Mi primera verga Pt2
La primera vez que Julián me puso a mamar.
Después de lo ocurrido en el baño Julián no hablo mas al respecto ese día, hicimos muchas cosas y jugamos sin mencionar el tema, en la noche antes de dormir Julián me dio un beso, mi primer beso, después se durmió a mi lado, yo no podía dormir pensando en lo que había sucedido en el baño y me tocaba los labios como si aún sintiera la humedad y calidez de los suyos, así estuve hasta que me dormí por fin.
A la mañana siguiente me desperté sintiendo mucho frío, tire de la cobija para cubrirme y al hacerlo descubrí el cuerpo de Julián, su pecho subía y bajaba rítmicamente, su abdomen totalmente plano, distante del mio al ser un niñito regordete, empezaba a mostrar un leve vello cubriendo su piel bajo su ombligo hasta perderse en el elástico de su sudadera, su pene se marcaba de costado en esta misma sudadera azul, evidentemente no tenia bóxer debajo, la erección era notoria y empujaba fuertemente la tela del pantalón hacia arriba, por curiosidad, o tal vez por deseo, empecé a acariciar su pene por encima de la tela azul, se sentía el calor a través de la tela, Julián se despertó diciéndome que eso se sentía muy rico, yo intente bajar su sudadera para poder sacar su miembro pero él me apartó, mi abuela acaba de abrir la puerta, no descubrió nada, solo nos dijo que nos levantáramos a desayunar porque necesitaba que le lleváramos unas cosas a una tía que vivía cerca de ahí, Jaime me dijo que después me enseñaría algo que había visto en un video, me dio un beso rápido y salió de la cama.
Luego de desayunar nos fuimos donde mi tía, de la finca de mi abuela a la de mi tía se podía llegar por un sendero de caminantes que cruzaba un pequeño bosque en la montaña o dando la vuelta por la vía principal, nosotros tomamos el sendero del bosque y Julián a medio camino me tomó de la mano y empezó a caminar fuera del sendero, me llevó detrás de una roca grande (en esa montaña hay muchas rocas) y allí me dijo que dejara todo en el suelo, que me enseñaría lo que me prometió y que me iba a gustar mucho, le obedecí en todo, Julián entonces me puso de rodillas y se bajo el pantalón con todo y bóxer hasta sus rodillas, su verga dura rebotó frente a mi cara, se movía con ligeros espasmos, yo emocionado la empece a tocar como en el baño, se sentía muy caliente, su glande rosado estaba baboso por un liquido espeso y brillante (mas tarde supe que era precum), las venas surcaban el tronco hasta llegar a la base, sus huevos morenos colgaban bajo esa verga que, siendo la única que había visto, me resultaba enorme en mis manitos.
-Chúpame las bolas mientras me haces lo que hiciste en el baño -me ordenó.
Inmediatamente le obedecí, comencé a masturbarlo mientras pasaba mi lengua por esas bolas morenas y comenzaba a chuparlas, sabían salado y se sentían unos vellos suaves, lo que mas recuerdo es el olor, ese olor a verga, a macho, desde ese momento se desató mi fascinación por sentir ese olor, así estuve un buen rato hasta que Julián me agarro por las mejillas y me apartó de sus huevos, su verga estaba aún mas dura que antes, palpitaba con ligeros espasmos, el glande, aún mas brilloso, había tomado una tonalidad mas rojiza que resaltaba con el color moreno de su verga, una gota de precum escurría lentamente de este, Julián tomo esa gota con su dedo y la acerco a mi boca pidiéndome que la chupara, así lo hice.
-¿Te gustó? -afirme con la cabeza mirándolo fijamente desde abajo- Entonces come mas, chupa como si fuera una paleta.
Pase mi lengua por su cálido y húmedo glande saboreando ese delicioso líquido, luego recordé como había ensalivado su verga en el baño y así mismo me introduje su miembro en mi boca, Julián me indico como debía hacerlo, le hice caso y él empezó a gemir acariciando mi cabeza, así estuvimos un rato hasta que empujó con fuerza mi cabeza desde atrás haciendo que la totalidad de su verga entrara en mi boca rozándome la campanilla, me produjo una arcada y empuje hacia atrás separándome.
-Te la tienes que comer toda -me dijo en tono firme.
Asustado por su tono me volvía a acercar a su verga y me la introduje despacio en la boca hasta tenerla toda dentro, luego solo chupaba hasta la mitad antes de volver a meterla toda, poco a poco fui perdiendo la arcada, empezaba a disfrutar la sensación, Julián me empujaba con su mano para que lo hiciera más rápido, la saliva escurría por la comisura de mis labios, yo saboreaba deseoso esa verga caliente y venosa, me tomó fuertemente de la cabeza y empezó a mover su cadera, me estaba cogiendo la boca duro y sin compasión, traté de separarme y no pude, Julián gemía como loco, sus gemidos resonaban entre la vegetación, su verga mas dura que al principio, se sentía como fuego en mi boca y entonces empezó a palpitar, al mismo tiempo que sentía esos espasmos en mi boca Julián dejo escapar unos gritos y pude sentir un liquido caliente y espeso salir de su pene, su sabor era delicioso, era el mismo liquido que había expulsado en el baño, me ordenó que me lo tragara y así lo hice, saco su pene de mi boca y agitado se recostó en la piedra que yo tenia detrás, respiraba agitadamente.
-¿Te gustó mi leche? -preguntó jadeando,
-Sabe muy rico -respondí.
Julián entonces se acercó nuevamente a mi, me tomo por debajo de los brazos y me levantó inclinándose para darme un beso apasionado, con una mano acariciaba mi mejilla y con la otra apretaba mis nalguitas, me soltó y se subió los pantalones, con el borde de su camisa limpió mi cara al rededor de la boca y recogió nuestras cosas, me tomó de la mano y seguimos nuestro camino hasta donde mi tía.
Ya en nuestro destino, Julián justifico mis rodillas sucias inventando que me había caído en el sendero, pasamos el rato allá y por la tarde volvimos a casa de mi abuela, no sin antes hacer una parada en el camino para que se chupara nuevamente la verga.
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