Mi Primera vez en la cama con otro Hombre.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por LOsservatoreRomano.
Soy un heterosexual amante inexorable de las mujeres, de la femineidad. Soy un padre joven de 24 años en el momento en que escribo esto. Me gustan las mujeres mayores que Yo. La madre de mis hijos me lleva de ventaja 10 años. Mi Primera relación Sexual fue cuando Yo tenía 16 años, con una Mujercita de 14 años. Ella no era virgen cuando cogió conmigo. Al principio me puso un condón en el Pene con la boquita, pero a la mitad de la relación sexual, por suerte ella me lo quitó y cuando se volvió a sentar… Estaba en el Cielo… Esa pequeña, jugosita y apretada vaginita… Cómo se veía… Cómo se sentía penetrarla y estar adentro de Ella… En una muy resumida palabra: Inolvidable. Yo siempre pensé y he pensado, aunque implique cierto riesgo, que tu primera vez tiene que ser sin condón; tal como la naturaleza quisiera. Fue delicioso, cogerme ese exquisito cuerpecito. Pero siempre quise saborear y conocer los placeres carnales que más que un Hombre, un Pene puede ofrecer. En especial porque ahora, seis años después soy consciente de que me gustan las mujeres, las mujeres transexuales me fascinan! Son una Delicia! Mujeres con un suculento y delicioso Pene, y me atraen mucho los miembros viriles; de preferencia no circuncidados y depiladitos, así un Paquete de hombre lampiño se antoja chuparlo, hasta por donde no. Por suerte también mi primera vez con otro Hombre, fue sin condón; obviamente estuvo riquísimo así. No me atrae la masculinidad; pero los genitales de un hombre me fascinan: Mi preferencia es por los penes sin circuncisión, (me vuelven loco), bien cabezones, y las bolas bien pelonas.
A mis dieciocho años había ya cogido con muchas mujeres, hasta que aproveché que yo le gustaba a un amigo mío que era gay. Los dos nos fuimos a empedar un fin de semana él y yo solos a su casa de campo junto al lago. En la noche, me desinhibí y me liberé de cualquier prejuicio; sólo quería verle la Verga, prenderme, entregarme al placer prohibido, pero tan practicado desde hace decenas de miles de años por la humanidad. Ansiaba acariciarle su miembro a mi amigo, ; anhelaba probárselo… Pueden imaginar la primera vez que están haciendo algo “prohibido” pero delicioso ¿? Esas maripositas en el estómago. Me atreví a acariciar su abultado paquete sobre sus jeans dentro de su coche.
Cada que se me antoja un pene, acudo con una diosa transexual, pero aún así, me encantó que el primer pene que toqué, probé, chupé y en tener adentro de mí, haya sido de él: Pues Él respetó mis preferencias de nada de besos: Sólo quería disfrutar sin tapujos de las mieles del cuerpo de un hombre; de sus mieles. Alguna vez, no puedo citar la película en donde escuché eso porque no la recuerdo, pero claramente recuerdo que una mujer desnuda contemplaba y acariciaba el pene flácido pero muy estético (por no decir hermoso) y dijo: “Qué bello es el Sexo de un Hombre! Es tan suave!” Y sí… Es un pedacito de carne Precioso, suculento, delicioso…
Corrimos a una alcoba oscura dentro de la casa. Estaba tan ansioso por sentir ese pene, tocarlo; probarlo! Nos desvestimos el uno al otro como locos desesperados. Cuando tuve su pene en mi mano, no lo podía creer! El corazón me latía a mil por hora! Por fin! Finalmente estaba disfrutando de otro falo que no fuera el mío. Estaba flácido y sin circuncidar, cabezón y lampiño de los testículos: Ese Pene había sido hecho para Mí! Yo creo que ni mi primer relación sexual llegó a ser tan excitante y sucia por aquello de la cuestión de <<lo prohibido>> como mi primera vez con otro macho vergudo.
