Mi primera vez no fue con un tío, sino con 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo esto sucedió hace unos 15 años, el bus escolar me dejaba a unas cuatro de cuadras de mi casa y debía subir por una empinada calle para llegar, recuerdo que esa tarde hacia mucho calor por lo que antes de empezar a subir me detuve en una tienda para tomarme un refresco.
Me senté en una mesa que estaba en la acera y bebí el refresco despacio, entré al local en busca del baño que quedaba al final de un pasillo largo y estrecho, mientras me acercaba salió del baño un hombre de unos 30 años, rubio y acuerpado subiéndose la bragueta del pantalón y dejando entre ver un calzoncillo blanco, quede hipnotizado por esa imagen y no puede evitar que se diera cuenta de lo que yo estaba mirando.
El hombre cerro su bragueta, me miro de arriba a abajo y clavo su mirada en la mía. Aunque no tenía mucha experiencia ya sabía lo que significaba esa mirada y siempre que la recibía me ponía nervioso, pues aun no estaba seguro del todo de que me gustaran los hombres, tal vez por esa razón aceleré el paso y al cruzarnos sentí como su mano rozó intencionalmente mis nalgas, entré rápidamente y cerré la puerta.
Recuerdo que estaba muy agitado, era la primera vez que me sentía tan excitado, mi verga ya empezaba a endurecerse y casi que se salía de mi slip. Con catorce años recién cumplidos mis bolas ya estaban cubiertas de vello y era de los más altos de mi clase, medía casi 180 cm, siempre me ha gustado el deporte y desde hacía más de dos años nadaba casi todos los días, por lo que contaba con un cuerpo muy atlético, pectorales marcados, buenas piernas y un culo firme y redondo que habitualmente era alabado por mis tías.
Oriné y dejé que pasará un tiempo para incorporarme, me eche agua en la cara y salí esperando que el hombre del pasillo ya no estuviera ahí, pagué el refresco y confirme que ya se había ido.
Mas tranquilo retomé mi camino pero mi cabeza empezó a fantasear con lo que acababa de suceder. Imaginaba a aquel hombre con su vara en la mano, sacudiéndola después de orinar, recordaba el bulto que entreví por la bragueta abierta, imaginaba el olor que podía tener ese paquete y sentía su mirada clavada en mis ojos. Mi verga seguía semierecta y con el roce al caminar sentía un gran placer. Concentrado en la fantasía que se apoderaba de mi cabeza, no me percaté de que aquel tío me estaba siguiendo. Solo hasta que di vuelta a la esquina pude verlo, era el mismo que me había cruzado en la tienda, me asusté y aceleré el paso.
-¡Espera! quiero decirte algo- me grito mientras daba zancadas para alcanzarme.
Me detuve, y decidí escuchar lo que me quería decir, imaginaba que me diría cualquier guarrada.
Mientras se acercaba pude verlo detenidamente, tenía unos ojos verdes hermosos y penetrantes, cabello rubio corto y rizado era más alto que yo y tenía un cuerpo muy armónico, llevaba un bluyín ajustado y una camiseta que dejaba ver buenos pechos y brazos.
-Mucho gusto mi nombre es Ricardo*, ¿tu, cómo te llamas?-
-Andrés*- respondí toscamente, -¿En qué le puedo ayudar?- mis nervios hacían que tomara cierta actitud defensiva.
-Veras- dijo –Soy representante de una agencia de modelaje y eventos, y quisiera invitarte a presentar un casting para un comercial de televisión que vamos a producir- saco su tarjeta de presentación y me la entrego, en efecto era de una agencia que ya había oído nombrar. -Creo que tienes un excelente registro, podrías ganar buen dinero y llegar a ser famoso- me dijo mientras me daba unas palmaditas en la espalda.
Confieso que en ese momento me decepcione un poco, pues en medio de la fantasía esperaba una propuesta directa para irme a culear con él. Le respondí que lo pensaría y me comunicaría con él después de consultar con mis padres, a lo que él respondió afirmativamente. Me extendió la mano, y nos dimos un buen apretón, sentí de nuevo su mirada que esta vez empezó en mi paquete y terminó fijamente en mis ojos. Una vez más me sentí confundido.
