Mi primo 11 y yo 16 quinta parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por leeyoungjee.
Mama entro con don Cosme el sobandero de la colonia quien venia olfateando al aire como un perro.
-Pues muy bien ya veo que al menos lo masajearon con aceite de almendras.
Don cosme era un hombre con muchos rasgos indígenas (ojos medio rasgados, pelo grueso un poco encanecido y largo y piel morena clara) y de alrededor de 40 años, por decisión propia siempre vestia de blanco al estilo desfile de la revolución con todo y los huaraches pero a pesar de todo tenia ese aire de hombría que siempre me ha gustado contemplar, su manera de caminar era muy varonil, muy erguido y con paso firme y pesado, su cuerpo tenia ese estilo de campesino que trabaja con bultos que lo hacia verse grueso y sus manos eran grandes y de canillas anchas.
Mama también percibió el olor a aceite de almendras dulce y me apresure a contarle que si, que no aguantaba el dolor y que lo único que encontré fue aceite de almendras y que me lo puse para darme una sobada
-A ver niño date la vuelta, don cosme me ordeno, en las manos traia una botella de aguas de hierberia y una pomada de no se que, mama, alejandro y don cosme estaban parados a lado de la cama y de buenas a primeras el viejo me pidió que me quitara toda la ropa, la verdad no me pareció algo raro ya que por todos es sabido que ir al sobandero es un poco como ir al doctor, inclusive alguna vez había escuchado de boca de mi apa que cuando era joven había cargado mal unas cajas en el trabajo y se le habían caído los huevos y para curarlo le habían tenido que sobar cada una de las bolas y pegarle en los talones mientras estaba acostado boca arriba, trabajo que por cierto también hizo el padre de don cosme, en mi país se da muy frecuentemente esta dolencia, a mi personalmente nunca me ha pasado pero según dicen si cargas mal un bulto muy pesado, y abres demasiado las piernas del esfuerzo se te caen los huevos, te empieza a doler uno o los dos testículos y las bolas se te hinchan como si fueran kiwis jaja, no puedes coger de dolor y hasta el caminar te duele hasta la madre.
Me quite entre dolor y quejidos leves todo solo me quede con las trusas azules que me había puesto Alejandro, sentía mis vellos acariciándose contra mi piel todavía humeda y me quede esperando a que don cosme empezara su trabajo, empezó a presionar mi espalda baja hasta mi raya y me pregunto donde me dolia
-Todo lo que toco me duele harto, le conteste con dolor
-Si chamaco, te jodiste de la rabadilla, tu no te preocupes ahorita te duele mucho pero ya veras como en unos días vas a andar como si nada!
-Ahora quitate los calzones y no te me vayas a mover, sentí vergüenza por mama que estaba presente y tras una larga mirada ella por fin entendió que no debía estar allí,
-Bueno don cosme, me habla cuando termine, voy a estar en la cocina, quiere un café con pan?, mama y todos los de la colonia en general veían a don cosme como un enviado del cielo, les curaba dolencias que los médicos del centro de salud y particulares no entendían y les hacía “trabajitos” para atraer la buena suerte el dinero, el amor, leía la mano y echaba las cartas, su padre y abuelo le heredaron el oficio y esa era razón mas para confiar en el
-Si, muchas gracias, ahorita que termine voy.
Mama nos dejo solos y don cosme al verme batallando para sacarme las trusas se ofreció a ayudarme
-A ver no, yo te las quito, deja ahí y me dio un leve manotazo en la mano derecha con la que apenas estaba agarrando el elástico de las caderas, don cosme me pidió que me levantara un poco apoyado en mis codos y cuando me quito las truzas mi pene y huevos colgaron libres hasta golpear las sabanas y el roce de mi verga y huevos con la suave tela empezó a parecerme excitante me desnudo pero de una manera que me pareció algo extraña en lugar de solo jalar la tela hacia abajo metió sus manos contra mi piel y dentro de las truzas y pescando la tela con los nudillos me bajo mis chones hasta los tobillos, pero todo el camino desde mi cintura, mis nalgas, piernas y pantorrillas fue recorrido por las palmas de sus manos que se sentían muy calientes y aceitosas, para ese momento me sentía ganoso de nuevo y pude sentir como cada vez mi pene se ponía mas grande pero fingiendo indiferencia ante todo me acomode de nuevo sobre mi barriga y con mi mano sin importar que me miraran me acomode la verga para no aplastármela.
