Mi primera vez en el norte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marcostiento.
MI primera vez en el norte.
Nota: Este relato ya fue publicada en otra página, así que puede ser que ya la hayan leído.
Bueno, ya hacía tiempo que vivíamos en el norte del país, la razón que de la mudanza fue el trabajo de mis padres. Yo tenía como 8 o 9 años, un día como a las 6 o 7 de la tarde, me encontraba jugando con un amigo, cuando de repente aparecieron tres muchachos de entre 18 y 20 años, nos empezaron a perseguir, mi amigo logro escapar pero yo no. Una vez que me agarraron los tres muchachos me llevaron a un descampado (que aun hoy existe), allí uno de ellos se paro detrás mío y empujándome con fuerza me hizo caer en cuatro patas frente a los otros dos. El mas blanco de los muchachos de contextura física delgada y de unos 18 años (que llamaremos Hugo), se paro frente mi, y mientras se desprendía los pantalones dijo con voz seria, Chúpala. No asentí con la cabeza.
Hugo sonrió Si chúpala, dijo por segunda vez, mientras acariciaba mis labios con su duro glande. El segundo de los muchachos (que llamaremos Paco) no me dejaba levantar, dijo en tono morboso, si que a chupe, al tiempo que me tapaba la nariz con dos de sus dedos obligándome a respirar con la boca abierta. Fue entonces que Hugo el muchacho que estaba parado frente a mi metió su pija llenando mi boca con su caliente pedazo de carne. Si así, dijo tomándome de los cabellos, al tiempo que la metía y sacaba rítmicamente, dejándome sentir el dulce sabor de su líquido pre seminal. Fue entonces que el muchacho que se encontraba detrás mío (Paco) metió su mano por bajo del pantalón corto donde comenzó a acariciar mis infantiles nalgas. Si así mami, repetía Hugo el primero de los muchachos, mientras un hilo de baba salía por un costado de mi boca. El segundo, Paco, que aun estaba detrás mío, me bajo los pantalones dejando mis nalgas al descubierto, para meter uno de sus dedos en mi esfínter. MMM, MMM, exclame al sentir su dedo en lo profundo de mi ano. Ya, ya, dijo Paco, el muchacho detrás mío, mientras comenzaba a meter y sacar su dedo rápidamente. Te gusta, verdad? pregunto Hugo, el primero de mis violadores. No respondí, una sensación de placer comenzó a invadir mi cuerpo. Me toca, veni aquí, dijo el segundo de los muchachos Paco, mientras sacaba su dedo de mi esfínter, intercambiaron lugares, levante mis ojos, el segundo de mis voladores Paco, un muchacho de unos 20 años de tez un poco mas oscura que el primero (casi bronceada) se bajo los pantalones y costándose frente a mi con las piernas abiertas, dijo veni Chúpamela, al tiempo que el primero de mis violadores, Hugo, ubicado detrás mío me empujo haciéndome apoyar mi cara en la entrepierna del primer muchacho.
Apoye mis manos y levantando mi torso quede en cuatro patas, el primer muchacho, Hugo, tomo mi cabeza y empujándola hacia abajo acerco su sexo a mis labios, al tiempo que decía Dale chúpala. No, no por favor respondí. Si dale yo se que te gusta, dijo por segunda vez. Si era cierto me gusta, y no era la primera vez que había tenido sexo, pero también me gustaba el jueguito de hacerme la difícil. Y dale, repitió Paco, por tercera vez. No, no por faavv, intente decir, pero un dolor agudo en mi esfínter, cambio el, no por favor, por un profundo AYY, AYY, MEE DUUEELEE, MEEDUUELEE, exclame al sentir como la pija, del segundo de los muchachos, Hugo, que sin aviso y de una sola y dolorosa estocada introducía su pija desgarrando mi interior. Ya ya, dijo el muchacho mientras se movía lentamente, al tiempo que el otro chico, Paco, tomándome por los mis cabellos acercaba mis labios a su dura pija, que desapareció en mi boca.
