MI PRIMERA VEZ
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siempre he sido heterosexual, tengo 30 años, soy médico conocido de la ciudad donde resido, estoy casado y con hijos mayores.
Sin embargo, por cuestiones de trabajo tenía que visitar una sala de internet cercana a la clínica donde laboro donde no entra la señal de internet y en ocasiones necesito entrar a la red, por lo tantomis visitas a esta sala eran frecuentes. Un día, después de varias veces que había entrado, me fijé que existían algunso agujeros en las paredes del cubículo donde estaba y escuché ruidos al lado, por lo que decidií mirar por estos agujeros con la sorpresa que veo a un hombre mamándole la verga a otro. Al principio sentí asco, pero seguí mirando y me gustaba la cara de placer y excitación que tenían los dos, hasta que el hombre derramó su semen en la cara del mamador, ocasionándome una erección grande en mi verga. Me incorporé de nuevo en el ordenador y busqué una página pronográfica para hacerme una buena paja, pues necesitaba descargarme después de lo que había visto. Estaba muy confundido, nunca pensé que fuera a gustar una experiencia homosexual.
Cuando estaba masturbándome me tocaron a la puerta y como pude acomodé mi pene dentro del pantalón y al abrir, era el chico que le había mamado la verga al de al lado, me miró con unos ojos hermosos y movió su lengua tocándome la verga, lo que me tomó por sorpres. Me dejé llevar del momento y el chico se entró a mi cubículo, cerró la puerta y de inmediato me bajó el pantalón, sacando mis 20 cm de carne caliente con abundante precum que se tragó de inmediato, pues se mandó a mi verga como una hembra en celo y pasaba su lengua por mis huevos llenos de leche provocándome un placer inmenso que nuncca había experimentado. Estuvo mamando deliciosamente mi verga durante 20 minutos por lo menos hasta que no puede más y me vine en su boca con una derramada de varios trallazos de leche caliente que salían por sus comisuras. Me preguntó que si me había gustado, me dejó su número de celular para que lo llamara para culiar cuando quisiera. Salí inmediatamente del lugar sin dejar de pensar que me había encantado lo que pasó y que me gustaría experimentar la sensación de comerme el culo de ese hermoso joven.
Pasaron varios días, tenía que masturbarme en silencio en casa para que nadie se diera cuenta sin dejar de pensar en el episodio de la mamada, dejé de ir al internet un buen tiempo, y un día ya no pude más y llamé al chico al número que me dejó, me confesó que el tambien me había exgtrañado que me deseaba, que quería que l ohiciera mío, lo que me puso a mil.Me contó que no tenía sitio para el encuentro y pidió que lo invitara a un motel que el conocía y sabía que podían entrar dos hombres. Cuadramos la hora el mismo día, pues estaba muy ansioso del encuentro y llegué primero al motel, alquilé una habitación y luego llegó el chico, era un muchacho de unos 23 años, 180 de estatura, acuerpado sin plumas muy varonil. Inmediatamente se me balanzó, me abrazó y nos besamos, era la primera vez que besaba a un hombre, me fascinó, nos comíamos las lenguas y el empezó a bajar con sus besos por mi cuello, me tenía ido completamente, me desnudó al mismo tiempo que el lo hacía, y tambien fue la primera vez que ví un pene erecto, y no me disgustó, la tenía grande. Me empezó a besar el pene y mis bolas con mucho amor dándome un placer indesriptible. Me agradó mucho, me decía muchas cosas eróticas en el oído hasta que me pidió que se la metiera, que deseaba mucho ese momento desde que saboreó mi pene.
Se puso en cuatro y prácticamente me cogió el pene con sus manos y se lo metió de una, soltó un gemido que no sabía si era de dolor o placer, pero estaba en la gloria, empezó a moverse hasta que me suplicó que le diera duro y así lo hice, empecé a bombearlo, sentía mis bolas tocar su cuerpo y soltaba gemidos constantemente, durante 30 minutos en diferentes poses que el cambiaba a su antojo hasta que no pude más y le dije que me iba a correr, contestándome: lléna mi culo de tu leche papito, lo que hizo que me viniera con todas las fuerza como nunca lo había hecho. Quedándonos un rato aocstado con mi pene en su culo, pues no quería que se lo sacara, y se masturbó hasta eyacular su semen en las sábanas de la cama.
Me fuí a bañar y el se metió conmigo en la ducha mamándome nuevamente mi verga y logrando otra erección empezando otro mete y saca apasionado bajo el agua hasta que nos volvimos a derramar, tuve que salir casi a la fuerza porque no quería que me fuera.
Me ha seguido llamando pero no he querido volver a verlo, por miedo a enamorarme, porque la verdad me encantó no solo el sexo, sino el chico, su forma de ser conmigo, sin embargo me siento culpable con mi familia de lo que pasó y no sé que pasará, hasta el momento han pasado 3 meses y sigo pensando y masturbándome a solas con los recuerdos de mi primer hombre.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!