Se sentía increíble! Comencé a palparlo mientras éste iba endureciéndose. Estaba explorando esa ricura, comencé frotarlo, era una sensación riquísima que digo, AMO el sexo con mujeres, pero aquello era algo totalmente nuevo y delicioso que ninguna mujer biológica podía ofrecerme. La sensación era indescriptible; la verga de mi amigo se estaba poniendo muy dura, más grande y calientita: Yo se la estaba poniendo así. Ya que su Verga estaba al mil de erecta, con la cabeza grande, hinchada y cubierta por su prepucio, me la metí en la boca. Sabía mejor de lo que había pensado. Comencé por saborear y a masajear con mi lengua traviesa el orificio del pene o meato urinario mejor dicho, del Pene de mi compañero. Después hice algoque siempre había querido hacer: comencé a moverme, a meterme y sacarme rítmicamente su reatón, como es una mamada, pues, pero sin liberar el glande del prepucio. Esperé unos minutos hasta que con mi lengua, paladar y labios recorrí su blanco prepucio de la hinchada y rosada cabeza de su pene, y con la mano volvía a cubrir la cabeza. Repetí la acción muchas veces. Me encantaba y excitaba la idea de ver el prepucio abrazando ese hermoso glande dejando sólo el puro orificio al descubierto. Me gustaba ver pelarle la verga a mano así como sentir cómo le pelaba con la boca la verga. Yo sí estoy circuncidado, así que me encanta contemplar caballeros no circuncidados acariciarse, masajearse sus Vergas duras y calientitas. Me gusta y fascina que el bello Pene de un Hombre no circuncidado quede cubierto totalmente por esa rica piel, aún estando éste bien parado.
Bueno. Durante esa noche no ví nada de la carne de mi compañero sexual. Me puso erecto el sentir que era una verga bien parada, de unos 18 o 20 centímetros quizás, y amé darme cuenta que no estaba circuncidado, pues su miembro estaba al cien de duro y con el cabezón encapuchadito cubierto por esa rica y saladita piel.
Hasta hoy en día, pienso que Yo disfruté más acariciarlo y hacerle ricos güagüis esa noche que Él recibiendo todo ese placer. Yo estaba extasiado, alucinado, satisfecho y súper caliente.
Estuve estimulando el rico pene de mi compañero. Me gustó que su Caramelo fuera distinto al mío; el mío es grueso y medía en aquel entonces unos 16 cm, circuncidado, con curvita apuntando hacia arriba. La verga de Él era unos centímetros más grande que la mía, pues él me dobleteaba casi la edad, sin circuncisión y con una curvita apuntando hacia abajo, lo que me latió, pues gracias a la forma y fisonomía de su salchichón, me atreví a engullírmela toda como boa constríctor en una muy amatéur garganta profunda. Me cupo toda la reata hasta mi garganta. Me excitó muchísimo la idea de tener su miembro viril erecto dentro de mí, pero la verdad las náuseas pudieron más conmigo. Así que no volví a intentarlo. Entonces le propuse que me cogiera. Que por vez primera quería ser Yo pasivo, la mujer; quería tenerlo dentro de mí. Pero como ambos estábamos muy borrachos,no sé qué habrá pasado por su otra cabecita, que no quiso coger. Era riquísimo sentir entre mis manos una verga que no era mía. Lo que más me gustó fue habérmela metido en la boca.
