Mi primera verga Pt 1

El hermano de mi mediohermana me dió a probar su leche..
Tengo una hermana mayor, hija del primer matrimonio de mi papá, su madre tuvo tres hijos después de la separación con mi papá, el mayor de ellos se llama Julián y siempre tuvo cercanía con mi abuela paterna, casi como si fuera otro hijo o nieto de ella, por eso era usual que cuando visitabamos a mi abuela él estuviera pasando vacaciones o fines de semana allá.

Julián es delgado y de piel morena clara, es cinco años mayor que yo, siempre tuvimos cercanía tanto que cuando iba donde mi abuela yo dormía con él y me duchaba con él, cuando mis padres le enviaban a pasar vacaciones allá siempre estaba con él.

Para el momento en que todo empezó yo tenía unos 8 o 9 años y Julián 13 o 14,  yo era un niño aún que poco sabía del mundo y él estaba en ese momento de la adolescencia donde las hormonas empiezan a crear cambios en el cuerpo y en el comportamiento.

Recuerdo vagamente que ambos nos estábamos duchando y yo pregunté por su vello púbico y su tamaño del pene superior al mío, me respondió que él ya se estaba haciendo hombre y yo aún era niño, desde ese momento no pude apartar la vista de su verga, le pedí tocarla y él se negó pero, tal vez poseído por el deseo propio de esa edad, se empezó a excitar, su verga morena antes flácida empezó a a elevarse haciéndose más larga y gruesa dejando al descubierto un glande rosado, mi curiosidad fue mas allá de los límites y tome su pene con mi mano, se sentía caliente y dura, en ese momento Julián se estremeció y tembló ligeramente, se acercó más a mí y pasando un brazo por mis hombros me indicó que moviera mi mano de arriba a abajo, yo lo hacía delicadamente y entonces el me pidió que le pusiera saliva para que resbalara mejor, pues el agua no servía mucho, no sé si Julián esperaba que yo escupiera en mi mano o en verga dura porque su reacción fue de sorpresa cuando yo me incline metiéndome el glande rosado y brillante en mí boca para ensalivarlo, no se me ocurrió otra forma de ponerle saliva en ese entonces, una vez llene su glande de saliva me levanté y comencé a masturbarlo nuevamente como él me había explicado, Julián se mordida el labio y me acercaba más a él, ocasionalmente suspiraba, un sonido ahogado seguido de frases cortas sobre lo bien que lo hacía y lo rico que se sentía, en un momento su cuerpo se retorció y su verga empezó a sacudirse dejando salir su semen, recuerdo bien ese líquido  blanquecino pero más bien transparente resbalar por mi mano dejando una sensación cálida, era poco pero su olor penetrante invadió mi nariz, Julián me dijo que lo lamiera de mi mano y así lo hice, sabía salado y un poco amargo, luego le pidió que le limpiara la verga con mi lengua y yo obedecí inocentemente comiéndome los restos de semen de su glande y pubis, luego nos terminamos de bañar y me dijo que no podía decirle a nadie lo que habíamos hecho, que era nuestro secreto y si alguien sabía nos iban a regañar, yo no entendía bien que habíamos hecho pero me había gustado, nos pusimos las toallas y salimos del baño para ir a vestirnos.