Lentamente el agudo dolor fue desapareciendo dejando paso a una sensación de placer que comenzaba a llenar mi cuerpo. Sin decir nada, el segundo de mis violadores, Hugo, comenzó a moverse con estocadas más y más rápidas. Un sonido gutural similar a un MMM, MMM, salía de mi boca, ya que ante cada una de sus estocadas me hacia tragar mas y mas la pija de Paco, Ay me voy, me voy dijo el Hugo, mientras su pija llenaba mi esfínter con su leche. Me toca dijo el primero, Paco, levantándose, para ubicarse detrás de mí, luego de lubricar mi agujerito con su saliva comenzó a meter su pija lenta muy lentamente en mi infantil ano, AHH, AHH, gemí entre dientes al sentir su miembro adentro mío. Si toma, toma pija putita repetía Paco mientras se movía más rápido, mientras que el primero de mis violadores, Hugo, arrodillado delante mío, comenzó a masturbarse. Te gusta? pregunto el segundo de mis violadores, Paco, con vos obscena, al tiempo que sentía como golpeaban sus testículos en mis nalgas. No respondí, solo un leve gemido de placer salía de mis labios. Si le gusta, se nota le gusta, dijo Hugo, mientras mojaba mi cara con su semen. Si toma, pija putita, exclamo el segundo, Hugo, mientras eyaculaba derramando su leche en mi ano. Si, si qué lindo que te culie mamita, exclamo Paco, mientras sacaba su pija de mi ser.
Es mi turno, acuéstenlo boca arriba, dijo el tercer muchacho, que hasta entonces pasivo miraba como me cogían sus dos amigos. Sus dos amigos, me acostaron boca arriba, mientras cada uno me sujetaba por los brazos. Si me toca a mí, repitió el tercer muchacho, de unos 24 años, de tez cobriza, de un poco más bajo que sus amigos pero de cuerpo macizo (típico de la gente de la puna), al que llamaremos Luis. El tercer chico me miro a los ojos, y con una leve sonrisa se dibujaba en sus labios se acerco lentamente, se desprendió los pantalones y bajándoselos hasta los tobillos, y agarrando su oscura y gruesa pija, dijo con vos obscena, mira lo que te vas a comer. Mis ojos hipnotizados por lo que veían, se clavaron en su rosada cabeza, se arrodillo frente a mi, levanto mis piernas y sacándome el pantalón corto, las puso sobre sus hombros. Se inclino hacia adelante, su pija guiada por su mano derecha, rápidamente se poso en la puerta de mi infantil agujerito. Flojito, flojito, mami, dijo Luis mientras metía lenta muy lentamente su miembro en mi esfínter. AHH, AHH, AYYY, gemí entre dientes al sentir como su pija se introducía en mi esfínter. Ya, ya mami, dijo Luis, mientras comenzaba a moverse lentamente. Te gusta, verdad? pregunto Luis, con vos suave, sin dejar de mirarme a los ojos. No respondí, solo mi respiración agitada se escapaba de mis labios, como única respuesta. Si te gusta, exclamo Luis, mientras comenzaba a moverse más rápido. No respondí, cerré mis ojos y mordiendo mis labios, voltee mi cabeza a un costado, dejando al descubierto, sin querer mi infantil cuello, al que Luis rápidamente comenzó a besar, agitando aun mas mi respiración.