Voltee la cabeza para mirar a don cosme y a Alejandro, el curandero me puso primero la loción que traia en una botella mientras decía algo en voz rápida y muy baja, me recorría con sus dos manos la espalda baja y llegaba hasta la parte media de mis nalgas, Alejandro nos miraba, bueno mas específicamente a mi, apoyado contra la pared su mirada se perdía en mis nalgas que para ese entonces como la de todos los hombre que tenemos familia velluda estaban tapizadas hasta la planta del pie de pequeños vellos muy oscuros y rizados.
Don cosme seguía masajeando y hablando en susurros hasta que termino y empezó a hacerme platica mientras se embarraba la pomada en las manos.
-Mira que diste el estiron muchacho! Hace poco eras un chamaquillo y mirate ahora! Ya eres todo un hombre, las palabras de don cosme me tomaron por sorpresa a pesar de que muy frecuentemente lo visitaba mi familia nunca me percate de que me prestara atención, siempre que estaba cerca de el, desde mi niñez sus ojos me ignoraban a mi y los demás niños, solo le prestaba atención a las personas mayores que pedían su ayuda y a los demás ni siquiera una mirada curiosa nos dedicaba,
-Si, eso espero conteste solamente con una media sonrisa, nunca había platicado con el y me parecía alguien demasiado serio que no se relacionaba con nadie, únicamente trataba a sus pacientes pero nunca se sabia que participara en las reuniones o conversaciones del barrio,
-Ya veo que le heredaste a tu padre, me imagino que en verano con tanto pelo en el cuerpo te has de andar asando solo no?, sus manos seguían masajeando mis nalgas y mi espalda baja hasta que se perdían en círculos en las caderas
-jaja, pues la mera verdad si, me gustan mucho, pero cuando hace calorón ando que bramo de tan incomodo que me siento, mire de reojo a Alejandro que seguía apoyado contra la pared y sonreía mientras miraba de mis nalgas a mi cara y de mi cara a mis nalgas, se veía que mi putita se estaba calentando imaginándome montándolo de nuevo, tenia la mania de acariciarme las caderas mientras me lo cogía y como no queriendo pasaba las palmas sudorosas de sus manos por mis nalgas eso siempre me calentaba y me animaba a meterle nitro a su culito.
-No pues si y porque no te das una rasurada? Asi ya no estrais tan acalorado
-Bueno es que a mi me crece muy rápido el vello, me rasuro y antes de la semana ya estoy de nuevo tapizado, en esta casa gastamos un chorro en rastrillos!
-A que la tiznada chamaco, yo por eso doy gracias de haber nacido lampiño, si de por si ando que me coso en cueros y sin pelos no quiero imaginar lo que sientes tu! ya lo había notado desde hace mucho, el cuerpo de don cosme era lampiño, sus brazos, pies y pantorrillas no tenían vellos y lo máximo que se notaba de bigote en su cara era una sombra de bigotillo de indios como los de las películas, de adolescente pensaba en lo trágico que me resultaría no embarnecer como mi padre y ser lampiño en extremos como don cosme y la idea para nada me agradaba
-Si ya me había dado cuenta de que usted es muy lampiño don, alguna vez a intentado dejarse crecer el bigote a ver que tal le queda?
-jaja claro que lo he probado pero no me gusta como se ve, cien por ciento seguro estoy de que me veo mejor asi! Jaja, los tres nos empezamos a reir
-Pero bueno me imagino que en invierno has de abrigar muy bien jaja, los tres reíamos y seguimos cotorreando hasta que don cosme que al parecer agarraba confianza muy rápido, dejo de masajearme y puso toda su atención en Alejandro
-Y tu que me dices Alejandro, no te da salpullido?, yo y Alejandro nos quedamos de piedra, no entendíamos como lo supo don cosme y pensamos que tal vez seria un malentendido que nosotros estábamos sacando de la nada, Alejandro perdió la compostura de su cara y empezó a carraspear para aclararse la garganta, yo me hice el chistoso
-Oh pos que paso don cosme, aquí no se lustra el fierro jajaja
-jaja, don cosme reia y pensé que había logrado desviar la conversación pero de nuevo nos solto la puñalada definitiva
-No se hagan pendejos chamacos jaja, decía entre sonrisas, se muy bien que ese aceite lo usaron para que la riata resbalara, yo y Alejandro estábamos al borde del pánico, don cosme empezó a darme apretoncitos en las nalgas aceitadas por la pomada, y en cada una de sus estrujadas mis pelos se iban poniendo mas erizados y brillantes mi erección dura contra la cama perdió dureza por la sorpresa.
