Mi primera vez con dos prostitutos de 9 y 10
Un hombre de 31 años va a saciar sus perversiones con dos chiquilines de 9 y 10 años..
buenas foro, qué tal están, el día de hoy vengo a contar la mejor experiencia sexual que tuve en mi vida y ocurrió casi sin buscarlo. Me presento, mi nombre es Sebastián, soy de Uruguay y tengo 31 años; en lo que respecta al físico soy de pelo negro, tez blanca y siempre he sido muy flaco, en mi adolescencia fui bastante marcado pero con el tiempo eso se ha ido perdiendo pero algo siempre queda, no tengo mucho vello porque me depilo continuamente y me cuido dentro de lo posible, en pocas palabras: soy bastante normal de cuerpo.
Toda mi vida he sido heterosexual, tuve varias novias durante mi adolescencia que se veían atraídas por mi cuerpo pero ninguna duraba más de tres meses, pasaron los años y me concentré en mis estudios, estudié informática y actualmente trabajo de eso; al haber estudiado esto, empecé a inmiscuirme en la red profunda y descubrí la clase de porno que más me gustaba: incesto, amor filial, relaciones prohidísimas tanto por edad como por lazos sanguíneos. En mis ratos libres me encerraba para pajearme varías veces, a punto que pensé que no podía seguir así, por lo tanto empecé a buscar novia y encontré a Fernanda, ella tenía unos cinco años más que yo en aquel entonces, 2019 antes de la pandemia. Fernanda tenía una hija hermosa de 8 añitos llamada Sol; ella era rubia, blanquita y divina, se notaba que en el futuro sería un mujer bellísima. A mí me atraían muchísimo los chiquilines, Sol también, obvio pero jamás pensé en hacerle nada aunque varias veces me cogí a la madre pensando en su nena y mientras convivimos, yo muy discretamente robaba la ropita interior limpia de Solcito y me pajeaba, me venía en la parte delantera, en la misma tela que estaría en contacto con su conchita, y lo dejaba secar para luego volverla a meter en sus cajones nuevamente, fantaseaba con que se quedara embarazada de mí, varias veces iba al lavadero y lamía sus interiores usados buscando como un sediento algún rastro de esa vaginita virgen e inocente que tanto deseaba pero que nunca me atreví a tocar.
Pasó el tiempo y me separé de Fernanda, todo terminó de la mejor forma y cada uno siguió su camino, nunca más volví a verla ni a ella, ni a Solcito. Yo por mi parte decidí concentrarme en mi trabajo, encontré varias ofertas para trabajo remoto en Estados Unidos y Canadá por lo cual me pagaban bastante bien, en marzo de 2020 cuando empezaron en el mundo las cuarentenas yo seguía tranquilamente trabajando, como no se podía salir a conocer a nadie y estaba todo cerrado, yo volví a mis viejos amores: la web profunda y los foros. Me vivía pajeando, parecía un chimpancé, compré un masturbador y aprovechando lo bien que iba mi trabajo decidí empezar a comprar contenido que vendían varios de los foristas: abuelos con sus nietos, padres con sus hijas, tíos con sobrinos y sobrinas. Me volvía loco mirando como gozaban esos niñitos, cualquiera podía pensar que estaban sufriendo pero ellos se retorcían del gusto, de la pasión desenfrenada y se veía el cariño con el que recibían el semen de sus familiares en la boca, todo el amor que ellos se tenían eran enorme. Mi sueño era tener un familia incestuosa pero como no tenía pareja, eso no sería posible de momento. En el foro conocí a un ecuatoriano que tendría unos 27 años y hacía contenido con su primito que tenía unos nueve añitos; una dulzura de nene, hermoso, muy morenito y de pelo grueso, le encantaba que su primo mayor se viniese dentro de su culo y al ser de piel tan oscura hacia un contraste hermoso el semen saliendo de su cavidad anal que dejaba caer al piso y lo lamía, lo limpiaba todo feliz. Con el ecuatoriano entablé una buena relación, yo era uno de sus mejores clientes, varias veces me hacían contenido personalizado, él masturbaba analmente a su primito mientras gritaba mi nombre y pedía mi verga, era hermoso verlo y pajearme con esas imágenes tan prohibidas que nadie más podía ver.
