Mi primera vez con Martín
Este es el relato de mi primera vez con un hombre maduro del cual poco a poco me fui enamorando, hasta entregarme a el, mi primera vez no fue llena de placer pero si fue algo que deseaba, quería que el fuera el primero en mi vida.
MI PRIMERA VEZ CON MARTÍN
Este es el relato de mi primera vez con un hombre maduro del cual poco a poco me fui enamorando, hasta entregarme a el, mi primera vez no fue llena de placer pero si fue algo que deseaba, quería que el fuera el primero en mi vida
No recuerdo con exactitud cuando empezó todo esto, lo que si recuerdo es que estaba muy pequeño, cuando tuve los primeros acercamientos sexuales con mis primos, mi tío Erasto vivía cerca de mi casa, él y su esposa convivían mucho con mis padres, así que yo solía ir a jugar mucho con mis primos, y en varias ocasiones me quede a dormir en su casa, ellos eran cuatro hermanos mayores a mi, y mi prima que ella era un año mayor que yo, mi primo Rafael era tres años mayor, luego Antonio, Armando y Erasto con quien me llevaba cinco o quizá seis años, todos ellos tenían una diferencia de mas o menos un año en su edad, todo empezó con Erasto no recuerdo el momento exacto, en ese tiempo el cursaba la secundaria así que tendría arriba de 12 años, yo jugaba mas con Rafael y Gaby mi prima, ya que eran los más cercanos a mi edad, así que iba a buscarlos pero en ocasiones no estaban, pero encontraba a Erasto haciendo su tarea y me quedaba, en ese momento yo no tenía conocimiento de lo que era el sexo yo solo buscaba divertirme, en una ocasión que fui solo se encontraba el en la casa, así que me quede un rato con el, y el me dijo que lo acompañara dentro de la casa, lo seguí, recuerdo que el se coloco detrás de mi me bajo mi short y calzón que traía e hizo que yo me inclinara hacia adelante y comenzó a pasar su pene entre mis nalgas, yo solamente obedecía, tardamos poco ya que en cualquier momento podría llegar mi tía con mis primos, esto lo hacíamos seguido, y no sabría decir en que momento me comenzó a gustar, yo empece a buscarlo para poder estar con él, muchas veces iba a casa de mi tía solo para poder ver a Erasto y tener un encuentro, el solamente hacia esto de pasarme su pene entre las nalgas, su pene estaba duro y caliente, me gustaba la sensación y el calor de su cuerpo y buscaba estar a solas con el, eso fue lo único que hice con este primo, el termino sus estudios de secundaria y se mudo para seguir sus estudios.
Cuando Erasto se fue, Armando ocupo su lugar conmigo, no se si entre ellos se contaron o a mi se me notaba mucho lo puto, también a escondidas en casa de mis tíos, pero la dinámica con el cambio, el me decía que jugáramos a los esposos, así que cuando estábamos a solas nos desnudábamos y nos metíamos en la cama, el hacia que se la mamara, pero nunca me gusto el sabor de su pene así que el siempre me pedía que se la mamara pero yo aveces le decía que no quería, ya que sabía feo y cuando lo hacía me provocaba arcadas por su sabor y que estaba grande para mi boca, y más cuando me la empujaba haciendo que me salieran lagrimas, a él le gustaba mucho abrazarnos y besarnos, eso me gustaba mucho y lo disfrutaba con el, a el le gustaba mamarme mi pene, que para mi edad era pequeño, y eso hacia que yo me animara a mamárselo también a el, dentro de la cama ya desnudos el me abrazaba y me decía que era su mujer y teníamos que hacerlo como los esposos, pero nunca me penetro, solo hizo el intento pero no paso a más con él, este tipo de encuentros no eran muy frecuentes aveces era uno a la semana o incluso pasaban varias semanas hasta estar de nuevo con el, dependía de los momentos que teníamos a solas y aveces era difícil poder encontrar espacios en su casa, esto siguió hasta que el también se fue.
