MI PRIMERA VES EN EL CAMPEONATO DE NATACIÓN
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jumame05.
Tenía 12 años recién cumplidos y vivía en la ciudad de Medellín Colombia, cuando mi equipo de natación clasificó a participar en un campeonato nacional en la ciudad de Cali, para mí fue algo increíble ya que esa sería la primera vez que viajaría sin mis padres que eran bastante sobre protectores y que tendría mis primeros encuentro sexuales.
Yo Juan Camilo, era un chico blanco de cabello castaño claro y ojos café, en esa época media aproximadamente 1,55 cm y de contextura delgada ya que desde muy chico practicaba la natación, era hijo único extremadamente tímido y mis padres no me daban mucha libertad, recuerdo con alegría los preparativos para el viaje, las compras de mi nuevo traje de baño y de las cosas que llevaría ya que eran aproximadamente 10 días por fuera de mi casa.
El esperado día llegó.
En el aeropuerto y después de miles de recomendaciones de mis padres para mí y para mi entrenador al que llamaré “Ricardo” por fin llorando y con una reacción exagerada se despidieron.
El entrenador me tocó la cabeza y bajó su mano por mi espalda casi rozando mis nalgas y me dijo que no me preocupara que íbamos a ganar y a pasar unas experiencias maravillosas, Que este campeonato sería el principio de muchas cosas buenas para mi vida.
La vos suave y serena de Ricardo me hacía sentir muy bien.
Llegamos al hotel en Cali y me tocó con dos de los compañeros que entrenaban conmigo desde que éramos muy chicos.
Santiago, 13 años de piel trigueña cabello negro medía unos centímetros más que yo y era algo grueso.
Y Sebastián, 12 años blanco y más o menos de mi estatura y complexión física.
Para nosotros todo era una novedad ya que nunca habíamos salido de viaje sin nuestra familia, era una habitación que tenía tres camas pequeñas, un guardarropa y un baño completo que nos llamó mucho la atención ya que tenía una enorme bañera en la que cabíamos perfectamente los tres.
El primer día pasó sin mucha novedad ya que hicimos nuestra rutina de entrenamiento, salimos a un centro comercial a comer y luego llegamos agotados a descansar, en la habitación hacia bastante calor ya que el ventilador no funcionaba muy bien, entró Ricardo el entrenador a revisar y nos dijo que nos bañáramos para tener un buen descanso y amaneciéramos bien para nuestra primera competencia y después de decir que debíamos asegurar bien la puerta salió de la habitación.
Allí estábamos los tres chicos semi desnudos y listos para el baño, Santiago propuso que nos bañáramos juntos ya que siempre lo hacíamos en los vestuarios del colegio, así lo hicimos, entramos completamente desnudos a esa bañera y abrimos la ducha, el agua caía medio tibia, con admiración miraba mis compañeros, me excitaba mucho ver sus penes y sus nalgas y como corría el agua por sus cuerpos.
Al parecer esta admiración era común ya que veía como mis amigos hacían los mismo, el pene de Sebastián fue el primero en empezar a ponerse duro, el con vergüenza se tapó pero luego quitó sus manos al ver que todos estábamos igual.
La situación era algo incómoda hasta que vimos a Santiago con actitud desafiante como nos miraba y como subía y bajaba su mano masturbando su pene, era bellísimo ver como su glande, rojo y brillante se abría paso por un cerrado y gran prepucio, su pene de alrededor de 13 cm era muy grueso, El pene de Sebastián era más o menos de 12 centímetros y un poco más delgado, completamente circuncidado, blanco y rosado de cabeza grande a diferencia del mío que era más o menos de su tamaño pero sin circuncidar y con un glande rosado y puntiagudo.
Todos teníamos una pequeña mata de negro vello púbico y unos testículos lampiños y de tamaño mediano para nuestra edad.
Continuamos masturbándonos unos minutos más, nos mirábamos a los ojos y juntábamos nuestros penes mientras nos dábamos placer, se sentía delicioso ese roce de glandes y el gemido de excitación de los tres que muy agitados aceleramos el ritmo hasta eyacular casi al tiempo y llenarnos de nuestro propio semen, al terminar nos abrazamos y untamos nuestra lechita mirando como esas vergas disminuían de tamaño, terminamos de asearnos y procedimos a dormir cada uno en nuestras camas plácidamente y pensando en la maravillosa experiencia que acabábamos de vivir.
Al día siguiente despertamos a bañarnos nuevamente con la acostumbrada erección matutina, entramos a la ducha de nuevo y sin vena proseguimos con una serie de toqueteos mutuos y de masturbadas colectivas, nos abrazábamos, tocábamos y rosábamos las vergas en las nalgas de los otros, se sentía bien, sentimos al entrenador que tocaba la puerta con golpes duros acosando para la salida a competencia.