Saborearla y olerla. Joder! Sentir dentro de mi boca cómo mi paladar y mi lengua liberaban la esponjosa y redonda cabeza de su prisión de piel. Se la mamé por veinte minutos. Jugueteé con sus bolas (era la verga perfecta: curvadita, sin circuncidar, de glande o cabeza grande e hinchada, con un par de rica bolas sin ni un solo pelo. De las bolas, pasé mi lengua entre sus nalgas hasta llegar a su ano. Hundía mi nariz y labios en su escroto. De verdad que parecía un experto, pero sólo me desfogué, cumplí todas mis fantasías y ocurrencias. Entre lengüetazos, besos a sus genitales y ruidos me paseaba de su ano a las bolas, de arriba abajo. La verdad es que no le mamé el ano; me comí su ano! Siempre me gustó hacerles el beso negro a las chicas, me encantaba mamarles y chuparles el ano, culo y vagina a las chicas. Me embriaga el sabor tanto del coño mojado como del culo oloroso de las mujeres, pero aquello era un culo con muchos pliegues de rica piel, pues más abajo del culo no había rajada ni vulva, sino un escroto grande y aguado con dos huevotes. Estoy seguro de que pocos le han hecho cosas tan ricas como yo se las hice al rico y suculento sexo de mi pareja.
De repente, pensé que sería estúpido dejar pasar la oportunidad de saber qué se sentiría tener su Pitote en mi cola, así que le volví a insistir. Cuando le dijeotra vez que si quería cogerme, que en lo único en que había estado pensando era en sus genitales, y en Él y en Mí disfrutándonos, dándonos placer, apareándonos. De repente volví a masturbarlo. Él desde hacía rato que estaba acostado bocarriba. Comencé a frotar ese rico pedazo de carne e intenté sentarme. En cuanto la cabeza de la verga de mi compañero sexual embonó en mi ano, Él se enojó mucho conmigo, gritándome que él no quería coger, y se durmió, igual yo, sintiéndome como tonto, usado, caliente, frustrado, sintiendo que al día siguiente me arrepentiría.
Para mi sorpresiva suerte, al día siguiente, sobrio y ver por primera vez su cuerpo esbelto y bien marcado, desnudo frente a mí, volví a calentarme y a tener una dura erección. Su Pene se veía hermoso y apetitoso, cubriendo ¾’s partes del glande, dejando sólo al descubierto su meato (agujerito del pene por donde se orina ó eyacula). Sus testículos, suculentos, perfectamente depilados, grandotes y redondos; su ano y nalgas igualmente depiladas meticulosamente.
Sus genitales tan bellos, estéticos, y tan cerca de mí y en persona, no lo pensé dos segundos y me acerqué a su pene, lo ví detenidamente, me lo restregué por toda la cara, lo olí. Olía riquísimo, como a Sexo. Me lo metí a la boca con todo y testículos. De volada mi verga se ponía tan dura… Igual que la suya, endureciéndose y calentándose en mi boca. Qué rico sentía crecer su verga en mi boca. Lo desperté con una rica mamada mañanera. Sus bolas se veían pesadas e hinchadas, seguramente de la lechita que se había aguantado la noche anterior el muy “caballero”. Le dije: “Ya ves, tienes los huevos azules e hinchados, todo porque según Tú, quisiste darte a desear… Me agarró, me manipuló, me posicionó. A continuación hicimos algo que a la fecha AMO y que hago con chicas transexuales y con Hombres con potencial para Sexo… Con mujeres siempre lo hago también… Me refiero al 69… Mamar una panochita mientras ella te mama la verga es… Wow! Me enloquece que me caigan en la cara los jugos vaginales de mi compañera. Me fascinan los jugos del coño, sobre todo de las mujeres que tienen eyaculación femenina y que dejan la cama como si hubiesen orinado… Esos jugos son más agridulces y líquidos y menos amargos y espesos… El punto es que el 69 que hace un Hombre con otro Hombre… Qué delicia! Es una delicia de los dioses! Que te coman todo el aparato reproductor mientras Tú también saboreas otro Miembro Viril, otros testículos y algunas lamidas en el culo de tu pareja… No es broma, estuvimos así mamándonos mutuamente en un acto sexual hermoso, erótico, varonil, delicioso, satisfactorio… por mí… No quería que ese momento terminara jamás. Quería disfrutar de las partes nobles de mi Hombre, mientras él se agasajaba con las mías. Me lamía el escroto y los testículos con mucho frenesí y pericia. De repente me succionaba una bola hasta que se escuchaba <POP> y luego hacía exactamente lo mismo con la otra bola y así. Yo prefería meterme todo su saco escrotgal con todo y huevos en la boca y masajeárselos con la lengua mientras le propinaba pequeñas y placenteras mordiditas con mis molares.
