Mi primera vez con mi mejor amigo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, me llamo Alberto, tengo 29 años y estoy casado con mi mujer Silvia desde hace 3 años. Esto que os cuento pasó el año pasado. Hasta ese día me consideraba totalmente hetero, ahora soy bisexual y es debido a mi mujer.
Era el cumpleaños de Silvia y lo celebramos en casa con familiares y amigos de ambos pero había una gran falta, la de mi mejor amigo David, éramos amigos desde el colegio y no había podido ir porque trabajaba.
Una vez terminó la celebración, ya por la noche, Silvia y yo nos fuimos al dormitorio, ella se acostó en la cama y yo me fui a duchar, cuando salí (solo con una toalla tapando mis partes) me llevé una gran sorpresa, en la puerta del dormitorio estaba David, yo no daba crédito a como había entrado y que hacia allí, antes de que pudiera preguntar, Silvia tomó la delantera y me dijo mirándome con sonrisa picarona “bienvenido a mi fantasía”.
Resulta que desde hace ya tiempo, Silvia me venía comentando su fantasía en la que yo aparecía follado por un hombre mientras ella miraba, esa idea no me hacía mucha gracia así que siempre le iba dando largas. Resultó que Silvia y David se habían puesto de acuerdo para que la fantasía de Silvia se hiciera realidad aquella noche, Silvia le había dado las llaves de la casa a David para que cuando ella lo avisara, entrara en la casa y subiera al dormitorio. Yo sabía que David era bisexual porque me lo había dicho en una ocasión pero jamás se me había pasado por la cabeza que yo le gustaba y quisiera acostarse conmigo.
Así que volviendo al relato. Allí nos encontrábamos los 3, yo en la puerta del baño, Silvia en la cama y David en la puerta del dormitorio. Yo no salía de mi asombro. Silvia le dijo a David “quiero que empieces haciéndole una buena mamada” yo no tuve mas remedio que resignarme y aceptar la proposición, David se me acercó y el corazón se me aceleró, el también estaba nervioso, me dio un breve beso en los labios y yo me quedé de piedra, me dijo “tranquilo”, se desabrochó la camisa y bajó los pantalones, David sonreía, pude ver su cuerpo musculado pero sin pasarse con unos buenos abdominales y pectorales, sin vello (solo un poco de vello fino en piernas y brazos), es mas o menos igual de alto que yo, tiene los ojos marrones y para que os hagáis una idea de su cara, a mi me recuerda un poco al actor Bradley Cooper con el pelo corto y tiene la misma edad que yo.
David se puso de rodillas delante de mi, yo respiré profundo y el tiró suavemente de la toalla que calló al suelo dejándome totalmente desnudo ante el que se humedeció los labios y sin mas demora agarró mi rabo por la base, lo masturbó un poco hasta que estuvo semierecto y se lo metió entero en la boca, no pude evitar dar un gemido de nervios y placer a la vez, al ver como David se tragaba mi rabo y notar el calor, la humedad de su boca y su lengua rozando todo mi miembro.
Estuvo un momento con la polla metida en la boca totalmente mientras hacía succión con su boca y me miraba. Con la otra mano acariciaba mi cuerpo, yo poco a poco me iba relajando, David empezó a moverse hacia delante y detrás para meter y sacar mi polla de su boca lentamente, se la ajustaba a su boca apretándola con los labios, en el interior de su boca, notaba como jugaban su lengua y mi polla, insistía sobre todo en el glande y el frenillo proporcionándome un gran placer y aunque no fui capaz de decírselo, el lo sabía. Su saliva cubría toda mi polla y chorreaba por mis huevos. Intentaba resistirme a gemir pero a veces se me escapaban. Por la expresión de David, el también estaba disfrutando de mi rabo de 20 cm y mi cuerpo también fibrado, mido 180 cm, tengo los ojos marrones y pelo castaño.
Un rato después, cuando me acercaba al orgasmo, mi polla empezó a tener los espasmos típicos, le dije a David “David me corro”, el me agarró por el culo para que no saliera de su boca y al momento me corrí en su boca dando un gran gemido y echando dentro de el unos 3 o 4 buenos chorros de semen que saboreó antes de tragarlo, me dijo “que buena está tu leche”, yo sonreí, Silvia nos miraba desde la cama mientras se mordía los labios y acariciaba todo su cuerpo desnudo.