Pasó el tiempo, yo seguía sin novia y una noche mientras estaba en el foro después del trabajo, recibí un mensaje de mi amigo el ecuatoriano que decía:
– Oye, Sebas. Un amigo mío sabe de alguien de extrema confianza que está haciendo encuentros allá en Uruguay, sé que te mueres por probar… Si te interesa, avisame.
Leí ese mensaje y se me congeló el estómago inmediatamente de los nervios pero me hice el desentendido y respondí
– ¿Perdón? ¿A qué tipo de encuentros te referís?
– Ya sabes, no te hagas. Me dijo que tiene de todas las edades disponibles, tanto niñas como niños. Ya te paso el usuario de Telegram y la contraseña, le tienes que decir que hablas de parte de Ignacio.
Mi amigo me envió todo y sólo restaba que lo contacte, estaba a punto de cumplir una de mis mayores perversiones, no sabía qué hacer, si seguir o no; tenía extremada confianza en el ecuatoriano, así que por curiosidad decidí contactarme…
Después de darle la contraseña y decir de parte de quien venía me dieron el listado de servicios disponibles. Los precios variaban bastante siendo las niñas vírgenes las más costosas pero eso no me interesaba, si bien toda mi vida fui heterosexual más quería probar a un niñito, me llamaban muchísimo más la atención y me excitaban más que cualquier otra cosa. A lo cual me ofrecieron un trío con dos, uno de 9 y otro de 10, cuando me ofrecieron tal cosa casi me derretí ya tenía la pija durísima, pensé que no podía estar pasando tal cosa maravillosa. Me dieron turno para la noche siguiente, todo iba muy rápido, casi no caía y decidí no pajearme para guardarme toda la leche posible.
Pactamos el pago que fue en criptomonedas y me enviaron unas coordenadas a las cuales me tenía que dirigir y de ahí sería llevado al lugar del encuentro, decidí alquilar un auto para no ir con el mío y llegué, lleno de nervios parecía que iba a perder la virginidad, tenía miedo, mi estómago estaba destrozado de tantos nervios y ansiedad. Fui llevado hacia una casa muy lujosa donde me recibió un señor negro de como dos metros, con un marcadísimo acento cubano.
Me recibió con un cálido abrazo diciéndome:
– ¡Amigo! ¿Cómo estás? Te estaba esperando.
– Hola, todo bien, muchas gracias, permiso – Dije tímidamente y lleno de nervios.
-Bueno, campeón. Pagaste por un servicio con dos machitos de 9 y 10, te comento, ellos son únicamente pasivos, obedientes, no tienen límite, pero la penetración es exclusivamente con condón.
-Eee… entendido – Exclamé con la voz cortada.
-No te preocupes que los condones y el lubricante los pone la casa, hermano.
Si bien el cubano intentó ser amable y lo fue, yo seguía nervioso, fui a la habitación que se me asignó y ahí esperé sentado en la cama hasta que abrieron la puerta dos hermosos niños de 9 y 10 añitos, de tez trigueña que como mucho medían un metro treinta, uno con ojos verdes y otro color miel, vestidos con ropa infantil que corrieron a mis brazos al grito de: “¡Papi! ¡Papi! ¡Papi!”
Esos chiquilines me llenaron de besos toda la cara, la boca todo el cuerpo y se presentaron
– Yo me llamo Yoncito, papi.
– Y yo soy Alvarito, papi. ¿Tú como te llamas?
– Me llamo Sebastián, mi amor. ¿Vamos a jugar esta noche a los novios? – Les dije
La respuesta fue un: “¡SÍÍÍ!” rotundo.
