Mi Primera Vez, Parte 2

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por carlos.cifuentes280.
Mario y yo nos vestimos y salimos rumbo a la zona donde el resto del campamento estaba jugando futbol. Debimos haber estado en lo nuestro cerca de una hora y media. Ya eran cerca de las 6 P.M. y pronto oscurecería. Llegamos al campo en cuestión, ahí estaban todos terminando de jugar. Christian se nos acercó cuando nosotros íbamos llegando.

C: No vinieron a jugar, que les pasó?

Y: Me fui a explorar después de almuerzo, caminé mucho y me cansé… Así que fui a acostarme un rato

M: Yo estuve en el bosque también… sólo

Christian esbozó una sonrisa y le dijo a Mario

C: Así que sólo… no habrás estado poniendo en práctica lo que te explicamos ayer? – Al decir esto Mario se puso colorado y no dijo nada

Volvimos al campamento y el líder nos mandó a todos a ducharnos. El lugar donde acampamos estaba dentro de un terreno privado, especial para ese tipo de viajes; por lo cual el líder y sus compañeros (5 adultos de entre 18 a 22 años) dormían en una “cabaña” y detrás de esta había un gran complejo con duchas individuales, 15 para ser exactos. Se hicieron 3 grupos para ir a las duchas, 2 de 15 y el último de 10. Mi carpa estuvo en el último grupo.

Volvimos a la carpa y sacamos nuestras cosas para ducharnos, bromeamos un rato fuera de esta y cuando el segundo grupo volvió de las duchas, partimos nosotros a estas. Ya eran cerca de las 8 P.M.

Cuando llegamos, los otros 5 niños de la otra carpa ya estaban terminando de ducharse, por lo cual quedamos solo los de mi carpa. Nos empezamos a desvestir en unas bancas, hasta que quedamos semi desnudos. Hubo un silencio y parecía que el mundo estaba detenido cuando todos estábamos solo con ropa interior. Yo siempre he estado orgulloso de mi cuerpo y no tengo trabas con el (excepto tal vez ser más alto xD! Pero no hay mucho que hacer ahí no? xD!) así que me saqué mi bóxer rojo, tome mi toalla y me la tiré en el hombro. Todos se me quedaron mirando con cara sonrojada y con leves sonrisas en el rostro, excepto Christian, que solo me miraba pero no sonreía. Yo no entendía por qué me miraban tanto, hasta que Arturo me dijo:

A: Parece que hoy no fuiste al bosque a apuñalarte la guata – Y dio una pequeña risita

Ahí entendí todo, desde el encuentro con Mario, había estado pensando solo en eso. Miré hacia abajo y vi mi erección a todo lo que podía dar. Mi primer pensamiento fue el de taparme, pero antes de que mi cuerpo reaccionara para hacerlo, decidí estar orgulloso de mi pene, por lo cuál dije:

Y: Si fui, pero no me alcanza solo con una – y empecé a reir

Todos rieron conmigo excepto (de nuevo) Christian. El grupo tomó valor de mi desnudes y también se desnudaron. Uno a uno dejaron caer sus slips o boxers al suelo. El primero fue Mario, que dejó al descubierto su penecito flácido de unos 4 cm, el cual daba señales de querer erectarse. Luego fue Arturo el que mostró su pene al mundo, un pene de unos 8 cm flácido con unas bolas grandes (bien grandes para su edad, como una uva grande xD!) y una mata negra y oscura sobre su pene. Luego vino David, mostrándonos su pene orgulloso, de unos 7 cm totalmente erecto, en pelo y bolas era similar a Mario. Todos nos volteamos a ver a Christian, el mayor, pero este sólo tomó su toalla y se dirigió a las duchas. Nadie le dio mucha importancia y nos fuimos también a las duchas. Mario se puso en la ducha de al lado mío, David y Arturo se pusieron a la derecha de mí, pero con una ducha vacía entre cada uno. Y Christian se fue a una que estaba en la esquina, alejado de nosotros aún que lo seguíamos viendo. La ducha fue normal hasta que íbamos saliendo.