Dio vuelta y se marchó dejándome aun mas excitado. Me preguntaba si realmente tenía un interés netamente comercial o si al igual que yo deseaba tener algo más. No comente nada de lo sucedido a mis padres, y tan pronto llegue a casa entre a la ducha para masturbarme pensando en Ricardo, en lo que se sentiría teniéndolo desnudo a mi lado, en lo que haría con esa verga que aun no había visto y lo que él me podría hacer a mi.
Este episodio despertó con toda la fuerza mi homosexualidad, nunca había sentido algo tan fuerte por muchacha alguna y aunque sentía algo de miedo dejaba que mis pensamientos siguieran su curso. No aguanté sino un día para llamar, fantaseaba con la posibilidad de sexo y a la vez con salir en la tele.
Esperé a que nadie estuviera en casa y marque esperando que me contestara él directamente y así fue. Una voz seria y masculina respondió diciendo: -Casting Paradise models*- me tranquilice un poco pues reconocí su voz y confirme que lo de la tarjeta era cierto. Le recordé quien era y empezamos a coordinar la cita. Recuerdo que ese día era viernes y dado que Ricardo no tenía tiempo para atenderme, pero era urgente seleccionar el modelo para el comercial, me pidió que nos viéramos el día siguiente, para realizar las pruebas lo mas pronto posible y dado que la agencia no abría los sábados me pidió que fuera a su casa diciéndome que no había porque preocuparse pues allí habrían más chicos haciendo el mismo proceso. Acepté y quedamos para el otro día.
Ese sábado invente cualquier excusa para salir de casa, me puse la mejor ropa que tenía incluyendo unos calzoncillos blancos ajustados Calvin Klein, que me había traído una tía de Miami y me dirigí al lugar de la cita. Era una casa amplia y el mismo Ricardo abrió la puerta, me hizo seguir a una sala en la que había unos diez chicos de mi misma edad y me entregó unas formas que debía diligenciar, todo lo dicho parecía verdad y uno a uno o en parejas los chicos fueron pasando a una sala contigua para salir en menos de cinco minutos.
Después de unos cuarenta minutos, solo quedamos un chico de pelo negro y ojos azules, muy parecido a mí y que cada vez que se agachaba para recoger alguna de las revistas que estaban por el suelo me dejaba ver un poco de la raja de su culo. Se llamaba Pablo*, hablamos un rato y me contó que él ya había salido en varios catálogos de ropa y que la paga era muy buena, a lo que yo le respondía que era mi primera vez y que no sabía que debía hacer.
-Solo relájate y sé tu mismo- me dijo.
Por fin salió Ricardo nos invito a seguir y nos pidió las formas diligenciadas, en esta oportunidad llevaba una camiseta muy ceñida que se abría hasta su pecho dejando ver un vello espeso y delicioso. La sala estaba cubierta de espejos a excepción de una pared completamente blanca, frente a la cual habían unas colchonetas enormes y varías cámaras fotográficas. Nos pidió que nos pusiéramos cómodos y miráramos frente a las cámaras, tomo varias fotos y tomaba nota.
Después de esto nos pidió que nos quitáramos la camisa. Pablo lo hizo sin ningún problema, como si ya estuviera acostumbrado a eso, yo un poco mas despacio también lo hice, teníamos los dos un gran cuerpo, Ricardo seguía tomando fotografías y nos pidió que nos acostáramos en las colchonetas en actitud relajada. Sin darnos cuenta cada vez estábamos más cerca y de un momento a otro, Pablo me dio un beso en la boca a lo que yo reaccioné bruscamente, apartándome de inmediato.
Ricardo me pidió que me tranquilizara, y dijo que esos registros serían muy interesantes para lo hora de seleccionar a los protagonistas, un poco confundido me incorporé y acepté. Ricardo tomaba las fotos desde más cerca, hasta que dejo la cámara a un lado y se quito la camiseta.
Era todo un macho, velludo y con el pecho deliciosamente marcado y unas tetillas redondas y rosadas. Con la excusa de acomodarnos mejor para la foto empezó a tocarnos y a acomodarnos, nos desabrochó los pantalones y nos pidió que nos abrazáramos.
