Mi Primera Vez . Segunda parte
De vacaciones en el camping nuevamente. .
– No sabes cuanto que esperaba ésto – dijo mi primo mientras se desnudaba en la carpa.
– Yo también lo esperaba, todo el año – al mismo tiempo que me quitaba la ropa.
Era nuestra primera noche en el camping y estaba ansioso.
– Oh, cómo te ha crecido! – exclamé a ver su erección. Talvez no era mucho pero para mi si. De 12 centímetros a 14 ese año me impresionó.
– El tuyo también creció – dijo tocando mi erección que se produjo el ver la de él. Siempre me pasaba lo mismo, me exitaba ver su miembro erecto y al desnudarme me sentía vulnerable, pensando que me iba a pemetrar.
– Pero no tanto como el tuyo – dije masturbándolo con suavidad.
– Te asusta? –
– No, un poco nervioso talvez – mientras lo masturbaba.
– Pero te gusta? –
– Si, me gusta como está – no podía sacar la vista de su miembro.
– Te gustaría chuparlo? –
– No sé, nunca lo he hecho – dije algo desconcertado.
– Yo te enseño, mételo en tu boca y chupalo despacio –
Me agaché e hice lo que dijo, poco a poco me fue guiando, lo metía tan adentro que me daba arcadas. Tenía su miembro bañado con mi saliba, una saliba que hacía hilo cada vez que lo sacaba para respirar. Mientras sus dedos jugueteaban con mi ano.
– Quieres que te lo meta? –
– Si, lo quiero –
– Siéntate en él – yo que estaba en cuatro me di la vuelta y tomando su miembro lo puse en mi ano y me senté. No pude evitar una especie de gemido ahogado.
– Te dolió? – su miembro había entrado entero, mis nalgas pegadas a su pelvis.
– No, está rico – y si lo estaba, esa sensación de tenerlo adentro, de ser todo suyo, que podía hacer lo que quisiera conmigo, entregado totalmente a él.
Comencé cabalgándolo lentamente, sintiendo cada centímetro de salida y entrada. Después seguí con una especie de trote para acabar con un galope. Todavía no eyaculaba pero sentí que tenía un orgasmo y también sentí como me llenaba con su leche. Me quedé acostado sobre su pecho mientras él con las rodillas levantadas me acomodaba entre sus piernas para no sacar ni un centímetro de su erección que permanecía intacta.
Desde de unos minutos para recuperar el aliento, comenzamos de nuevo hasta que volvió a descargarse dentro de mi.
Sacó el rollo de papel higiénico y me lo pasó, yo estaba como aletargado, un cosquilleo recorría mi cuerpo y me daba risa. Se dió vuelta dejándome a mi de espaldas en la colchoneta. En seguida tomó un trozo de papel y enrrollándolo lo puso en mi ano al momento de sacar su miembro, sujeté con mi mano el papel empapado contra mi ano. Me pasó otro trozo grande y me puse de rodillas con el papel en mi ano. Después de limpiarme me acosté a su lado, puse mi cabeza en su pecho y lo abracé.
– Estás bien? –
– Si, bien –
– Vamos a dormir entonces, date vuelta – me di vuelta como me dijo, me abrazó por detrás, acomodé mi ano contra su flácido miembro y me dormí feliz.
gran relato. Aunque un poco corto.
gran relato con ganas de leer la siguiente parte