Mi primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Fer y es la historia de como me defini con otro Fer y como aprendí a querer de una forma que jamás imaginé que podría.
Primero me describo, no soy ni alto ni Chaparro mido como 1.80, soy delgado, ojos y pelo negro y largo, no soy un Adonis pero tampoco soy feo, sería una persona normal en la calle de esas que no volteas a ver por llamar la atención y de mis medidas íntimas tampoco soy un actor porno, apenas 15 cm de largo y 8 de grueso.
Nunca tuve novia, a mis 18 años apenas y había besado a una chica pero no más, siempre me consideraron un bicho raro en fin, cuando tuve que ir a la universidad creí que sería un nuevo comienzo y quien sabe podría iniciar una desenfrenada carrera de lujuria y el más guarro y sucio placer que alguien pudiese disfrutar.
Ya el primer día de clases todos nerviosos pero yo sabía lo que quería, aparentar ser el Alfa e impresionar a mi hembra salvaje y castigadora, para mi desgracia no parecía que mi aula contará con esa clase de ejemplares, realmente ninguna de ellas me eccitaba nisiquiera un poco nisiquiera imaginándola desnudas o teniendo un trio, fue una decepción hasta que lo vi a el.
Lo recuerdo bien cuando entró y se sentó en la parte de atrás, parecía que no quería ser molestado, un antisocial como yo, la forma de vestir le dio muchos puntos, chamarra de piel, botas negras, su hermoso pero rubio y largo, sus ojos redondos y esos preciosos yjugosos labios, se me acelero el corazón de sólo verlo y se me ocurrió comenzar a congeniar con el desde el vamos.
Cuando me acerqué a el y me presenté hice lo posible por caerle bien, comenzó a hablar y su voz era hermosa y fue muy fácil conversar con el porque teníamos mucho en común e incluso accedió a salir a comer conmigo, es un chico algo tímido cosa que me mataba aún más.
No podía creer lo fácil que fue, con ninguna mujer lo pude hacer tan fácil jamás.
Los días pasaban y me encantaba hablar con el, podría aparentar ser malo pero sólo yo podía verle como realmente es, podía ver en su mirada la misma que tengo yo, una de tristeza y soledad y lo se porque la disimulo de la misma manera.
Aveces hablábamos por mensajes hasta muy tarde y nos mandábamos música o hablábamos de pendejadas, cuando tenía problemas en casa siempre prefería hablar con el y cuando el tenía algún problema me lo contaba a mi.
Sin embargo el sólo me veía como amigo y las posibilidades de estar juntos eran pocas, además era algo nuevo para mí, apenas había definido mi bisexualidad hace algunos meses después de pasar por algunas etapas de aceptación, me sentía raro haciendo esto pero algo dentro de mi quería estar con Fer, tiempo atrás había sucedido lo mismo pero lo suprimí porque creí que era incorrecto pero no ésta ves, está ves quería sentirlo, está ves quería que alguien fuera feliz conmigo y si de algo estaba seguro es que quería que ese alguien fuera Fer porque ninguna chica se fijaría en mi y Fer me hacía sentir alguien, apagaba mi soledad y me hacía sentir algo lindo en el estómago.
Un día quise decírselo, pero donde no nos viera nadie y que si me rechazaba no sintiera tanta vergüenza, lo invité a casa, nos recuerdo sobre la cama entonces miró a un lado y dijo.
– no sabía que tocabas guitarra.
– claro.
– ¿y tocas chido?.
– hice algunas canciones.
– a a ver.
Entonces me senté junto a él y toqué lo mejor que pude, toqué lo más romántico que compuse y en mi mente se lo dediqué a el, esperaba que al terminar lo viera a los ojos y le dijera te amo y darle un beso que me correspondiera pero no fue así.
No me atreví a hacerlo, sólo le dije que la canción era para una chica y así pasó el día hasta que se fue a casa.
No podía creerlo lo tuve en mi cuarto sobre mi colchón, los días siguientes me perdía en sus ojos y sus labios, incluso entre clases cosa que notó varias veces y yo solo miraba hacia abajo avergonzado cuando se cruzaban nuestras miradas, días después pude notar que también el comenzó a mirarme así, no puedo describir lo que sentí cuando volvemos amvernos al mismo tiempo y fingimos que no sucedió nada.