Él también se desabrochó y continuó con la sesión. Pablo parecía muy cómodo, como si ya hubiera hecho todo esto, yo seguía el juego. Desde ese momento supe que ese día dejaría de ser virgen y que mi primera experiencia no sería con solo un tío, sino con dos.
Me relaje y me deje llevar. Pablo seguía besándome cada vez mas apasionadamente y acariciaba mi abdomen, por primera vez sentí la lengua de otro macho en mi boca, sentía su mentón con barba contra el mío, mi verga empezó a crecer y por primera vez sentí un cosquilleo en el culo como pidiendo algo.
Ricardo se quito los zapatos y nos invito a hacer lo mismo, encendió un cigarrillo y lo fumo lentamente mientras nos miraba besarnos a través de los espejos, constantemente acariciaba su verga por encima del pantalón y cada vez su paquete se veía más grande.
Apagó el cigarro y se acercó y nos dijo: -Ustedes dos son justo lo que estaba buscando para el comercial que grabaremos la próxima semana, el papel es de ustedes, no tienen que hacer nada más para salir en él. Si se van ahora mismo, los llamarán el lunes y les darán los programas de grabación. Pero si quieren pueden quedarse y pasarla aun mejor-
Pablo siguió como si nada, estaba encantado con mi abdomen y mi espalda y yo no me iba a ir por nada del mundo, lo del modelaje y el comercial sonaba interesante, pero era aún mas interesante la posibilidad de sentir una verga por primera vez. Al ver nuestra respuesta, Ricardo se quitó el pantalón y se nos unió, tenía un cuerpo perfecto y unos calzoncillos ajustados que se veían húmedos justo donde terminaba la cabeza de su tranca.
Empezó a quitarnos los zapatos y luego me bajó el pantalón, lo mismo hizo con Pablo dejándonos ver que llevaba unos suspensorios rojos que sostenían una verga también erecta, parecía que Pablo tenía claro a lo que iba. Éramos tres hombres en calor, Ricardo un macho en toda la extensión de la palabra, Pablo algo mas experimentado que yo con unos 16 años, y yo con tiernos 14 años descubriendo olores y sabores y gimiendo de placer por primera vez.
Ricardo empezó a besarme los pies, sentí su lengua rozando mis plantas y pasando por entre mis dedos, todo mi cuerpo empezó a estremecerse, siguió subiendo deteniéndose en mis muslos mientras Pablo se ponía de pie y me dejaba ver su culo firme y lampiño, se agachó y me bajó el slip que estaba totalmente húmedo por mi liquido preseminal, era tanto que parecía como si me hubiera meado un poco.
Inmediatamente y como si se tratara de un mástil mi verga quedo liberada, nunca la había visto tan grande, alcanzaba unos 18 cm y de lo erecta que estaba me dolía un poco, pues no soy circuncidado. Mientras tanto Ricardo iba subiendo mis piernas para descubrir mi estrecho y virginal ano, Pablo empezó a mamarme la porra, primero por la cabeza, saboreando mis líquidos que tomaba con un dedo y me los untaba en el ojo del culo para que Ricardo los degustara con su lengua y después empezó a tragarla mas profundamente y la engulló toda poco a poco. Yo no podía contenerme sentía iba a llegar pero Pablo se detenía en el punto exacto ara dejarme recobrar fuerzas.
Ricardo seguía con su lengua en mi culo, abriéndolo lentamente, trabajándolo con maestría mientras con sus manos acariciaba suavemente mis bolas, sentía como me escupía justo en el en el ojo de mi culo y como le daba suave golpecitos esperando a que se abriera cada vez más, sentí mis contracciones y la apertura de mi ano que ya dejaba entrar sin trabajo y gustosamente un dedo entero. Pablo seguía comiendo de mi verga yo ya empezaba a buscar la suya, quería esas dos vergas en mi boca, quería liberarlas y saborearlas. Ricardo se retiró y volvió con cerveza para los tres, fue una excelente idea, pues hacía mucho calor.
