Mi primera vez con los Tios
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En la actualidad tengo 49 años de edad. Me inicie en el mundo Bisex de forma activa hace 6 años. Soy un hombre casado, toda mi vida he fantaseado con mi lado bisexual, y para mí era fabuloso explorar mi lado femenino en mi soledad sin llegar a exteriorizar ante los demás, no puedo negar que de chico en mi soledad me introduje toda serie de cosas por el ano y me ponía lencería femenina que le cogía a mi madre o mi tía, llegando a sentir verdadero placer, acabando siempre masturbándome mientras pensaba que era una putita a la que se follaban por todos sus orificios.
Con el tiempo comencé a visitar en Internet diferentes páginas de contenido Gay y Bisexual, y darme cuenta que tal vez sería interesante explorar otros placeres, sin que esto afecte a mi familia.
Como un juego ingrese a Chats Gay y adoptaba el rol de un bisex pasivo y excitaba a mis interlocutores, sin decidirme a dar un paso más.
Así siguió esto hasta que en una ocasión en un viaje que hice a Madrid por motivos de trabajo, tuve que estar 3 días, fui a visitar un Sexshop de esos que tiene Glory-Hole, para la ocasión me puse unas braguitas tipo tanga y unas medias todo ello de color negro, me puse cómodo en la cabina dejando abiertas las dos trampillas que había a cada lado de la Cabina y me dispuse a ver una peli, no pasaron cinco minutos cuando desde uno de los agujeros asomo una polla bastante considerable, la mire durante un breve espacio de tiempo y arrodillándome ante ella comencé a saborearla, por fin me había atrevido a dar el paso y estaba saboreando una polla de la que no conocía su dueño.
Allí estaba yo con una polla que casi no me entraba en mi boca saboreando y disfrutando de la misma, cuando siento que unos dedos comienzan a jugar con mi culo, desde el otro agujero alguien había metido su mano y me estaba acariciando el culo introduciéndome sus dedos en mi culo, dilatándomelo poco a poco, a la vez que me acariciaba mi polla, aquello me encendió del todo y comencé a portarme como una autentica putita, meneaba mi culo a la vez que el otro me introducía la polla que estaba degustando hasta mi garganta.
Yo ya desbocado del todo abrí el pestillo de la puerta de la cabina y al rato tenia a las dos personas frente a mí, eran dos maduritos de unos 50 años, con unas pollas bien puestas, una de unos 20 cm que correspondía a la que había estado saboreando y otra un poco más pequeña pero más gruesa correspondiente al que me estuvo trabajando el culo.
Quitándome los pantalones y la camisa, quedándome solo en braguitas y medias, le dije al que le había estado comiendo la polla que por favor me follara, se puso un condón y colocándose detrás mío me obligo a que me agachara y me la metió de un silo golpe, comenzando un suave mete saca a la vez que yo comenze a saborear la polla del otro, el cual se encontraba en la puerta ya que en la cabina no había sitio suficiente para que los tres estuviéramos cómodos.
Fue impresionante, cada estocada que me daba en mi culo hacía que me fuera contra el que me estaba dando su polla en la boca y que esta entrara hasta la garganta, al mismo tiempo el que estaba follándome el culo me pellizcaba los pezones, al cabo de un rato se cambiaron de posición y el que me enculaba paso a darme el biberón y el otro me metió su gorda polla en mi culo totalmente lubricado comenzando a follarme el culo con un ritmo endiablado, yo no paraba de gemir teniendo que sacarme la polla de la boca de vez en cuando para coger aire.
Tras un buen rato de estar saboreando las pollas en mis dos agujeros los dos salen de ellos y colocándose frente a mí comienzan a masturbarse, yo también comienzo a pajearme hasta que primero yo y luego ellos se corren sobre mi cuerpo dejándome toda la cara, el pecho y el pelo lleno de leche, Cuando terminan de vaciarse, procedo limpiar con mi boca cada una de las pollas hasta dejarlas relucientes.
Entre los dos me ayudaron a quitarme los restos de semen con el que me habían embadurnado, comentándoles que era mi primera experiencia con tíos y que me lo había pasado muy bien, así mismo comentaron ellos los diferentes espectadores que habíamos tenido durante la sesión, ya que yo enfrascado en saborear y degustar las pollas no me había fijado, una vez que me vestí salimos los tres del Sexshop y nos dirigimos a un bar que estaba cerca y tras tomar unas cervezas nos despedimos.
Esa noche tras cenar me dirigí al hotel y dormí como un lirón eso si el culo me escocía un poco, pero el placer experimentado compenso todo, en el tiempo que estuve en Madrid aún disfrute de alguna otra experiencia que ya será tema de un próximo relato. Espero que les haya gustado, espero sus opiniones.
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