Mi Primera vez con un maduro vergon
Nunca pense que el hombre que evitaba, fuera mi primera vez y me diera la mejor cogida de la vida..
Hola me llamo Emmanuel y les contare como tuve mi primera vez con un maduro.
Fue cuando tenia 17 (actualmente tengo 21), vivo en Tabasco y siempre viajo a Chiapas por vacaciones a visitar a mis familiares y a esa edad deseaba tener mi primera relación sexual con un chico, ya que tenia un poco de experiencia mamando y quería pasar al sexo. Un día decido descargar Grindr y me aparecían muchas opciones pero la mayoría buscaban cuerpos musculosos o guapos y no soy de ese tipo de cuerpo, soy algo gordito, moreno, alto, nalgon y pierduno (según los que ya me han cogido jaja). Después de tanta búsqueda me hablo un señor de 53 años, se veía gordo y cuando me mando su foto de cara decido no volver a contestarle los mensajes porque no me había llamado la atención, pero me mandaba mensajes siempre y yo lo ignoraba.
Un día había quedado con un vato para coger y por una razón u otra me cancelo, yo ya estaba en la calle y no quería regresar a casa, así que decidí buscar otra opción y en eso me manda un mensaje un perfil sin foto que era el del señor (siempre tenia esa costumbre de borrar el chat y no sabia que era el), yo sin saber que era el decidí hablarle y quedamos en un parque en donde estaba yo, tardo unos 5 minutos en pasar por mi y en cuanto lo vi, dije:
– Vale madres, es este don.
Ya sin nada que perder decidí subirme a su carro y me quede callado todo el rato, el me hablaba y yo hacia lo menos por responder. Hasta que llegamos a un motel que el conocía.
Entramos a la cochera, nos bajamos y saco una botella de lubricante y subimos al cuarto. En eso el don para que yo me relajara empezó a acariciarme y aunque me oponía, poquito a poco fui cediendo. Empezamos a besarnos, me mordía los labios, me metía su lengua y jugaba con la mía, me desvestía poco a poco y jugaba con mis pezones, me los pellizcaba, me los lamia y los mordía. En mi mente dije
-Pues no lo hace tan mal el pinche vejete este
En eso, empezó a quitarme los shorts que llevaba junto con los boxers y me empezó a tocarme el culo, rozaba mi agujero con uno de sus dedos mientras me seguía besando, hasta ese punto yo era el único desnudo y el me dijo:
-Ahora si putito, quitame la ropa
Yo ya excitado, accedí y fui quitándole la camisa, fui besando su pecho y fui bajando lentamente hasta sus pantalones donde aun no se notaba su verga erecta, pensé que la tendría chica. Después de pensar eso desabroche sus pantalones, se los quite por completo quedándose con sus boxer y fui pasando mi nariz por todo su paquete, olían rico, sentía un olor a sudor y orín y eso me prendía en verdad y cuando menos lo espere, su verga empezó a crecer, era una verga grande, gorda y era venuda, apuntaba hacia arriba y yo me quede sorprendido, habia mamado vergas pero nunca había visto una de ese tamaño, una parte de mi sabía que me iba a doler pero la quería sentir. Quería saborear esa verga completa así que le quite los boxers y empece a chuparle los huevos, eran grandes y velludos, pasaba mi lengua pos sus huevos hasta que lamí la parte baja de su verga hasta la punta, y a el le encantaba, me decía:
-Asi putito, lame bien tu rica paleta
Me calentó que me hablara de ese modo y metí mi verga en mi boca, la chupaba despacio, lamia la cabeza y eso le encantaba, estábamos enfrente de un espejo y podía verme a mi comerme esa verga, pero lo que mas me encantaba y me encanta al estar mamando una verga, es ver a los ojos a la otra persona y en los ojos del don veía que lo disfrutaba tanto como yo. De repente me agarro la cabeza y empezó a cogerme la boca, me metía su verga hasta adentro y yo me ahogaba con su verga.
-Te gusta mi amor!?
Yo con su verga en la boca le decía que si con mis gemidos. Después me llevo a la cama y se acostó, me puso arriba de el a modo de 69 y le mamaba la verga mientras el me dedeaba el culo con el lubricante, yo veía por el espejo como me tragaba su verga hasta que mi barbilla chocaba con sus huevos, ponía su pierna encima de mi cabeza para que me tragara su verga, yo sentía como esa verga me llegaba a la garganta, sentía como palpitaba su verga con mi lengua y lo disfrutaba al 100.
Así estuvimos hasta que decidió probar mi culito virgen, me puse de a perrito en el borde de la cama y unto lubricante en la entrada de mi culo yo estaba nervioso porque no sabia si entraría, se puso lubricante en la verga y empezó la acción. Metió la punta y me dolía un poco, me decía que me relajara porque si no, me dolería mas. Me la fue metiendo poco a poco y yo sentía dolor, me partía el culo y le decía que fuera despacio, el dolor se empezó a ir y empece a disfrutarlo, y le dije que ya no me dolía (grave error) porque de repente lo poco que quedaba de su verga afuera me la metió de golpe, yo grite de dolor y le decía:
-ahhh!!! No espera me duele, me duele mucho!!
En ese momento me dijo:
-Si te duele, sacatela
Yo sin dudarlo lo iba a ser y cada que quería sacarme su verga, el me agarraba de la cintura y me volvía a clavar, mis quejidos al parecer le gustaban y lo excitaban mucho porque cuando lo veía por el espejo tenia una cara de placer inmensa, con una sonrisa lujuriosa, el se reía y me seguía diciendo que la sacara si me dolía de verdad y cada intento que hacia me la volvía a meter mientras el gemía de placer.
Después de eso, decidí entregarme, el dolor empezó a desvanecerse y cuando empece a gemir, el entendió que ya lo estaba disfrutando y empezó a darme rápido y duro. Yo gemía de placer y le decía que me diera mas duro, el me agarro del cabello, me daba nalgadas y me decía lo putito que era.
-Y tanto que me ignorabas y ahora mirate, disfrutando de mi verga
-Si papi, perdón por ignorarte, cógeme mas, me encanta tu verga.
Una vez que me sometió de a perrito me cogió de misionero y no mamaes, su verga llegaba aun mas adentro, sentía un cosquilleo dentro de mi estomago y le suplicaba que no parara, que me dejara bien abierto el culo, nuestros gemidos se escuchaban en todo el cuarto. Nos veíamos las caras, el me veía disfrutar al máximo y yo veía su cara con esa sonrisa de lujuria mientras nos besábamos. En eso sus gemidos eran cada vez mas grandes, eran señales de que se iba a venir y en una ultima embestida, se vino dentro de mi. Se vino varias veces porque sentía su verga palpitar y yo apretaba mi culo y le encantaba y el decía:
-ahh que rico me aprietas la verga.
Nos quedamos así unos 5 minutos y me la saco, no podía creer que ese hombre que había evitado tantos días terminara siendo mi primera vez y que haya valido la pena. Al final nos bañamos y salimos de ahí, me dejo cerca de mi casa y después de ese día y actualmente cada que voy de vacaciones, siempre nos vemos para coger, esa es mi verga preferida. Desde ese momento los mayores me encantan y tengo otros relatos con señores mayores, que posiblemente publique.
Espero les haya gustado. Saludos a todos 😉
Uff, nada como un maduro vergon, saben lo que quieren y te cogen super rrico