Tomamos varios sorbos y nos refrescamos un poco. Ricardo tomo un gran sorbo de cerveza se acercó y con un beso profundo la paso a mi boca, que sensación tan deliciosa, bebí esa cerveza que me supo a gloria. Se puso en pie y por fin su verga estuvo cerca a mi boca, su calzoncillo estaba húmedo, quería saborearlo, sin pensarlo me abalance y bajé su calzón, liberando esa mata de pelo rubio, y una verga hermosa, de venas marcadas y una cabeza suave y rosada empapada en sus propios líquidos, con mis dedos recogí lo que más pude de la viscosa baba que salía de su ojete, me la lleve a la boca y por primera vez sentí ese sabor salado y delicioso que ahora me es tan familiar, me regodeé con ese sabor, despaciosamente lo despoje de todo de su calzón y me dispuse a comerme esa verga.
Ricardo estaba de pie, bebía su cerveza e hizo poner en pie a Pablo para besarlo mientras yo me encargaba de su verga, empecé a tragarme esa tranca, con dificultad me la metí en mi boca, con mi lengua masajeaba su glande y escuchaba sus gemidos de macho. Desde su pecho regaba hilos de cerveza que escurrían por su abdomen y llegaban a la base de esa deliciosa tranca, yo saboreaba con pasión cada gota que me llegaba. Mientras me embriagaba con el sabor de esa inmensa verga que mojada en cerveza llegaba a mi garganta, Ricardo se encargaba de dilatar el redondo ano de Pablo, que inclinado y con sus nalgas enmarcadas por los resortes de su jockstrap se veían majestuosas. Nuestro experimentado macho empezó a empujar mi cabeza hacia el redondo y blanco culo de Pablo, invitando a lamer el ano que se abría y cerraba.
Saboree ese delicioso culo, y lamí como si se tratara de in helado, el sabor a culo me encantó, Ricardo de acomodo para dejarme saborear a la vez esas dos extensiones de placer. Culo y verga al mismo tiempo en mi boca. Mi porra seguía escupiendo cantidades exageradas de líquido. Pablo gemía de placer y masajeaba su tranca por encima de la malla del calzoncillo. Me ubicaron justo debajo para ver como lentamente ese ano de puta hambrienta dejaba entrar la verga del delicioso rubio. Para que entrará con mayor facilidad escupió en su ojete, y con cerveza lubricó su verga.
Pude ver, como poco a poco su herramienta entro hasta el fondo, y empecé a escuchar el chocar de su pelvis con esas nalgas prodigiosas. Embestía con fuerza a su cachorro que gemía y gritaba de placer mientras yo comía su verga que aunque más pequeña que las nuestras sabía igualmente delicioso.
Después de las más profundas embestidas, Ricardo sacaba de golpe su porra y me la daba en mi boca y bruscamente la trataba como si se tratara de un culo, bombeando con fuerza, que sabor más delicioso, pude saborear. Sudor, vergas y culos me rodeaban por primera vez, no podía creer que todas esas cosas se pudieran hacer con nuestros cuerpos y que entre machos la estuviéramos pasando tan bien. Me puse en pie y Ricardo empezó a mamarme la verga, una vez más escupió el ano de Pablo y me dirigió para que clavara ese culo que se sentía vacío y pedía más y más.
Mi verga entro sin trabajo en ese agujero de placer, por primera vez estaba envuelta en ese calor y humedad que proporciona un buen culo de macho, nos fundimos en uno solo. Ricardo me besaba profundamente y pellizcaba con fuerza mis tetillas, yo estaba estático pues me sentía reventar de placer y pablo contoneaba sus caderas haciendo que mi pija entrara y saliera de su deliciosa y húmeda cavidad.
Bebí un poco de cerveza, y Ricardo encendió otro cigarro, todo esto sin dejar de pellizcarme con fuerza las tetillas y darme algunas palmadas en las nalgas. Pablo por su parte no paraba de moverse. El maco con el cigarro en la boca se acomodó detrás de mí y acomodo su herramienta en la entrada de mi culo que seguía dilatado y pedía ser ocupado. Sentí su humedad, sentí se velludo pecho contra mi espalda, sentí su mano tapándome la boca haciendo el gesto de abusar de mi, sentí poco a poco como se abría mi ano por primera vez, sentí un fuerte dolor, era así como perdía mi inocencia.