Yo seguía igual de deseoso de disfrutar de mi sexualidad con él, con sus genitales y bajo mis términos. Yo supongo que él al ver la autenticidad de mi deseo, es decir que no era causado por el alcohol, cooperó bastante. Él sabía que Yo realmente deseaba su verga y huevos, me sentía atraído, hipnotizado, obsesionado del cuello a los piés de mi Vergudo Compañero Sexual. Me persuadió de meterme su hermoso y apetitoso pene hasta la garganta. Logré engullir esa delicia un par de veces más con todo y huevos, pero sus bolas no cruzaban más allá de mis bien atendidos labios. Después de disfrutar como nunca un pene (lo chupaba, lo succionaba, empujaba su cabezón contra mi mejilla; me excitaba tanto verme a mí mismo en frente del espejo en plena acción sexual con esa verga tan rica en mi boca… Oh sí! Había en la mitad de una de las cuatro paredes de la habitación un espejo enorme…
Fue algo sumo y exquisito… restregaba su pene contra mi rostro, golpeteaba mi lengua con su cabeza) Me gustaba verme reflejado en el espejo con una vergota en la boca; me excitaba ver mis mejillas abultándose cuando empujaba ese pene tan duro contra la parte interior de mi mejilla, ya saben, para verme mamar verga, como cuando le insinúan sexo oral a alguien, solemos hacer un ademán con la mano cerca de la boca y con la lengua empujamos la parte interna de nuestra mejilla, sólo que no era mi lengua lo que se marcaba en mi mejilla, sino un Pene a mi gusto y entera satisfacción. Con el rico 69 a la Gay, fue haber conocido un paraíso de placeres para mí prohibidos. Y mi goce y regocijo fue muchas veces más placentero, pues por la noche sólo probé y sentí su verga, pero ahora además también la veía, la veía entrar en mi boca! Masturbarlo! Le decía mucho que estaba enamorado de su pene. Lo increíblemente fantástico que me la estaba pasando con él. Y que me encantaba su pene. Le pedí incluso que le tomara una foto y que luego me la pasara. Yo me coloqué debajo de él. Se veía de veras bellísimo lo que estaba viendo: Dos nagas redonditas abriéndole paso al contrastante color marrón y arrugadito ano, al lado de sus suculentos y apetitosos testículos como huevotes colgando, seguidos de su rico, venudo y cabezón Pene. La escena era similar al ver a una tranexual de espaldas mostrándonos su culo abierto con el pitote y los huevos colgando. Bueno, al menos a mí me fascinan las transexuales y sus poses pornográficas.
Hasta que llegó el ansiado momento por mí de que él me hiciera suyo; de que me hiciera el amor. No mames! Otro Hombre estaba a punto de hacerme el Amor a Mí. Tendríamos fácil una hora disfrutándonos, desde que lo desperté (se levantó muy de buenas) incluyendo nuestro 69. Hasta que me puso en cuatro; yo seguía ensalivándole y chupándole como un loco el pene, mientras que él me dio un rico masaje en mis glúteos, rozando de vez en cuando mi año. Después me mamó el ano, huevos y el pene de una manera tan brutal, tan rico, intercalaba una felación con un beso negro. Eso fue lo que terminó de convencerme, si es que todavía hubiera quedado algún atisbo de reserva, que me mamara el ano como sólo una ex novia mía me lo mamaba… peró él simultáneamente me estimulaba mis genitales y zonas erógenas. Él parecía un pulpo, agarrándome aquí y allá… hasta que me dilaté además de tener una enorme erección que él disfrutaba sentir frotando mi verga. De verdad que estaba gozando. Me metió un dedo, después dos, después tres; después me escupió en el culo con besos en mi ano. Ay! Esos besitos… Me puso su gruesa cabeza, que entró sin dificultad. No mames! Tenía a otro Macho adentro de Mí! Mi Macho! Sentí muy… raro. Me dejó su Vergota ahí clavada sin moverla durante un rato. Acerqué mi mano al coito y no mames! Sus huevos estaban tocándome las nalgas! Tenía casi 20cm de caramelo macizo adentro! Hasta que dejé de sentir extraño, empecé a sentir placentero tener a mi Macho adentro de mí, y de mi culo. De hecho sentía raro o feo cuando se salía totalmente.