Después, se levantó y me preguntó “¿te ha gustado?”, yo me puse colorado de vergüenza pero tuve que admitir que si me había gustado, el dijo con una sonrisa “bien, ¿te atreves ahora a hacérmelo a mi?”, Silvia desde la cama me decía “tienes que hacerlo”, así que pensé “ya que hemos empezado vamos a seguir” y dije “está bien, vamos allá”.
El me iba dando las indicaciones y me dijo “respira hondo y empieza metiendo la mano dentro de mis calzoncillos”, se quitó los zapatos, calcetines y pantalones y pude ver que debajo tenía unos boxers blancos y un buen bulto que iba creciendo, metí la mano dentro de sus calzoncillos y agarré su rabo duro y caliente, estuve acariciando su rabo un poco, nunca había tenido en las manos otra polla que no fuera la mía, después me dijo “vamos al siguiente paso, ponte de rodillas y sácala”, yo lo hice como me dijo y se la saqué, nunca había tenido una polla tan cerca de mi cara así que me impresionó un poco, me estaba sorprendiendo a mi mismo ya que no imaginaba que llegaría ha hacer eso nunca.
Su polla estaba casi erecta y apuntándome directamente a la cara, tiene un poco de vello púbico corto y le mide unos 18 cm, miré a David a la cara, tenía una media sonrisa seductora, me dijo “adelante, toda tuya”, volví a respirar hondo me la metí en la boca, primero solo la punta y poco a poco fui metiéndomela mas, después, empecé a moverla hacia dentro y fuera despacio, intentando hacerlo como el me la había hecho a mi, el me animaba diciendo “eso es, sigue así, lo estás haciendo muy bien”. David empezaba a emitir unos sonidos como de jadeo y placer cada vez que me la metía. Yo lo sujetaba con las manos por la cintura y el puso sus manos en mis cabeza pero sin forzarme a tragarme su rabo. Mientras tanto, Silvia desde la cama se acariciaba y masturbaba con su dildo de silicona en forma de pene sin ni siquiera parpadear para no perder detalle.
Un buen rato después, llegó el momento del orgasmo, David gemía con mas ganas y su cuerpo brillaba por las pequeñas gotitas de sudor, su rabo empezó a tener espasmos en mi boca, entre gemidos, David dijo “estoy cerca”, yo aguanté su polla lo más que pude en mi boca y dudaba entre tragar su semen o hacer que se corriera fuera.
Mientras le hacía la mamada, había podido saborear su líquido preseminal, al final no pude y me la saqué de la boca. Echó 4 buenos chorros de semen tibio con un gran gemido sobre mi pecho yo lo miré y le dije “lo siento no he sido capaz de tragármelo”, el con su sonrisa imborrable y mirada cariñosa “dijo no te preocupes, lo has hecho muy bien, otra vez será”. Su semen resbalaba por mi pecho hacia abajo y David para no desaprovecharlo, recorrió todo mi pecho con su lengua para limpiármelo.
Luego, me empecé a poner otra vez nervioso porque sabía que era el momento del sexo anal, otra cosa nueva para mí y el culmen de la fantasía de Silvia, David y yo nos miramos y el me dijo “tranquilo” era lógico que antes del acto, me tenía que lavar por dentro así que fui al baño y me lavé mientras me concienciaba de lo que estaba a punto de hacer. Cuando salí, David estaba esperándome de pié al lado de un diván, yo respiré profundo y fui hacia el, conforme me acercaba, el corazón se me aceleraba mas.
Una vez estuve frente a el. David me preguntó “¿estás bien?”, yo le dije que si, ya no podía echarme atrás, el me contestó “ok, túmbate boca arriba y levanta las piernas que te voy a preparar”, también me preguntó “¿confías en mi?” yo no dudé en contestarle y le dije “completamente”, así que cogió un lubricante y me explicó lo que me iba a hacer, primero, bañaría mi ano con abundante lubricante y después iría introduciendo sus dedos en mi ano uno a uno hasta conseguir meter 3 dedos. David me dijo “ponte cómodo”, yo lo hice, respiré hondo varias veces y cerré los ojos. Noté como el lubricante corría por mi culo y como David acariciaba con un dedo el borde de mi ano, también lo presionaba un poco, inmediatamente después, noté como empezaba a entrar el primer dedo en mi culo, cuando encontró la próstata, mi erección fue instantánea y empecé a sentir placer, el, movía su dedo lentamente dentro de mi hacia dentro y fuera y me preguntaba si estaba bien yo contestaba que si.