Cuando Armando se fue de casa de mis tíos, yo seguía yendo a jugar a casa con Rafael y Gaby, pero extrañaba a Erasto y Armando ya que me gustaba ese tipo de contacto con ellos y yo ya empezaba a agarrarle el gusto a la verga, después la cosa siguió con Rafael, con Antonio no se dio nada aunque el sabia, con Rafael fue con el que dure mas tiempo, eramos novios, el me lo había pedido, y me dijo que Erasto me había dicho que me gustaba la verga, el le gustaba mucho el faje, también todo a escondidas, y eso me empezó a gustar la adrenalina de besarse rápido para que no te vean, el tocamiento de verga a escondidas, el me buscaba y yo a el, el iba a jugar a mi casa y cuando estábamos a solas me empezaba a tocar las nalgas, me mostraba su verga, una ocasión que mis padres salieron con mi tíos, yo me quede a dormir con mis primos para que no me quedara solo en casa, así que fue nuestra primera noche juntos en su cama, nos desnudamos completamente y comenzamos a besarnos, y frotamos nuestros penes, yo me asombraba ya que su pene era muy grande comparado al mio, y me gustaba acariciarlo, mientras estábamos jugando con nuestros penes, el me dijo que quería hacerme el amor, pero yo estaba excitado, ansioso pero también temeroso al dolor de la penetración así que el se coloco arriba de mi mientras yo estaba de espaldas sobre la cama, coloco mis piernas en sus hombros, y comenzó a besar y lamer mis piernas, la sensación era hermosa y con mucho placer, el comenzó a picar mi entrada con su pene tratando de entrar mientras se subía lo mas que podía sobre mi, pero no pudimos hacer mucho ya que no pude aguantársela, el dolor me domino y le le dije que ya no quería, que me dolía demasiado, el intento de convencerme al mismo tiempo que intentaba entrar, pero yo no pude, ya el dolor me había dominado y me negaba a hacerlo, entonces el me dijo que me tranquilizara que seria en otra ocasión y que me quería mucho, entonces el coloco su pene entre mis piernas y me dijo que se la apretar y comenzó a cogerme así, la verdad fue una hermosa sensación, el sentir el roce de un pene entre tus piernas acariciando tus genitales, hace que el placer te domine, esta forma de sexo me gusto y la sigo practicando hasta hoy, él siguió cogiendo hasta que empezó a ponerse caliente su cuerpo y expulso su semen en mi vientre, el se desvaneció quedando acostado sobre mi, con su cuerpo caliente y un poco humedecido, yo solo lo abrace, hasta quedarnos dormidos, al siguiente día nos levantamos y seguimos como siempre y el me dijo que lo seguiría intentando hasta que mi culito sea suyo. Las cosas con Fay como le decía a mi primo siguieron, yo lo buscaba y el a mi, muchas veces estuvimos a punto de ser descubierto pero aparentemente no nos descubrieron, también en una ocasión en mi casa por poco nos descubre mi papá, al parecer el no estaba seguro de lo que vio y solo me pregunto si Fay no me estaba haciendo cosas indebidas y yo me negué, pero al parecer hubo unas personas que se dieron cuenta de ello y aprovecharon la oportunidad.
Mi tío Erasto tenía de negocio una cantina, el local estaba al lado de su casa, aunque estaba aparte unas personas que acudían allí se dieron cuenta de lo mio con Fay, cuando mi tío Erasto no estaba mis primos la atendían, una de estas personas que se dio cuenta fue Martín, Martín era un amigo de mi padre y trabajaba con él, así que yo aveces iba a su casa a dejarle recados, su casa se encontraba detrás de la mía estaba compartían una pared, en una ocasión que estábamos solo Gaby y yo jugando en la casa Martín esta bebiendo en la cantina, pero solo, ya estaba borracho, y se nos empezó a acercar asiéndonos señas sexuales, al principio nos asusto mucho, ya que estábamos solos, y como teníamos la puerta abierta Martín entro y se sentó en la sala, nos empezó a hablar y hacer gestos, al mismo tiempo que sobaba su bulto y abrió su bragueta y nos monstruo su verga dura, empezando a llamarnos para que se la agarráramos, mi prima le empezó a decir que se fuera o llamaría para que lo sacaran, yo nunca había visto un pene de hombre mayor, y lo único que puedo decir es que me gusto vérselo, me le quede viendo y me empezó a llamar mientras mi prima salia a buscar a alguien, yo me quede embobado con su pene y al salir detrás de mi prima, el estiro su mano y me agarro una nalga, nos fuimos y cuando regresamos el ya no estaba, después de eso mi prima y yo jamas tocamos ese tema, pero para mi mi fue algo muy excitante e intenso, después de quedarse grabada esa verga en mi mente no podía dejar de pensar en ella, la deseaba pero al mismo tiempo reprimía mis deseo, porque yo ya tenia a Fay, lo nuestro seguía, el jugueteo sexual a escondidas, el buscando penetrarme y yo resistiéndome por el miedo al dolor, aveces dejaba que lo intentara hasta donde podía aguantar, que no era mucho, pero el era paciente.