-se que te estás deslechando con la cloaca de este jotito, dijo apuntando hacia atrás con el pulgar mientras me dejaba de masajear y acomodaba sus cosas en una bolsa de plástico,
-Don cosme porque dice eso?, intente fingir sorpresa e indignación pero don cosme solo me miraba burlonamente y sin mirar sacaba de su bolsa de plástico una venda muy ancha hecha de tela gruesa, la mirada le había cambiado y en sus ojos se veía el deseo, conocía muy bien esa expresión, don cosme estaba caliente, aun no sabia que era lo que iba a pedirnos o como terminaríamos el dia pero don cosme quería algo definitivamente.
-Mira Daniel en la espalda ni en ninguna parte del cuerpo tenias ni gota de aceite antes de que empezara a sobarte, la truza que te acabo de quitar, esta aceitada y apesta a dulce donde antes estuvieron tus bolas, saco la truza que de alguna manera se guardo en la bolsa de su pantalón sin que nos diéramos cuenta y me la lanzo a la cara, la truza apenas olia pero se notaba en el forro la mancha que el menciono, esta putita dio unos pasos y Alejandro trato de alejarse asustado, pero lo retuvo muy fuerte de la muñeca, don cosme estaba ardiendo de deseo y tenia una actitud dominante casi violenta que me saco mucho de onda.
-Apesta un resto a aceite y casualmente no tiene las manos grasosas, le sobo la mano a Alejandro que se veía asustado y se acerco sus palmas a la nariz donde volvió a olisquear como cuando entro,
-Don cosme por favor, no diga esas cosas, aquí no somos maricones, si lo que dice es verdad pero es porque yo y Alejandro nos hicimos una paja antes de que usted y mi madre llegaran, para ese entonces yo ya estaba sobre mi espalda, mi verga colgaba hacia la derecha semi flácida aun por lo muy excitado que estaba hace apenas unos minutos, no entendía porque pero sentía los vellos de mi pecho y antebrazos estaban erizados (eso nunca me había pasado) y hasta el dolor parecía haber desaparecido, estaba muy nervioso y me presionaba a mi mismo para que no se me quebrara la voz y mi historia pareciera lo mas relajada y real posible, don cosme me miro desde la pared a lado de mi cama y se limito a sonreir
-jaja, muy buen intento chamaco pero si eso fuera verdad, jaloneo a Alejandro hasta que lo sometió sobre una mesa que estaba cerca, su pecho quedo contra la madera y su culito estaba en pompa, don cosme le bajo a tirones la ropa y los bóxers flojos de tortugas que usaba Alejandro en aquellos tiempos, y abriéndole las nalgas con una sola mano, le enterro el dedo medio de su mano en el culito a mi primo,
-Esto no estaría tan abierto ni grasoso, si no te lo hubieras montado hace poco o si?, don cosme era un hombre verdaderamente espantoso, yo miraba congelado y rogaba porque mama apareciera en el umbral de la puerta y viera como don cosme hacia pujar a Alejandro mientras su dedo entraba y salía, nadie aparecia, don cosme se escupió la palma de la mano con toda calma y le embarro a Alejandro su saliva por todo el orto comenzó a meter rápidamente su dedo y hacia movimiento de garfio, Alejandro intento forcejear, la uña de don cosme le rasguñada sus paredes mientras el se limitaba a sonreír y respirar jadeante, don cosme no lo dejaba moverse, de pronto cundo parecía resignado y don cosme se saboreaba los labios Alejandro le lanzo un manotazo que lo golpeo en la cara.
El maldito se tambaleo no por el golpe sino por la sorpresa pero antes de que Alejandro lograra librarse de su agarre lo volteo y con una rapidez increíble le encajo las puntas de los dedos en el estomago, Alejandro cayó de rodillas en el piso de azulejos azules de nuestro cuarto y sin aliento y con una mueca de dolor empezó a llorar, intente levantarme pero apenas y quise bajar d ela cama un pinchazo de dolor me recorrió la espalda, don cosme se acerco lentamente a la puerta y la cerro con pasador.
