela, me bañé, me puse ropa más ligera, estábamos en verano y hacía mucho calor, un shorts y una playera, prepare la mochila, la consola era mía, y me dirigí a casa de mi amigo.
Cómo teníamos mucha confianza, yo entraba a su casa como si fuera la mía, pero la puerta estaba cerrada y dentro se escuchaba música muy fuerte, estuve tocando un rato y como nadie abría la puerta, decidí irme.
Cuando estaba por salir a la calle, escucho que alguien me habla desde la casa, Abel, voltee y era uno de los hermanos mayores de mi amigo, Javier, me regresé y se disculpó, me comentó que estaba haciendo ejercicio y no me había escuchado.
J: Pásale, Omar fue con mi hermano a comprar pizza, ya no tardan en volver.
A: Claro, aprovecho para ir conectando todo.
J: Voy a terminar la rutina.
Acto seguido se metió al cuarto y prendió la música, yo a esa edad ya pensaba en hombres, y cuando llegue me dió mucho morbo ver al hermano de mi amigo sin camisa por el ejercicio, tenía un cuerpo de gym, la verdad es que era muy guapo y sexi, el tenía ya 29 años.
Justo cuando termine de conectar la consola y empecé a jugar salió del cuarto y se metió a bañar, debo de confesar que me pare para ver si por casualidad había dejado la puerta abierta, pero no corrí con tanta suerte.
No duró mucho bañándose, cuando salió se paró frente al televisor, para ver cómo jugaba, solo que se encontraba enredado en la toalla, debo de admitir que me dió algo de nervios, pues en mi casa yo vivía con puras mujeres y para mí era muy extraño ver a un hombre semi desnudo frente a mi.
J: Que estás jugando
A: Principe Persian, es un juego de misiones.
J: Se ve muy interesante. Y se sentó a un lado mío.
A: Si la verdad es que me gusta mucho, y me entretiene mucho, de hecho quiero ya terminarlo.
J: ¿Me dejas jugar?
A: Claro, ¿Por qué no?. Volteo para darle el mando y gran sorpresa que me llevó al notar un extraño bulto, que sobresalía en la toalla, no pude evitar mirar fijamente su paquete, el solo se rió de manera pícara y tomó el mando con una mano y con la otra se apretó el paquete.
J: Pero ve me guiando y explicando que tengo que hacer, a dónde tengo que ir, y que botones apretar.
A: Si claro, yo te voy diciendo. Me sentía algo caliente pero al mismo tiempo muy nervioso.
J: No me sale, ( un truco en el juego).
A: Es que no estás presionando bien los botones.
J: Pues explícame, mira es así. Mostrándome el mando, al voltear a ver el control, sorpresa que me llevó al ver que se había abierto la toalla y tenía su descomunal verga de fuera, me quedé sin palabras y observando fijamente.
J: ¿Que paso?, ¿nunca habías visto uno o qué?, Te quedaste embobado.
A: No, nunca había visto uno, está enorme y peludo, yo no podía dejar de verlo.
J: Cuando crezcas lo vas a tener igual. La verdad era el primer pene adulto que veía en la vida real, ya había visto porno con unos amigos.
J: Lo puedes tocar si quieres.
A: No está bien. Y me voltee a ver la televisión.
Javier me regreso el control y empezó a masturbarse lentamente, yo fingía que no me daba cuenta, pero el cada vez se acercaba más a mi, al punto de estar justo a un lado mío, se escuchaba su respiración distinta y se tocaba cínicamente, recuerdo que se escupía la mano y se seguía masturbando, de ves en cuando soltaba gemidos. A mí me empezó a dar muchos nervios, casi pánico.
Quería voltear a ver pero me daba mucho miedo.
J: Mira cómo me tienes.
A: Yo que.
J: Es que eres un niño bien chulo, no te lo habían dicho.
A: No, nunca.
J: Pues lo estás, pero mira pues.
A: No, gracias. Aunque moría de ganas por voltear.
J: oh pues, que mires. Se puso de pie frente a mí y empezó a mover su verga de un lado a otro, y se empezó a reír, cómo si fuera una broma.