Yo fui el primero en terminar junto con Mario, caminamos hacia el lugar donde estaban las bancas y nos sentamos en estas. Luego llegó Arturo y David, y al final, Christian… Todos llevábamos la toalla amarrada en la cintura, pero cuando Christian iba llegando, se le desató y cayó al suelo. El resto estábamos sentados en la primera banca que daba a las duchas, así que tuvimos una vista privilegiada de la herramienta de Christian. Un hermoso pene circuncidado de unos 5cm flácido, de un grosor considerable (unos 3 dedos de la mano) unas bolas pequeñas, como canicas, pero le colgaban bastante; y en el pubis su vello púbico semi recortado (un dedo de largo quizás) de un intenso color carmesí. Todos quedamos sorprendidos, debido a que nunca habíamos visto un pene como el de él, circuncidado.

Christian se ruborizó y rápidamente se tapó con una mano mientras que con la otra intentaba recoger su toalla. David preguntó:

D: Porque tienes tu pico (pene) así?

C: Porque es costumbre en mi familia – Contestó con tono malhumorado

A: Te dolió mucho cuando te lo hicieron?

C: No sé, no me acuerdo… Me lo hicieron cuando era chico

Y ahí quedó la conversación. Nos vestimos y fuimos de vuelta a nuestra carpa. Eran cerca de las 9 P.M., hora en la que comíamos y luego íbamos al fogón que se hacía en el centro del lugar. Ya cerca de las 11P.M. nos dirigimos todos a nuestras carpas para dormir. Nos cambiamos de ropa (ahora sin tantos cuidados, ya que ya nos habíamos visto todos desnudos) y nos acostamos. Al rato de estar acostados David dijo:

D: Puta, no tengo sueño

C: Anda a hacerte una paja y no molestes

D: Podría ser… pero hace mucho frío afuera – Hubo un largo silencio y luego David dijo – Les molesta si me la hago aquí? – Su tono de voz era entre broma y nervios

Otro gran silencio… Hasta que Arturo dijo

A: Si tú te la haces… yo también, que no pude ir al bosque en la tarde – Mario me miró en la semi oscuridad de la carpa y dijo.

M: Yo también quiero

Y: Si todos se la van a hacer, porque no? – Dije sonriendo – Christian te unes?

C: Meh!, si todos lo hacen… supongo que también lo haré yo.

Luego, silencio otra vez. No pasó nada por largos minutos, hasta que se empezó a escuchar el sonido de la ropa siendo frotada. La luna estaba llena, así que teníamos una penumbra que si bien no nos dejaba ver los detalles, podíamos ver las siluetas de los otros. El primero en sacar su herramienta fue Arturo, que era un niño con gran iniciativa. Luego lo siguieron los otros. En el aire zumbaba el sonido de la piel siendo frotada y del sonido líquido del pre semen. Nuestras piernas se tocaban cada cierto tiempo y nuestros brazos chocaban a veces. Christian estaba a mi izquierda y él era zurdo, por lo cual nuestros brazos no chocaban, teníamos la mano libre apoyada en nuestros respectivos muslos. Pasó un rato y sentí un ligero roce en mi muslo izquierdo, no le di importancia, hasta que un par de segundos después lo sentí otra vez. Miré hacia el lugar y vi la punta del meñique de Christian moverse lentamente sobre mi muslo. Lo miré y se hizo el que no sabía nada.

Unos segundos después, lo mismo. Me armé de valor y acerqué mi meñique al suyo. A penas sintió mi meñique hacer contacto con el suyo, todos sus movimientos cesaron. Sólo fueron unos segundos, pero ahí entendí lo que quería. Moví mi mano lentamente a su muslo, mientras él hacía lo mismo. Luego, nada… Unos segundos más… Y otra vez nos acercamos más a la entrepierna del otro. Unos cuantos intentos más y cada uno estaba a menos de un centímetro del pene del otro. Mi corazón latía a mil por hora, sudaba como si fuera el día más caluroso del verano y sentía que no había nada ni nadie más a mi alrededor, sólo la entrepierna de Christian. Un sonido me hizo volver a la realidad.