Yo aveces iba a casa de Martín y supongo que el ya sabia o se había dado cuenta de mi gusto por las vergas, el empezó a hacerme señas sexuales cada vez que iba a su casa o a tocarse su verga sobre el pantalón o short, podía ver lo dura que la tenia y lo grande que se veía para mi, para esto yo tendría como unos 6 o 7 años, no recuerdo exactamente mi edad, pero seria alrededor de ello y Martín tendría cerca de 40 años quizá unos menos, pero el ya era grande, casado y con hijos, su hijo mayor unos tres años menos que yo, yo iba seguido a casa de Martín a dejarle recados de mi papa, las oportunidades para el se presentaban, cuando yo iba a su casa casi siempre en las tardes, el salia al patio y allí le decía, el se fijaba que su familia no viera y me mostraba su verga, yo ya estaba deseando esa verga pero me resistiva a aceptarlo, así que me alejaba de el, aveces de reojo lo veía y el la meneaba de un lado a otro ya dura, aveces cuando no estaba su familia se acercaba a mi y tomaba mi mano para que se la agarrara, yo aveces lo hacia pero en ocasiones me negaba, aunque la deseaba, porque sabia que el quería algo que yo no quería, ser penetrado, así siguió nuestro juego de estira y afloja, donde las cosas cada vez avanzaban mas, la mayoría de esto se daba cuando no estaba su familia, por una extraña razón casi siempre que iba en la tarde su familia no estaba, así que se prestaba para mucho, las cosas con Martín se iban dando bien, comenzábamos a abrazarnos, yo lo abrazaba mientras metía mi mano para agarrarle su verga, dura y babosa, ya que su verga lubricaba mucho, me gustaba sentir ese juguito que le salia de la verga y llevarme su aroma en mi mano, aveces me jalaba hacia la entrada para que no nos vieran y me abrazaba y besaba mientras yo con mis piernas me aferraba a su cintura y le decía que lo quería, lo amaba, que era mi hombre, ya que eso el quería escuchar, mientras sus manos se aferraban a mis nalgas, y de vez en cuando metía sus manos para sentir mi colita, diciéndome que la deseaba, quería que fuera suya, esto se repitió de forma frecuente, luego yo empece a buscarlo, porque el despertó el deseo en mi, yo me sentía enamorado de este hombre, por su trato, sus besos, sus caricias, su cuerpo caliente que me deseaba y yo a el, como el espacio de mi casa esta conectado al de el por la parte detrás, se podía ver a su casa y cuando yo lo quería ver lo buscaba y el a mi, ya teníamos un código de sonidos que hacíamos cuando nos llamábamos, para que su esposa no se diera cuenta, yo empece a soltarme con el ya no ponía resistencia a sus besos, sus caricias, ahora una cosa el sabia que yo andaba con Fay, y me decía que lo dejara que solo fuera para el, yo estaba empezando esto con Martín, pero seguía con mi primo, aunque ya no lo buscaba tanto porque Martín se había vuelto mi nuevo deseo, las cosas con Martín seguían avanzando, en la casa de Martín había un sanitario que estaba fuera de la casa pero apartado, y cuando yo iba pasaba delante de el, entonces muchas veces nos encerrábamos allí para dar rienda a nuestros deseos, yo me abrazaba a su cuello con mis brazos y con mis piernas a su cintura mientras nos comíamos a besos mientras sus manos hacían de las suyas con mis nalguitas, apretándolas, el besaba mi cuello, y algo que siempre ame de el, metía su lengua húmeda y caliente dentro de mi oreja a la vez que sentía su aliento caliente, eso me excitaba mucho, allí fue donde el me hizo mi primer beso negro, que fue de lo mas delicioso que sentí, también allí fue donde el empezó a empujar su pene en mi ollito, yo no lo dejaba entrar del todo ya que tenia miedo, sabia que me dolería mucho y que me rompería, así que cuando el hacia presión con su pene, yo apretaba y le decía que no, así estuvimos varios meses comiéndonos a besos, dejándole solo pasar su pene sobre mi ollito pero sin tomarlo, aunque aveces el si me veía desprevenido hacia el intento de meterlo, pero muchas veces resbalo fuera, ya que su pene lubrica mucho, nuestros encuentros empezaron a hacerse cada vez mas frecuentes, nos veíamos tres o cuatro veces por semana, cada vez que nos veíamos se deslechaba, yo lo vaciaba a mamadas, lo masturbaba, o ponía su pene entre mis piernas hasta que se venia, una vez estando en el sanitario por poco su esposa nos descubre así que cambiamos el lugar, un lugar abandonado cerca de nuestras casas, allí nos veíamos, nos desnudábamos completamente, yo se la mamaba, el me daba ricos besos de lengua, empujaba su lengua lo mas que podía dentro de mi boca, me hacia beso negro tratando de meter lo más profundo, y empezó a trabajar mi colita para tomarla, poco a poco la iba abriendo, por otra parte yo seguía viendo a mi primo, y seguíamos fajando rico, mamando, y aunque el seguía insistiendo en cogerme, yo le decía que no, ya que yo ya había decidido que mi virginidad seria de Martín.