Definitivamente no sentía nada rico cuando Él me sacaba su pene. Entonces me dijo que ya estaba listo. Me enamoró que me hubiese tratado con cariño y que me hubiera cuidado y preparado. No nada más que me la dejara caer, sin importarle si Yo sufría. Me hizo el amor muy rico. Le pedí que nos tomara fotos con su teléfono celular cogiéndonos en cada una de las posiciones que hicimos. Comenzamos poniéndome a mí en cuatro patas y él encima de mí enterrándome su fierrote. Yo sólo sentía Delicioso y nada más que no fuera placer. Me gustó de sobremanera escuchar y sentir sus bolas chocando contra mi culo, haciendo el clásico chacoteo o ruido de testículos pegando en un culo. Después, me volteó bocarriba, alzó mis piernas por encima de sus hombros y me hizo el amor en esa posición. Me gustaba mucho jugar el rol de la mujer. Además, repito: Me hizo el amor muy rico, pues durante el Coito él me estimulaba mi pene y me acariciaba los testículos. Mi compañero sí que era todo un maestro en las artes del Sexo entre Varones y los placeres Homosexuales.
Entre caricia y caricia del masaje y la cogida que me estaba dando, añadió aceite de coco y lubricante y me dejó de fornicar para meterme sus dedos mientras me hacía un riquísimo oral. De vez en cuando su boca dejaba de chupar mi Verga para ir a urgar entre mis nalgas y sus dedos frotaban mi ensoñada Verga. De verdad que qué mamadotas de verga, huevos y culo sabía él dar. Su lengua era inquieta y traviesa, siempre intentando entrar a través de mi ano. La verdad es que mi esfínter estaba tan relajado y agrandado que me metía su lengua en el culo a voluntad. Yo muchas veces creí que me daría un paro cardíaco. Me hizo gozar muchísimo. Yo me acomodé para posicionarnos en mi tan amado 69 de Vergas. Seguía feliz mamando de su verga, la cual sabía diferente, no a mierda, pero sí sabía diferente por haber ultrajado el santuario de mi recto. Me fascinó el nuevo sabor de su verga a mi propio culo. La idea de probar mi culo a través del pene de mi Macho, me hizo sentir deseado, protegido y satisfecho. Le chupaba el pene a mi Hombre como un becerro pegado a la ubre de la vaca. Fue muy delicado, sutil, jamás me dolió. Lo único doloroso fue al principio cuando su cabezota se abría paso entre mis nalgas.
Se quedó quieto unos minutos mientras yo le acariciaba las bolas.
Después me volvió a poner en cuatro patas, pero esta vez no se me montó él encima, sino que disfruté de sus embestidas y cogidas en la folclórica posición “de a perrito” o “de perrito”. Me gustó. Varias veces cesaba su vaivén y me la sacaba sin avisarme porque estuvo a punto de venirse. Le dije que no me la sacara, que me había acostumbrado a sentirlo dentro de mí. Que se quedara quietecito. La verdad que toda la Relación Sexual, incluyendo preliminares, juegos sexuales y coqueteos, habremos estado dos horas en actividad sexual él y Yo. A él le encantaba y calentaba la idea de estar fornicando con un heterosexual. Y Yo, me sentía igual de espléndido con la idea de estar teniendo mucho sexo con otro Hombre.