A: Ahh, AHH!! Voy a acabar!!! – Dijo Arturo con la voz apagada, mientras eyaculaba sobre su polera

D: Oh!!! Te salió caleta (mucho), a mí todavía no me sale leche… sólo una agüita transparente – Dijo David, quien estaba a la izquierda de Arturo. Mario estaba a la derecha.

Ah xD!… un detalle importante xD!… El orden de como estábamos dentro de la carpa. Mario, Arturo, David, Yo y Christian.

Volviendo a la historia.

M: A mí ya me sale – Dijo Mario con un poco de arrogancia en la voz

D: Mentiroso – Dijo David con odio

Todos reímos, hasta que Arturo hizo algo que no esperaba. Tomó un poco de su semen y se lo llevó a la boca. David dijo:

D: Que haces maricón?!?!

A: Pruebo mi leche, es rica la verdad xD!… Que vas a saber tu si nunca has soltado leche, solo gotitas. Alguno de ustedes dos lo ha hecho alguna vez? – Se dirigió a Christian y a mí.

Yo me quedé en silencio. La verdad es que a veces, cuando me masturbaba y andaba demasiado caliente, probaba mi semen e incluso un par de veces me ponía de tal forma que mi semen caía directo a mi boca. No tenía mal sabor, pero no era algo que me volviera loco hacer.
Christian se tensó un poco y luego dijo.

C: La verdad, es que sí. He probado mi semen y lo hago casi la mayoría de las veces… No lo iba a hacer aquí con todos ustedes cerca… Pero ya que tú lo hiciste… – Y dejo la frase en el aire, mientras su cuerpo se relajaba completamente.

Y: Y si hacemos esto más interesante – Dije yo un poco nervioso por lo que iba a decir, pero con convicción luego de las revelaciones que se habían dado – Y si nos pajeamos entre todos???, dicen (mentí) que si alguien más te lo hace es más rico… Y dudo que alguno tenga la oportunidad, por lo pronto (mentí otra vez xD!), de estar en mejores condiciones que ahora… Somos amigos no?

Hubo un silencio… Y sentí que el mundo se me venía encima, pensé que me iban a decir mil y un insultos, pero no… Poco a poco todos aceptaron. A estas alturas, ninguno llevaba nada puesto de cintura para abajo.

Lentamente cada uno extendió su mano hacia un lado. Christian al fin agarró mi mástil de 14cm, mientras que yo agarraba el de él, que era un poco más pequeño, de unos 12cm, pero más grueso que el mío, de tal vez unos 5 cm de diámetro. Con mi otra mano agarré el penecito de David. Este agarró el de Arturo (el cual estaba a full otra vez) y Arturo el de Mario.

Ahí estábamos todos, 5 adolescentes en una cadena masturbatoria, los gemidos se escuchaban despacito mientras todos mirábamos el cielo de la carpa. No pasó mucho rato hasta que escuché los gemidos de David y Mario. Arturo dijo:

A: Es verdad que ya te sale leche

M: Les dije que era verdad

D: Mm – Dijo David medio malhumorado xD!

Ambos se vistieron y se levantaron para salir de la carpa, tenía que ir al baño. El resto seguimos, solo que esta vez nos sentamos uno al lado del otro, pajeando al que teníamos a nuestra derecha. No pasó mucho y Arturo eyaculó otra vez, esta vez en mi mano. Yo estaba a mil de lo caliente, así que le acerqué mi mano con su semen a la boca, y Arturo gustoso me la limpió. También se levantó y fue al baño. Ahí quedamos Christian y yo, hubo un silencio mientras nos masturbábamos el uno al otro.

