mi primera vez con el cubano de la enorme verga de 25 cm y muy gruesa
Debido a la soledad en que me tenía mi esposa, decidí contratar aun negro cubano con una vergota enorme para probar y me quedó gustando.
Mi historia con Ronny
Cuánto gusto amigos de este prestigioso portal, primero quisiera describirme y contar algo de mi vida. Soy un hombre maduro, mi nombre es Jorge, tengo 50 años, blanco, 1.75 de estatura, delgado, 70 kg de peso, hace tiempo no hago ejercicios, pero igual me mantengo en forma, aunque vivo una vida un poco sedentaria; soy casado, tengo tres hijos, ya viven cada uno con su pareja. Vivo con mi esposa desde hace 32 años, estando con ella siempre fui heterosexual, aunque antes de casarme tuve varias experiencias con hombres, pero conocí a mi mujer y quedé prendado de esa cuca tan rica que tiene y olvidé por completo mis aventuras homosexuales, de vez en cuando me provocaba volver a probarlo, pero solo eran puras fantasías y nunca las hice realidad. Ahora mi esposa ya no tiene interés en el sexo y en cambio yo me la paso caliente y con ganas. Por eso desde hace unos meses, pensando en volver a experimentar que me cogieran bien rico como algunos hombres lo hicieron antes de casado, cuando yo apenas era solo un muchacho, puse un aviso en un portal de citas gays y pude contactar a varios hombres con los que salí pero que me cogieron muy mal, a excepción de Ramón, que sí me cogió muy rico y como Dios manda, con mamada de culo incluida, besos apasionados mientras me follaba, en todo caso muy rico, todos los demás unas completas decepciones, vergas chiquitas, eyaculadores precoces, nada apasionados, un desastre. Entonces me dediqué a buscar mejor a hombres de verga grande, a ver si tenía mejor suerte en portales de prepagos escorts masculinos y esta es la historia de lo que sucedió cuando conocí a Ronny el cubano.
Lo vi en un anuncio en el portal mileróticos, “Negro arrecho con verga de 25 centímetros y muy gruesa para complacerte” era lo que rezaba dicho anuncio y me llamó mucho la atención, siempre quise saber cómo se vería y cómo se sentiría una verga así dentro de mí o dentro de mi esposa, cuando estaba activa y se le hinchaba la cuca de deseo y se ponía toda babosita y rica. Nunca había visto una verga así en persona, quedé con la curiosidad y anoté el WhatsApp y le escribí. Lo que cobraba era costoso para mí, pero valía la pena si iba a conocer una verga enorme de verdad; acordé de encontrarme con él el jueves y así quedamos.
Ese día le escribí y le dije que ya iba llegando, tomé la habitación del hotel y le envié la dirección y el número de habitación. No pudo encontrar el hotel y dijo que se iba a devolver para su casa, yo no quería que me dejara como novia de pueblo, vestido y alborotado y le dije que me esperara allí donde estaba, yo lo buscaba.
Así lo hice, estaba en el parque del edificio nacional en Cúcuta, sentado tomándose un chocolate, un negro delgado, alto, maduro, simpático, aunque después me dijo que tenía cincuenta años, aparentaba unos cuarenta, sencillo, muy agradable; lo saludé y me ofreció invitarme un chocolate, yo lo acepté, pero lo pagué yo mismo. Nos fumamos un cigarrillo y luego nos fuimos para el hotel, hablando cosas banales por el momento. Al llegar a la habitación, se desnudó y se metió al baño, quería tomarse una ducha.
Yo lo esperé acostado en la cama; cuando salió, lo pude ver desnudo por completo, un cuerpo marcado y definido, delgado, moreno, no tan oscuro, me dijo que era de Cuba y entre las piernas le colgaba una inmensa verga, flácida, pero así sin parar medía fácil 18 o 20 centímetros, la movía con provocación con sus manos, mostrándomela así dormida; se acercó a mí y me la ofreció, ¡yo no me iba a negar con las ganas que tenía de saborear esa vergota! la tomé en mis manos y me la llevé a la boca impresionado con esa verga tan enorme, aunque flácida y casi sin vida, pero majestuosa.
La metí en mi boca siempre hambrienta de una buena polla y lo empecé a acariciar con mis labios, a engullirlo por completo, tenía que aprovechar mientras se podía, metérmelo hasta el fondo de mi garganta. Así lo hice y en pocos segundos empezó a engordar y a crecer desaforadamente y cuando menos me di cuenta ya no me cabía en la boca, se puso demasiado gruesa y grande, sólo me entraba la puntica y yo trataba desesperadamente de tragármela toda, pero era imposible, ni la mitad lograba meterme.
¡No podía quitar la vista de semejante aparato sexual, era enorme lo que se dice enorme y muy grueso! Si el de Aníval era grueso, el amigo que hacía tiempo había conseguido para cogerse a mi esposa, este fácil era uno o dos centímetros más grueso; qué maravilla de verga y muy dura y bien parada, qué buena fortaleza la del cubano, y de largo, fácil unos 25 centímetros. No podía desperdiciar una polla tan deliciosa así que estuve mamándola por más de 15 minutos, saboreando ese gusto a macho potente, anhelándolo en mi culito, no veía la hora de probarlo; era tan grande que ponía una mano mía en la base de su enorme verga, ponía otra más arriba y todavía no cubría toda esa gigantesca masa de carne, quedaba el glande y algo del tronco por fuera de mis manos, así le daba lengua y me la volvía a meter a la boca, saboreando sus jugos deliciosos de macho activo y vergón y lo tenía en ese momento todo para mí!