Después de unos minutos, comenzó a moverse muy lentamente, muy delicioso, hacia adentro y afuera, que paulatinamente fue moviéndose más rápido, más fuerte y más delicioso. Después de diez minutos mi ano se había no sólo amoldado sino que hasta sentía riquísimo cuando me sacaba todo el cabezón para volvérmelo a introducir todo. Eso sí me encantaba: que me la sacara para volvérmela a meter rápidamente y con violencia. Más que acostumbrado, a mi cuerpo le había encantado la nueva y exquisita experiencia. Me encantó tenerlo dentro de mí. No podía creer lo que me estaba pasando, de verdad! Por momentos creía con espanto que quizás era tan sólo un sueño, rico y sucio. La verdad es que me trató muy bien. Muy rico. Y sin condón. Tenía que evitar cualquier tipo de bloqueo. Me cogió durante dos deliciosos horas. De perrito, después me volteó bocarriba, me abrió de patas y me la volvió a meter así. De ladito fue Romántico, pero no me gustó mucho, pues no sentía que me entrara toda su herramienta. Nos tomamos varias fotos teniendo sexo. Yo se la metí durante algunos minutos, estaba calientito y apretadito. Pero preferí regresar a mi rol de pasivo, después de todo, estábamos teniendo sexo para que yo conociera los placeres del Miembro de un buen Macho. Sentía todo el tiempo sus testículos golpearme en el culo, <<clap clap>> Sus huevos producían dicha onomatopeya al chocar violentamente contra mi extasiado y bien atendido culo. Los tenía aguaditos y colgaban.
Cuando me senté sobre el duro y lubricado miembro de mi cogelona Pareja… Pffffff… Volé! Yo sólo me movía hacia adelante y hacia atrás mientras él me acariciaba mi verga bien parada, bien erecta con aceite de coco.
De vez en cuando me quitaba de sus cogidas para mamarle su herramienta. Me excitaba la idea de probar su verga después de que la sacaba de mi culo. De repente se escuchaban personas alrededor de la casa. Eran los empleados de la granja de mi Hombre. Le pregunté si él creía si nos habrían esuchado. Me dijo que no, que sólo estaban haciendo algunas tareas y podando el césped de alrededor de la casa. “Y ellos ni idea de que Nos andamos cogiendo y pasándola increíble”, rematé. Enseguida Me volví a sentar en su verga como un vaquero montapenes adicto al sexo anal. Esa casa fue nuestro nidito de Amor y Sexo. Yo me sentía tan feliz. Me sentía como en nuestra luna de miel.
Le pedí que se viniera adentro de mí. La verdad no sé por qué no quiso. Me habría gustado sentir que “era suyo” dejando su marca, como arcando su territorio. A mí me encanta eyacularles en la vagina a mis parejas mujeres. Me gusta terminar y aventarles mi leche adentro y hasta el fondo de sus vaginas, mientras me dicen al oído “embarázame, Papito! Hazme tuya! Hazme un hijo!”. Ay! Me encanta que las mujeres me digan eso! (No por nada ya tengo dos Milagros no planeados, pues) Y que me dejen eyacularles mi esperma dentro. Me gusta ver salir mi Semen de sus vulvas a los minutos de haber cogido, y si la calentura no se me ha bajado aún, les hago sexo oral con mi lechita en sus vulvas. Me regocijo de placer saborear mi propia leche del mojado coño de mis parejas mujeres. Sabe riquísima esa combinación de nuestros fluidos. A lo que voy es que para mí el eyacular dentro de alguien tiene, al menos para Mí, una connotación emocional, sexual, e íntima muy fuerte. De verdad que la relación con esa persona se vuelve un poco más estrecha, entrañable ó inlcuso íntima. Además quería ver salir la lechita de mi culo que mi Macho me aventara hasta el fondo de mi culo. Quería sentir lo que sentían mis parejas mujeres.
