Mi Primera Vez, Parte 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por carlos.cifuentes280.
A la mañana siguiente nos despertaron para las actividades de ese día. Eran cerca de las 11 de la mañana cuando fuimos todos a desayunar. Luego de desayunar, cada uno se fue para lados diferentes, quizás porque se sentían incomodos por lo que pasó la noche anterior, quien sabe xD!… Yo vi que Christian iba en dirección al río y yo lo seguí. En un momento lo perdí de vista, pero no le di mucha importancia… seguí caminando hasta que llegué a la orilla del río. Me senté en una roca y miré un rato el paisaje.
Después de un rato me levanté y me dispuse a explorar los alrededores. Caminé un rato hasta que escuché unos gemiditos y mi nombre, casi en un susurro. Era una zona rocosa, por lo cual pude acercarme sin hacer mucho ruido. Seguí el ruido con atención hasta que llegué a un agujero que se hacía entre dos grandes rocas, que dejaban una pequeña abertura por un lado (donde cabía un adulto corpulento) y por arriba, que era por donde yo venía. Me acerqué al borde del agujero para mirar adentro. Ahí estaba Christian, con su pantalón y boxers a la altura de los tobillos y sin polera, masturbando su lindo pene circuncidado de 12cm furiosamente, mientras que penetraba su linda colita con 4 dedos. Mi pene instantáneamente se endureció, mientras miraba a Christian en su espectáculo. Lo mire por un par de minutos cuando empezó a acelerar sus movimientos, hasta que lanzó un gran suspiro y tres grandes chorros de semen salieron disparados de su pene a una de las rocas. Respiró profundo, mientras sacaba sus dedos de su culo, para luego lamerlos. Acto seguido, se hincó y empezó a lamer la roca hasta dejarla limpia de su semen, se vistió y se fue. Nunca supo que yo lo había visto.
Caliente como estaba, necesitaba desahogarme, así que busqué un lugar donde poder pajearme con tranquilidad. Luego de buscar un rato me encontré con Mario en el bosque.
Y: Hola Mario, en que andas?
M: En nada – Me dijo con su carita colorada y mirando hacia los lados
Y: ¿En serio? – Le pregunte con voz picarona – ¿Quieres repetir lo del otro día?
M: Seria bacan (genial) – Justo cuando decía esto apareció David
D: ¿Y qué sería eso? – Preguntó curioso
Y: Nada – Mentí medio nervioso de que nos descubriera
M: Vamos a sacarnos leche – Dijo descaradamente – El Seba hizo que me saliera la primera vez
D: ¿Enserio? – Preguntó, con cara de emoción… Yo por dentro estaba que moría, quizás que decía David :S
Y: Es verdad – Dije resignado – Si guardas el secreto, te puedo ayudar a ti también
D: No le digo a nadie – Dijo emocionado y partimos a buscar un buen lugar.
Luego de un rato, encontramos una especie de cueva. La entrada estaba tapada por un árbol medio derribado, lo que lo hacía el lugar perfecto para hacer cosas cochinas xD!. Al entrar me di cuenta de que el interior estaba medio alumbrado debido a pequeñas grietas que se hacían en los muros de la cueva (que estaba hecha de rocas y ramas caídas). Nos acomodamos y nos quitamos la ropa, quedando sólo en boxers. A David se le veía su prominente erección dentro de su ropa interior, mientras que Mario se sobaba la suya. Hubo un silencio medio incomodo hasta que David rompió el silencio.
D: Entonces, ¿Cómo hago para soltar leche?
Y: Te puedo enseñar, siempre y cuando no le pongas peros a lo que voy a hacer. Cualquier cosa que haga te tienes que dejar, ¿Trato?
D: Trato – Dijo mas emocionado aún
Y: Ok, entonces… te quiero en pelotas (desnudo) y en cuatro patas dándome la espalda – Al decir esto, su rostro cambió un poco… Como dudando de si lo que estaba haciendo le convenía o no… Pero terminó aceptando y se quitó su calzoncito, dejándome ver bien su penecito de 7 cm, era un poco más delgado que el de Mario y le sobraba un poco de piel en la punta. Antes de que se pusiera en cuatro le dije:
Y: ¿Hasta donde te puedes tirar la piel? – Él se miró su penecito y acto seguido se tomó el prepucio a la altura de la corona del glande y tiró un poco hacia atrás. La piel se tensó y dejó al descubierto cerca del primer cuarto de su glande, se veía medio coloradito y un tajito pequeñito – ¿Eso es lo que más puedes?
D: Si, después me tira un poco
Y: ¿Te duele?