Ambos niños también eran cubanos, hermosos, de piel bronceada y ojos verdes, por la similitud que había entre ellos era obvio que eran hermanos aunque no se los había preguntado porque lo di por hecho. Los dos tenían culos perfectos, eran rellenitos a punto tal que Alvarito tenía unas tetitas hermosas.
Yo estaba tumbado en el medio de la cama con ambos niñitos a mi lado mientras jugábamos a darnos besitos en la boca, mi verga ya estaba bastante dura con la situación, mis nervios habían desaparecido y yo estaba más tranquilo.
Yoncito, que era el de los ojos color miel y de 9 años tomó mi mentón y me dio un rico beso mientras yo estaba recostado, su lenguita buscaba la mía después Alvarito tomó mi cara y empezó a besarme también apasionadamente en la boca, mientras puse mi mano encima de su culo. Cualquiera podía pensar que era un beso frío pero no, fue la contención que necesitaba de ambos niñitos, estaba por cumplir una de mis mayores fantasias.
Dejé de besar a Alvarito por un segundo y Yon me quitó la camiseta que llevaba puesta, volví a besarme con Alvarito y Yon empezó a comer uno de mis pezones, pasaba su lenguita, quité mi mano del culo de uno de los niños y abrí el cierre de mi pantalón pero sin dejar afuera mi pene. Yon tomó la carita de Álvaro y se empezaron a besar los dos, era una imagen increíble, dos hermnitos hermosos besándose como si se tratase de dos novios, no podía creer tanta excitación, mi pija explotaría en cualquier momento hasta que ambos bajaron su cabeza y empezaron a acariciarme con sus caras mi verga toda hinchada tapada con mi bóxer blanco que ya se empezaba a ver manchado por mi pegajoso líquido preseminal.
-¿Qué tienes aquí papi? – Preguntó Alvarito con una voz embrigada de placer, lentamente con su dulce y risueño acento cubano.
-Una verga llena de leche para ti. – Respondí entre risas.
-¡Qué rico, papi! – Dijeron ambos buscando bajar mi bóxer.
Pero no dejé que ellos me quitasen nada, quería recrear todo lo que había visto en las películas pero que esta vez mi pija sea la protagonista. Me paré rápidamente y los llevé al lado de un espejo de cuerpo entero que había en el cuarto, quería estar de pie y que ellos se hinquen ante mí, cuando ya estaban en posición arrodillada tomé la cabeza de Alvarito con mi mano derecha y con la izquierda la de Yon, ambos me bajaron el bóxer, mi pija estaba más dura que nunca, nunca había sentido una erección tan dura, toda la sangre de mi cuerpo estaba alojada ahí; con mis manos llevé las cabezas de ambos a olfatear mis huevos y empezaron a abrir la cabeza mientras sacaban la lengua, comenzó la mejor mamada que me dieron en mi vida, empezaron a chupar y a chupar, tenían mi verga hinchada en medio mientras ellos se besaban, Yon empezó a comer mis bolas y Alvarito tragaba mi verga, los veía y parecían dos putas profesionales sin ninguna inocencia y era realmente lo que eran. Decidí probar hasta dónde aguantaban para chuparla, procedí a ahogar a Alvarito y cogerle la boca, era increíble, 10 años y comía verga hasta el fondo, maravillosamente tragaba, era una puta hermosa.
Estaba tan excitado que quería escupirles en la cara, pero no sabía si les gustaba, en el espejo escupí y ordené a Yon que lo limpe, limpio todo el espejo con su boquita, tragó toda mi saliva, era momento de probar a ver qué tanto podía tragar el más chico de los dos y también, garganta profunda total, tragaba todo, empecé a coger su boquita y entraba hasta el fondo. Con Yon arrodillado frente a mí decidi escupirle en la cara, ordené que cerrara los ojos y la boca y dejé caer un escupitajo blanco en tu cara, Yoncito sólo se reía y empecé a pasar mi pija por esa carita hermosa, esos ojos maravillosos y esa boquita que tragaba verga increíblemente, mejor que la más experimentada de las mujeres.
