Mi primera vez, curiosidad y seducción (real)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por azul22.
Eran esos años difíciles donde tus hormonas están revolucionadas. Yo siempre fui un chico demasiado tranquilo y a mis 14 años apenas salía de mi habitación.
Si queréis saber cómo era por aquel entonces, les cuento que media 1,75 (como ahora) llevaba mi peo rubio algo largo; media melena que cubrían mis ojos. Nunca fui demasiado marcado pero tenía un cuerpo adolescente bastante apetecible y mis ojos azules siempre han sido mi punto fuerte. Me dan un toque de inocencia combinado con las escasas pecas que adornan mi nariz y mis cachetes.
Pero si mi imagen no les genera morbo podéis imaginarme como queráis.
Por aquel entonces y por le medio en el que me desenvolvía me costaba mucho conseguir pornografía o cualquier material para estimular mi sexualidad. No era común en el sitio donde yo vivía hablar de sexo o tener películas y el acceso a internet era bastante limitado.
Una tarde escuche al marido de mi tia decirle a mi padre que el tenia algunos gigas de porno en la computador. Que si quería que se los pasara que él se los podía copiar a una memoria o algo. Mi padre siempre asido muy abierto al sexo y me pidió con toda la naturalidad del mundo que pasará en la tarde a casa de mi tio con mi disco externo para copiar aquellas películas.
La verdad para aquel entonces nada raro pasaba por mi mente. A pesar de tener ya 17 años siempre fue un niño no inocente pero si bastante confiado.
Esa tarde cogí el disco duro y pasa por la casa de mis tios. Mi tía era azafata de vuelos y no estaba en casa. A saber en que país estaría viajando pero al menos mi prima quedaba con su padre.
Mi tío me abrió la puerta y me dijo que no hablara fuerte que la niña estaba durmiendo. Conste que la niña tenía ya 10 u 11 años.
– tengo un montón de pelis. No te van a caber todas en el disco duro – dijo mi tio – vas a tener que seleccionar las que más te gusten.
Subimos a la segunda planta de la casa y encendimos la computadora. Mi tio abrió una carpeta y me mostro una lista con más de 50 títulos. Paraíso pensé yo. El festival de pajas que me voy a hacer.
Entonces mi tío abrió una de las pelis donde se veía a una chica chupándole la polla a dos tios. Ella las cogía con la mano y a beses las juntaba antes de metérselas a la boca.
Aquello funciono como una alarma para mis sentidos. El monstruo que vivía dentro de mi pantalón se despertó. En aquellos días se despertaba con mucha facilidad. A veces incluso sin provocasion.
Miralas todas – decía mi tio – copia las que mas te gusten, hay de todo, lo que quieras.
Yo estaba realmente incomodo. Me daba mucho corte ver aquello delante de mi tio.
– Joder como me calienta esa puta – dijo mi tio – me dan ganas de hacerme una paja
Dicho esto se puso de pie a mi lado y me dijo
– Mira uqe dura me la a puesto – se agarro el paquete por encima del pantalón y la verdad se marcaba un trozo de penen muy interesante, algo que nunca imagine de mi tio
Yo fingía que aquello era algo natural. No sabia si eran señales y no quería quedar como el típico maricon.
– Joder sobrino, vamos a tener que ir a por unas putas para bajarnos la calentadera, porqué tu tia no esta en casa y tu estas soltero- me dijo poniendo una mano en mi hombo – a ti no se te para o ke?
– Si – fue mi una respuesta mientras bajaba la cabeza porque la vergüenza me estaba matando
– Si tocan a la puerta no voy a poder abrir porque mira como la tengo – decía mientras se sobaba el paquete… era enorme suculento… y yo solo trataba de disimular mi erección.
En eso mi tio me dice que creen que están llamando. Me dice que me asome a la ventana a ver si es mi abuela. Me dice que valla yo porqué a el la erección se le nota mogollón.
Mi abuela vivía en la casa del lado y desde la ventada del segundo piso podía verse el patio de su casa. Me some a la venta pero no había nadia.