-Miren niños, empezó a hablar tranquilamente, aquí hay de dos sopas, una me hacen caso, me dan lo que necesito y todos felices y tranquilos o salgo con tu madre le digo que son unos sucios jotos hambrientos de sexo que apenas y me vieron solo se me ofrecieron tu cogerme y tu tu cloaca maloliente, toda la colonia y sus alrededores se enteran y los mando moler a putazos.
Yo y Alejandro estábamos estupefactos y llenos de pánico, sabíamos que la palabra de ese hombre prácticamente era ley, nunca nadie había tenido problemas con el, era distante y aparentemente pacifico, lo veían como un ejemplo y le agradecían de rodillas, obviamente estábamos perdidos
-Que es lo que quiere? Por fin pregunte,
-Bueno quiero deslecharme en tu perra, tengo varios meses sin compañía y se me antojan las nalgas de esta zorra hermosa que tienes, le lanzo una sonrisa a Alejandro que seguía apretándose el estomago, y trataba de subirse la ropa entre retorcijones, Alejandro empezó a llorar y don cosme me hablo fuerte
-Voy a mear, convence a tu perra, cuando vuelva la quiero calladita, cooperadora y acostada en esa cama contigo, y sin nada, lubricale de nuevo el culo con mi pomada y no hagan pendejadas, se dio la vuela y se metió al baño
Alejandro corrió hacia mi entre retorcijones y me abrazo en la cama, lloraba mucho y yo le pedia que bajara su voz, el me abrazaba muy fuerte estaba temblando de terror, las lagrimas corrian por su piel y su cara enrojecida me provoco, poco falto para que yo también llorara con el,hasta que después de unos segundos me atrevi a hablarle
-Alejandro, tenemos que hacerlo
-No! No! No!, decía abrazándome, hundía su cara en mi pecho velludo y sus lagrimas y saliva me empapaban mi pectoral derecho sentía que prácticamente se me quería montar encima, sus piernas casi sobre las mías, su cadera aplastando y retallándose contra mi pene y lloraba a grito abierto que yo le rogaba que acallara
-Alejandro, tenemos que hacerlo, nos va a destruir, piénsalo si papa lo descubre, primero nos medio mata y después nos echa a la calle, piensa en tus papas, puedo hasta terminar en la cárcel por meterme contigo y que harías solo vagando por las calles? La gente de los alrededores lo adora, si él quisiera podría hacer que nos lincharan en la plaza y nadie diría nada!
-No quiero, me da asco, no me pidas que lo haga por favor no quiero, ayúdame! Tienes que ayudarme! Lloraba desesperado, entendí que no había otra manera de convencerlo mas que envolviéndolo de nuevo, lo abrace muy fuerte y empecé a besar su rostro para calmarlo, le acaricie el rostro le seque las lagrimas con mis besos, le tenía mucha lástima, me sentía culpable y un traidor pero el tiempo se acababa y no teníamos otro camino.
-Mi amor, se que lo que te pido no tiene nombre, yo mas que nadie odio a este maldito por hacernos esto, me dan ganas de matarlo por atreverse a poner sus ojos en ti y hablarte de esa manera, por lastimarte, puse mi mano sobre su trasero y empece a acariciarlo, todo se lo dije al borde del llanto, tenia que ser lo mas emocional que pudiera de lo contrario mi vida y de paso la suya se acabarían, es un cerdo, tu eres mio, eres mi angel y si algo te pasa me muero, tenemos que hacerlo, el me miraba horrorizado, pero supe calmarlo con caricias y muecas de dolor y preocupación, empece a recordar algo triste, a pensar en mis tragedias personales para provocarme el llanto y entre lagrimas que logre sacarme le pedi que si me amaba lo hiciera, que lo tomara como una prueba de su amor, que mi vida lejos de el en la cárcel era una visión cercana a la tortura, no aguantaría pasar las noches sin su cuerpo pegado al mio, sin abrazarlo y poder besarlo y que la simple idea de el vagando por las calles siendo lastimado, repudiado y abusado por todos me mataría lentamente, lloraba por fin logre llorar a chorros.
-Pueden pasarnos cosas peores, en realidad este maldito no se conformara con eso, el mismo lo dijo, es capaz de mandarnos linchar, no quiero ni pensar en que la gente se ensañe contigo por culpa de ese animal, preferiría pagar por los dos nuestro pecado, porque si es un pecado quererte lo acepto se que esta mal amarte porque eres mi primo y eres un niño pero contra mi corazón no puedo ir , quiero vivir mucho mas junto a ti, mis lagrimas y drama lograron convencerlo y ahora lloraba mas tranquilamente
-Prometeme que esto no nos separar, que me seguiras amando aunque este culero me viole frente a tus ojos!