Seguía empujando sin afán sentía cada milímetro de avance, el escozor se mezclaba con placer y curiosidad por saber hasta donde podía llega. Pablo no paraba de menearse para hacerme gozar. De un empujo sentí como fue invadido del todo mi culo, Pude sentir por fin los huevos de Ricardo rozar mis nalgas. Y fue ahí donde empezó el bombeo sincronizado, Ricardo dándome por detrás y Pablo comiéndose mi verga por delante. En un abrazo triple clavaba y era clavado. Mi primera vez resultaba ser la experiencia más deliciosa jamás imaginada. El trencito del placer me subía al cielo.
Estuvimos así unos 15 minutos, disfrutando con calma. Ricardo vació mi ano y se lo dio en la boca a Pablo que ávidamente lo engullo y saboreó. Con Pablo era mas rudo que con migo, lo trataba como a una puta conocida, con migo era tierno y cuidadoso. Desculé a Pablo y lo ubicamos boca arriba con las piernas abiertas. Por un momento estuvo comiéndose nuestras pijas a la vez mientras con sus dedos masajeaba su dilatado culo. Ricardo de acomodó y de nuevo empezó a clavar sin compasión a Pablo quién rápidamente estalló de placer y eyaculo con fuerza sobre su propio abdomen.
Vi como salía con fuerza esa deliciosa leche sin que estuviera tocando su verga, vi la deliciosa leche que empezaba a escurrirse por todos lados. Sin sacarle la verga, Ricardo tomos con sus dedos la leche recién derramada y la llevo a mi boca para saborearla, quería tomármela toda, y se lo hice saber. Meticulosamente recogió todo el semen incluido el que se había acumulado en su ombligo y me lo dio a beber. Saco se verga del delicioso culo y Pablo gimió de dolor y placer. La joven perra, estaba extenuado y respiraba espasmódicamente. Aunque aun tenía mi verga en su boca ya no la mamaba.
Ricardo limpio los restos de semen que había alrededor de mi boca con su lengua y los compartió con migo. Empezamos a pajearnos justo encima de Pablo. No resistí más y mi leche empezó a salir con fuerza sobre la cara, cuello y pecho de Pablo. Ricardo hizo lo mismo mientras me besaba violentamente.
Pablo cubierto de leche masajeaba nuestros huevos, y sonreía de placer, yo aun no lograba recuperarme. Roberto me acomodo y nos acostamos a lado y lado de Pablo, y con nuestras lenguas empezamos a limpiar el semen que aun estaba tibio, dirigiéndolo a su boca y fundiéndonos en un triple beso cargado de saliva y leche. Esa tarde no se desperdicio nada.
Después de recuperarnos tomamos cerveza nuevamente, nos vestimos y nos despedimos. Esa fue la única vez que estuvimos juntos los tres. El lunes, como si nada hubiera pasado iniciaron las grabaciones del comercial de una pasta dental, que salió en televisión durante mucho tiempo y me dio cierto reconocimiento que abrió nuevas puerta para mas contratos, cada vez que lo veía sentía cierta excitación pues me llevaba directamente a ese sábado de placer.
Mi relación con Ricardo continuó por varios años, tanto sexual como profesionalmente, gracias a él a su ayuda y concejo llegue a ser un buen modelo, presenta varios programas de televisión e incluso hice pasarelas nacionales e internacionales, ahora soy administrador de empresas y tengo una importadora hasta ahora exitosa.
Ricardo ahora trabaja en teatro y de vez en cuando nos vemos, sigue teniendo una verga deliciosa que de vez en cuando trago ávidamente y cabalgo con placer, es de las pocas vergas que me han taladrado el culo a lo largo de mi vida.
Con Pablo seguimos hablando por un tiempo y lo último que supe fue que se traslado a Alemania donde participó en algunas campañas publicitarias pequeñas y termino, tal como lo deseaba actuando en películas pornográficas y posando para revistas y paginas web, cada vez que veo algo nuevo de el trato de comprarlo y le escribo sugerencias o felicitaciones. Hace poco nos cruzamos en L.A. y lo tuve ensartado toda la noche.
Esta experiencia, mi primera experiencia, abrió mi mente y me permitió conocer el sexo sin tabúes ni prejuicios, me acostumbre al placer sin límites y sigo disfrutando tanto como ese día, cada vez que me tiro a un chico o a una chica.
Espero le haya gustado mi experiencia real, y agradezco sus comentarios.
Un abrazo,
Andrés*
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