Mi primera vez no fue planeada
Inicie tarde en el mundo del sexo, pero me fue bien. Es un relato largo. .
Buenas tardes, este relato inicia a la edad de 19 años, yo en esa época (la universitaria) ya sabía que era gay. Debo comenzar describiéndome físicamente, soy una persona pequeña de estatura 165 cm en esa época pesaba 55 kg, siempre he tenido un buen culo y un pene mediano, pero grueso.
En ese tiempo yo estudiaba mi carrera en otra ciudad (porque en mi ciudad no estaba la carrera que elegí),
Esta historia comienza un día que me quedé en la casa de mi mejor amiga a estudiar para un previo muy importante, ambos debíamos pasar ese previo. Al igual que yo, mi amiga era de otra ciudad y vivía con su hermano mayor en un apartamento de la ciudad.
El día transcurría normal, recuerdo que estábamos pasando página por página y devorando cada palabra y cada frase del libro para entender, y recuerdo que por primera vez interactúe más con su hermano ese día. Antes lo veía distante. Siempre que iba a su apartamento no pasábamos de la formalidad. Pero ese día todo cambió para mi, en la tarde mientras almorzábamos, llegó su hermano, ella le dijo “Fernando y yo vamos a estudiar todo el día y si se puede toda la noche”, Javier (así lo nombro en este relato) no hizo objeción alguna.
Adriana cocinó (porque yo no sé cocinar) e hicimos el trato que yo lavaba los platos, y así fue. Después de comer yo me dispuse a lavar los platos, en esas aparece Javier y coloca su plato y me dice “creo que ya acabe”, la cocina de su apartamento es muy estrecha, el deja su plato y me dice, “lo siento pero debo pasar, siento seca la garganta y necesito tomar agua”, yo estaba de espaldas en el lavaplatos y siento su carne rozar mi parte baja espalda (les dije que soy pequeño de estatura), en ese momento creí que por eso se había disculpado.
Afortunadamente ese día pudimos leer todo para la evaluación, pero ya era de noche , Adriana insistió en que debía quedarme, pero yo le decía que no, que yo prefería dormir en mi cama. Adriana me dice que no me preocupara ya que podía dormir con ella; pero en ese momento Javier dice que no, que si yo me quedaba yo dormía en su cama (Ningún hombre iba a dormir con su hermana). A nosotros nos dio risa, pero bueno al fin acepte, ademas la cama de Adriana era una cama sencilla (íbamos a dormir incomodos), mientras que la de Javier si es doble.
En fin, nos fuimos a dormir Javier amablemente me dijo “Bienvenido a mis aposentos y disculpé el desorden mi rey”, yo me reí en el instante, pero le seguí el juego, muchas gracias. La noche era calorosa y el ventilador no daba bien así estuviera en máximo Nivel.
Javier que ahora se los describo (es un hombre que en esa época tenía 27 años era alto 183 cm su cara estaba llena de cicatrices por un acné mal cuidado durante su juventud, tenía uno ojos verdes claros impactantes y por los cuales yo sabía cuándo mentía, su cuerpo era fibrado y su pene medía 19 cm )
Javier me dice: Esta haciendo calor, mejor dormimos en ropa interior.
Yo le digo: Si y le pregunto ¿No hay problema?
Javier: Se ríe y me dice, que no.
Yo me dispongo a quitarme la ropa y quedó en ropa interior, Javier inmediatamente me dice “Disculpe mi rey, pero yo no uso esa marca de ropa interior”, y se quita su ropa y veo a este hombre con un calzoncillo gris que le marcaba un paquete y en el que le salió un poquito de vello púbico.
En ese momento me excite, así que yo apague rápido la luz de su habitación y me tiré en su cama y me arrope. El prende la luz y me dice, aún no he terminado. Se va al baño y se empieza a duchar, el dejó la puerta entreabierta y podía ver su silueta su trasero perfectamente redondo como un durazno, sus muslos bien marcados y con abundante pelo al igual que sus pectorales amplios y velludos en los que me sentía seguro (porque Javier y yo seguimos por un buen tiempo), en ese momento admiraba su cuerpo, pero no miraba su pene (no se porque).
El termino de bañarse y yo por pena y por calentura le dije que si me prestaba el baño yo también me quería bañar, el me dice “claro mi rey, todo este cuarto es tuyo”. A diferencia de el yo solo me metí al baño para hacerme una paja y luego bañarme.
Después nos fuimos a dormir, había cambiado las sábanas, según el para la frescura, ya que la noche seguía calurosa. El apaga la luz y me dice “ven a la cama”, yo en ese momento ya estaba extasiado, con su olor, con su cuerpo, con su manera de hablar, así que me metí en su cama.
