Mi primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Chaketo.
Mi nombre es Rodrigo y a pedido de varios lectores de mi relato anterior (El Semen de mi Tío Camilo) les relatare mi primera vez a los quince años.
Lo conocí en una fiesta a la que fui de mala gana y desde la primera vez que lo tuve frente a mi supe que sería especial en mi vida. Su nombre era Adrian, un joven mucho mayor que yo, en ese entonces el tenia 17 años y yo 15.
Adrian era de esos chicos guapos con cuerpo bien trabajado por el gimnasio, con una sonrisa encantadora y unos ojos cafes que si los mirabas te podías perder en ellos. Por mi parte, mi cuerpo era muy diferente, delgado, de piel clara, lampiño y con cara de niño.
Frente a los demás éramos los mejores amigos, pero la realidad era otra. Adrian fue mi primer amor, mi primera pareja, mi primer hombre. Tanto lo ame que le entregue mi virginidad como regalo al cumplir la mayoría de edad y aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Después de su fiesta de cumpleaños, me quede a dormir en su casa. Al estar solos nos besamos con pasión, sus manos acariciaban todo mi cuerpo, mi pecho, mi espalda, apretaba mis nalgas, me tomaba de la cintura y me hacía sentir su enorme verga.
Adrian se recostó y se desabotono la camisa y me dejo ver su pecho en el cual comenzaba a crecer algo de vello, a mí me encantaba acariciarlo. Me dirigí hacia él y comencé a lamer su pecho que me encantaba, lamí sus tetillas y el solo gemía de placer.
Escucharlo gemir me excitaba, era señal de que le gustaba lo que le hacía, poco a poco fui bajando recorriendo su abdomen con mi lengua hasta llegar a aquel bulto que se le remarcaba en el pantalón.
Acerque mi cara a aquella verga aprisionada en el pantalón y la oli. Me encantaba, amaba esa verga que tantas veces había chupado.
Desabroche el pantalón de mi amante y tire de el hasta quitárselo por completo junto con sus bóxers, tener a un chico mayor que yo, desnudo en su cama y mirándome con cara de deseo me ponía muy caliente.
Acerque aquel pedazo de carne a mi boca y le di un beso en el glande para después tragármelo todo lentamente.
-Dale mi amor, me encanta como la chupas.
Adrian solo se limitaba a ver cómo me tragaba todo su miembro, eso me excitaba tanto. Que mirara como me encantaba comerme aquel pedazo de verga que me ponía como loco. Le daba lamidas por todos lados, lo volvia a meter a mi boca una y otra vez, le chupaba los huevos.
-Amor, hoy que cumples la mayoría de edad quiero regalarte mi cuerpo, quiero que me hagas tuyo.
-Lo he estado deseando desde hace mucho. Quiero ser el primero que este dentro de ti, pero no te lo había pedido porque no quiero lastimarte.
-No te preocupes, te prometo que me voy a aguantar. Solo hazlo despacio por favor.
Adrian me recostó boca arriba sobre su cama, ahora el besaba mi cuello, mi pecho, jugaba con mis tetillas, las mordía un poco y me hacia retorcerme de placer.
Con sus manos acariciaba mi pene el cual estaba durísimo. De pronto el se lo metió a la boca y comenzó a mamarlo. Tome por la cabeza a mi amante y se lo hundí todo en la boca, mi excitación fue tanta que me vine en su boca sin avisarle.
-Lo siento
-No te preocupes mi amor, sabes delicioso, sabes que me encanta probar tu leche de adolescente.
Dicho esto volvió a besarme, podía sentir el sabor de mi semen en su boca y eso me ponía tan caliente que sentía como volvía a endurecerse mi verga.
-Adrian te quiero dentro de mí, métemela ya por favor.
-Tranquilo bebe, debo prepararte primero para que no te duela.
Saco un tarro de vaselina y comenzó a untármela en mi culito virgen con uno de sus dedos. Ahí estaba yo a cuatro patas mientras Adrian me untaba vaselina con sus dedos, sentía como poco a poco introducía con algo de trabajo un dedo, luego dos, hasta que ya no me dolía y sus dedos entraban fácilmente.
Me recosté boca arriba, Adrian tenía mis piernas en sus hombros y solo me miraba fijamente. Cuando sentí su verga en mi entrada supongo que el miedo se apodero de mi rostro.
-Te amo Rodri, te amo y jamás te olvidare, jamás olvidare este momento.
-Yo también te amo Adrian, pero tengo miedo de que me duela demasiado.
-Solo mírame a los ojos Rodri, solo mírame a mí.
Mire sus ojos y no había duda. Lo amaba y quería que él fuera mi primer hombre.
Sentir su verga entrando en mi me causo dolor, sentia que me partia en dos, pero me aguante. Adrian se detenía y después seguía metiéndola poco a poco hasta que tuve toda su verga dentro de mi.
-Esta todo adentro mi amor, se siente tan calientito, tan apretado.
Adrian comenzó a moverse lentamente, entrando y saliendo de mi, poco a poco el dolor se desvanecía dando paso al placer, estaba disfrutando como nunca y cada embestida me hacia gemir de placer. Acelero el mete saca haciéndome pedirle que no se detuviera, la sensación de sentirme lleno de él me excitaba, sentir como sus huevos chocaban con mis nalgas me volvía loco.
Adrian sacaba toda su verga y volvía a meterla de golpe, sus movimientos se hicieron un poco más violentos y eso dio paso a desinhibirme con el.
-Dame más fuerte, rómpeme el culo hasta llenármelo de leche.
-¿Te gusta mi verga? ¿Te gusta cómo te estoy cogiendo?
-Me encanta, síguela metiendo no te detengas.
Sus embestidas se aceleraron mas hasta que el soltó un gemido y comencé a sentir como un liquido caliente inundaba mi interior. Se había corrido dentro de mi, tener su semen en mi interior se sentía tan agradable.
Retiro su pene con cuidado y apreté lo mas que pude mi adolorido trasero para no dejar escapar su semilla. Cansado y sudoroso se dejo caer sobre mí.
-Ha sido fantástico amor, ahora eres mío y vas a ser mío para siempre.
-Te amo Adrian, yo siempre te voy a amar.
Esa noche continuamos besándonos y gozando de nuestros cuerpos.
Nuestra relación duro aproximadamente un año y desgraciadamente termino cuando el cursaba su segundo año de universidad, la distancia y otras cosas nos hicieron distanciarnos y tomar caminos diferentes. Lo último que supe de él fue que empezó a andar de novio con una chica y que planeaban casarse.
No le deseo ningún mal, solo espero que sea feliz, porque el tiempo que pase con Adrian ha sido de los mejores de mi vida, el me enseño muchas cosas del sexo y me convirtió en el amante que soy ahora.
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