Te gusta? pregunto nuevamente el tercer muchacho, Luis, mientras me cogía salvajemente mi delicada colita. Una hermosa sensación de placer, comenzó a estremecer mis sentidos, si placer que de apoco comenzaba a llenar mi infantil cuerpo, al tiempo que intentaba soltar mis manos, de los otros dos muchachos, no para golpearlo sino para abrazarlo. Te gusta? pregunto con vos suave a mi oído. Mordí mis labios y emitiendo un sonido como de un indefenso cachorro dije un imperceptible SI. Dale, te gusta? pregunto nuevamente a mi oído, mientras me enterraba un poco más profundo su caliente sexo, para luego comenzar a moverse en círculos, haciéndome enloquecer de placer. Fue entonces que levantando instintivamente mis caderas, para sentir mejor su miembro, exclame con vos agitada, SIII, SIII, MEE GUUSSTAA, AHH, AHH. Si goza gatita, dijo Luis, mientras su pedazo de carne taladraba más profundo en mis intestinos. AYY, AYY, AHHH, exclame mientras, el movía sus caderas en círculos. Ah que lindo culito que tenes gatita, dijo Luis mientras se movía mas rápido. AHH, AHHH, AYYY, AYY, gemía con voz entrecortada. Ya viene, ya viene dijo Luis dejando estallar su pija. AHH, AHH, repetía mientras sentía su caliente semen en mi interior. Se quedo quieto, suavemente bajo mis piernas de sus hombros, mientras decía: Suéltenlo, a los dos muchachos que obedecieron rápidamente. Luis, mi tercer violador, me miro a los ojos, sin decir nada metió sus brazos por debajo de mis piernas y sujetándome por las nalgas se puso de pie levantándome como un muñeco, instintivamente para no caerme envolví mis brazos sobre su cuello, dejándome sentir su perfume que se mezclaba con el olor de transpiración, cerveza, cigarrillo y hojas de coca, si aroma de hombre, aroma de macho.
Con su pija afuera y sin decir nada comenzó a bajarme y subirme lentamente, dejándome sentir como su dura cabeza se deslizaba entre la raja entre mis nalgas, en búsqueda de mi delicioso agujerito, que luego de unos pocos segundos termino súbitamente, arrancándome un gemido de placer. AHH, AHHHH, AHHH, exclame al sentir su pija escurriéndose dentro de mi esfínter. Decime, te gusta? pregunto acercando sus labios a mi oído, mientras me levantaba y bajaba rápidamente. SIII, SIII, MEE GUUSSTAAA, MEE GUUSSTAA, gemí al sentir como su miembro parecía llegar mi garganta. Si goza gatita, goza, repetía mientras clavaba su pija en mi infantil colita. AHH, AYYY, AHHH, AHHH, gemía, al tiempo que mi estremecido cuerpo temblaba de placer. Me voy, me voy gatita, exclamo al tiempo que si pija estallaba dentro de mí. Ahh, que lindo polvo, dijo mientras me bajaba, para dejarme de pie y semi desnudo delante de los otros dos muchachos. Gatita, ponete en cuatro patas, me arrechaste de nuevo exclamo Paco, mientras se bajaba nuevamente los pantalones.
No respondí, me puse en cuatro, Paco se ubico detrás mío y acercando su miembro a mi agujerito, lo introdujo de una sola estocada. AYY, AYYY, AYY, gemí al sentirla adentro. Si, te gusta, verdad? pregunto alguno de mis violadores, AYY, AYY, SIII, respondí al tiempo que Paco me cogía furiosamente, para luego de unos minutos comenzar a derramar su semen en mi cuito. Levante mi cabeza, fue entonces que vi a Hugo que se abalanzaba sobre mi con su pantalón desprendido, mientras decía, Me toca a mí. Hugo, se acerco y apoyando su pija en mi dilatado esfínter lo introdujo salvajemente. AYY, AHH, AHH, gemí al recibir nuevamente la pija del desconocido muchacho; que comenzaba a cogerme furiosamente, arrancándome gemidos de placer. AHH, AYYY, AYYY, AHHH, SIII, AASSIII, AAASSIII, repetía como gata en celo, para sentir, luego de unos minutos, como su pija eyaculaba llenando mi infantil culito con su semen. El muchacho se puso de pie, se acomodo la ropa, y mirando a los otros dos dijo sonriente Vamos?. Si vamos, respondieron los otros dos, con su ropa ya acomodada, para comenzar a alejarse en silencio, fue entonces que el mas grande de los muchachos se dio vuelta y poniendo su dedo en sus labios dijo Hsss, que no lo sepa nadie, dejándome en cuatro patas y con mis intestinos llenos de leche.
Bueno espero que les alla gustado, esta historia es 100 % real. A jamás los volví a ver.
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