Desde que Martín me monstruo su verga pasaron varios meses en los cuales solos fajes, cachondeo rico y deslechadas con mi boquita, el me seguía pidiendo mi colita, yo si se la quería dar, quería que mi primera vez fuera con el, yo ya lo amaba, el se había convertido en mi hombre, mi primo había quedado de lado, a Rafael lo buscaba para cachondeo, pero yo lo evitaba, ya no iba a casa de mi tía a jugar, estaba en casa pendiente de si Martín me llamaba, aunque a veces no se podía porque tenia deberes, pero casi siempre trataba de estar disponible para el, cada vez que nos veíamos, el trataba de meterme la punta de su pene, para ir abriéndome poco a poco, aunque aun no me había desvirgado, yo trataba de complacerlo en lo mas que podía, el picaba con su pene mi ollito, pero cuando me dolía yo le decía que ya no y pasábamos a otra cosa, pero deslechado siempre quedaba, yo sentía que cada vez mas lo quería, quería que solo fuera mio, el aveces trataba de provocarme celos para que yo cediera a que me cogiera, me decía si no lo quería o porque no le daba mi colita, yo le decía que lo amaba mucho pero tenia miedo, lo que me gustaba mucho de su pene es que lubricaba mucho, siempre estaba babosito, antes de chuparlo, una ocasión yo lo busque quería estar con el, así que me acerque a su casa para ver si lo veía, y mi suerte fue que lo vi y me hizo señas para vernos en el sanitario yo fui al lugar de encuentro y espere, cuando el llego lo abrace y lo bese, el correspondió y empezó a darme un delicioso beso de lengua, que tanto me gustaban, me empezó a besar mi cuello bajando a mis pezones, fue rico, entonces nos desnudamos completamente y dándole un beso el me cargo, con mis piernas me aferre a su cintura dándole entrada a mi ollito, el comenzó a frotar su pene babosito en mi colita y con la punta empezó a presionar, me dolió y trate de apartarme, el me aprisiono con sus brazos y me dijo tranquilo ya entro la puntita, relajate, y me empezó a besar el cuello llegando a mi oreja en donde introdujo su lengua, su aliento caliente, me puso como loco, el comenzó a hacer presión, empujando su pene, yo sentía que el dolor era mucho, le dije que lo sacara pero el no me hizo caso y empujo con fuerza jalandome hacia abajo, su pene entro completamente en mi no aguante el dolor y comencé a llorar, yo hice el intente de bajarme pero el me tenia aprisionado a su cuerpo, el trataba de tranquilizarme, pero para mi el dolor era insoportable sentía un dolor demasiado intenso, el me comenzó a besar para relajarme mientras yo me aferre a su cuerpo, el me decía tranquila ya eres mía, solo relajate, para que no te duela tanto, estuvimos así un rato abrazados, sin movernos, esperando que el dolor disminuyera, así abrazados me recargo en la pared, comenzó a sacar y meter su pene, provocandome ardor al entrar y salir, mis lagrimas salían mientras el entraba y salia de mi, así comenzó a empujar con mas fuerza hasta que sentí que algo caliente entraba en mi, el completamente sudado y yo abrazado a su cuerpo, mi cuerpo también estaba caliente por el calor que el emanaba y todos sudados, cuando sentí que su semen me lleno por dentro, el se detuvo y quedo quieto respirando con fuerza, así estuvimos unos minutos, yo no quería moverme para que no me doliera y sentí como poco a poco su pene se hacia pequeño hasta que salio de mi, salio babosito embarrado de su semen, provocandome ardor, ya que me había desgarrado mi colita, en su cabeza traía una poquita de mi sangre, y yo mire y me asuste un poco, el me dijo tranquilo, ya no eres virgen, ahora eres mi mujer, yo con mis dedos trate de tocarme para ver si no tenia mas sangre, me asusto mucho el hecho de sangrar, pero solo sentía mi colita muy abierta, y se sentía raro, estuvimos abrazados un rato allí mientras el recuperaba el aliento y yo estaba abrazado a el, me sentía frágil, por lo ocurrido, pero ya mas tranquilo, pero también con gusto porque al fin lo había complacido, le había podido dar lo que el tanto me había podido, y mi temor al dolor me lo impedía, aunque mi primera vez, no lo disfrute y tampoco fue lo que quería, el me decía que poco a poco me acostumbraría a su pene, y ya no me dolería, solo tenia que seguir dándole mi colita para que se acostumbre a su pene, yo lo escuchaba ya que apenas podía hablar de lo agitado que estaba, y me dijo que era muy feliz de haber sido mi primer hombre, que el lo apreciaba mucho, aun con el dolor también lo estaba por haberlo hecho feliz y dado mi virginidad que el tanto deseaba y que yo quería darle al hombre que amaba, porque si ya me había enamorado de Martín.
CONTINUARA …
gran relato como sigue