Mi primera vez con Arturo (primera parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día cualquiera estaba jugando play, y mi abuela quien era la encargada de cuidarme porque mis padres trabajan todo el día, decide ir a visitar a su amiga, ya que estaba algo enferma.
Arturo quien es mi vecino, lo veo que pasa y le digo que si me puede ayudar con una misiones del juego.
A lo que el muy gentilmente accede.
Estábamos jugando cuando la consola se queda pegada.
El me dice reinicia, pero la consola no quería o mas bien el destino no quería.
Resulta que me dice, tengo años de conocerte y nunca he entrado a tu cuarto, y le digo pues vamos y me das tu opinion, ya que me lo acaban de remodelar.
El me dice, esta algo grande tu cuarto.
En eso me paro frente de él, y mi corazón empezó a latir como nunca, sentía que se me iba a salir; nunca en mi vida me había pasado algo así, mi cabeza me daba ideas locas, y las más loca fue: "Aquí es donde me la jalo" y empecé a bajar mi short mientras movía mi colita, como perra en celo.
El se quedó asustado, pero de una vez y con una reacción poco esperada de tan suculento macho alfa fue que rico culito tienes y me dio una nalgada.
Después de eso, y algo nervioso me dijo, a que hora llega alguien? y le respondí, no se, pero debemos aprovechar el tiempo, seguido de eso; él me dijo que le quitará el short, pero andaba algo torpe y nervioso, y me dice ni eso puedes hacer y se rió.
Es mi primera vez, así que compréndeme.
El se quitó su botón y su zipper.
Andaba un boxer rojo, que le dejaba ver un buen paquete, cuando baje el boxer, su pene ya estaba algo crecido y me dice: mételo a tu boca y chupa como si fuera un helado de paleta.
El empezaba a gemir y su respiración se agitaba cada vez más, mientras yo acariciaba con mis manos su abdomen, un abdomen plano y marcado.
Su pene llegó hasta unos 17 centímetros y era increíblemente grueso, el estaba disfrutando de lo que mi boca le hacía y fue entonces, que él me dijo.
Date la vuelta es turno de que disfrutes, en mi mente no pasaba lo que iba a acontecer.
Yo como fiel sumiso e inexperto accedía a lo que me pidiera; me di vuelta y me dijo toma una almohada y muérdela que te va a doler, escupió en mi ano y me dijo abre bien ese culito, y poso su grueso pene en mi entrada y sin más nada empezó a penetrarme, el dolor era inexplicable, le decía que parara, que me dolía; pero él era una bestia y me dijo, que si lo había calentado, tenía que apagar el fuego y fue cuando me tomo por mis caderas y la terminó de meter.
Mi gritó fue ahogado por la almohada.
El solo me dijo mueve para que te acostumbres al tamaño y grosor.
Empezó con el vaivén y su cogida de verdad me estaba destrozando, hasta que logre safarme, y mi culito ardía, sentía feo, y no sentía mis piernas.
Se la terminé mamando y sobándosela hasta que se vino.
Me dijo que lo sentía mucho, que no debió portarse así conmigo, y que me pusiera una crema, me reviso mi culito y dijo que pronto estaría bien.
El se mudó y se fue.
Yo quede en la cama, me sentía culpable pero a la vez caliente, y no podía creer que había estado con Arturo, quería más pero sabía que me dolería igual.
Sin embargo me he dejado convencer por Arturo y otros 3 amigos, pero eso será en otros relatos y hasta la fecha no ha llegado un hombre que de verdad me haga sentir esos orgasmos que dicen en los relatos.
¡Pura Vida!
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