MI PRIMERA VEZ.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ariel34.
Mi vida sexual empezó como heterosexual, a pesar de entrenar no era agraciado en cuanto al físico, llamaba la atención por tener una buena herramienta, que en el boca a boca entre las chicas del grupo, me hicieron buena fama.
Al llegar a los 21 años, algo de curiosidad se me despertó por saber lo que sería estar con alguien de mi mismo sexo, pero no tuve la oportunidad de probarlo hasta 2 años después.
A mis 23 años, había cultivado un poco mi cuerpo en el gimnasio, el que si bien no era musculoso, estaba muy bien formado e hinchado.
Una noche estaba caminando de regreso a mi casa, cuando veo un auto que pasaba muy lentamente junto a mí y el conductor me miraba insistentemente.
Fueron varias las veces que ese auto me paso por al lado, hasta que me arme de valor y le hable.
Yo- que necesitas, le dije.
El- pensé que estabas buscando algo.
Yo- algo como qué? Que queres?
El me contesto:
El- mira pensé que estabas laburando, y la verdad que me gustaste y quería ver si hacíamos algo.
Me quede confundido, era la primera vez que un tipo se me tiraba y me ofrecía sexo. Pero dentro de toda mi confusión y negándome a aceptar mi homosexualidad, le dije:
Yo- que queres hacer? Cuanto hay?
El me respondió:
El- Mira no tengo mucho, pero aunque sea te chupo la pija. Y me dijo cuanto estaba dispuesto a dar.
A mí la cantidad de plata no me satisfacía, pero era la oportunidad de saciar mi curiosidad, así que agarre viaje.
Yo- bueno dale, adonde vamos?
Subí en el auto y empezamos a dar vueltas, hasta que paro en un calle oscura. Era la tres de la mañana por lo que no había un alma en la calle.
Ahí recién le preste atención al tipo, por lo que se veía de la iluminación de las calles que anteriores, tenía más o menos 40 años, se le notaba en el rostro, pero tenía unas piernas gruesas y el torso bien formado. Se notaba que se cuidaba.
Yo estaba muy nervioso, pero él me calmo diciendo que no la iba a pasar mal.
Empezó a tocarme por encima del pantalón a lo que mi verga reacciono al toque, estaba muy duro. Lentamente me abrió el pantalón y lo bajo un poco, dejando mi bóxer al descubierto y debajo todo el grosor de mi verga que cada vez se ponía más dura.
Mientras me tocaba intento besarme pero le saque la cara, pero empezó a lamer mi oreja y a la vez me decía:
El- yo sabía que no me iba a clavar con vos, mira la verga que tenes.
Al escuchar estas palabras mi ego creció muchísimo, por lo que tome la iniciativa y baje mi bóxer descubriendo mi verga y bajando su cabeza se la arrime a la boca.
Fue impresionante la habilidad que demostró con su boca, lamio la cabeza, la recorría con su lengua, me estaba haciendo desear más, hasta que se le metí de una en la boca hasta el fondo, causándole arcadas.
Luego de esto empezó a chupar como si se le fuera la vida en eso, gemía y gozaba con lo que estaba haciendo; yo estaba extasiado, mis gemidos se hacían cada vez más fuerte, y cuando se acercaba la hora de acabar paraba y dejaba unos segundos que se me pase un poco y volvía a la carga, me estaba propinando la mejor mamada de mi vida.
En un momento, sacando mi verga de su boca, me dijo:
El- esta pija es para tenerla en el orto.
Mi respuesta no se hizo esperar, yo tenía más ganas de coger que de vivir en ese momento y le dije:
Yo- pela el orto que te lo hago.
El bajo los asientos del coche, se bajo los pantalones y se puso boca abajo sobre el asiento.
Manosee su ojete, le mandaba los dedos, tenía un culo bárbaro, bien parado y duro.
Me dijo que saque un forro de la guantera, me lo puse y me acomode sobre él.
Era la primera vez que me cojia un tipo, y que practicaba sexo anal, no tenía experiencia, por lo que el mismo acomodo la gruesa cabeza de mi verga sobre su hoyo, que estaba lubricado con saliva que él se había puesto, empuje un poco y no entro, pero luego intente con más fuerza y entro la cabeza y un poco más, a lo que el reacciono con un pequeño grito, y diciéndome que fuera más despacio.
La saque nuevamente y la volví a acomodar otra vez, me tire sobre su espalda e hice fuerza nuevamente, pero esta vez fui mas allá, se la enterré hasta los huevos, hizo un ademan como para salir pero mi cuerpo lo aprisionaba y le había tapado la boca con lo que ahogue su grito, lentamente empecé a moverme y sus quejidos se fueron transformando en gemidos de placer y a la vez yo daba rienda suelta a mis instintos le hacia el orto como si la vida se fuera en ello.
Estuve dándole pija como 15 minutos, hasta que sentí que se me hinchaba la verga y descargue toda la leche que tenia.
Rápidamente Salí de él, me saco el forro y comenzó a chupármela, sacando los restos de semen de mi verga, mientras que el se masturbaba muy rápido acabando sobre el asiento.
Después de esto Salí de auto, me fume un pucho mientras el limpiaba un poco el asiento, pues era el auto de su esposa. Me dejo donde me había levantado, me dio unos pesos más de los convenidos y arreglamos para el siguiente viernes a la misma hora.
A partir de ahí, mi vida cambio radicalmente. Tengo muchas historias para contar, pero esos serán otros relatos.
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