Mi primera vez con un hombre.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por raul-sex.
Iba un domingo con mi coche hacia Zaragoza tras una despedida de soltero de un amigo en Bcn.
Casi no había dormido durante el fin de semana y pare a descansar unos minutos en el área de descanso de Avinyo en la C-25.

Es un lugar muy conocido de cruising con un buen aparcamiento y un gran bosque con muchos lugares dónde esconderse y tener sexo sin exhibirse.
Suele haber mucha actividad, con gente de todas las edades, aunque yo siempre he visto más maduros que jovenes.

Yo por aquel entonces no sabia que allí iba gente a ligar y tener sexo así que paré mi coche a un lado, me acomodé en mi asiento y cerré los ojos unos segundos.
Apenas un minuto después, un hombre de unos 50 o 55 años llamo en la ventanilla de mi coche.

Sobresaltado le pregunté que es lo que quería y me contestó que le apetecía comerse una polla.
Me sorprendió que fuera tan directo, además de que yo por aquel entonces sólo había estado con mujeres, pero yo iba muy caliente dé haber estado todo el finde en la despedida de soltero, discotecas, streptease, etc.
y note un cosquilleo dentro de mi pantalón.
El hombre noto que yo dudaba y que me había puesto cachondo así que me pidió permiso para subir a mi coche y se puso cómodo en el asiento del copiloto.

Yo estaba completamente bloqueado ya que nunca me había planteado tener sexo con otro hombre y aquel hombre aprovechó esa situación y puso su mano sobre mis vaqueros y comenzó a acariciar mi bulto sobre el pantalón.
Mi polla no tardo en reaccionar y rápidamente me desabrochó el botón y bajo mis pantalones y mis boxers hasta los tobillos y hundió su cara entre mis piernas y se empezó a comer toda mi polla y a lamerme los huevos.
Tras un par de minutos dejándome hace der, decidí tomar las riendas y agarrando a aquel madurito por su cabeza, comencé a follarle su boca hasta el fondo de su garganta y progresivamente, cada vez con más fuerza y más rápido.

Me dijo que le avisara cuando fuera a terminar, pero note que le encantaba el abuso al que yo lo estaba sometiendo y le respondí llamándolo putita y zorra.
Mientras yo le pellizcaba sus pezones y le di varios azotes en sus nalgas, eso fue lo que acabo de provocar un éxtasis en mi que estaba a punto de terminar, así que lo agarre fuertemente del pelo y folle frenéticamente su boca de putita hasta que me corrí dentro de su boca sin avisarle y sin dejarle que se apartará.
6 o 7 chorros que llenaron su boca de leche y que no le quedó otra que tragarselos.

Le hice limpiar los restos de semen de mi polla y cuando acabo le di un kleenex, le pregunté su nombre y si me podía dar su móvil y llamarlo otro día que estuviera por la zona.
Me dijo que se llamaba Manuel, me dio su teléfono y me pidió que le llamara pronto y yo le despedí con un "Gracias putita" y un fuerte agarrón en sus nalgas.