Sólo pensaba en el pero me dolía el creer que no podría suceder nada, una noche fui a dormir y tuve un sueño hermoso, estábamos en mi cama besándonos y sin ropa, por debajo de las sábanas metí la mano y sostuve su pene, nos besábamos como locos como perros con hambre y cuando desperté tenía el calzón empapado en semen.
Ese día sólo pude pensar en el y en su pene, quería verlo sin ropa, quería verlo desnudó y chupar sus pezones y hacer que se viniera en mi boca, quería que nos abrazáramos desnudos y compartiéramos el aliento.
Cuando nos vimos en la escuela parecía todo normal pero no podía quitarle los ojos a su pantalla, quería quitárselo a mordidas, ese día a la hora de comer dijo que iría al baño y fui con el, fue a orinar y yo hice lo mismo solo para intentar verle su miembro pero no pude.
Aún así me encontraba muy excitado y tenía que aguantar las inminentes erecciones que se me venían cuando miraba su entrepierna.
Me masturbaba pensando en el e incluso en esos días descubrí la mmasturbacion prostática, lo hacía imaginando que le lo hacía el, imaginaba que el dedo en mi ano era su pene desahogándose conmigo, pero sin importar cuanto semen derramara no era suficiente, quería a mi Fer y lo quería ahora así que pensé en hacerlo de una forma que no me pusiera en vergüenza y le mandé mensaje.
Estaba nervioso pero le conté lo que sentía por el así al chile pero le dije que si ya no quería hablar conmigo lo entendería, las cosas se pusieron feas cuando no contestó los mensajes y sólo los dejó en visto, no pude dormir pensando lo que hice, estaba triste y no sabría cómo ir a la escuela al siguiente día.
Cuando entré a salón ahí estaba ya, al fondo como siempre pero no volteó a verme ni me dijo nada, todo el día sólo pensaba en eso pero me aterraba el voltear a verlo, así pasaron 2 semanas, estaba resignado a perderlo, no hablaba con nadie más, a la hora de comer lo hacía sólo, me sentía un idiota y sólo pensaba en ir a casa a dormir y sólo pensaba en lo estupido que había hecho
Después de esas pesadas y frías semanas me encontraba solo en una de las mesas del patio, terminé de comer y fui a orinar al baño, entonces Fer entró al baño intenté ignorarlo pero justo estaba tras de mi y se detuvo, estaba algo nervioso pero los nervios se convirtieron en algo más cuando Fer puso su mano justo sobre mis nalgas y las apretó, después puso un brazo sobre mi estómago y abrazó por detrás pegandome su miembro y respirandome en el oído todo esto con mi verga de fuera, después de eso solo salió y dijo.
– que rico, quiero saber si se puede sentir más rico.
No podía creerlo mi corazón estaba por explotar, al entrar a clase no pude pensar en nada y me esforzaba por tapar la inmensa ereccion que tenía y me ponía todo loco.
Cuando por fin salimos de clase todos nos fuimos a casa y Fer y yo nos fuimos platicando hasta su parada del autobús, sólo hablábamos de estupideces hasta que le dije que compuse una nueva canción y me dijo que quería oírla, le pregunté que si mañana estaría bien porque saldríamos temprano y aceptó.
Ésa noche no pude dormir, sólo imaginaba que si salía bien finalmente tendría lo que tanto quería.
Al siguiente día todo normal, hablábamos con naturalidad pero por dentro me moría de ganas de mordisquear esos sabrosos labios y saborear su saliva, las clases fueron eternas hasta que salimos, todo el camino a casa hablamos hasta que llegamos a casa, yo estaba sacando las llaves del cuarto, entonces lo abrí, no sabía cómo hacerlo, como comenzar o cómo tocar el tema así que se me ocurrió muestrale primero la canción y después a ver que.
Abrí la puerta pero entonces Fer me empujó fuertemente hasta adentro y cerró fuertemente la puerta, entonces vino directo a mí, me sujetó de la nuca y me besó, yo no podía creerlo y luego de unos segundos de asimilación lo abracé por la sintura y comencé a mover mi lengua por adentro de su boca, así pasaron unos minutos hasta que le dije
– espera pondré musica.
Sólo encendí el estéreo y di play y la musica se puso sola, mi selección de foo fighters lo cual nos daría ruido por buen rato.
Seguimos besándonos, estaba todo rojo y mi verga muy dura en mi pantalón toda chorreada, nos acostamos en la cama yo sobre él, no me cansaba de mordele los labios y rozar mi lengua con la suya.