Cuando ya estaba listo para recibir en mi culito la impresionante verga de Ronny, tomé un condón e intenté ponérselo en su miembro duro y bien parado pero el plástico no se desenrollaba, no sabía cómo hacerlo, era enorme esa verga y el condón pequeño, se lo entregué a él, quien, acostumbrado a estos menesteres, lo estiró con fuerza y se lo puso a todo lo ancho de su gran pene. Yo tomé abundante lubricante y lo esparcí por toda su verga y me puse en cuatro paticas a esperar la inminente penetración que tanto anhelaba.
Ronny se puso tras de mí y dirigió su enorme miembro a la entrada de mi culito y empezó a presionar para que entrara y no lograba hacerlo. Yo sentía que me abría todo y era como si me fuera a partir en dos, me quemaba, me ardía, me dolía sentir esa verga tan gruesa estirando al máximo mi esfínter anal pero era muy excitante saber que me estaban cogiendo con un pene gigante, hasta que por fin logró meterme como la mitad y no aguantaba cuando trataba de meterlo más, con las manos trataba de impedir que entrara tanto pero él seguía metiéndolo hasta que entró casi todo y empezó a darme verga como loco con fuerza y ritmo, haciéndome experimentar sensaciones encontradas de dolor y placer, mi pene mostraba señas de excitación, estaba super mojado de líquido preseminal y sentía que me iba a hacer acabar sin tocarme, lo que tanto he soñado y no he podido lograr.
Dejó de cogerme en cuatro paticas y le pedí que me cogiera en pollo asado, así que me acostó en la cama boca arriba, me agarró las piernas y las abrió de par en par, poniéndome sus fuertes manos en los muslos y tomó su enorme pene y me lo puso en la puertita de mi culito y empezó a meterlo la cosa más divina, abriéndome todo el culo como un taladro haciendo un hueco en una pared, desplazaba toda la carne de mi culito y me lo abría desaforadamente, empezó el mete y saca delicioso y a cada momento me lo metía más hasta el fondo, hasta que lo tuve todo adentro y me hacía gemir, yo decía: ay Ronny, qué rico se siente! Me encanta que me cojas, ay, ¡qué rico, ay, mientras ese negrote me follaba como le daba la gana y lo metía y lo sacaba con fuerza y ritmo, yo seguía experimentando una sensación doble de dolor, ardor y placer, la verdad hay que decirla, me molestaba un poco sentir ese trozo de carne dentro de mí, tal vez hubiera preferido que fuera menos grueso, es que era muy gordo!
Apenas estaba diseñado como para abrirle la cuca a mi esposa cuando estaba en edad fértil, su cuca lo hubiera recibido por completo y le hubiera dado mucho placer, a mí me daba era dolor, pero igual era muy excitante ser cogido por un hombre de verdad, con un enorme pene de competencia olímpica, era delicioso ver cómo me cogía con ganas y me lo metía hasta lo más profundo de mi culo, ufff, sus bolas chocaban con mis nalgas llegando hasta lo último y yo con mis manos intentaba evitar que me lo metiera tanto, hasta que me tocó decirle que no aguantaba más, que parara un ratico a ver si descansaba de esa culeada tan brutal que me estaba dando y de sentir tamaña masa de carne en mi pobre culo.
Descansamos un poco para esperar que se me pasara el dolor de la culeada anterior. Estando acostados en la cama, volví a mamarle la verga rica de mi querido amante y rápidamente se puso dura y tiesa como una piedra. Le puse otro condón, llené de lubricante ese enorme y hermoso pene que tanto placer me estaba dando y me dispuse a cabalgarlo, lo tomé con mi mano, casi no podía abarcarlo y lo dirigí a la entrada de mi culito y me lo fui metiendo poco a poco, no entraba y se salía, hasta que por fin logré introducirme la puntica y haciendo presión, pude metérmelo como unas tres cuartas partes y empecé a saltar en ese monstruo de verga tan rica, no lubricaba bien y costaba para entrar, por lo que le di la espalda y me volteé y me le senté de nuevo en esa vergota oscura y deliciosa, con la cabeza brillante de lo bien parado que estaba, apliqué más lubricante me lo volví a meter, ahí sí entró casi todo y entonces empecé a cabalgarlo con ganas mientras me masturbaba al ritmo de mis sentadas, entraba y salía y me daba un gusto del otro mundo, mi pene estaba todo mojado del placer que me daba sentir ese enorme miembro viril en mi culo y así estuve cabalgando esa vergota un rato hasta que exploté en un orgasmo fortísimo, derramando toda mi leche en la sábana de la cama y sintiendo el culo adolorido por haber albergado tamaño monstruo de pene, me levanté y lo saqué de mí culito, le quité el condón y me fui al baño a asearme, mareado de placer y feliz por haberme comido esa vergota de Ronny que ansío volver a disfrutar muy pronto. Si te gustaría ver fotos de este primer encuentro y de otros más que he compartido con mi negro hermoso, puedes buscarme en manyvids con el nombre de whiteyandbbc76, te espero y en breve publicaré más relatos de mi relación con el cubano hermoso que me coge y de cómo me hizo vestirme de mujer para darme por el culo y a mí me gustó mucho y le obedezco siempre que me lo pide.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!