D: No
Y: Voy a hacer algo, no te asustes
Me acerqué a él y acto seguido, me metí su verguita en la boca y empecé a chupar. David gemía calladito mientras tiraba la cabeza hacia atrás. Empecé a mover su prepucio de arriba abajo intentando poder descubrir su glande. Al principio no pasaba nada, pero lentamente logré avanzar, hasta que tuve su glande totalmente descubierto. Pero había otro problema, aún tenía pegada la piel al glande, si bien no en toda su longitud, si en la gran mayoría. Empecé a masturbarlo lentamente, subiendo y bajando su piel lo más que podía, siempre percatándome que cuando bajaba, no hiciera una mueca de dolor. Lentamente la piel se separaba de su glande. Cuando ya llevaba casi la mitad, tiré con mayor fuerza hacia abajo y todo el prepucio bajó y su glande quedo libre. David dio un saltito.
D: Eso me dolió – Se quejó
Y: Tenía que hacerlo para mostrarte como tirar leche
D: Bueno – Me contestó, al parecer no le dolió tanto xD!
Lo hice ponerse en cuatro y empecé a lamerle el ano, cuando mi lengua tocó su agujerito dio un respingo y dijo:
D: Pero que mierda hac… – Y dejó la palabra en el aire, mientras soltaba un gemido profundo
Empecé a meter mi lengua lo más profundo que podía, mientras que Mario se metió entre mis piernas, me sacó el pene por el agujero de los boxers que es para mear xD! y me empezó a mamar. David estaba en un trance de gemidos, sus brazos habían cedido bajo su peso y ahora estaba con el rostro y parte del pecho apoyados en el suelo. Me aventuré a meter uno de mis dedos dentro de su anito virgen, el meñique (ya que era el con menor diámetro). Yo esperaba otro de sus reacciones negativas, pero solo soltó un gemido más profundo. Estuve jugando un rato con el meñique, hasta que me atreví a meterle el dedo índice. Me lo ensalivé bien y empecé a metérselo lentamente. Sentí que su espalda se tensó un poco, pero no me dijo nada. Seguí entrando, hasta cuando solo me quedaba cerca de un centímetro de mi índice afuera, David dio un gran gemido mientras que su ano se contraía.
Y: ¿Estás bien? – Le pregunté, con una sonrisa en la cara
D: Oh, se siente la raja (bien, genial), sigue no más – Me contestó, sin voltearse ni abrir los ojos xD!
Seguí con mi faena y terminé de meter todo mi dedo índice en su anito (no tan) virgen. Volvió a tensar la espalda y a apretarme el dedo con su esfínter. Podía ver su penecito duro como el acero, el cual tenía una gotita de presemen que estaba a punto de caer. Empecé a mover mi dedo en círculos, mientras lo metía y lo sacaba. David gemía cada vez más fuerte, un gemido medio aniñado, pero muy masculino. Cada vez que entraba y giraba, David temblaba y gemía más fuerte. Estuvimos así un buen rato, Mario aún me chupaba el pene y las bolas. Después de un rato Mario me dice al oído:
M: Quiero sentirte adentro otra vez.
Yo ni tonto ni perezoso, me acosté en el suelo, sin sacar mi dedo de dentro de David, metí mi cabeza entre las piernas de este, mientras Mario se ensalivaba su anito y tomaba mi pene para guiarlo a su cavidad. Estaba de frente a mí, así que pude ver su carita de placer mientras se sentaba en mi mástil de carne. Cuando sentí sus nalgas tocar mi zona pélvica, empecé a mamar a David. Que sensación más placentera, mi dedo siendo succionado y apretado por un ano virgen, mi pene siendo succionado y apretado por un ano casi virgen xD! y mi boca succionando y apretando un pene 100% virgen. Seguimos así un rato hasta que Mario empezó a gemir más fuerte.
Ese fue el momento en que David abrió los ojos por primera vez desde que empezamos. Ahí pudo ver a Mario brincando en mi pene mientras se apretaba sus tetitas rosaditas, su pene de 6 cm dando saltitos. Mario empezó a acelerar sus movimientos hasta que dio un gran gemido, seguido de un gran chorro de semen que cayó en mi barbilla y pecho, y en una de los glúteos de David. Yo creo que esa imagen fuel lo que gatilló lo que paso a continuación.