-¡Ustedes son muy putas, eh…! – Dije en tono jocoso.
-Y es lo que somos, papi – Respondió Alvarito muy amorosamente.
En mi rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja al oír eso. Los chiquilines todavía seguía vestidos mientras yo estaba ya totalmente desnudo y con la pija humedecida y totalmente dura. Así que procedí a desnudarlos a los dos y les pregunté si querían ir a la cama, obviamente accedieron felices.
Yon se subió primero en la cama y se puso en cuatro, se abrió las nalgas y empecé a comer el hoyito de mi hermoso niño prostituto que me iba a hacer el hombre más feliz, empecé de a poco mientras escuchaba sus gemidos de placer mientras penetraba analmente con mi lengua a ese pequeñito cubano hermoso, Alvarito no se quedó atrás y se puso al lado mío, tocaba mi cabeza instando a que siga mientras sonreía gustoso de verme comer el culito de su hermano, en ningún momento ninguno de los dos se sintió incómodo, al contrario siempre me atendieron con una sonrisa, amor y mucha lujuria.
Saqué mi cara del culo de Yon por un segundo y Alvarito me beso apasionadamente mientras Yon se paraba de la cama, era turno de comer el culo de Alvarito, se puso en cuatro y enterré de nuevo mi cara el ano del otro niño, era maravilloso, tenía un gusto riquísimo, a inocencia corrompida, a placer, eran dos culitos suaves, ricos, nunca había comido algo igual sexualmente. Penetraba cada vez mas esa ano con mi lengua, sentía como se dilaba, se humedecía abriéndose majestuosamente para proximamente ser desflorado por mi verga.
No daba más pero quería sentir la lengua de ellos también mi culo, Alvarito se recosto con su cabeza en la punta de la cama y le di orden de que abriese la boca, obviamente accedió, yo me di vuelta y abrí mi orto encima de su lengua, ni pensé en si lo tenía bien limpio, la calentura me llevó a eso, la pequeña lenguita de Alvaro pasaba deliciosamente por mis nalgas, quería sentarme totalmente en su cara, le hice un facesitting total, nunca me habían comido el culo y era maravilloso, era mi primera vez y con chiquilín de 10 años.
A todo esto, mi verga imploraba ser enterrada en los culos de estos nenes, Yoncito el más pequeño de 9 sacó del cajón un condón y gel íntimo, yo me recosté tranquilamente en la cama y Yon empezó con sus dos manitos a ponerme el condón, la tocaba con ambas manos mientras con una sonrisa me miraba a los ojos, echó un poco de lubricante, abrió sus nalguitas, se acomodó bien en la puertita del culo la punta de mi pija y empezó a cabalgarme como si fuese una perra en celo, en ese momento mi manos recorrían todo el cuerpito de Yon mientras tenía a Alvarito al lado, mi verga estaba dentro de culo de un chiquilín, incontable la cantidad de veces que me había pajeado pensando en una situación similar, apretaba el cuerpito del pequeñito cubano para asegurarme de que fuese real y no un sueño mientras escuchaba los gemidos de placer de Yoncito.
-¡Papi! ¡Papi! ¡Es muy grande! ¡Me encanta! – Gritaba Yoncito mientras mi verga era engullida por ese ano que se notaba tenía mucha experiencia y era un experto en el arte de ordeñar vergas.
-Seee, seee, putita, seeee así putita hermosa. – Era lo único que salía de mi boca mientras estaba siendo cabalgado por un pequeñito cubano hermoso, se escuchaba mi piel chocando con la de él.
Vi a Alvarito esperando su turno, ya era hora de darle pija a él también, no quería venirme sin antes penetrar ambos culos. Yoncito salió de mi verga y me dio paso para seguir.