Y: Oye, estabas raro en las duchas… pasó algo? – Pregunté

C: No nada, sólo que… – Guardó silencio y miró hacia un lado

Y: Que cosa, no le digo a nadie, lo prometo – En ese momento soltó mi pene y dijo

C: Es que cuando te vi en las duchas, con tu pene parado… Me dio mucha vergüenza mostrar el mío… También lo tenía parado… pero el mío es más chico que el tuyo… y eso que yo soy más grande – Dijo con un poco de rabia en la voz

Y: Pero – Empecé a decir, pero Christian solo se vistió y salió de la carpa corriendo.

Yo me vestí lo más rápido que pude y lo seguí. Christian corrió por entre los arboles hasta que lo perdí de vista. Hacía frío y yo estaba sólo con el pijama, unas zapatillas y una chaqueta. Cuando ya había desistido escuché que alguien dijo:

C: Porqué me seguiste – Al escuchar su voz supe que era Christian

Y: Porque me preocupé por ti

Ahí lo vi salir de detrás de los árboles, tenía el pantalón del pijama en los tobillos y una erección espectacular. Al fin lo pude ver bien, un pene hermoso y circuncidado, de piel pálida y una cabeza rosadita. Me acerqué a él y me lancé a mamarlo. Christian solo dio un saltito de sorpresa y se dejó querer. Estuve un rato así hasta cuando me di cuenta de que con una de sus manos jugaba con un pezón, y con la otra jugueteaba con su ano. Mi pene dio un saltito y dejé de mamarlo.

Y: Has tenido sexo alguna vez? – Le pregunté

C: No, soy virgen – Dijo medio avergonzado

A penas dijo esto, me puse detrás de él e hice que se doblara, luego, violé intensamente su ano con mi lengua. Él solo gemía y abrazaba fuerte el árbol que estaba frente a él. Cuando ya lo tenía bien dilatado y ensalivado me paré detrás de él.

Y: Quieres que siga con lo que viene? O seguimos como estamos – Pregunté, afirmándolo bien fuerte de la cintura

C: Métemelo – Dijo casi en un suspiro.

No perdí más tiempo y empecé a presionar mi pene en la entrada de su virginal culo. Su ano no me dio mucha resistencia y logré meter toda la longitud de mi pene dentro de él. Christian gemía y suspiraba despacito. Cuando sentí que se había acostumbrado, empecé a bombearlo, mientras que con una mano lo masturbaba, y con la otra acariciaba le acariciaba el glande. No pasó mucho rato y sentí la descarga de leche en mis manos. Fue tanto el semen que soltó, que tuve que poner mis manos juntas para que ese elixir no se desperdiciara. Le di de beber su propio semen y yo también probé un poco. Un exquisito manjar de los dioses bajó por mi garganta. Cambiamos de pose y le hice acostarse en el suelo, puse sus piernas en el aire e hice que se las afirmara con las manos. Acto seguido, dejé caer todo mi peso dentro de su culito. Ahora Christian gemía un poco más fuerte.

Seguimos en esa pose un rato, mientras yo lo bombeaba y pellizcaba sus pezones. Mis bolas rebotaban en ese culito grande trabajado por el deporte, y mi pene se enterraba bien profundo en sus entrañas. No pasó mucho tiempo más y sentí que iba a eyacular.

Y: Me voy a ir!!!

C: Tíramelo en la boca

Le saqué mi pene del ano y un segundo después se lo enterré en la garganta. La totalidad de mi pene estaba en su boca cuando varios chorros de semen salieron. Pude ver que fue mucho, ya que de la comisura de sus labios salieron unas gotitas. Estaba en la mitad de mi orgasmo cuando sentí su cuerpo tensarse. Sentí un calor en la parte baja de la espalda y cuando me voltee a ver, me di cuenta que había eyaculado otra vez, sin siquiera tocarse. Nos tiramos en el pasto debajo de un árbol a descansar y cuando ya recuperamos un poco el aire, nos dirigimos de vuelta a nuestra carpa.

Cuando llegamos, todos dormían plácidamente. Entramos y nos acostamos a dormir de cucharita.

El cuarto día de campamento había terminado. Pero aún quedaban 3 días más.

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