Comencé a bajar más y le saqué la camisa y yo me quité la mía, podía ver su hermoso estómago y comencé chupar sus pezones, al inicio le pareció raro porque hizo un ruido como de escalofrío pero como que se calentó más y seguí chupando con mi boca y tocando el otro con mis dedos pero con mi otra mano por fin.
Por fin estaba tocando su pene por encima del pantalón y el sólo gemia un poco mientras cerraba los ojos.
Entonces le desabotone el pantalon y bajé su calzoncito mojado y me ayudó a quitárselos.
No lo podía creer por fin frente a mi su hermoso miembro, estaba precioso sin importar que estuviera todo peludo era precioso como de 18 cm y comencé a masturbarlo, me sentía tan bien, parecía que no podía mejorar y dirigí mis gustosos labios a ese glorioso genital, ya quería probarlo y probar su semen pero antes de hacerlo detuvo mi cabeza y dijo.
– espera wey.
Se levantó y volvimos a besarnos incados sobre la cama, entonces metió su mano a mi pantalón y me lo agarró y comenzó a chaquetearme, rápido me puse de pié y me quité lo que quedaba de ropa, mi pene estaba todo rojo y lleno de líquido preseminal, nos sentamos recargados a la pared y seguimos besándonos pero yo con su verga en la mano y el con la mía, masturbandonos, la verdad yo me vine muy rápido.
No me cansaba de besarle y mientras nos abrazamos y besábamos acostados en la cama le decía al oído " Te amo".
– también yo te amo perra, amo que seas así de sucia.
Entonces nos miramos a los ojos y seguimos besándonos, mi verga no se bajaba para nada y le dije que si quería un 69 a lo que me respondió acostándose de lado y dijo "rápido que también te la quiero chupar".
Me acomodé y lo primero que sentí fueron sus labios haciendo el trabajo moviéndose arriba y abajo, esa sensación me recorrió toda la espalda, su saliva y su lengua eran algo nuevo para mí, entonces comencé a hacerse, de nuevo su verga frente a mi y desde que ángulo, por fin la tendría en mi boca, comencé a lamber, su sabor era sin igual y me prendía más y más, no puedo decir lo que sentía, por un lado la excitación de su verga en mi boca y por el otro Fer chupando salvaje mente, creí que no mejoraría hasta que comenzó a salirle líquido preseminal seminal, se sacudió un poco y después un montón de semen dio en mi boca, lo lambi todo y me lo trague, después me vine yo, jamás lo hice de es forma tanto así que en cuanto sentí lo primero salir de mi verga grité de placer y Fer seguía chupando.
La música seguía a todo y nos abrazamos y besamos nuevamente y seguía diciéndole "te amo" al oido, labia su cara y su lengua, cada que nos besábamos mi verga se ponía como piedra, seguimos en los besos y le dije "te amo hazme tuyo, quiero ser tuyo hazme sentir como tú perra" entonces le di la espalda y me puse en 4, "por favor haz lo".
No tardó nada en reaccionar, comenzó a meter su dedo en mi ano y con la otra se llenaba se saliva la verga, no podía más estaba que explotaba, cuando metió su dedo me sentí algo adolorido pero aún así se sintió genital.
Cuando lo sacó supe que venía lo bueno, lo que esperé por meses, abrí mi culo la más que pude y sentí su verga entrando muy despacio, no me dolió tanto por lo de la mmasturbacion por próstata pero una cosa es un dedo y otra es un verga.
Seguía haciéndolo y yo sentía mi próstata a todo sabía que me faltaba poco pero Fer se vino y comenzó a bajar el ritmo y le dije.
– no pares casi me vengo.
Entonces siguió dando como pudo y yo gritaba, sabía que me vendría como nunca lo volvería a hacer, lo sentía venir por mi verga y de pronto pow, un montón de semen salió disparado y Fer seguía dándome más y más y me dio una segunda da venida, la primera de hizo gritar pero la segunda me hizo llorar, las sábanas estaban repletas de mi semen, entonces Fer la sacó y se acostó en la cama y yo a su lado, nos abrazamos fuertemente, nuestras vergas chocaban y yo lo abrazaba más y más fuerte con una mano en la espalda y la otra en la cintura, nos besábamos usando las lenguas y le decía "te amo" y el me decía "te adoro perra sucia".
Desde ahí inició una amistad sexual secreta, más adelante les contaré de algunas cosas que nos hemos hecho, besos y ojalá que les den como se merecen.
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