Fue entonces cuando lo sentí.. mi tio estaba parado detrás de mi.
-No era ella? –pregunto
Y justo mientras yo le decía que no que nadie estaba llamando restregó su duro trozo de carne contra mi culo.
Dios mio. Un rayo eléctrico recorrió todo mi cuerpo. Solo fue un momento figas. Un instante que podía confundirse con un accidente pero había sentido a hombre justo a la entrada de mi culo. Con la excitación que tenia por las películas… aquello me supo a gloria… pero tenía que controlarme, podía haber sido un accidente. Mi tio siempre fue un hombre muy masculino, padre de familia y en ocasiones hasta homofóbico. Ademas no podía entirme exitado por el marido demi tia no estaba bien.
Volvi para el ordenador y puse a copiar las pelis. Solo quería que aquello se copiara pronto para irme a mi casa y hacerme una paja.
En esto va mi tio y abre otra de las pelis. –Esta me gusta me dice – Mira que clase de polla tiene este hombre. Mira que rico como la chupa la china
YO no sabía que hacer ni que decir. Solo se me ocurrió contestar, a mi me encanta mamar y que me la mamen… mi tio solo sonrió.
Después de esto se encendió un cigarro y se fue al salón…
Yo estaba que sudaba. Dudaba si mi tio quería provocarme o de que se trataba todo aquello.
En la pantalla del ordenador la china chupaba el pene a un tipo con un pecho espectacular y yo sin darme cuenta había empezado a tocar mi pene que para este entonces me había mojado todo el calzoncillo de liquido pre seminal.
En esto mi tio me llama y me dice que valla con el para la sala. Que esta terminando de fumar. Cuando estoy llegando me ordena “siéntate haí” era el asiento que quedaba justo en frente de el. El estaba sentado en el sofá con las piernas a la altura de los cojines. Nunca lo vi sentarse así. Lo que si vi fue su rosado capullo que se salía por la pata del short corto que el llevaba.
El fumaba y se reía… y yo solo miraba su enorme tranca dura que me tenia cada vez mas ansioso por ponerme de rodillas y chuparla, aunque nunca había hecho nada semejante.
– Tu tienes que estar caliente como un perro – me dice mi tio –deberías hacerte una paja antes de irte porque en tu casa están tus padres y no vas a poder. Dime que vas a hacer con ese calentón que traes?
– Nada – dije casa vez mas tímido y asustado – además aquí estas tu, y la niña que esta durmiendo
– Esa no se despierta duerme como una piedra. Además por mi no te de pena es cosa de hombres… si quieres me la casco contigo para que no te sientas mal
– Que dices? Que va… no no… deja
– No seas bobo sobrino – entre hombres hacemos esas cosas … ven siéntate aquí
Yo obedecí sin rechistar. Me senté a su lado. El cogió el mando del la tele y puso una porno en el televisor. Yo no daba crédito. Sabia lo que iva apasar pero no lo podía creer.
– Sácatela de una vez – me ordeno.
Yo no podía resistirme a su orden y me la saque… cuadno mire para el lado el ya tenia su enorme pene en la mano y se lo acarisiva… estaba muy dura y bien mojada. Despues de todo su juego de seducción había durado bastante.
– Mira que rico. Y tu que no querías – me decía mientras apretaba su capullo para dejar salir una gota de liquido transparente… pero yo no sabia a estas alturas si me hablaba de su polla o de la película que estábamos viendo.
Yo empecé a masturbarme como un loco. Lo haía rápido porque estaba muy caliente casi estaba a punto de correrme cuando mi tio puso su mano para detener la mia y me dijo: asi no, bobo, despacito disfrútalo…
Yo obedecía como una esclava. Comencé a acariciar mi pena subesito. A todas estas yo trataba de no mirarlo, y solo veía el televisor pero el cómo estaba del otro lado tenía una panorámica completa de toda mi paja.