David se tensó por completo, su ano apretaba mi dedo amenazando con arrancármelo xD!… Apoyó su mano derecha en el suelo, mientras se mordía el antebrazo izquierdo, su pene daba saltitos en mis labios. Ahí fue cuando empezó, un grifo de líquido pre seminal empezó a aflorar de la punta de su pene, el cual yo recibía contento en mi boca. Empecé a hacer un movimiento frenético en su esfínter, y cada vez que apretaba su próstata, un chorrito un poco más fuerte salía despedido de su pene. Me aventuré un poco más, aprovechando su orgasmo, y metí un segundo dedo dentro de su ano. Sorprendentemente no me costó nada, yo creo que por todo el rato que estuve jugando con su cavidad. Empecé el mete y saca de mis dedos, mientras el grifo continuaba su expulsada de líquido. Estuve un par de minutos así, cuando David puso ambas manos en el suelo y arqueó su espalda, dio un gran “AH” entrecortado, mientras sentía que su glande se endurecía y sus bolitas subían y bajaban en su saquito. Pensé que iba a eyacular en ese momento… pero no pasó nada. Iba a parar de mover mis dedos cuando un sorpresivo chorro de semen golpeó mis labios. Fue tan sorpresivo que parte de ese chorro se deslizó fuera de mi boca y subió por mi mejilla, el segundo chorro también me pilló desprevenido, manchándome la barbilla, el tercer y cuarto chorro los pude capturar bien y se deslizaron poderosamente por mi lengua hasta mi garganta. Los últimos dos chorros (quinto y sexto) ya eran casi agua. Un delicioso sabor se apoderó de mi boca.
D: Ohhhh weón!!! Que sensación más la raja – Dijo con voz agitada
Y: ¿Te gustó? – Le pregunté mientras Mario me limpiaba el semen de la cara a lametazos
D: Si… estuvo la raja – Pasó un par de segundos en silencio y se puso colorado – Em… pu… puedo hacer lo mismo que Mario te está haciendo… pero con lo que te cayó en el pecho (refiriéndose a la corrida de Mario)
Y: Si po… dale no más – Se abalanzó sobre mí y me limpió todo el pecho
Yo me disponía a vestirme cuando David me detuvo, estaba sonrojado y medio nervioso.
D: Em… me… lo…
Y: ¿Sí?
D: Quiero… em… quiero que me lo… metay – Al decir esto se tapó la cara con sus manitos… Me dio tanta ternura y calentura a la vez.
Yo solo sonreí y lo puse en cuatro otra vez. Le volví a hacer otro beso negro y apunté mi glande a su entrada. Mario se metió debajo de David y acomodó su culito a la altura del pene de David, este al darse cuenta de que pretendía Mario no perdió oportunidad y metió toda la longitud de su pene dentro del culito de Mario. Empezó a moverse mientras yo empezaba a presionar mi pene en su anito. No me dio mucha resistencia y entró la cabeza. Presioné un poco más y empezó a entrar lentamente. Cuando ya tenía todo mi pene adentro me empecé a mover. Cuando yo empujaba, David empujaba también y Mario gemía. Estuvimos así un rato, hasta que siento que David me aprieta la verga con su anito. Dio un gran gemido y se vació dentro del culo de Mario. Mario rápidamente se salió de debajo de David y se puso frente a él, ofreciéndole su culito. Por un momento pensé que David no iba a querer, pero enterró su rostro entre los cachetes de Mario y succionó todo su semen. Mario se dio la vuelta y le plantó un gran beso a David en la boca. Es una de las imágenes más calientes que he visto en toda mi vida. Cuando estaban terminando de darse el beso, David le dijo a Mario que se lo quería chupar. Mario metió su penecito en la boca de David, y no alcanzó a durar ni un minuto y se vació dentro de la garganta de David, el cual se tragó hasta la última gota. Esa imagen fue la gota que derramó el vaso. Con voz agitada dije:
Y: VOY A ACABAR!!!!
M: Tíramelo en la boca Sebita
D: Yo también quiero
Acto seguido David se despegó de mí y se puso de rodillas frente a mi pene. A su lado estaba Mario en la misma posición. Juntaron sus mejillas y sus bocas quedaron pegaditas, una al lado de la otra. Yo empecé una paja a la velocidad de la luz, cuando unos cinco o seis chorros salieron disparados como una bala de mi pene. El primero les manchó la carita a ambos, pero el resto cayó en las bocas de los dos. Pero era demasiado… Mi semen empezó a escurrir por sus barbillas, hasta sus pechos y respectivos penes. Estaba tan caliente que me lancé sobre ellos y lamí cada gota de mi semen, el cual junté en mi boca para luego compartirlo en un gran beso triple.
Luego de eso, nos desplomamos en el suelo, los tres desnudos.
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