Quería que él sintiera todo eso que Yo había sentido. Quería tomarme la lechita espesita, calientita, saladita de mi Macho salida de mi culo. Me excitaba muchísimo eso. Pero al final creo que en esa misma diferenciación emocional y de carácter, radicaba su esencia como persona exclusivamente homosexual, es decir, no sentía ese instinto de procreación como Yo, al final heterosexual con varios gustos preferenciales, no exclusivos, como mi atracción sexual a los Penes, las transexuales, entre otros, mas carezco de atracción emocional hacia los varones; Yo sentía y A la fecha siento ese ímpetu de eyacular y embarazar a mis parejas sexuales. Claro que aunque me encantaría y quiero hacérselo a todas y todos, no a todas y todos les comparto y propongo eso. Él, en vez de complacerme en ese aspecto y “embarazarme” simbólicamente, nos masturbamos de una forma deliciosa: nos empiernamos de frente, pusimos nuestros testículos contra los del otro y nuestros penes juntos, de modo que su sola mano o la mía masturbaba “dos pájaros de un tiro”.
Eso fue algo nuevo, fascinante y delicioso para Mí. No reemplazaba su leche en mi culo, pero como premio de consolación estuvo bastante bien. Además, después de tanta cogida, mamada y acción e idea a la que le dí rienda suelta, no podía quejarme. Me gustó verlo venirse. De su verga brotaban chorros y chorros de espeso, grisáceo y calientito Semen. Sacó leche de una manera descomunal. Desvirgar heterosexuales era no sólo su fetiche, sino que era su vocación; todo un experto. De verdad que era sublime, exquisito haber visto esa cabezota hinchada como un volcán del cual salió mucho semen espeso y calientito. Me gusta ver a un Hombre venirse. Me gusta mucho escuchar sus alaridos. Ojalá hubiera grabado en vídeo su venida. Me eyaculó sobre mis genitales. La verdad no probé su leche. Pensé en hacerlo, pero no me apeteció. Después Yo me masturbé un ratito Me vine riquísimo, lubricándome mi verga con su lechita. Eso fue rico y excitante. Recogí con mis manos la leche salida del Pene de mi Macho Cogedor, lo más que pude y me la eché en mi cara! Y también en mis genitales, más no en mi boca y en mis genitales. Qué rico es Masturbarse con la leche de otro Hombre como lubricante. Lo recomiendo ampliamente. Eyaculé sobre su pene, su escroto y su ano, embarrándole y esparciendo con mi otra mano mi Semen calientito y espeso sobre su paquete y ano. Cómo me salió Semen: litros y litros (en sentido figurado) de mi Lechita Viril, espesita, calientita. Probé mi leche, poquito amarga. Terminamos acariciándonos sutilmente y jugueteando con los restos de nuestro semen que había sobre nuestros cuerpos.
La cantidad de leche que aventé era mucha como la de mi compañero. Sólo que la mía era más líquida. Pasó por mi mente el querer probar su leche, pero la verdad es que ya se había enfriado demasiado, y mi deseo realmente era sentirla en mi culo. Quería sentir cómo me llenaba de su esencia, de su lechita de hombre. Hubiera Yo probado su esperma salido de mi culo sin pensarlo dos veces.
Después nos metimos a duchar, cuando me volví a prender por estar viendo su Pene. Tan Rico, tan bello. De verdad que el sexo de un Hombre es Hermosísimo. Conozco varios tipos como Yo, heterosexuales con un sórdido gusto “pecaminoso” por los genitales varoniles. Y sí; volvimos a coger. En la ducha. Mamársela a un Hombre en la ducha fue excitante y rico.