Llegamos nuevamente al hotel a las 2 de la tarde las competencias estuvieron geniales, almorzamos y regresamos a la habitación ya sentíamos la necesidad de tocar los cuerpos de los demás, nos desnudamos los unos a otros y allí parados en la mitad de esa habitación nos dedicamos a tocar y a explorar nuestros cuerpos, era tanta la excitación que no escuchamos como Ricardo el entrenador abrió a puerta, al parecer llevaba un rato mirándonos y cuando nos dimos cuenta el susto fue mayor, le decíamos que por favor no le dijera a nuestros padres y nos sorprendió la manera tranquila y delicada como cerró la puerta y le puso seguro, nos dijo que el sexo era maravilloso y que no nos preocupáramos, mientras tanto empezó a desnudarse dejando ver su maravilloso cuerpo con una verga grande morena con una cabezota enorme y un poco más gruesa que el pene de Santiago, completamente desnudo se unió a nuestro circulo estudiando y tocando una por una nuestras adolescentes vergas.
Se agacho y comenzó a chupar verguita por verguita hasta desecharnos por completo.
Mientras tocábamos entre los tres esa enorme verga que se sentía muy dura y varonil.
El olor a macho adolescente, a sexo juvenil mezclado con el de hombre adulto se sentía en el ambiente, Ricardo se metía los tres penes al tiempo a la boca con curiosidad uno a uno empezamos a chupar esa enorme verga, recuerdo que tenía que abrir mucho la boca para mamar ese falo que no me cabía completo luego empezó a lamer uno a uno nuestros culitos, nos puso en cuatro sobre la cama y sentíamos el placer de cada uno mientras le metían la lengua por el culo y mientras uno a uno metía sus dedos en esos tres virginales y rosados culitos adolescentes.
Pasaba su glande por cada culito y sentíamos esa sensación de tener un caliente, duro y esponjoso pene en la entrada de tu ano.
Después de mucho rato nos decía que le chupáramos el culo y le metiéramos los dedos, hubo un momento en el que tenía dentro de su culo 6 dedos, veíamos como se ensanchaba ese ano y como se retorcía de placer, empezó a mamar el pene de Santiago, lo puso boca arriba en la cama y poco a poco se sentó en su verga, veíamos como ese culo se tragaba esa gruesa verga hasta quedar solamente sus testículos por fuera, gemían como ogros y la cara de satisfacción de Santí fue tremenda cuando de un momento a a otro aceleraba la penetración y le metía duro el pene al entrenador que mezclaba gestos de placer y dolor, la eyaculación de nuestro amigo fue enorme y solo se veía como salía semen de ese ano abierto.
Sebastián y yo quedamos en shock y sin hablar empecé a chupar su pene delicioso, cabía completamente en mi boca y podía sentir ese sabor salado y dulce, lamía su grueso glande y lo chupaba como un dulce mientras veía su cara de éxtasis, Ricardo nos enseñó a hacer un 69 de manera que mientras seguía chupando ese pene Sebas podía pasar su lengua por mi culo y meterla lo más adentro que podía, luego de parar me acostó en la cama levantó mis pies y mientras pasaba su lengua por entre mis dedos y por la planta de mis pies, hacía presión con su pene en mi ano que muy lubricado se abría suavemente a esa cabezona verga, empecé a sentir dolor y con saliva en su pene y en mi ano, Sebastián me miró a los ojos y sentí un gran ardor cuando entro ese gran glande en mi culo.
Me dolía mucho e intentaba salirme pero este no me dejaba, besaba mi boca y tocaba mi cuerpo y poco a poco siguió con su penetración hasta que sentí sus bolas tocar las mías.
Era una sensación deliciosa, mi ano lo tenía abierto y lleno estuvimos así un buen rato hasta que siguió penetrándome suavemente acelerando el ritmo hasta que sentí como llenaba mu culito con su semen y como se desplomaba su cuerpo completamente sobre el mío mientras me besaba tiernamente diciéndome que quería sentir mi pene dentro suyo.
Me paré al baño y veía como chorreaba semen por mis piernas, me senté un momento mientras sentía Sebastián en la puerta del baño, aún estaba en la taza y el metía su mano y tocaba mi pene, me hizo poner de pie y empezó a chupar mi pene con desesperación, en un momento se agachó poniendo sus manos en el borde de la bañera y jalando mi pene me decía que lo penetrara, la sensación de tener la verga dentro de un culo suave esponjoso, caliente y húmedo es rica el empujaba mis nalgas con sus manos y cuando sintió mi verga completamente adentro suyo empezó casi a gritarme que le hiciera duro, que le encantaba mi chimbo, el golpeteo de mi pelvis y testículos contra sus nalgas y testículos me ponía a mil, parecíamos poseídos gritábamos de placer hasta que eyaculé como nunca había hecho dentro de su tierno culo.
Ese día lo terminamos los 4 en la bañera, hablando de lo rico que lo habíamos pasado, el resto del campeonato que finalmente ganamos los dedicábamos a largas sesiones sexuales entre los cuatro, después probamos el grueso pene de Santiago y eso dio paso al enorme pene del profe que igualmente se dejaron culear de nosotros.
Así descubrimos completamente nuestra sexualidad, regresamos a Medellín en donde constantemente teníamos sexo uno a uno o entre todos, bien fuera en el colegio o el él apartamento del entrenador donde repetíamos esas deliciosas orgías como si fuera la primera vez.
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