-Te lo juro, incluso te amare aun mas por el sacrificio que harás para salvarnos, Alejandro me beso la mejilla y los labios, empezó a quitarse la ropa entre sollozos, sus lagrimas aun corrían por sus mejillas, su cuerpo era hermoso, la tristeza con la que se desprendía de su ropa me enternecía y me ponía caliente se quito su camisa y sus pezones rosados aparecieron ante mis ojos, me provocaba darle una buena mamada imaginando que eran las bubis de mi hembra, se quito sus calzones y aprecio su verga flácida coronada por su escaso vello, estaba rosada y la piel parecía de porcelana, se recostó en mi cama a mi lado triste pero resignado y alcanzo la bolsa de la pomada, se la iba a untar cuando le quite el montón que había embarrado en sus dedos y amorosamente le empecé a dilatar su ano, conté 20 entrones y pase al segundo, mi verga estaba liberando lubricante y mi pene estaba super hinchado chocando contra mi ombligo, cuando iba por el segundo dedo, entro don cosme, indiferente se acerco después de poner seguro a la puerta y se empezó a aflojar su ropa de indígena.
-Pues bueno vamos a darle, putita espero que aprietes y no pongas el culo aguado, le dio una fuerte nalgada y la cara de Alejandro enrojeció de coraje, sus ojos se cerraron fruncidos y don cosme, empezó a olisquear su ano como si fuera una fruta,
-Hmmm huele a gloria, bueno vamos a ver si como roncas duermes y se levanto a los pies de la cama, se quito la camisa blanca y su piel morena con pezones mas oscuros apreciaron coronando unos pectorales desarrollados sin gimnasio, brazos anchos fruto de cargar costales supongo y su estomagó era plano y tenia una línea pequeña de vellos que bajaban hasta su pantalón, se quito los zapatos y los arrojo cerca, Alejandro, escuchaba atemorizado el ruido de la ropa desprenderse de su violador y se bajo las trusas blancas con todo y pantalón de un tirón cuando se enderezo su verga era oscura del tono de sus pezones estaba arrojando precum, era circuncidada, la cabeza morada completamente brillante y el hoyo para mear estaba muy dilatado, era cabezona y a la mitad se ponía mas ancha parecía un ovalo, calculo que seria casi tan grande como la mia que es de 16 cms , sus bolas colgaban sin mucho pelo, su pubis estaba enmarañado en rizos escasos, me sorprendió su tamaño porque tenia el prejuicio de que los indígenas eran pequeños de herramienta y se trepo a la cama.
le abrió bien las piernas a Alejandro, solo alcance a dilatarlo con dos dedos y cuando le pedí que esperara a estar bien dilatado me quito a aventones la mano.
A chinga, chinga, chinga, dilatar?, no mames niño, la verdaderas perras disfrutan que les metan la riata a la primera sin tanto pedo, no sabia que esta zorra era fijada, pero a partir de hoy te voy a hacer el favor de quitarle lo mañosa, oíste perra?!!!! Y nalgeo de nuevo muy fuerte a Alejandro,
-Que si oíste zorra!?, Alejandro solo apretaba los ojos, su cara enrojecida y sus lagrimas resbalaban por su carita.
-Que si oíste perra hija de tu puta padre!!!?
-Apreté la mano de Alejandro y por fin contesto muy fuerte
-Si! Entiendo….
si entiendo
-Pues que bueno, dijo don Cosme burlándose hacia mi, y agarrando la base de su pene con una mano mientras que separaba las nalgas de mi primo con la otra solo dejo de mirarme para apuntar bien y con una sonrisa fingida hacia mi, se estaba burlando de mi!! El muy hijo de perra, sentía que me estaba humillando al cogerse a mi maricon!!!, se la dejo ir hasta adentro a Alejandro, su pubis estaba completamente pegado a sus nalgas y Alejandro soltó un grito que el rápido acallo con su mano.
-Quieto, quieto, ahhhh, mhhhh, pues si estas apretado, empezó a moverse con ritmo y sus caderas se estrellaban contra a piel de Alejandro, el me apretaba muy fuerte de la mano y yo con mis dos manos apretaba la suya, cosme empezó a gemir, y a susurrar cosas en lo que imagino era una lengua indígena, lo follaba con potencia y dificultad, Alejandro gemía y reprimía sus gritos.