A: ja, ja, ja, me reí también, ya muevete o voy a perder.
J: Ya pues ponle pausa, y ahorita sigues jugando.
Se volvió a sentar a un lado de mi y continuo tocándose, yo solo miraba el juego que estaba en pausa, de pronto tomó mi manina y la llevo alrededor de su verga, apenas si podía agarrarla de lo gorda que la tenía, yo pienso que le media unos 18 cm. Para mí en esa edad era gigante.
A partir de este momento empecé a tener miedo de lo que estaba pasando, el se masturbaba con mi mano y yo seguía viendo la tv.
J: Pero voltea si no nunca voy a terminar.
Yo voltee, me dijo no tengas pena y me recostó en su pecho, mientras con mi mano lo seguia masturbando, yo era algo torpe con eso, pero el gemía y repedia mi nombre.
J: ay Abel, Abel, Abel. Mmmh, aaaah, si así.
Después de un rato de estar masturbandolo y recostado en su pecho, se puso de pie, justo frente de mi, y empezó a poner su verga en mi casa, debo de admitir que olía maravilloso, yo movía la cara como negándome, pero me la sostuvo.
J: Estate quieto, sabes que te gusta
A: Noooo, déjame.
J: Abre la boca.
A: Nooo, ya suéltame.
J: Que te calmes. Y me dió una cachetada, nada fuerte, solo para que me detuviera, pero me dió mucho miedo, recuerdo que empecé a temblar.
J: Así está mejor, y ni llores por qué eso me prende más. Yo tenía los ojos todos vidriosos, ya que me moría del miedo, y un par de lágrimas salieron.
J: Que no llores te dije, y abre la boca. Yo por miedo abrí la boca y él metió su verga, no cabía, cochaca con mis dientes.
J: Abre bien la puta boca amor. Me asusto que me hablara con groserías, pero al mismo tiempo que me dijera amor, me hizo sentir algo.
Yo abrí la boca lo más que pude y Javier empezó a cogerme la boca, no entraban toda, pero Javier sí que lo intentaba.
J: Abre bien la boca, guarda bien aire, y di A.
Yo obedecí las instrucciones y Javier me toma la cabeza con fuerza, me empuja la verga hasta el fondo y con sus manos me presiona, sentí como esa verga enorme abrió paso por mi garganta, sentí muchas ganas de vomitar, pero Javier no se detuvo y me dió varias embestidas, luego me la sacó y me salió mucha baba.
J: ¿Te gustó?
A: No, sentí bien feo.
J: Bueno, no importa a mí sí me gustó, va de nuevo.
Y lo volvió a hacer, por varias veces más, cómo hasta la tercera vez ya no me dió tanto asco, hasta creo que me gustaba.
J: Ya me voy a venir, te los comes todos.
Me empezó a embestir bien duro la garganta y de pronto sentir unos chorros bien valientes en la garganta.
J: Aaaaaaah, si tragatelos todos, mmmmmh. Lo gritaba, me soltó, me dió un beso en la boca, se puso la toalla y se fue a su cuarto.
A los dos minutos llegó mi amigo Omar, comimos y nos pusimos a jugar.
Este es mi primer relato, dejen sus comentarios, espero les guste, si es así, les cuento los siguientes dos encuentros que tuvimos.
Saludos.
gran relato como continua por favor
Muchas gracias, estoy por subir el segundo.
Me ha gustado mucho el relato y la forma en la que esta escrito, espero que sigas con el.
Que bueno que te gustó, si lo voy a continuar
Buena historia a mi paso algo parecido cuando también tenia 10 años con amigo de 15 o 16 años no lo recuerdo bien el hizo que se la mamara hasta correrse en mi boca en el baño de mi casa ademas hacíamos otras cosas mas
Que rico, estaría chido que nos lo contarás 🙂
Me paso parecido, a los 10 años iba a hacer las tareas a casa de un amiguito de mi edad. En una de esas Raulito no estaba en casa y su hermano Eduardo de 16 años me hizo esperarlo, pasaba la tarde y no se como me convencio para mamarselo.
Como sigue?