Probó a meter el segundo dedo y noté como mi ano se abría un poco mas, no me dolía lo que me relajaba un poco y por fin el tercero y último dedo rozó mi ano y muy lentamente también lo introdujo, mi cuerpo se estremecía.
Una vez David consideró que estaba preparado para la penetración, me dijo “ya está Alberto vamos al siguiente paso, ahora levántate y déjame a mi el diván, que te voy a dejar que lleves tu el ritmo”. Me levanté y noté mi culo abierto y húmedo, David cogió un preservativo, se lo puso, lo cubrió con lubricante y se tumbó boca arriba con las piernas un poco flexionadas, el corazón se me iba a salir por la boca, me latía a 100 por hora. Una vez estuvo cómodo me dijo “ven aquí conmigo Alberto y siéntate en mis piernas” yo fui y el me dijo “relájate, no pasa nada” yo le contesté “vale, pero es que no sabes el trabajo que me cuesta hacer esto” y mirando a Silvia le dije “va por ti cariño”, yo, temblando de nervios, me levanté y situé mi ano encima de la polla de David mientras el, se la sujetaba en posición vertical con una mano, respiré hondo y me dejé caer un poco sobre su rabo, mi cuerpo se estremeció entero y un escalofrío me recorrió desde los pies hasta la cabeza cuando entró la punta en mi culo, David echó la cabeza hacia atrás y con cara de satisfacción dijo “eso es machote, sigue bajando”, muy lentamente iba bajando introduciéndome así su polla en el culo, sentía cada vez mas repleto mi culo, cuando tenía mas o menos la mitad dentro, sentí como que no me cabía mas y le dije a David “David tío, no me entra mas”, el, acariciándome todo para relajarme me dijo “si puedes, ya la tienes casi entera dentro”, Silvia también me animaba a seguir, David se incorporó en el diván y me dijo “espera que te ayudo”, me besó metiéndome la lengua y a la vez empujó hacia arriba para terminar de meter la polla dentro de mi, yo di un grito ahogado por el beso, en ese momento si me dolió un poco, David me dijo “ves como si te cabía”, yo estaba empapado en sudor, David volvió a recostarse y yo me mantuve un momento quieto, sentado en su polla, notaba como la polla de David se abría paso dentro de mi, David me dijo “muévete Alberto, despacito no hay prisas”, yo le hice caso y empecé a moverme despacito hacia arriba y abajo.
David con su mirada penetrante y su encantadora sonrisa, me animaba, cada vez me costaba menos trabajo moverme porque iba perdiendo el miedo y la vergüenza y a la vez iba gustándome cada vez mas, yo me la metía casi por completo y me la sacaba casi entera, apoyé mi mano en su pecho, el con una mano me acariciaba el pecho y pellizcaba mis pezones y la otra mano, se la di a David y entrelazamos nuestros dedos.
Seguí cabalgando su polla un rato, David que estaba atento en todo momento a mi, vio que mi ritmo disminuía porque estaba cansado, así que me propuso cambiar de postura, yo acepté y cambiamos, me levanté y al sacar por un instante su polla de mi culo, sentí mi culo muy abierto, mi cuerpo se había adaptado perfectamente a el.
David volvió a lubricar mi culo y su rabo y continuamos me dijo que me acostara de lado y David se tumbó también de lado detrás de mi, cogió mi pierna superior y la echó por detrás de sus piernas, ahora llevaría el, el ritmo, pegó su pecho a mi espalda para que sintiera todos sus músculos rozándome y me besó en el cuello, me abrazó desde atrás con sus brazos y me dijo “vamos a seguir pasándolo bien”, mi ano ya estaba abierto así que me penetró un poco mas rápido y seguidamente, volví a notar ese escalofrío acompañado de placer que recorrió todo mi cuerpo, el me preguntaba si iba bien y si me gustaba yo le contestaba que si.
Cuando notó que se acercaba el momento de correrse, agarró mi polla firmemente y me empezó a masturbar con fuerza y rapidez, yo también empecé a notar se que acercaba el momento de correrse y unos minutos después David dijo “esto se acaba Alberto”, sacó rápidamente su rabo de mi culo, se quitó el preservativo, yo me puse boca arriba y dando un gran gemido se corrió encima de mi, su semen salió con tanta fuerza que un poco de el, me salpicó en la cara, echó unos cuantos chorros y calló rendido a mi lado, con sus manos seguía masturbándome hasta que yo también me corrí, echando en mi pecho chorros de semen que se mezclaba con el suyo. Después con sus manos, lo extendió por mi cuerpo, a la vez que me masajeaba mientras nos mirábamos sonrientes.