Javier que también era bueno para ver señales me dijo “¿Mi rey quiere que este orco le de un beso?”, yo le dije que sí, pero ademas le pregunté que por que se trataba tan mal, que el no era feo (a mi parecer y hasta el día de hoy sigue siendo un hombre hermoso). Javier llora y yo sequé sus lagrimas y para tranquilizarlo, yo fui el que dio el primer beso, el se apartó y me decía que no, que yo merecía algo mejor.
Yo lo abrecé y le dije que el había propuesto el beso y que yo lo quería besar, que no entendía porque el cambio de actitud, lo abracé , sentía su corazón a mil, sollozaba y me decía que ningún hombre lo había querido. El me confesó que era homosexual, pero que por su cara jamás consiguió nada serió con otro tipo, que lo maltrataban y le decían cosas horribles. Yo lloré con el, lo miraba a la cara y lo besaba, le decía que gente mala existe en todas partes y comunidades, pero que, en ese instante, yo veía y me sentía feliz que un hombre (a mi parecer) hermoso, me pidiera un beso.
Javier vuelve en si me da un beso, que me derretí en su brazos, su lengua se movía de una manera que quería conocer toda mi anatomía (ese día descubrí donde quedaban mis puntos erógenos) yo lo abrazaba, hasta llegue a ruñar su vasta espalda, luego se detiene y me dice “mi rey, hoy vas a ver las estrellas”, me voltea y mira mis nalgas la cuales son grandes, el abre mis glúteos y mete su lengua, yo estaba poseído por cualquier ser o ente sexual, arqueaba mi espalda demasiado, agarraba su cabeza y presionaba más el continuaba, la noche calurosa y nuestro sudor empezaron compenetrarse y su olor a colonia con sudor me excitaba más, hasta que le dije “ya métamela”.
Javier también salió de su trance, el vuelve en sí y me pregunta que cuando fue la ultima vez que tuve sexo. Yo todo apenado bajé mi mirada y dije que es rea mi primer… El no me dejo terminar, me dio un beso que jampas olvidaré y me dijo que si era mi primera vez, el se esforzaría para que nunca lo olvidara (Y lo logró)
El saca lubricante y me explica que primero debía dilatar mi ano, el se acuesta y me dice “ponte encima de mi” yo hago caso, su pecho velludo queda encima de mi espalda lampiña ese contacto me pone caliente otra vez, el me va dando besos mientras mete el primer dedo, yo pego un alarido débil, el me sigue besando e inicia suavemente a meter y sacar su dedo, yo le digo que quiero ya su pene, el me dice que paciencia.
En ese vaivén de caricias, besos y metida dedos, el me dice, mi rey, ya dilató, me quedé sorprendido Javier ya tenía 4 dedos dentro de mi ano y yo feliz movía mi pelvis contra la suya. El dijo que ahora si, a mí no me importaba su tamaña (para mí 19 cm es grande) el me dijo te va a doler un poquito, pero luego el dolor se va.
Mi primera penetración fue frente a frente, él quería ver mi cara así que su falo se encaminó sobre todo mi ano, me dolió la entrada porque su glande era grueso, pero el dolor es ya conocido por todos, se detuvo , pero yo agarré sus nalgas peludos y lo empujé sobre mí, así entendió que lo aceptaba, que en ese momento lo quería, lo mire a los ojos, salía una lagrima de placer y de felicidad, el inició los movimiento pélvicos de una manera lenta su sudor caía en mi cabeza, nos besábamos, nos sentimos conectados, en ese momentos estábamos los 2 solos en este mundo y los estábamos disfrutando.
Yo le digo que más rápido y fuerte, Javier saca fuerzas y se levanta de la cama conmigo, abrazados el sigue la danza sexual, más fuerte y sonante, el debe taparme en varias ocasiones la boca, se me olvida que Adriana duerme en la otra habitación. Duramos unos 10 minutos y el me dice no puedo más, siento como su abdomen se contrae y su néctar entra por mis entrañas y le da un calor excitante. Y en ese momento me comienzo a masturbar y termino segundos después de el.
Javier clava su boca contra la mía, me besa de manera bestial, me lleva al baño y nos bañamos, me enjabona con suavidad, nos besamos, yo quería otra vez, pero el me dijo que por hoy no más.
Luego dormimos plácidamente, el me dice que su almohada era su pecho y no era solo una almohada, su olor, su pecho peludo era mi zona de relajación. Y así termina mi primera vez que fue memorable y de lo mejor. Con Javier hay más historias, pero esas si serán breves.
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