– Asi, asi mucho mejor – dijo mi tio mientras cogía mi mano y la ponía en su pene
Yo no me atrevía a mirar. No quitaba la vista del televisor. Tenía un pene real en mi mano. El de un hombre, mi tio. Estaba caliente y duro como jamás había sentido el mío. Yo no sabia que hacer pero tampoco quería soltarlo. Intente hacerle una paja pero estaba tan duro que apenas si podía moverlo.
Entonces mi tio se puso de pie en frente mía. Aquel falo me apuntaba directo a la cara. Yo sabia lo que tenía que hacer… lo había imaginado cientos de veces, aunque debo confesar que jamás con mi tio.
Abrí mi boca y me acerque lentamente, fue una cosa muy extraña. El tacto de su capullo en mi lengua era algo nuevo… y el sabor salado y a nicotina me hacían desear no tener que pasar por eso. Pero no me atrevía a negarme, no quería arruinar el momento, además para ese entonces yo ya era su puta y una puta nunca puede decir que no.
Comencé a chupar con algo de recelo. No sabía como se hací y la verdad no tenia el instinto de un buen mamador. Con los años y la práctica llegaría a perfeccionar mucho mi técnica.
Mi tio me tiro del pelo y me ordeno que apretara los labios. Que la chupara bien. La verdad lo estaba evitando tener demasiado contacto con aquel trose de carne caliente
Apreté mis labios y el empezó a moverse suavemente. Me follaba la boca pero sin hacerme daño ni llegar a mi garganta…
Yo tenia mucho miedo, mis pues temblaban como una hoja, agarre sus nalgas y sentí como el se estremecía…
Mi tío me cogió del brazo y me puso de pie… Contra la pared, esa fue su orden
Aquellas palabras me sacaron del transe en el que estaba.
– No por favor – fue lo unoc que alcance a pedir
– Tranquilo no voy a follarte, solo dejame rosarme un poco
Yo obedecí con miedo. Mis pies temblaban y en secreto solo quería que mi tio me hiciera suyo
El se mojo el dedo del medio y empezó a acariciar mi culito virgen. Yo contraía mucho el esfínter pues tenia mucho miedo de que mi tio me metiera el dedo. De aquellas no sabia que es una de las sensaciones mas placenteras que se puede experimentar en el sexo.
El me ordeno que me rejajara… me tomo de las caderas y me acomodo. Lo siguiente que sentí fue su glande caliente rosándose contra mi culo. Mis musculos se relajaban y aunque mi boca no lo pedía todo mi cuerpo deseaba ser penetrado.
Mi tio pasó su lengua por mi cuello y aquello fue el detonador. Iba a pedir que me follara como una puta, que me rompiera el culo si era lo que él quería… pero la verdad no me dio tiempo
Un chorro de leche caliente callo en mi espalda mientras mi tío mordía mi trapecio con mucha ira… El había terminado. Había cumplido su promesa de no follarme. Jamás en mi vida me sentí tan diseccionado de que alguien cumpliera su palabra. Yo quería ser violado, quería ser engañado pero mi tio había cumplido como un caballero.
Hoy entiendo que el tenia tanto miedo como yo. Después de todo el lo estaba arriesgando todo.
El se subió los pantalones y apago la tele. Yo no me atrevía a decir nada. Bueno supongo que me voy… dije
– Vale – fueron sus únicas palabras mientras encendía un cigarro y se sentaba en el sofá con cara de sínico.
Yo cogí mi disco duro y me marche a mi casa. LA verdad me sentía culpable y sucio pero tenía un calentón que no se me quitaba con nada. Me encerré en mi cuarto me masturbe…
No me hizo falta poner las películas. La sola imagen del cuerpo musculoso de mi tio me sirvió para correrme a chorros. Su sonrisa sínica, su barba de tres días y esas manos de barón fueron todo lo que necesite. Por primera vez metí mi dedo en el culo y súper que quería ser la perra de aquel hombre… Aunque no estaba seguro si aquello volvería a pasar…
Pero lo los días que siguieron a estos ya son otra historia que depende más de que ustedes quieran saberlas de que yo las quiera contarlas
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