El apetito sexual de David era insaciable y me lo demostró haciéndome otra proposición, me dijo “Alberto, ¿tienes fuerzas para la revancha?” con esto quería decir que si quería follármelo yo a el. Yo acepté y nos pusimos de nuevo en marcha.
David se tumbó en el diván boca arriba y levanto las piernas y me dijo “ya sabes lo que tienes que hacer”, eché un poco lubricante en su ano y poco a poco introduje un dedo lubricado en su culo y busqué su próstata, cuando la encontré intenté meter otro dedo, el me dijo “tranquilo, no hay prisas” muy despacio y con mucho cuidado, fui acariciando su próstata, yo miraba su cara que me transmitía amor, dulzura, amabilidad.
Unos minutos después, probé a meter el tercer dedo en su culo, se estremeció un poco pero aguantó, después de unos minutos, me dijo “Alberto, creo que ya estoy preparado”, quiso llevar el, el ritmo así que me tumbé en el diván boca arriba, me puse un preservativo lubricado, lubriqué bien su culo y se sentó en mi polla mirando hacia mí para que lo pudiera ver y masturbar, me cabalgó clavándose la polla en el culo con fuerza, me gustaba ver como se penetraba mientras lo sujetaba por la cintura y acariciaba sus piernas, me gustó mucho su culo estrecho y dije “joder David que bien, sigue así tío”, el sonreía y gemía, también le gustaba mucho. Seguimos en esa postura un rato hasta que quiso cambiar.
Después me dijo “déjame tumbarme a mi” yo me levanté y el se tumbó boca arriba en el diván, levantó las piernas y me dijo “ahora llevarás tu el ritmo, quiero que me la metas hasta el fondo, sin miedo Alberto”, yo asentí con la cabeza y apoyé mi rabo sobre su ano, lo miré y le dije “vamos allá”, David me rodeó con sus piernas y yo empecé a empujar poco a poco, una vez pasado el esfínter del ano, su culo succionó mi polla.
Entré del todo y me quedé quieto un momento, sonreímos y le pregunté “¿estás bien?”, me contestó, “si tío, adelante soy tuyo muévete como te he dicho”, me empecé a mover, sus gemidos me ponían cada vez mas caliente, además Silvia me incitaba a follármelo cada vez mas fuerte, mis huevos golpeaban su culo y cada vez que entraba en el, un intenso placer me recorría todo el cuerpo.
Yo aguanté un poco más y pasado un rato, sentí que estaba cerca del orgasmo, así que cogí la polla de David con fuerza y lo masturbé rápidamente, se corrió encima de su pecho, inmediatamente saqué mi polla de su culo, me quité el preservativo y también me corrí encima de el. David me agarró por las manos y las pasó por todo su pecho, extendiendo todo el semen con mis manos.
Yo me levanté y lo ayudé a el, fuimos a la cama y allí, los tres abrazados, dormimos lo que quedaba de noche, por la mañana, nos levantamos, nos duchamos los 3 juntos, luego desayunamos juntos y nos despedimos de David, Silvia, le dio dos besos en la cara y yo le di un abrazo y le dije “gracias David por la noche que me has hecho pasar”, el contestó “gracias a ti Alberto”.
Esto pasó el día 14 de Diciembre de 2013. Después de despedirnos de David yo subí al dormitorio de nuevo, me senté en la cama y recordé todo otra vez como si en mi mente viera una película porno, durante todo el día estuve pensando en David y por primera vez lo empezaba a ver no solo como mi amigo de toda la vida, sino como un hombre guapísimo y que estaba buenísimo que se había convertido en mi amante gracias a Silvia. Me estaba enamorando de David. Cuando llegó la noche, seguía pensando en el así que lo llamé por teléfono y le dije que me había encantado follar con el y que sentía no habérselo dicho, que jamás hubiera cumplido la fantasía de Silvia con otro hombre que no fuera el y que teníamos que repetirlo pronto siempre que Silvia me dejara, ella lo escucho y dijo “podéis hacerlo siempre que queráis”, el me contestó que sabía que me había gustado mucho aunque no se lo hubiera dicho y que cuando yo quisiera, lo llamara y volveríamos a hacerlo.
Espero que os haya gustado mi historia, os agradecería vuestros comentarios.
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