Después de esta fenomenal cogida, Nos bañamos. Yo le lavé su pene, huevos y culo. La verdad que no resistí las ganas y el antojo, así que al final de la ducha, me arrodillé y le dí un rico guagüis como un “gracias” por todo.
La verdad es que el resto del tiempo en que no estábamos teniendo sexo, actuábamos como camaradas heterosexuales, pero le pedí durante ese día que cogiéramos nuevamente… Muchas veces más! En una de tantas cogidas, fajes y calentadas, ya no me quiso hacer el sexo anal, pues como ya habían sido muchas ricas cogidas; Me bombeó el culo al menos unas siete veces ese día y sin condón (como debía ser), tenía Él enrojecida y muy irritada la cabeza de su pene y además le ardía. Así que Yo encantado, le ensalivé su delicioso pene por veinte minutos, antes de masturbarme y venirme en su cara.
La verdad que después de tan maravilloso, placentero y secreto fin de semana, en el que no sólo me sacié, más bien me atasqué de Pene y delicioso sexo entre machos a manos llenas, jamás volvimos a vernos ni a frecuentarnos. Terminamos mal ese mismo día cuando íbamos de regreso, pues se enojó muchísimo cuando no lo quise tomar de la mano durante el viaje ni darle besos; me gustaban los Penes: Su Pene! Me gustaba el sexo sin afecto con otro hombre. Mas su cara, su masculinidad, no me atraían pero para nada, ni siquiera afectivamente. Hace años de aquel Fin de Semana Mágico. Conocí la Verga y me encantó desde entonces. Nuestros múltiples encuentros sexuales los recuerdo como si hubiesen pasado apenas ayer; de hecho dichos recuerdos me sirven muy bien cuando me masturbo.
Duré semanas en la Luna, como enamorado, masturbándome recordando cada detalle de nuestros encuentros; su delicioso y suculento pene, su peculiar aroma, su sabor, su textura al tacto y en mi boca… y en mi culo… Hasta la fecha le estoy eternamente agradecido por haberme dado ese regalo tan especial. Aprendí que el Sexo entre dos o más Hombres es algo Hermoso y delicioso; por haberme dado tanto placer; por haberme ayudado a cumplir muchas de mis ardientes fantasías homosexuales; por haber saciado mis ansias, mi hambre de Verga y curiosidad; por haberme permitido conocer y experimentar con su propio cuerpo tan delicioso, la parte más bella del cuerpo del Hombre y del ser Humano: el pene bien formado de un Hombre adulto; con mis manos, con mis labios y mi boca; por todo el riquísimo y delicioso sexo anal que me hizo; cada bombeada, cada cogida suya… y por haberme hecho el Amor así… y por haberme pervertido con su irresistible, apetitoso y suculento aparato reproductor. Me hizo Suyo y él fue el Primero en mi vida… Y no he vuelto a tener la suerte de ir más allá del sexo oral con otro Hombre… Yo tuve el Privilegio de sentarme sobre su duro y suave miembro y cabalgarlo durante 30 minutos… Siempre seré Suyo…
Espero atreverme pronto a publicar esto (obviamente de manera anónima). Creo que el sexo entre hombres es algo Hermoso,especial y delicioso, independientemente si eres gay, bisexual, curioso o hétero que le gustan los penes. Y para mí fue muy satisfactorio. Creo que hacerle oral a un Extraño es una buena manera de conocer el pene de otro hombre. De ahí en fuera, cuando ando de ánimos de una buena verga, acudo con un par de Diosas Transexuales. Para mí son mujeres con pito. Y me encantan.
Pero la verdad es que busco un Hombre con un Pene Bonito, grande, de preferencia sin circuncisión, bien depiladito del pubis y de los testículos; Busco un Hombre que me deje disfrutar con mi boca entre sus piernas, que me permita explorar, conocer, acariciar y probar su cuerpo y sus partes más suaves y nobles. Interesados por favor contáctenme.
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