Cosme dejo de mirar hacia la pared frente a la cabecera y me miro atentamente.
-Estas preocupado por tu puta? No deberías escuincle, si pudo con esa madresota que te cuelga entre las piernas no creo que yo pueda hacerle daño, miraba con curiosidad mi pene y seguía apuñalando a Alejandro con sus brutales embestidas y decía cosas al ritmo que lo penetraba, silbaba y soltaba pujidos.
-Si pero te estas pasando, esta muy asustado y no quiere coger contigo, va a ser mas difícil que se acostumbre a que se la dejes ir asi nomas.
-Por favor, no lo lastimes, cosme se me quedo viendo muy serio,
-Con que tuteándome eh!? Su mirada penetrante no se quitaba de encima de mi,
-Esta bueno dijo al fin, si vamos a compartir el drenaje de esta zorrita creo que puedes hablarme de tu, dejo de follarselo bajando la velocidad lentamente pero sin dejar de ensartarse dentro de Alejandro que gemia y pujaba cada que su glande lo empalaba, le sobo las nalgas y le dijo muy burlón
-Le voy a hacer caso tu padrote mija, acostúmbrate! Porque en un rato le seguimos!, Alejandro abrió los ojos y parecía perdido en sus pensamientos.
Lo nalgueo de nuevo y se me quedo viendo de arriba abajo,
-Y pues si como lo dije ya eres todo un hombre chamaco, estiro su mano y empezó a sobarme el pecho, su mano engrasada resbalaba y pulía mis vellos, presionaba mis pezones, se oía el clásico sonido de fricción entre vello y Alejandro se limitaba a vernos como perdido en su propio mundo, yo solo lo miraba a él, su cuerpo grande y moreno aplastando a mi primo y su mano grande recorrer mi pecho me empecé a calentar y en segundos mi verga estaba muy dura, repegada contra mi ombligo, el la tomo entre su mano y empezó a pajearme, me miraba con gracia y empecé a disfrutar, se escupió la mano y me masturbo durante varios minutos, me acaricio los huevos, los peso con su mano y me palmeo la pierna.
-Bueno listo, soltó mi pene se aferro con sus dos manos a las caderas de Alejandro y con todo su peso sobre el se lo cogió con toda la velocidad que le daba su cadera, Alejandro gemía sin parar, no lo disfrutaba, el cuerpo del indio estaba brillante por el sudor, su frente empapada y el golpeteo de sus huevos con la cadera de mi niño era un ruidoso splash splash constante.
-Mastúrbate, me ordeno resoplando, me escupi la mano y empece a jalármela al mismo ritmo que el se cogía a Alejandro, me llego el orgasmo en el mismo momento que a el, su mueca se volvió bestial, follo aun mas fuerte a mi primo y los huevos marcaban un ritmo el doble de rápido, por fin se clavo hasta el fondo del culo de Alejandro y descargo toda su semilla, el verlo convulsionarse de placer, mientras pujaba y decía cosas extrañas, me calentaron de mas y chorre mi mano de semen, el orgasmo se fue lentamente de el y de mi y nos miramos sin retira ninguno la mirada, recogió el semen con su mano y se lo trago a lambidas, se desincrusto del fondo de Alejandro y se levanto, su pene se bamoleaba con sus testículos al ritmo de sus movimientos y la cabeza de su animal chorreaba un poco de semen teñido de café, se empezó a vestir, Alejandro estaba muy abierto y chorreaba semen espeso, se levanto de la cama y empezó a vestirse en un rincón, estaba llorando en silencio , solo sollozaba y no hacia contacto visual con nadie.
Con mirada indiferente el curandero me puso una venda muy grande alrededor de la espalda y antes de salir me lanzo la pomada, te la pones durante 4 días una sola vez a la misma hora más o menos, no dejes que te caiga frio, ni te vayas a bañar, te puedes seguir poniendo la misma venda que no quede muy apretada, solo es para guardar el calor y pasados esos días ya no te debe de doler nada, vas a mi casa y me buscas cuando se cumpla el tiempo, se fue sin mirar a Alejandro y sin decir nada mas, simplemente salió de ahí rumbo a la cocina por su pan dulce con café.
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