Alvarito pensó que quería que me cabalgue pero no, lo puse en cuatro y empecé a darle verga por el culo, cada choque de mi piel con la del otro pequeñito sonaba como un latigazo que se conjugaba perfecto con los gemidos del chiquilín mientras era cogido por mi verga, nunca pensé que mi cuerpo tendría tanto aguante para darle tanta pija a dos niñitos insaciables de sexo.
-Me duele papi, me duele, dame más fuerte! – Decía con malicia Alvarito, había entendido que esas palabras me calentaban muchísimo, eran casi una orden para darle más fuerte por ese culo.
Seguí cogiendo el orto de Alvarito unos dos minutos más y yo estaba todo sudado lleno de placer, no entendía cómo no había acabado todavía. Decidí abrazar a Alvarito por atrás y darle un besito en su boca hermosa mientras me movía lento todavía con mi verga en su hoyo.
Me separé de su culito lentamente y me senté en la cama.
-Alvarito, Yon, vengan ponganse de espaldas, espalda con espalda y se van a sentrar en mi pija, no se las voy a meter pero quiero que sus nalguitas me hagan una buena paja, ¿sí?
-¡Lo que pida papi! – Respondió sumisamente uno de los dos.
Despojé a mi verga de ese condón que me apretaba y los dos se pusieron espalda con espalda, cada uno se sentó de un lado de mis piernas y empezaron a mover sus culitos, mi verga estaba siendo pajeada por cuatro nalgas infantiles al mismo tiempo.
-Ahhhhggg, ahhhgg, ahhhg, sigan, putas, vamos sigan…- Imploraba con la voz entrecortada por la excitación.
Hasta que mi verga explotó en cuatro lechazos espesos que ensuciaron las espaldas, el cabello e incluso toda la cama, nunca había experimentado tal nivel de eyaculación, fue un espectáculo pensé que me iba a desmayar.
Estos dos enanitos cubanos habían cumplido un sueño mío, disfrutaron conmigo e incluso cuando me recosté después de haberme venido en sus espalditas me preguntan:
-¿Estuvo rico papi?
-Riquísimo – Afirmé con la voz entrecortada, mientras los besé a los dos.
Nos dimos un rico beso los tres juntos a la vez, con lenguita y todo, estuvo genial. Me ofrecieron una ducha y acepté, me llevaron de la mano, Alvarito de la mano izquierda y Yoncito de la mano derecha, nos metimos los tres desnudos a una ducha que tenía un sauna, o sea que nos pudimos sentar. Hablamos un rato, me elogiaron muchísimo, me llenaron de besos y abrazos, mientras me enjabonaron todo, nos besamos mucho los tres y me comentaron que habían perdido la virginidad cuando tenían seis añitos nada más, que los dos eran gays y les encantaban los hombres mayores y bien machos como yo.
Después de finalizada la ducha me vestí y era hora de irme, mi turno había finalizado y las putas tendrían más clientes. A todo eso, Alvarito me preguntó con carita de enamorado si iba a volver y mi respuesta fue un rotundo: ¡Sí, obvio!
Me fui directo a mi casa y agradecí a mi amigo ecuatoriano a quien le conté todo con lujo de detalles y quedó tan fascinado que quiere hacer planes para venir a conocer a Alvarito y a Yon junto a su primito, que también quiero probarlo a él. Con el tiempo me volví cliente habitual del lugar, siempre con Alvarito y Yon.
Muy buen relato! Insuperable experiencia con esos chicos
gran relato como sigue
Demasiado excitante. Un gusto hasta de querés visitarlos
Y porque no hiciste algún tipo de video con ellos no dejo de pensar con son ellos realmente
Hola!! Buen relato pasa mas mas info😈🍆
quiero eso en colombia.
Damn, que relato!! Me recordó mucho al nivel de perversión del Dylan, por cierto piensas subir una 4 parte de este? De verdad que eres muy bueno en esto
Busco carajitos puber y sacarles la lechita, que me llenen las tetas o donde sea, sin pelito para chupar y coger, no se donde hay..